325 espa?oles est¨¢n preparados ante (casi) cualquier emergencia
Un equipo de personal sanitario, bomberos y hasta cocineros podr¨ªa ser llamado desde hoy a trasladarse a cualquier parte del mundo. Lo har¨ªan en un hospital m¨®vil que la OMS ha validado para estos casos
A partir de hoy, el bombero Jorge Rold¨¢n, la traumat¨®loga Mar¨ªa Jos¨¦ P¨¦rez o el cocinero Jabiertxo Ruiz pueden recibir un mensaje en sus m¨®viles que les lleve a cualquier parte del mundo en 48 horas. Ellos son miembros del proyecto Start (Spanish Technical Aid Response Team) de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (Aecid): un equipo de profesionales de la salud, log¨ªstica y expertos en acci¨®n humanitaria preparados para salir ante cualquier cat¨¢strofe o emergencia sanitaria donde la Organizaci¨®n Mundial de la Salud les requiera.? Proveer¨¢n atenci¨®n m¨¦dica en un hospital m¨®vil con capacidad quir¨²rgica que acaba de ser certificado este jueves por una delegaci¨®n del organismo de la ONU en Madrid.? ?
Solo tienen que responder un s¨ª a un SMS y 65 de los 325 componentes del equipo Start tendr¨¢n que hacer la maleta y coger un avi¨®n con destino all¨ª donde una emergencia humanitaria dispare la necesidad de ayuda sanitaria. Paralelamente, un hospital m¨®vil preparado para atender a 200 personas y realizar siete cirug¨ªas mayores y 15 menores al d¨ªa, que pesa 30 toneladas y ocupa empaquetado 200 metros c¨²bicos, ser¨¢ cargado en dos aviones hacia el mismo lugar. En 48 horas, 43 sanitarios del sistema nacional p¨²blico de salud espa?ol y 12 personas encargadas de la log¨ªstica y coordinaci¨®n t¨¦cnica, se encontrar¨¢n en un pa¨ªs en situaci¨®n de emergencia. En dos d¨ªas, tendr¨¢n que levantar un hospital y estar listos para recibir pacientes. Todos han recibido formaci¨®n y est¨¢n previamente coordinados para que este proceso y la atenci¨®n que se provea durante las semanas que permanezcan en terreno sean lo m¨¢s eficientes posibles.
"No es f¨¢cil", precisa Jorge Rold¨¢n, bombero de Las Rozas, experto en WASH (Agua, saneamiento e higiene, por sus siglas en ingl¨¦s), de 41 a?os. "Es como montar una ciudad, con sistema el¨¦ctrico y de gesti¨®n de residuos, desag¨¹es, 20 letrinas, duchas, tiendas de campa?a, el quir¨®fano¡ ?Hay pueblos m¨¢s peque?os!", explica mientras muestra el sistema de potabilizaci¨®n de agua del hospital, capaz de suministrar 5.000 litros por hora. Toda la infraestructura est¨¢ perfectamente instalada en la Escuela de Protecci¨®n Civil en Madrid para acoger la formaci¨®n del equipo y ser evaluado esta semana por un equipo examinador de la OMS. Rold¨¢n forma parte del grupo de logistas que, una vez levantado el complejo en una misi¨®n, se encarga del mantenimiento y la compra de provisiones, desde comida en el mercado local hasta los enseres que sean necesarios dependiendo de las caracter¨ªsticas del lugar. "Tenemos que adaptar el hospital al lugar donde estemos", aclara.
Despu¨¦s de ayudar a Rold¨¢n y sus colegas en el montaje, el personal m¨¦dico tiene que comenzar su labor propia. A diferencia de otros voluntarios, Mar¨ªa Jos¨¦ P¨¦rez no tiene experiencia en acci¨®n humanitaria, pero ha recibido la formaci¨®n (por Internet y presencial) que ha proporcionado la Aecid para afrontar "lo que caiga" en terreno, apuntaba durante unas jornadas de entrenamiento en la capital a mediados del mes de mayo. Es traumat¨®loga en el Cl¨ªnico San Carlos de Madrid y su trabajo ser¨¢ crucial, pues las primeras patolog¨ªas que se atienden tras una cat¨¢strofe natural ¡ªun tipo de emergencia muy probable para la que pueden ser convocados¡ª, tienen que ver con su especialidad. Sabe que, de tener que actuar, el desaf¨ªo es importante. "El miedo es libre y siempre te gustar¨ªa estar m¨¢s preparado; pero tambi¨¦n se aprende andando. Cambian el entorno, los medios y el estr¨¦s ser¨¢ distinto, adem¨¢s, trabajando en una cultura diferente. Habr¨¢ que tirar de intuici¨®n", expresa.
