Los que admiten que no hacen lo suficiente
El debate sobre la relaci¨®n entre la salud y la educaci¨®n de las ni?as en el marco del Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel en la ONU concluye con el reconocimiento de los participantes de que se debe hacer m¨¢s
Los representantes de los Gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y organismos de las Naciones Unidas suelen llevar a las reuniones en la ONU un guion bien preparado para transmitir el buen trabajo realizado y las tareas pendientes. "Tenemos que..." es una de las muletillas que m¨¢s se repiten en estos encuentros, como el Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel en Nueva York, en el que se eval¨²an anualmente los progresos en la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En la cita que organiz¨® la misi¨®n de Irlanda en el marco de este foro el pasado julio ocurri¨® algo distinto de lo habitual: los asistentes reconocieron uno por uno que los esfuerzos para garantizar la educaci¨®n y salud de las ni?as no son suficientes.
"No he venido aqu¨ª a contar una historia triste", comenz¨® el moderador Mohamed Sidibay, de 25 a?os. Podr¨ªa haberlo hecho. Este activista defensor del derecho a la educaci¨®n qued¨® hu¨¦rfano durante la guerra civil en Sierra Leona. No solo fue testigo de c¨®mo asesinaron a su familia con cinco a?os, sino que fue obligado a combatir. Cuando el conflicto finaliz¨®, su comunidad le rechaz¨®. Tras recibir apoyo de una ONG, con 14, fue invitado a impartir unas charlas sobre su experiencia como ni?o soldado en universidades estadounidenses. Cuando le tocaba volver, se neg¨® a embarcar en su vuelo y decidi¨® permanecer en EE UU para comenzar una nueva vida y trabajar para mejorar la de otros. "La m¨ªa es una historia sobre hacer lo suficiente. La pregunta es si todos pueden decir lo mismo", agreg¨®. Los panelistas no pudieron responder que ellos tambi¨¦n.
Esta reflexi¨®n marc¨® todas las intervenciones en el debate organizado en Nueva York por la misi¨®n permanente de Irlanda ante la ONU junto con el Gobierno noruego, el Fondo Global contra la tuberculosis, el VIH y la malaria y la Alianza Global por la Educaci¨®n. El tema a tratar: la relaci¨®n entre la educaci¨®n de las ni?as y la mejora de la salud de la poblaci¨®n, especialmente en la prevenci¨®n de enfermedades infecciosas. Este reto tiene que ver, al menos, con tres de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible: el n¨²mero 3.3 ¡ªpara 2030, poner fin a las epidemias del sida, tuberculosis y malaria¡ª, el 4.1 ¡ªque todos los ni?os tengan una ense?anza primaria y secundaria completa, gratuita, equitativa y de calidad que produzca resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos¡ª y el 5 que llama a poner fin a todas las formas de discriminaci¨®n que sufren las ni?as y las mujeres.
Numerosos estudios demuestran que garantizar a las ni?as el acceso a una formaci¨®n de calidad tiene un impacto positivo en su salud y la de su comunidad. Y viceversa. As¨ª lo remarc¨® Alice Albright, directora ejecutiva del Global Partnership for Education (alianza global por la educaci¨®n). "Cuando la salud est¨¢ en riesgo, tambi¨¦n lo est¨¢n los resultados educativos; cuando las ni?as acuden a la escuela, el matrimonio infantil, los embarazos adolescentes, el VIH y la violencia sexual descienden", anot¨®. Permanecer en las aulas reduce las posibilidades de que las cr¨ªas mantengan relaciones no seguras pues, cuando se casan, los maridos las obligan y ellas no tienen apenas poder de decisi¨®n sobre el uso de preservativo, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades de transmisi¨®n sexual. Adem¨¢s, los partos durante la adolescencia, en caso de quedar embarazadas, ponen en peligro la vida de las madres.
Los j¨®venes con niveles educativos m¨¢s altos tienen mayor conocimiento sobre el VIH-sida y las formas para evitar el contagio
"La educaci¨®n, particularmente para las ni?as, tiene el potencial de aportar a los j¨®venes el conocimiento, actitudes y habilidades necesarias para reducir su riesgo. Datos comparados entre pa¨ªses y regiones, y desglosados por niveles de formaci¨®n, muestran que los j¨®venes con niveles m¨¢s altos tienen mayor conocimiento sobre el VIH-sida y las formas para evitar el contagio", apunta un informe de Unicef al respecto. Sin embargo, a escala mundial, alrededor de siete de cada 10 ni?as adolescentes y mujeres de entre 19 y 24 a?os no tienen conocimiento del virus, alerta Onusida.
