¡°Mauritania ha estado largo tiempo indefensa, y hacen falta fondos ya¡±

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En Mauritania saben que el hambre visita todos los a?os, pero este ha sido traicionera: ha llegado antes y con m¨¢s sa?a. Hablamos de uno de los pa¨ªses subsaharianos de los que progresan adecuadamente, seg¨²n los indicadores internacionales: mejora el Producto Interior Bruto y la esperanza de vida, desciende la pobreza extrema y la malnutrici¨®n infantil... No hay m¨¢s que echar un vistazo a las estad¨ªsticas del Banco Mundial o de cualquier otro organismo. Pero la regi¨®n no se libra del azote de frecuentes fen¨®menos naturales provocados por el cambio clim¨¢tico, como las inclementes sequ¨ªas. La de este a?o ha hecho saltar las alarmas.

"Se ha dado un periodo m¨¢s largo de lo habitual entre las dos temporadas de lluvias hasta el punto de que ha da?ado los cultivos y los pastos para el ganado. Esto ha creado una situaci¨®n cr¨ªtica", advierte Jean-Noel Gentile, director del Programa Mundial de Alimentos en este pa¨ªs gigante de m¨¢s de un mill¨®n de kil¨®metros cuadrados (el doble que Espa?a) y cuatro millones y medio de habitantes. Gentile concede una entrevista a Planeta Futuro a finales de mayo a su paso por las oficinas de su organizaci¨®n en Madrid, ciudad a la que acudi¨® para dar seguimiento al apoyo que la organizaci¨®n recibe de Espa?a en Mauritania. La cooperaci¨®n espa?ola financia actividades de asistencia alimentaria y resiliencia y operaciones del servicio a¨¦reo humanitario de la ONU (UNHAS) en el pa¨ªs.

La prevalencia de la inseguridad alimentaria y de la desnutrici¨®n aguda severa ha alcanzado n¨²meros que los expertos no est¨¢n acostumbrados a ver en este pa¨ªs tan pronto. El PMA detalla en su ¨²ltimo informe que un mill¨®n de personas est¨¢n en situaci¨®n de inseguridad alimentaria de forma cr¨®nica y, entre ellas, un 31% de los ni?os menores de cinco a?os malnutridos. "Normalmente, hay una temporalidad: un mill¨®n es la cifra a la que llegamos en la ¨¦poca de carest¨ªa, que es el periodo entre lluvias en el que ya se han agotado los recursos y la producci¨®n", describe el director del PMA.

Generalmente, este per¨ªodo tiene lugar entre junio y septiembre, pero luego, hacia enero, la inseguridad se reduce gracias a las cosechas de octubre, noviembre y diciembre. La emergencia viene porque no ha habido lluvia, no ha habido cultivos y ya en febrero la prevalencia era muy similar a la que se suele dar en agosto. "Ha aumentado un 60% en comparaci¨®n con la de febrero del a?o anterior. Tenemos a m¨¢s del 26% de la poblaci¨®n en situaci¨®n de inseguridad alimentaria", confirma Gentile. "Ahora mismo, estimamos que en Mauritania hay entre 500.000 y 600.000 personas necesitadas de ayuda urgente", alerta. Esta cifra puede llegar hasta el temido mill¨®n si no se interviene inmediatamente. Semejantes datos dibujan en Mauritania un panorama similar al vivido en 2009 y 2012, cuando 11 millones de personas de todo el Sahel sufrieron las consecuencias de los efectos adversos del clima. No crec¨ªan los cultivos, los animales mor¨ªan deshidratados y la mortalidad infantil se dispar¨®.

La prevalencia de la inseguridad alimentaria ha alcanzado n¨²meros que los expertos no est¨¢n acostumbrados a ver tan pronto

El pasado 25 de mayo, la ONU aprob¨® destinar una partida de emergencia de 30 millones de d¨®lares para hacer frente al hambre y la malnutrici¨®n en?Burkina Faso, Chad, Mali y Mauritania procedentes del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de las Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en ingl¨¦s).?Seg¨²n la ONU, en total son necesarios alrededor de 1.370 millones de d¨®lares para apoyar a la poblaci¨®n afectada en esos pa¨ªses adem¨¢s de en N¨ªger y en Senegal, una cantidad de la que por ahora solo se ha reunido alrededor de un 20%.

