Los microbios de la vagina que transmiten el estr¨¦s de madres a cr¨ªas

Las situaciones de estr¨¦s vividas por una madre durante el embarazo pueden incrementar el riesgo de que sus hijos padezcan problemas gastrointestinales o de desarrollo neuronal, pero no se sabe exactamente c¨®mo sucede. Algunos estudios recientes sugieren que las primeras bacterias que colonizan el intestino del beb¨¦ influyen en el crecimiento del cerebro o en c¨®mo ser¨¢n sus digestiones. Esta ocupaci¨®n microbiana se produce durante el nacimiento, cuando los peque?os se ba?an en la flora vaginal de su madre y se ha observado que los beb¨¦s que nacen por ces¨¢rea, sin recibir estas bacterias, pueden tener algunos problemas con su metabolismo, como la obesidad, o con su sistema inmune.

Adem¨¢s de gran cantidad de microorganismos importantes para el desarrollo, la flora vaginal tambi¨¦n puede servir para transmitir los resultados del estr¨¦s que sufre la madre. Sin embargo, esos efectos nocivos para las cr¨ªas tambi¨¦n pod¨ªan ser fruto de lo que sucede en el ¨²tero antes del parto. Esta semana, en un trabajo que se publica en la revista Nature Neuroscience, un grupo de investigadores de varias instituciones estadounidenses liderados por Eldin Jasarevic, de la Universidad de Maryland, han tratado de entender mejor este proceso.

En primer lugar, sometieron a una serie de hembras de rat¨®n embarazadas a situaciones estresantes, como exponerlas al olor de un zorro o dejarlas atrapadas en un tubo durante varios minutos. A otro grupo le dejaron llevar su embarazo sin sobresaltos y al final, extrajeron a todas las cr¨ªas por ces¨¢rea, para no exponerlas al microbioma de sus vaginas.

Despu¨¦s, dividieron a las cr¨ªas y a algunas les dieron dosis de las bacterias vaginales de hembras afectadas por el estr¨¦s y a otras de hembras que hab¨ªan tenido una vida m¨¢s apacible. El equipo de Jasarevic observ¨® que los ratones que hab¨ªan estado expuestos al estr¨¦s de las madres tanto en el ¨²tero como a trav¨¦s de su microbiota pesaban menos y eran m¨¢s peque?os y de adultos ten¨ªan mayores niveles de corticosteroides, una hormona asociada al estr¨¦s.

Tambi¨¦n se observ¨® que los ratones que no hab¨ªan crecido en el interior de madres estresadas sufrieron en parte los efectos negativos cuando se les infect¨® con microbios de hembras con estr¨¦s. Sin embargo, no se produjo el efecto contrario y los ratones que hab¨ªan sido gestados en madres con estr¨¦s no evitaron los efectos nocivos cuando recibieron el flujo vaginal de hembras sin estr¨¦s. ¡°Lo que habr¨ªa sido espectacular es que hubiesen sido capaces de transmitir el microbioma de control a los ratones con estr¨¦s prenatal y que se pudiesen recuperar¡±, se?ala Jos¨¦ Clemente, profesor de la Escuela Icahn de Medicina del hospital Monte Sina¨ª de Nueva York. El investigador, que ha demostrado la posibilidad de transmitir el microbioma de la madre a beb¨¦s nacidos por ces¨¢rea, considera tambi¨¦n especialmente la diferencia del efecto del estr¨¦s materno por sexo. Los efectos del estr¨¦s en el desarrollo neurol¨®gico, que puede estar detr¨¢s del autismo o la esquizofrenia, afectaban a machos y no a hembras. ¡°Nosotros hemos visto por ejemplo que solo las hembras tienen un fenotipo depresivo asociado a cambios en el microbioma¡±, explica Clemente.

En estudios anteriores, Tracy Bale, otra investigadora de la Universidad de Maryland, ya vio que el estr¨¦s puede alterar el esperma de ratones que a su vez acaba teniendo efectos sobre el desarrollo de las cr¨ªas, incrementando el riesgo de dolencias como el autismo o la esquizofrenia. Pese a se?alar el inter¨¦s del estudio, Clemente advierte que trasladar los resultados de ratones a humanos siempre es complicado. "Muchas de las cepas descritas en el art¨ªculo no existen en humanos, el microbioma vaginal es diferente, y en animales se pueden controlar muchas variables que en humanos no", concluye.