Vivir bajo amenaza por un Whatsapp
En Burundi, donde uno de los periodistas contrarios al poder m¨¢s destacado lleva desaparecido dos a?os, un grupo de profesionales emite un bolet¨ªn diario y furtivo de noticias que se distribuye en la web y las redes
En 2015, cuando Pierre Nkurunziza fue reelegido como presidente de Burundi, el periodismo se hab¨ªa convertido en una de las profesiones m¨¢s peligrosas del pa¨ªs. La revalidaci¨®n del cargo se hab¨ªa producido en medio de un clima de contestaci¨®n, con controvertidas decisiones judiciales y un intento, sospechosamente c¨¢ndido, de golpe de Estado que desencaden¨® una brutal ola de represi¨®n justo antes de esas elecciones. Entre las medidas correctivas que adoptaron los partidarios de Nkurunziza se cuenta el asalto y saqueo de cuatro radios privadas y el cierre de otras dos. Los que han conseguido sobrevivir han demostrado un compromiso con la libertad de prensa, s¨®lo comparable con su ingenio. Un ejemplo, la web radio lanzada por Iwacu, el principal grupo de comunicaci¨®n privado, que se distribuye por WhatsApp.
Una de aquellas cadenas de radio que fueron silenciadas en mayo de 2015, inmediatamente despu¨¦s del fracaso del golpe de estado era Radio Iwacu-Humuriza FM (un proyecto conjunto de Iwacu y de la Radio Humuriza). Abbas Mbazumutima es director adjunto de la redacci¨®n. ¡°Adem¨¢s de la destrucci¨®n y el cierre de las radios, los periodistas salieron en desbandada, unos pasaron a la clandestinidad, otros tomaron el camino del exilio por miedo a ser detenidos, con las consecuencias que eso pod¨ªa tener. No hay que olvidar que a algunos se les atribu¨ªa ser c¨®mplices de los golpistas¡±, recuerda el veterano periodista. ¡°S¨®lo funcionaba la radiotelevisi¨®n nacional y no daba m¨¢s que la versi¨®n gubernamental, los rumores empezaron a extenderse y las redes sociales intentar rellenar el vac¨ªo¡±, explica.
En ese contexto fue en el que el grupo Iwacu lanz¨® su radio a trav¨¦s de internet, con la colaboraci¨®n de RNW Media (Radio Nederland Wereldomroep), la radio internacional de los Pa¨ªses Bajos. Y comenz¨® a operar una especie de peque?o milagro. Puede parecer que una iniciativa digital est¨¢ abocada al fracaso en un pa¨ªs como Burundi, en el que formalmente poco m¨¢s un 5% de la poblaci¨®n tiene acceso a la red. Sin embargo, Iwacu Web Radio ha tratado de unir el potencial comunicativo de un medio como la radio, el preferido del pa¨ªs, con la capacidad de difusi¨®n de las herramientas digitales. El resultado son pr¨¢cticamente 17.000 abonados directos a los boletines informativos de la radio que cada d¨ªa reciben en sus tel¨¦fonos m¨®viles una edici¨®n en kirundi, la lengua nacional, y un sumario en franc¨¦s de las noticias, a trav¨¦s de 66 grupos de WhatsApp. ¡°Cuando a las seis y media de la tarde no hemos enviado todav¨ªa los contenidos, empezamos a recibir llamadas de tel¨¦fono preguntando qu¨¦ est¨¢ pasando¡±, comenta satisfecho Mbazumutima. Esas emisiones se cuelgan adem¨¢s en la web y se comparten en los perfiles de las redes sociales.
