Cultivos para salir adelante en la frontera de Europa
En pa¨ªses como Georgia, la creaci¨®n de cooperativas y el desarrollo de una agricultura comercial se revelan necesarias para mejorar la situaci¨®n de la poblaci¨®n rural
La agricultura ¡°de subsistencia¡±. Es decir: si hay buena cosecha, es un buen a?o. Si es mala, un mal a?o. Si es muy mala¡ grandes problemas. Una idea que al europeo medio le suena lejana, como del siglo pasado. Pero que no es una realidad exclusiva de ?frica subsahariana. Tambi¨¦n existe a las puertas de la Uni¨®n Europea, aunque a veces no se refleje en las estad¨ªsticas.
En Georgia, exrep¨²blica sovi¨¦tica de 3,7 millones de habitantes en el l¨ªmite entre Europa y Asia, las cifras oficiales de empleo dicen que solo uno de cada 100 trabajadores del pa¨ªs se dedica a la agricultura. Pero otros n¨²meros corrigen: casi la mitad de la poblaci¨®n trabaja de una u otra manera en el campo (y en las zonas rurales, son 9 de cada 10). El problema es que en muchos casos es una ocupaci¨®n informal, a la que se tienen que dedicar sobre todo las mujeres del campo, porque es una de sus pocas v¨ªas para salir adelante.
¡°Todav¨ªa estamos en una parte inicial de esa transici¨®n desde una agricultura de subsistencia hacia una m¨¢s comercial¡±, reconoce Levan Davitashvili, ministro del ramo. ¡°Las econom¨ªas rurales son mayoritariamente agr¨ªcolas y en estos casos su actividad est¨¢ directamente ligada a una forma de ganarse la vida¡±, a?ade.
A principios de los noventa, la mayor¨ªa del suelo cultivable pertenec¨ªa al Estado. Desde entonces se ha ido privatizando, pero no todas las parcelas se explotan de forma productiva, ni hay disponibles medios modernos para aumentar la productividad. Adem¨¢s, en muchos casos son demasiado peque?as (se reparti¨® entre 800.000 personas) como para hacerlas productivas.
En otros casos, el problema es la falta de formaci¨®n de los agricultores. ¡°Con ayuda del programa Enpard de la Uni¨®n Europea, estamos creando una red estatal de formaci¨®n: cada agricultor debe tener acceso a un experto¡±, explica el ministro. Esto incluye 59 centros de extensi¨®n agr¨ªcola para dar apoyo t¨¦cnico y de gesti¨®n, y la oferta de estudios para convertirse en emprendedores rurales. Se busca as¨ª paliar el ¨¦xodo rural y aliviar los niveles de pobreza del campo.
¡°Intentamos incentivarles para que se agrupen en cooperativas. Si est¨¢n organizados, ser¨¢n m¨¢s competitivos¡±, agrega Davitashvili. Ya hay 1.300 cooperativas en marcha que, seg¨²n las evaluaciones realizadas, obtienen m¨¢s ingresos que cuando iban cada uno por su cuenta. Nena Mermanishvili organiz¨® una cooperativa con otras seis mujeres y dos hombres para producir conejos. Compraron 20 y, un a?o despu¨¦s, ya tienen 100. ¡°Se est¨¢ produciendo un cambio sist¨¦mico¡±, dice Vincent Rey, jefe de cooperaci¨®n de la delegaci¨®n de la UE en Georgia.
La abundancia de agua de las monta?as y la diversidad clim¨¢tica son un activo para el desarrollo del campo
Rey cree que el pa¨ªs podr¨¢ as¨ª aprovechar el reciente acuerdo comercial entre Bruselas y Tiflis, gracias al cual los productos agr¨ªcolas georgianos podr¨¢n entrar sin aranceles en el mercado comunitario. ¡°Pero para eso, el sector agr¨ªcola de Georgia debe ser capaz de cumplir con la demanda de cantidad y calidad, y observar los est¨¢ndares de inocuidad alimentaria¡±, apunta Rey.
Las autoridades, con el apoyo de la agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura (FAO), est¨¢n desarrollando un marco legal y regulatorio para asegurar esto ¨²ltimo, ya sea en productos hort¨ªcolas (la mitad de la producci¨®n del pa¨ªs), vin¨ªcolas, bovinos u ovinos. ¡°Teniendo en cuenta nuestra orograf¨ªa, tenemos tierra cultivable limitada, pero el doble de pastos en las tierras altas: lugares perfectos para la ganader¨ªa alpina: consideramos la producci¨®n de carne una prioridad¡±, explica el ministro.
La abundancia de agua de las monta?as ¡ªel agua mineral es otro sector en alza¡ª y la diversidad clim¨¢tica son un activo para el desarrollo de la agricultura. Los c¨ªtricos y los vinos georgianos eran, de hecho, muy apreciados en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Pero Georgia a¨²n importa la mayor¨ªa de los productos agr¨ªcolas que consume, y sus exportaciones se centran en agua, avellanas y vino.
La FAO tambi¨¦n proporciona tractores, bombas de riego, c¨¢maras de refrigeraci¨®n o l¨ªneas de procesado. ¡°El objetivo final es que la poblaci¨®n rural pueda producir m¨¢s y mejor, conseguir mejores precios por sus productos y as¨ª salir de la espiral de pobreza extrema a que les aboca una agricultura de subsistencia como la actual¡±, defiende Javier Sanz ?lvarez, experto de la agencia.
Tambi¨¦n se hace hincapi¨¦ en cuidar la calidad de las semillas. Otra Chikviladze, un agricultor que lleva cinco a?os cultivando trigo, dice que el uso de semillas certificadas ha aumentado sus ingresos un 40%. Otro avance para los agricultores es el estudio y difusi¨®n de la evoluci¨®n de los precios de los distintos productos, que se muestran en pantallas en los mercados y tambi¨¦n online para que los agricultores est¨¦n en mejor posici¨®n a la hora de negociar.
Aunque con matices, Sanz ?lvarez establece un paralelismo entre la situaci¨®n actual de Georgia y la de Espa?a hace unas cuantas d¨¦cadas: ¡°Es una encrucijada: o apoyar y profesionalizar a los agricultores que quieren quedarse en el campo, u observar como los pueblos georgianos se vac¨ªan y los tomates del pa¨ªs, de calidad extraordinaria, son sustituidos por los tomates sin sabor a los que, por desgracia, estamos hoy tan acostumbrados en Espa?a¡±.
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