"Mauritania ha sido el primer pa¨ªs en recibir ese fondo y ya estamos preparando la distribuci¨®n de alimentos con el servicio a¨¦reo humanitario de la ONU (UNHAS), la Agencia de la ONU de la Alimentaci¨®n (FAO) y Unicef", adelanta Gentile. El pa¨ªs ha recibido cuatro millones de d¨®lares que ir¨¢n a prevenir que los niveles de mortalidad y desnutrici¨®n aumenten m¨¢s. "Hemos comprobado la situaci¨®n en terreno, enviado misiones, confirmado d¨®nde est¨¢n las necesidades m¨¢s acuciantes", enumera el director del PMA. "Ahora estamos dise?ando el plan de respuesta humanitaria con el Gobierno y los donantes". Se trata de un plan de apoyo a agricultores, pastores y ganado para cuya ejecuci¨®n el PMA necesita 32,7 millones de d¨®lares, de los cuales todav¨ªa quedan 19,9 por aportar.

Con estos n¨²meros se puede comenzar una primera intervenci¨®n, pero son necesarios m¨¢s fondos para aumentar proporcionalmente las acciones de ayuda, pues el pico m¨¢s cr¨ªtico ser¨¢ entre junio y septiembre. La poblaci¨®n prioritaria son los menores de cinco a?os, embarazadas y madres lactantes, ni?os con desnutrici¨®n... "Ellos recibir¨¢n paquetes de comida o dinero en efectivo, complementos nutricionales y tratamientos contra desnutrici¨®n aguda severa", explica el director del PMA.

Problema sobre problema

Una de las consecuencias que ya se deja ver es el aumento de las migraciones del campo a la ciudad para buscar trabajo y tambi¨¦n una en la cantidad y la calidad de las comidas que se realizan a lo largo del d¨ªa. "Tambi¨¦n aumenta el abandono escolar porque los ni?os, en vez de ir a clase, dedican cada vez m¨¢s tiempo en ir a buscar agua a lugares m¨¢s lejanos", detalla el experto.

"Tambi¨¦n nos hemos percatado de una trashumancia precoz, la poblaci¨®n se est¨¢ marchando con su ganado en busca de pastos", contin¨²a Gentile. Mauritania es un pa¨ªs sostenido por la ganader¨ªa en el que el 75% de su poblaci¨®n es agropastoralista y depende de este sector. Si los pastores se van antes del hogar en busca de alimentos o si venden sus animales para obtener algo de dinero y cubrir necesidades b¨¢sicas a corto plazo, las ganancias de sus hogares se reducen, y por tanto su alimentaci¨®n tambi¨¦n.

El 25 de mayo, la ONU aprob¨® destinar una partida de emergencia de 30 millones de d¨®lares para el Sahel

Por eso el Gobierno mauritano se est¨¢ encargando de impulsar puntos de venta de alimentos a precio subvencionado y tambi¨¦n trabaja en la excavaci¨®n de pozos en las zonas donde se est¨¢n concentrando m¨¢s ganaderos con sus reses porque hay pastos, pero no agua. "La mayor¨ªa se concentra en el sur, en la frontera con Senegal. Por ahora no hemos recibido noticias de conflictos graves entre granjeros y pastoralistas, pero s¨ª que existe mucha presi¨®n sobre los puntos de agua disponibles porque hay m¨¢s poblaci¨®n y m¨¢s animales alrededor de ellos", asevera Gentile.

Entre la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable se encuentra la refugiada, cuyo n¨²mero aumenta en vez de descender: desde enero de 2018 ha pasado de 52.000 a 55.000 y con previsiones de llegar a los 60.000 a finales de a?o. De ellos, el PMA atiende a 54.000. "Mauritania no est¨¢ forzando a esa poblaci¨®n a volver a Mali [pa¨ªs de procedencia] porque las condiciones no son seguras all¨ª; es una situaci¨®n que no va a mejorar a corto plazo", lamenta el experto, en referencia al conflicto tuareg y al terrorismo yihadista que azota a este pa¨ªs.

Por eso, el PMA y otras agencias de la ONU y ONG trabajan con la poblaci¨®n desplazada en estrategias que sirvan para integrarlos con la poblaci¨®n local y tambi¨¦n reforzar sus capacidades y aumentar sus oportunidades de obtener una ocupaci¨®n. "Tenemos dos sociedades distintas que tienen que compartir los mismos escasos recursos para sobrevivir; eso a?ade tensiones", reconoce Gentile. Por eso, la prioridad no es solo resolver la crisis alimentaria sino, sobre todo, facilitar maneras para que ellos mismos puedan sostener parte de sus necesidades a largo plazo. Y para eso, una vez m¨¢s, hacen falta una ayuda que no llega y tiene que llegar, en palabras de Gentile: "Este pa¨ªs ha permanecido mucho tiempo indefenso, ¡ªdice¡ª, pero necesitamos fondos ya".

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