Puede que sea complicado hacerse a la idea del oasis que supone Iwacu, en general, y el proyecto de web radio, en particular, en el panorama informativo de Burundi. Pero quiz¨¢ se puede entender un poco m¨¢s el papel que juega esta iniciativa atendiendo a las trabas que ha tenido que superar. ¡°Ofrecemos la versi¨®n de la administraci¨®n, de la polic¨ªa o del partido en el poder y de sus pr¨®ximos, evidentemente, junto a los hechos que nosotros mismos hemos recogido sobre el terreno, los puntos de vista de expertos, de la sociedad civil o de la oposici¨®n¡±. Sistem¨¢ticamente trabajan con la oposici¨®n del Consejo Nacional de Comnicaci¨®n (CNC), ¡°un ¨®rgano de regulaci¨®n dependiente directamente de la Presidencia de la Rep¨²blica, que por una nimiedad, no duda en reprenderte o en tomar medidas injustificadas¡±, seg¨²n el responsable de la web radio de Iwacu.
La ¨²ltima de estas medidas para marcar el estrecho terreno que el gobierno deja a los medios independientes ha sido prohibir a los gestores de la web que habiliten los comentarios en sus noticias o en las emisiones de Iwacu. Antes de eso vino el exilio forzoso de Elyse Ngabire, responsable de la informaci¨®n pol¨ªtica en Iwacu y del director de Publicaciones del mismo grupo de prensa, Antoine Kaburahe.
Las amenazas a las que se enfrentan los profesionales son escalofriantes, teniendo en cuenta que uno de esos periodistas, Jean Bigirimana, lleva desaparecido casi dos a?os. Mbazumutima habla sobre su compa?ero tratando de no perder la esperanza de recuperarlo y destaca la falta de humanidad con la que ha sido tratada su familia: ¡°Una vez la polic¨ªa llam¨® a su esposa para ver si identificaba un cad¨¢ver decapitado y en avanzado estado de descomposici¨®n, despu¨¦s un portavoz de la polic¨ªa tuite¨® un mensaje en el que simplemente dec¨ªa 'no era Jean¡±.
El veterano periodista sabe que el prestigio no ser¨¢ suficiente para mantenerlos a salvo, aunque Iwacu ha demostrado una capacidad de adaptaci¨®n a los tiempos poco habitual. En su objetivo de ¡°rebatir los rumores, de reconquistar el terreno creciente ocupado por las falsas informaciones ofreciendo informaciones cre¨ªbles, independientes y verificadas¡±, los responsables del grupo de prensa est¨¢n dispuestos a utilizar todas las herramientas. ¡°Los medios tradicionales est¨¢n en seria competencia con unas nuevas maneras de informarse. Los smartphones van reemplazando al transistor enganchado a la oreja. Y hay que encontrar a la audiencia all¨ª donde tiene el h¨¢bito de estar¡±, comenta Mbazumutima.
Iwacu se ha convertido en un s¨ªmbolo de la resistencia, en el estandarte de esa libertad y pretende mantener encendida la llama a pesar de las intimidaciones
¡°Cualquier tecnolog¨ªa que permita hacer llegar la informaci¨®n a m¨¢s gente vale la pena ser explorada¡±, sentencia el responsable de la web radio de Iwacu. ¡°Entre las peticiones de abono hay muchos n¨²meros extranjeros, adem¨¢s de que sabemos que muchos burundeses en el extranjero siguen usando sus n¨²meros de Burundi. He llegado a recibir comentarios de amigos que est¨¢n en Canad¨¢ o en Suecia¡±.
Llegar a m¨¢s oyentes no tiene solamente consecuencias positivas. ¡°Cualquiera que intente informar a la poblaci¨®n de manera profesional u ofrecerle una versi¨®n diferente a la oficial se convierte en una amenaza¡±, advierte Mbazumutima.
Y este periodista burund¨¦s que ha tenido que mantener su compromiso en situaciones muy adversas a lo largo de sus 22 a?os de profesi¨®n tiene claro por qu¨¦ son necesarios todos esos desvelos: ¡°Un ciudadano bien informado es un ciudadano responsable. Toma conciencia de sus derechos y de sus deberes ciudadanos. S¨®lo as¨ª, puede resistirse a cualquier intento de instrumentalizaci¨®n, aunque es estos tiempos sea complicado¡±.
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