Las claves de una buena salud anal
La pr¨¢ctica que hace m¨¢s probable la transmisi¨®n del VIH es recibir sexo anal sin protecci¨®n. Pero el tab¨² lastra la difusi¨®n de informaci¨®n para disfrutarlo de forma saludable e higi¨¦nica
Se habla poco de sexo anal. Es, al menos, lo que piensan cient¨ªficos y activistas especializados en la salud y los placeres del lugar donde termina el sistema digestivo. Argumentan que el tab¨² que rodea a esta pr¨¢ctica dificulta que quienes la disfrutan est¨¦n bien informados y lo hagan de la forma m¨¢s saludable e higi¨¦nica.
Por eso, una de las sesiones de la 22? Conferencia Internacional de Sida, que se celebr¨® a finales de julio en ?msterdam, estuvo dedicada al tema. Sexo anal de arriba abajo, creencias, comportamientos y pol¨ªticas para una mejor salud?fue el t¨ªtulo de la mesa redonda en torno a la cual se sentaron una decena de investigadores y activistas del colectivo LGTBIQ.
?Qu¨¦ hace una charla como esa en un congreso como este? Aunque sus propios organizadores recelaban asociar sida y sexo anal, no quer¨ªan perder la ocasi¨®n de sacar el tema a colaci¨®n. No en vano, se trata de la pr¨¢ctica sexual que m¨¢s probable hace la transmisi¨®n del VIH: solo una transfusi¨®n sangu¨ªnea, que provoca una infecci¨®n casi segura (m¨¢s del 92%), genera m¨¢s riesgo de recibir el virus de una persona que lo porta que quien recibe sexo anal sin protecci¨®n. Esto es as¨ª, como explicaba el dermat¨®logo Henry de Vries, porque la capa de c¨¦lulas que forman esta cavidad es muy fina, as¨ª que resulta m¨¢s sencillo que se rompa permitiendo al virus introducirse en el cuerpo.
Las probabilidades de transmisi¨®n (ver el gr¨¢fico de abajo) pueden variar en funci¨®n de la proliferaci¨®n del virus en el organismo. Si una persona con VIH consigue que su carga viral sea indetectable, algo que se logra por lo general cuando se toma correctamente el tratamiento antirretroviral, la posibilidad de contagio es nula. Un nuevo estudio presentado en ?msterdam hizo todav¨ªa m¨¢s s¨®lida esta evidencia; en el experimento, con m¨¢s de 70.000 parejas serodiscordantes, no se produjo ni un solo contagio.
Esta realidad y medicamentos como el PreP, un f¨¢rmaco profil¨¢ctico que evita la transmisi¨®n si se toma antes y despu¨¦s de un contacto sexual, son herramientas que la comunidad del sida considera cruciales para frenar la epidemia. Est¨¢ emergiendo un movimiento en la comunidad de hombres que tienen sexo con hombres que, incluso, est¨¢ abandonando el cond¨®n. ¡°Durante a?os he vivido con miedo y he menoscabado mi placer usando preservativos, hace a?os que no¡±, aseguraba el activista keniano Mutisya Leonard. ¡°Si reconocemos que el sexo sin cond¨®n es m¨¢s placentero, quiz¨¢s cambiar¨ªamos la forma de investigar para que haya otro tipo de productos que las personas puedan usar¡±, argumentaba.
Aunque se ha estudiado poco sobre sexo anal y la salud, la mayor¨ªa de los estudios est¨¢n centrados en hombres, mientras que cada vez mujeres lo practican
Los cient¨ªficos, sin embargo, insisten en que no se debe presentar el PreP ¡ªque todav¨ªa ni siquiera est¨¢ disponible en muchos pa¨ªses¡ª como alternativa al preservativo. Abandonar el profil¨¢ctico es todo lo contrario a lo que recomiendan los m¨¦dicos, ya que no solo previente del contagio del VIH, sino tambi¨¦n de otras enfermedades de transmisi¨®n sexual. Sin embargo, es una realidad a la que los investigadores no dan la espalda. Varios grupos est¨¢n estudiando la acci¨®n de microbicidas t¨®picos que se apliquen al ano antes o despu¨¦s de mantener relaciones sexuales y eviten el contagio. Seg¨²n un estudio que present¨® Alex Carballo-Dieguez, casi nueve de cada diez hombres que mantienen relaciones con hombres han usado duchas anales (lavativas) antes de mantener relaciones. ¡°Conseguir una sustancia que se diluya en agua y pueda ser parte de esa ducha ser¨ªa una gran ventaja¡±, relata. Esta limpieza interior, hasta ahora, solo ha probado una mejora en la higiene, pero no comporta ninguna ventaja a?adida para la salud.