M¨¢s fiable que los instintos, ser¨¢ el consejo de los coordinadores y expertos tem¨¢ticos que acompa?ar¨¢n la misi¨®n. Ana Urgoiti es la especialista en g¨¦nero del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (Iecah), instituci¨®n que aporta estos perfiles al equipo. "El personal tiene que entender que las cuestiones de g¨¦nero, cultura y religi¨®n son muy importantes para la eficacia de su intervenci¨®n. La acci¨®n humanitaria es una cuesti¨®n de derechos, no de caridad", apunta tras una de sus charlas did¨¢cticas a los voluntarios. En su curso, la experimentada humanitaria, les ha ense?ado "desde lo m¨¢s b¨¢sico como diferenciar sexo y g¨¦nero" hasta conocimientos m¨¢s avanzados para saber detectar casos de violencia contra las mujeres y ni?os, y qu¨¦ hacer en caso de encontrarse con ellos. "Normalmente, se derivan. La jefa de misi¨®n es la encargada de enterarse de a qui¨¦n y d¨®nde hay que remitir a las v¨ªctimas. Casi siempre hay alguna ONG u otros organismos que trabajan el tema en la zona", detalla.
El hospital de campa?a en datos
Tras cuatro a?os desde que se comenz¨® el proyecto Start (Spanish Technical Aid Response Team) de la AECID, el equipo y el hospital de campa?a con capacidad quir¨²rgica est¨¢n listos. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha certificado su validez para intervenir en contexto de crisis humanitaria. Estos son algunos datos que explican la envergadura de este programa:
- 65 profesionales integrar¨¢n el grupo de ayuda humanitaria: 43 sanitarios del servicio p¨²blico de salud espa?ol y 12 miembros del equipo encargado de la log¨ªstica y coordinaci¨®n.
- 15 d¨ªas: es el m¨¢ximo de d¨ªas que puede trabajar un equipo desplegado en terreno.??
- Hasta cinco rotaciones: el equipo cuenta con voluntarios suficientes para cubrir las primeras 65 plazas y los relevos en terreno. Cada dos semanas, el equipo es relevado por otros 65 profesionales. Como m¨¢ximo, el hospital estar¨¢ activo en terreno dos meses.
- 20 hospitalizaciones: el hospital cuenta con 20 camas para hospitalizaciones (10 para mujeres y 10 para hombres).
- Hasta 200 personas pueden ser atendidas cada d¨ªa en el complejo sanitario.
- El hospital tiene capacidad para realizar siete cirug¨ªas mayores y 15 menores al d¨ªa.
- 150 comidas se servir¨¢n cada d¨ªa: a los pacientes, sus acompa?antes y el personal del centro.
- 100x75 metros es el terreno que ocupar¨¢ aproximandamente este hospital compuesto por unas 20 tiendas de campa?a.
- 5.000 litros de agua por hora, es lo que produce una m¨¢quina de filtrado que forma parte de este complejo.
Durante la emergencia, surgir¨¢n muchas dudas y dilemas que Urgoiti tendr¨¢ que resolver. Sin embargo, algunas est¨¢n abiertas a un debate previo durante las jornadas de formaci¨®n. ?Qu¨¦ hacer si hay que ingresar a una menor de edad acompa?ada por su padre? La cuesti¨®n es si su cama estar¨¢ en la zona de mujeres (donde la presencia del progenitor puede ser perturbadora) o en la de varones (donde la cr¨ªa puede sentirse intimidada). La respuesta pasa por instalar biombos en una u otra ¨¢rea seg¨²n se decida en cada caso.
Estas decisiones las tomar¨¢, con el asesoramiento del equipo de expertos, M¨®nica Acosta, de 44 a?os y jefa de emergencias de la Aecid. Mientras el Start est¨¦ desplegado, ella ser¨¢ la responsable de la misi¨®n. "Mi actividad consiste en poner todo en marcha, desde Espa?a. Y una vez en terreno, soy la gestora del hospital", apunta. Primero, para que el equipo se active, explica, se tienen que dar una serie de requisitos previos: "Que haya una declaraci¨®n de emergencia por parte del pa¨ªs afectado y que la OMS haga una solicitud de intervenci¨®n". Una vez se ha producido ambas circunstancias, ella redacta un informe para que el Secretario de Estado de Cooperaci¨®n tome la decisi¨®n final.
Con todas las autorizaciones en regla, el equipo se moviliza. Todo tiene que estar coordinado. "La Aecid responde a emergencias desde 2007; hasta ahora se llevaba material humanitario de agua y saneamiento, de salud, para la seguridad alimentaria¡", expone Acosta. Pero fue durante la asistencia tras el terremoto de Hait¨ª de 2010 cuando este organismo se dio cuenta de que la ayuda no era la m¨¢s eficaz posible. "No hab¨ªa planificaci¨®n previa; y en terreno, la calidad de las intervenciones no cumpl¨ªan los m¨ªnimos, hab¨ªa problemas de seguridad", reconoce la experta. Por eso, dice, se comenz¨® a pensar en c¨®mo mejorar. De aquellas reflexiones, naci¨® el Start, que empez¨® a fraguarse en 2014 ¡ªun a?o despu¨¦s de que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud lanzase la?Emergency Medical Teams (EMT) Initiative¡ª. El pasado jueves, cuatros a?os despu¨¦s, culmin¨® el proceso de preparaci¨®n con un aprobado de la OMS.
