¡°Cualquier otro pa¨ªs con m¨¢s de un mill¨®n de refugiados ?ser¨ªa capaz de acogerlos en sus escuelas p¨²blicas?¡±
Sonia al-Khoury, funcionaria del Ministerio de Educaci¨®n liban¨¦s, repasa los retos a los que se enfrenta el sector p¨²blico, desbordado por la llegada de alumnos refugiados que igualan el n¨²mero de nacionales
El sistema de educaci¨®n p¨²blica liban¨¦s se enfrenta al reto sin precedentes de acoger a un n¨²mero de estudiantes que se ha doblado en los ¨²ltimos a?os debido a la llegada de refugiados sirios, mientras que los fondos no crecen de manera paralela. A pesar de las dificultades, Sonia al-Khoury, funcionaria del Ministerio de Educaci¨®n, considera que la respuesta temprana a la crisis por parte del Gobierno con la apertura de dobles turnos en las escuelas representa un ¨¦xito y puede ser un ejemplo para otros pa¨ªses de acogida.
Khoury dirige el brazo ejecutivo del programa ministerial Alcanzar a todos los ni?os con Educaci¨®n (RACE, por sus siglas en ingl¨¦s), que arranc¨® en 2014 y que actualmente se encuentra en la segunda fase (2017-2021), para mejorar el acceso, la calidad y el sistema escolar para los refugiados. La funcionaria, sin embargo, recuerda que el objetivo del Gobierno no es acoger a los alumnos sirios en las escuelas p¨²blicas para que se queden para siempre en el pa¨ªs, sino para que sigan disfrutando del derecho a la educaci¨®n de calidad durante el desplazamiento.
Pregunta. M¨¢s de la mitad (55%) de los 631.000 refugiados sirios entre tres y 18 a?os en L¨ªbano est¨¢ sin escolarizar. ?Cu¨¢les son las causas?
Respuesta. Para entender mejor el porcentaje de la infancia fuera de la escuela, hay que fijarse en los grupos de edad. En L¨ªbano, la educaci¨®n es obligatoria de los seis a los 15 a?os, por eso nos hemos centrado principalmente en esta franja. Entre los ni?os de esta edad registrados por Acnur (la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados), alrededor de 200.000 estudian en escuelas p¨²blicas entre el turno de la ma?ana, integrados con los alumnos libaneses, y el de la tarde, abierto espec¨ªficamente para ellos, para acoger al mayor n¨²mero posible de estudiantes.
El principal problema es que muchos ni?os est¨¢n obligados a trabajar para ayudar econ¨®micamente a la familia. Otras veces tienen dificultades con el idioma, porque en nuestras escuelas p¨²blicas las clases de matem¨¢ticas y ciencias se imparten en ingl¨¦s o franc¨¦s, mientras que en Siria estas asignaturas son en ¨¢rabe. El transporte representa otro obst¨¢culo. El Ministerio no puede hacerse cargo del gasto para llegar a la escuela y las agencias internacionales tampoco pueden asumirlo al 100%.
Les damos cabida no para acogerlos para siempre en nuestro sistema, sino para que disfruten del derecho a una educaci¨®n de buena calidad y que tengan oportunidades mejores en la vida cuando vuelvan a Siria
P. ?Existen programas espec¨ªficos dirigidos a prevenir el trabajo de menores para que puedan acudir a las aulas?
R. Adem¨¢s de los programas de educaci¨®n formal, tambi¨¦n nos ocupamos de educaci¨®n informal. Sabemos que hay ni?os que han estado fuera de la escuela durante muchos a?os. Aunque tengan ganas y la capacidad de estar en un aula, sabemos que no est¨¢n preparados para el regreso y necesitan algunos meses para recuperar. Tambi¨¦n tenemos programas para ni?os de tres a cinco a?os, en los que que las ONG se hacen cargo de la formaci¨®n; programas de aprendizaje r¨¢pido y otros en los que se imparten nociones b¨¢sicas para chicos que rondan los 15 a?os con muy poca formaci¨®n. Adem¨¢s, contamos con apoyo para el idioma, para los deberes¡ El acceso a la escuela p¨²blica y a los programas de educaci¨®n no formal, los libros de texto y, en algunos casos, incluso el transporte, son gratuitos.
P. ?La llegada masiva de estudiantes extranjeros ha causado un ¨¦xodo de los alumnos m¨¢s ricos hacia las escuelas privadas?