Sustancias tambi¨¦n muy usadas en el coito anal son los lubricantes. En la charla Introducci¨®n a la salud anal, De Vries, explic¨® los pros y los contras de cada uno de ellos. As¨ª, mientras los basados en agua son seguros en combinaci¨®n con profil¨¢cticos, al ser m¨¢s agresivos para la mucosa, sin ellos pueden incrementar el riesgo de transmisi¨®n del VIH. Los compuestos con aceites no son seguros con preservativos, pero sin ellos tienen la ventaja de durar m¨¢s. Por ¨²ltimo, los que que se basan en la silicona, pueden ser usados con condones de forma segura, pero son poco compatibles con juguetes del mismo material, ya que ¡°crean una sensaci¨®n sucia y pegajosa¡±.
Lo m¨¢s seguro, el cond¨®n
El cond¨®n sigue siendo el m¨¦todo m¨¢s seguro y recomendado para prevenir el VIH y otras enfermedades ven¨¦reas que tambi¨¦n se transmiten en el sexo anal, con incluso m¨¢s probabilidad en muchos casos por la fragilidad de esta cavidad. S¨ªfilis, hepatitis, gonorrea, linfogranuloma ven¨¦reo o herpes simple tambi¨¦n entran con frecuencia por la puerta de salida del cuerpo humano. Algunas tienen mejor tratamiento que otras. Uno de los grandes problemas de la salud global es la de las bacterias resistentes a los antibi¨®ticos, que pueden causar en 2050 m¨¢s muertes que el c¨¢ncer. Ya existe una supergonorrea que no responde a ninguno de los f¨¢rmacos que existen, algo que puede convertirse en una importante amenaza para la salud p¨²blica.
Aunque avanzan m¨¦todos alternativos para evitar la transmisi¨®n del VIH, el preservativo sigue siendo recomendado por proteger de otras enfermedades
El virus del papiloma humano es otro microorganismo que se transmite por el contacto sexual. Aunque puede incluso no dar s¨ªntomas, incrementa el riesgo de c¨¢ncer en los lugares de contacto: pene, boca, vagina (cuello uterino) y ano. Como es una dolencia que est¨¢ muy asociada a la edad, hace unos a?os no estaba muy presente entre los seropositivos, que sol¨ªan morir antes. Pero desde principios de siglo, el VIH ha pasado de causar un mal mortal a una enfermedad cr¨®nica. Cada vez m¨¢s personas envejecen con el virus y el c¨¢ncer de ano est¨¢ creciendo entre ellas (aunque, en todo caso, sigue siendo muy poco probable). ¡°Nos hace falta investigar m¨¢s para conocer mejor la epidemiolog¨ªa¡±, subray¨® De Vries.
¡°Todav¨ªa hay mucho que no sabemos sobre salud y sexo anal¡±, en opini¨®n de Jose Bauermeister, del Centro de Estudios del Sida de la Universidad de Harvard. Los estudios son escasos y centrados en los hombres homosexuales, mientras que la pr¨¢ctica est¨¢ creciendo tambi¨¦n en otros grupos. Una encuesta de 2010 en Estados Unidos revelaba que aumenta entre mujeres: una de cada cuatro de entre 20 y 29 a?os lo hab¨ªa practicado, una porci¨®n que iba decreciendo en edades m¨¢s avanzadas.
Kimberley Vance, directora de la organizaci¨®n ARC Internacional, que lucha por los derechos de la comunidad LGTB, reivindic¨® que es una pr¨¢ctica que ellas tambi¨¦n pueden disfrutar: ¡°Lo hacen con una gran falta de informaci¨®n por el tab¨² que supone. Tradicionalmente se ha usado como alternativa al embarazo, por lo que es m¨¢s frecuente que no se tomen precauciones y se ponga en riesgo la salud¡±, subraya. Esta realidad es palmaria tambi¨¦n en pa¨ªses donde la homosexualidad est¨¢ prohibida y castigada. En ellos, seg¨²n cuenta el keniano Leonard, adem¨¢s de no estar presente en la conversaci¨®n, cualquier enfermedad anal es escondida por miedo a represalias. Los activistas tienen el reto de poner el tema encima de la mesa. En palabras del paraguayo Sergio L¨®pez, de Somosgay, ¡°la revoluci¨®n empieza por el culo¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.