Los cuantiosos datos que se mencionaron en el debate prueban estas afirmaciones y dan cuenta de que hay problemas que no se pueden resolver desde un solo flanco. Las mujeres representan m¨¢s de la mitad de quienes viven con el VIH en todo el mundo; y las m¨¢s j¨®venes (10-24 a?os) tienen el doble de probabilidades de contagiarse que los hombres de la misma edad. "En algunos pa¨ªses, el 70% u 80% de las nuevas infecciones se dan entre ni?as y mujeres j¨®venes. Esto tiene relaci¨®n con la falta de informaci¨®n, porque dejan la escuela y se casan pronto", asegur¨® Marijke Wijnroks, directora ejecutiva adjunta del Fondo Global.?
"Estuve recientemente en Sud¨¢frica y la envergadura del problema es enorme. Hay que dar educaci¨®n sexual cuando tienen 10 a?os, no 15, aunque haya gente que piense que a esa edad es suficiente", sugiri¨® Wijnroks. La organizaci¨®n de Albright trabaja en este sentido, seg¨²n explic¨®, y entre sus actuaciones est¨¢ la de introducir programas de salud en los sistemas educativos. "Es un primer paso. ?Es suficiente? No", reconoci¨® la directora de la Global Partnership for Education.?
Tengo salud, educaci¨®n y soy libre de hacer lo que yo misma decida. Deseo que todos los ni?os del mundo tengan lo mismo Sonita Alizadeh, rapera afagana
Para Wijnroks, sin embargo, el verdadero problema es que abordar la educaci¨®n de las ni?as y erradicar pr¨¢cticas nocivas para su salud como el matrimonio infantil "no es una prioridad". Pese a los avances en estos cap¨ªtulos, cada d¨ªa, 41.000 ni?as se casan sin haber cumplido los 18 a?os; 15? millones al a?o. Y en ?frica subsahariana, el porcentaje de ni?as no escolarizadas es mayor que el de varones: por cada 100 ni?os en edad de primaria no escolarizados, hay 123 cr¨ªas. Estos son factores determinantes en la ralentizaci¨®n de la lucha contra el sida, expusieron los expertos en el encuentro. "Las nuevas infecciones de VIH no decaen al ritmo que deber¨ªan", advirti¨® la directora del Fondo Global.?
La excepci¨®n que deber¨ªa ser la norma
La rapera afgana Sonita Alizadeh, representante de Girls not Brides [ni?as, no novias] pudo haberse convertido en parte de esa estad¨ªstica de ni?as que son forzadas a casarse y mantener, por tanto, relaciones sexuales no seguras. Sus padres quisieron venderla como esposa cuando ten¨ªa 10 a?os. "?C¨®mo pod¨ªa mi familia no ver el valor de la educaci¨®n? Ellos cre¨ªan que iba a estar protegida con un marido", explic¨® en su intervenci¨®n. Se libr¨® porque huy¨® del pa¨ªs, de los talibanes, y recal¨® en Ir¨¢n. All¨ª, aprendi¨® poes¨ªa y m¨²sica. "Lo hac¨ªa de manera secreta", record¨®.
La joven Alizadeh comenz¨® a escribir sus propias canciones inspirada por raperos como Eminem. Era tan buena que gan¨® una competici¨®n en Estados Unidos con una de ellas. Poco despu¨¦s, con 16 a?os, su familia trat¨® de casarla de nuevo. Volvi¨® a escapar. La grabaci¨®n de un documental sobre su vida y el ¨¦xito logrado con el tema Novias en venta la llevaron a Estados Unidos, donde a¨²n reside.
"Tengo salud, educaci¨®n y soy libre de hacer lo que yo misma decida. Deseo que todos los ni?os del mundo tengan lo mismo", asegur¨® ante la audiencia. "Cumpl¨ª mi sue?o de estudiar, pero no era lo que se esperaba de m¨ª, se supon¨ªa que ten¨ªa que casarme y tener hijos", a?adi¨®. Alizadeh quiere que su historia deje de ser un excepci¨®n. "No deber¨ªa ser una casualidad que las ni?as accedan a una formaci¨®n. Es un derecho b¨¢sico". Todas las que ella conoce, sostiene, quieren permanecer en la escuela y estudiar.
La soluci¨®n que propone Alizadeh para que su deseo sea una realidad es "trabajar juntos para hacer entender a las familias el valor de la educaci¨®n". Ella opina que cada ser humano tiene el poder de cambiar la vida de las ni?as del mundo. "Creo que se puede conseguir, pero tenemos que invertir en salud y formaci¨®n, as¨ª como contra el matrimonio infantil", zanj¨®. El tiempo apremia, solo quedan 12 a?os para lograr las metas fijadas en los ODS, subrayaron los ponentes. ?Se har¨¢ lo suficiente?
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