R. Al principio de la crisis, los libaneses se sent¨ªan discriminados de alguna manera. Cuando empezamos a integrar a los alumnos extranjeros en las escuelas p¨²blicas, las agencias de las Naciones Unidas y la comunidad internacional solo ofrec¨ªan ayuda a ellos. Luego se decidi¨® que cualquier tipo de apoyo que se dirigir¨ªa a los que vienen de fuera se otorgar¨ªa tambi¨¦n a los nacionales.
Es cierto que algunos libaneses abandonaron la escuela p¨²blica ante la llegada de alumnos sirios, pero eso fue el primer a?o de la crisis. En la actualidad, nuestro objetivo consiste en aumentar el n¨²mero de nacionales en las escuelas p¨²blicas y que el sector p¨²blico vuelva a cobrar confianza.
P. ?La llegada de ayuda financiera desde la comunidad internacional puede beneficiar al entero sistema de educaci¨®n p¨²blica?
R. La ayuda econ¨®mica que recibimos no es suficiente para responder a las necesidades de un n¨²mero tan elevado de alumnos. Cada a?o tenemos unas lagunas de unos siete u ocho millones [de d¨®lares]. Estamos incrementando el n¨²mero de alumnos extranjeros, pero el apoyo econ¨®mico no crece de manera paralela. El Ministerio de Educaci¨®n necesitar¨ªa 365 millones de d¨®lares al a?o para hacer frente a estas necesidades. Lamentablemente, no dir¨ªa que la ayuda financiera canalizada a trav¨¦s de RACE pueda beneficiar al sistema en su totalidad.
P. ?Es sostenible a largo plazo la organizaci¨®n de turnos dobles en las aulas?
R. El turno doble es la mejor manera para acoger ¡ªdesde el punto de vista de la cantidad¡ª al mayor n¨²mero de alumnos. Pero, si no disponemos de suficiente apoyo financiero, no ser¨¢ sostenible.
P. ?Qu¨¦ tipo de incentivos reciben los profesores para trabajar en dos turnos seguidos?
R. Los profesores que ense?an en el turno de tarde o son los mismos que dan clase por la ma?ana o se contratan adrede. En ambos casos, se les paga por las horas de la tarde en las que trabajan, as¨ª como al resto del personal: expertos en apoyo social, salud, consejeros especializados, supervisi¨®n para los ni?os en el patio de recreo... Est¨¢n todos ah¨ª para facilitar la integraci¨®n de los alumnos extranjeros.
P. Algunos detractores de este sistema le acusan de segregar a los ni?os sirios, impidiendo una verdadera integraci¨®n con los libaneses.
R. No es posible integrar a todos los no libaneses en el turno de ma?ana. Cualquier otro pa¨ªs con m¨¢s de un mill¨®n de refugiados ?ser¨ªa capaz de ofrecerles cabida en su sistema de educaci¨®n p¨²blica? Para alojar a todos los nuevos alumnos en el turno de ma?ana, nuestras escuelas tendr¨ªan que haber estado vac¨ªas o casi. Es muy simple: no podemos acogerles en el turno de ma?ana porque no hay espacio f¨ªsico para hacerlo. Tenemos que ofrecerles ense?anza, porque creemos en el derecho a la educaci¨®n de calidad y no podemos dejarles en la calle. No es una cuesti¨®n de aislar. Cuando hay una actividad en la escuela, los alumnos de ambos turnos se encuentran. Cuando los alumnos de la ma?ana salen de la escuela, coinciden con los de la tarde que entran. Tampoco es un problema de integraci¨®n. Les damos cabida no para acogerlos para siempre en nuestro sistema, sino para que disfruten del derecho a una educaci¨®n de buena calidad y que tengan oportunidades mejores en la vida cuando vuelvan a Siria.
P. ?Cree que la estrategia libanesa pueda ser un ejemplo para otros pa¨ªses?
R. Cuando creamos el Programa de Aprendizaje Acelerado, por ejemplo, recibimos muchas peticiones de informaci¨®n por parte de Jordania. L¨ªbano es un buen ejemplo de c¨®mo acoger a un n¨²mero de estudiantes extranjeros casi superior al de alumnos libaneses. Darles cabida en las escuelas p¨²blicas es un ¨¦xito, como demuestran tambi¨¦n las calificaciones de los sirios en los ex¨¢menes oficiales, con notas parecidas a las de los nacionales.
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