Libido en la menopausia: reencontrarse con el placer que se cre¨ªa perdido
La riqueza sensual de una piel, de una mirada, de una caricia puede valer por varios coitos, pero tambi¨¦n pueden ser la antesala de una fogosa escena de cama
Hace no tantos a?os que se ha desligado la sexualidad y la reproducci¨®n con la aparici¨®n de los modernos anticonceptivos hormonales y la generalizaci¨®n de los tradicionales de barrera mec¨¢nica y qu¨ªmica (condones y espermicidas), pero se sigue relegando al olvido la sexualidad de la mujer en edad no f¨¦rtil. El cuerpo humano pasa por muchas fases desde el nacimiento hasta la muerte, y todas ellas son preciosas.
Hasta hace no tanto tiempo se pensaba que la entrada en la menopausia hac¨ªa que el cuerpo comenzara su declive y que esta involuci¨®n supon¨ªa dejar de tener inter¨¦s por la vida sexual. Esto se justificaba sobre todo por los cambios fisiol¨®gicos de los ¨®rganos reproductores al reducirse su nivel hormonal tras la retirada del ciclo menstrual. Pero esto, si nos fijamos, es una explicaci¨®n circular: ya no es f¨¦rtil, y no desea mantener relaciones porque tiene molestias al usar sus ¨®rganos de la fertilidad.
As¨ª se suelen producir los c¨ªrculos viciosos en los que la causa se convierte en la consecuencia. De tan poco buscar el placer sexual se acaba por no desear tenerlo y, al no ser una necesidad b¨¢sica, podemos vivir sin su disfrute. Por otro lado, si mantenemos una vida sexual activa nuestro cuerpo se acostumbra a tener unos niveles de actividad que nos permitan seguir activos con normalidad. Es la ley de la inercia, si estamos parados tendemos a seguir parados, y si nos movemos tenderemos a seguir movi¨¦ndonos, a estar activos. Es innegable el cambio y la disminuci¨®n de hormonas cuando se retira la menstruaci¨®n, pero estos cambios pueden revertirse usando m¨¢s sexualidad no reproductiva.
Terapia hormonal y recuperaci¨®n del deseo?
Efectivamente, aproximadamente, el 80% de las mujeres acusan el baj¨®n hormonal producido en la menopausia. El cuerpo cambia y, en buena parte, esto es debido al descenso en la producci¨®n de estr¨®genos asociado al ciclo menstrual, pudiendo empeorar la calidad de vida y puede ser un riesgo para la salud de la mayor. En este instante, es interesante contemplar una Terapia Hormonal Sustitutiva (THS)?que incluya bien solo estr¨®genos o tambi¨¦n testosterona para devolver a nuestro cuerpo lo que ha dejado de fabricar de forma natural y as¨ª evitar sus indeseables efectos.
Entre las consecuencias de la menopausia est¨¢n los cambios de humor, los sofocos, las palpitaciones y los dolores ¨®seos o musculares. En lo que respecta a lo sexual, hay un cambio a nivel genital que produce dolor durante el coito porque se reseca la mucosa y desciende, por ello, el deseo. La inhibici¨®n del deseo en las mujeres menop¨¢usicas tradicionalmente se relaciona con que su cuerpo no est¨¢ ya preparado para una funci¨®n sexual plena..., pero gracias al uso de la THS ha habido bastantes resultados que cuestionan esta forma de entender la sexualidad en la edad madura.
La THS mediante crema o anillo de introducci¨®n vaginal ha abierto una nueva etapa psicosexual para muchas mujeres. Ser conscientes de su genitalidad a diario al aplicar crema por dentro y por fuera, al cuidarla y acariciarla les devuelve casi m¨¢gicamente la libido. Adem¨¢s, la recuperaci¨®n funcional de los genitales, el placer sin dolor, sin rubor y sin miedo al embarazo coloca a la mujer en la antesala de una edad de oro en la que disfrutar sin l¨ªmites de su sexualidad. O no tanto sin l¨ªmites sino hasta donde llegue, probablemente, su compa?¨ªa en la cama.
Descubrir un cuerpo propio con deseo y con la suficiente salud como para usarlo y disfrutarlo es un regalo para quien lo habita, pero puede convertirse en un reto para su pareja acomodada a una vida sexual tranquila en el mejor de los casos.
No es raro encontrar en terapia parejas heterosexuales de edad madura en las que ¨¦l presenta falta de deseo y se ve incapaz de satisfacer las demandas de su pareja, a la que quiere, pero de quien no se siente a la altura sexualmente hablando. ?l pide una pastilla para poder mantener la erecci¨®n, ella pide m¨¢s atenci¨®n e intimidad... y tambi¨¦n disfrutar de su reencontrado cuerpo con su compa?ero de viaje.
La sexualidad es personal e intransferible, pero se puede disfrutar con quien se quiere y hasta donde se quiera. La riqueza sensual de una piel, de un beso o de una mirada, una caricia o una tarde ¨ªntima puede valer por varios coitos, pero tambi¨¦n pueden ser la antesala de una fogosa escena de cama entre viejos amantes reunidos de nuevo por las hormonas.
*Ra¨²l Padilla, psicoterapeuta sexual y de pareja.
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