Con notorio orgullo, Acosta argumenta la importancia de este proyecto, que ha costado 1,3 millones de euros a las arcas p¨²blicas espa?olas y m¨¢s medio mill¨®n aportado por la Uni¨®n Europea. "Como este, un EMT nivel dos (con capacidad quir¨²rgica) solo hay otros ocho hospitales en el mundo: dos en China, dos en Rusia, uno en Reino Unido y otros en Australia, Jap¨®n y Ecuador", subraya mientras comprueba los datos en su tel¨¦fono. De nivel tres, m¨¢s avanzado y que podr¨ªa atender emergencias sanitarias como una epidemia de ¨¦bola, solo hay dos: en Israel y China, a?ade. En caso de actuaci¨®n, ECHO (el organismo de ayuda humanitaria y protecci¨®n civil de la Uni¨®n Europea) cubre el 85% de los gastos. "Y no desperdiciamos ni un euro", apostilla Acosta. Tanto es as¨ª que hasta las cajas en las que se transporta el material son recicladas y reutilizadas como estructuras de los fregaderos en el centro sanitario port¨¢til.
La infraestructura no es la ¨²nica que ha pasado el examen, tambi¨¦n el personal, que tiene que estar preparado y formado para el desaf¨ªo que representa trabajar en contextos en crisis. "Todos tienen que seguir un c¨®digo ¨¦tico", subraya Acosta. "No pueden cometer abusos de poder ni sexuales, tienen que respetar la dignidad de las personas, no pueden emborracharse y, si el experto en seguridad as¨ª lo establece, no pueden salir del hospital", enumera.
Para Concha Bonet de Luna, pediatra formada en La Paz y trabajadora en un centro de salud en Madrid, es tambi¨¦n importante que los voluntarios como ella tengan preparaci¨®n emocional. Con amplia experiencia en emergencias, sobre todo con la ONG M¨¦dicos del Mundo con la que ha prestado servicios en Hait¨ª, Angola, Etiop¨ªa, Sierra Leona durante la crisis del ¨¦bola o en Lesbos, Bonet reflexiona sobre el tema: "No tenemos resuelto el duelo de la omnipotencia y a veces te pasas m¨¢s tiempo consolando a compa?eros que atendiendo. Hay gente que se bloquea". Su consejo: "Hay que asumir que no se puede con todo y que hay cosas que no vas a poder arreglar, como por ejemplo, el maltrato infantil". Superados estos sentimientos, los profesionales son m¨¢s eficaces, opina. En su caso, considera que tiene que "saber acompa?ar a morir y manejar el dolor del paciente y el propio".
Nada ser¨ªa posible sin Javiertxo
La ayuda humanitaria no solo es cosa de m¨¦dicos y expertos. De hecho, su trabajo no ser¨ªa posible sin el apoyo de otros perfiles como Jabiertxo Ruiz, de la ONG Zaporeak (sabores, en vasco), de 58 a?os. Su faena: dar de comer. "Tendr¨ªamos que cocinar para unas 150 o 200 personas entre el personal, los pacientes hospitalizados y sus acompa?antes", explica. Por eso, ha sugerido a la Aecid sustituir las ollas expr¨¦s que han adquirido por perolos. "Estamos aqu¨ª para perfilar flecos¡±, afirma entre risas mientras muestra el material de cocina en el hospital instalado a las afueras de Madrid.
Due?o de una tienda de pinturas anta?o, Ruiz se qued¨® en paro y comenz¨® a colaborar con Zaporeak. "Soy cocinillas", asegura. Como ¨¦l, otros nueve miembros de la ONG, forman parte de Start para que, en caso de tener que partir, dos o tres de ellos puedan movilizarse r¨¢pidamente. "De aqu¨ª se lleva comida para 10 d¨ªas, que es lo que se estima que los mercados locales tardan en volver a funcionar tras una cat¨¢strofe. Llevamos latas de carne, sardinas, salchichas¡ y alimentos secos como pasta, lentejas o arroz. Y frutos secos que dan calor¨ªas y son f¨¢ciles de transportar", explica. Con eso, se elabora un men¨² sencillo y adaptado a las necesidades (y gustos, en la medida de lo posible) de los pacientes. La delegaci¨®n de la OMS ha probado las artes culinarias de Ruiz. Y ha aprobado, como todos. Ahora, cruzan los dedos para no tener que salir, pues eso significar¨ªa que no hay emergencias humanitarias que atender; pero saben que deber¨¢n hacerlo. Y est¨¢n preparados.
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