El reto de personalizar la escuela sin deshumanizar
?En qu¨¦ lugar quedar¨¢n las relaciones humanas y el trabajo del docente en la escuela del futuro?
La tecnolog¨ªa lo ha cambiado todo: la forma en la que nos relacionamos, en la que nos comunicamos, c¨®mo leemos, como nos desplazamos, c¨®mo viajamos, como nos entretenemos. Es casi imposible pensar en alguna actividad cotidiana que no haya sido impactada por el desarrollo tecnol¨®gico. Aunque en educaci¨®n parece que est¨¢ costando m¨¢s que lleguen estos avances, los expertos ya se aventuran a adivinar un futuro para la escuela potentemente impactado por el big data y la inteligencia artificial.
Dicen los entendidos en la materia que el big data en la educaci¨®n va a permitir el tan anhelado trato personalizado. Lo de la educaci¨®n a la medida de cada ni?o es algo muy buscado, es el principal foco de muchas de las innovaciones educativas que se aplican en las aulas de los colegios que cuentan con la fortuna de tener programas de innovaci¨®n. Tambi¨¦n defienden que permitir¨¢ tener un conocimiento profundo de las necesidades de cada ni?o, y que mejorar¨¢ el proceso de ense?anza-aprendizaje.
Gracias al big data se puede controlar la asistencia de los alumnos a clase, y hacer un registro acad¨¦mico de actividades, hasta hay una empresa que ofrece un servicio por el que se graba las caritas de los ni?os para obtener m¨¢s datos, de eso trata el big data, al fin y al cabo: capturan cosas como la forma en la que se expresan o todo aquello que capta la atenci¨®n de los cr¨ªos. No s¨¦ si a la comunidad educativa de hoy en d¨ªa le convencer¨ªa la idea de que los alumnos en vez de un aula estuvieran en un gran hermano, pero desde luego, puede ser muy ¨²til. ?Les gustar¨¢ a los padres que sus hijos est¨¦n monitorizados mientras est¨¢n en la escuela?
Tal vez, a los nuevos padres, a los tecnoprogenitores, como los llaman Jos¨¦ Ram¨®n Ubieto y Marino P¨¦rez ?lvarez en su libro ¡°Ni?@s hiper¡±, no se les antoje tan descabellado. Para los padres de mi generaci¨®n supondr¨ªa un gran choque, pero para los pap¨¢s m¨¢s recientes, algunos de ellos ya acostumbrados a monitorizar a sus hijos desde que son beb¨¦s, posiblemente les resulte natural y acojan estas medidas sin cuestion¨¢rselo en absoluto. A lo mejor hace falta que una nueva generaci¨®n de padres habituados a usar la tecnolog¨ªa llegue a las escuelas para que se aceleren estos cambios.
A principios de este a?o tuve la suerte de hacer las pr¨¢cticas del m¨¢ster de formaci¨®n del profesorado, el cual he concluido recientemente, en uno de los colegios m¨¢s innovadores de nuestro pa¨ªs. Me encant¨®, fue sin duda lo mejor del m¨¢ster, tal vez demasiado breve, pero suficiente para comprender muchas cosas. Cuando los expertos imaginan la educaci¨®n del futuro, creo que adolecen de una visi¨®n m¨¢s realista de lo que ocurre en un aula de secundaria con veinte o treinta adolescentes.
Una de las principales dificultades que se encuentra un profesor en pr¨¢cticas como yo cuando llega a un aula es la de c¨®mo gestionar y captar la atenci¨®n de los estudiantes. Cuando los de la primera fila se han callado, los de la segunda ri?en con los de la tercera, los de la ¨²ltima est¨¢n tan desmotivados que deciden hacer pellas el pr¨®ximo d¨ªa si son los suficientemente mayores, y los que est¨¢n callados no sabes si lo est¨¢n porque quieren atender o porque tienen un auricular metido en el o¨ªdo camuflado por dentro de la manga y tapado con el pelo.
Ojal¨¢ el big data pueda ayudarnos a gestionar el aula. Podr¨¢ aportar much¨ªsimo, no lo dudo, pero el acompa?amiento de los ni?os con sus emociones revueltas, sus problemas tra¨ªdos de casa, sus penas y desamores venidos del patio del recreo, me parece que es muy complicado que se pueda realizar correctamente mientras haya un solo profesor, sea humano o artificial, para un grupo tan numeroso de alumnos.
Para m¨ª, uno de los mayores retos y la principal dificultad, tal vez, escondida en las aulas de los colegios es la masificaci¨®n de los centros educativos. En realidad, no importa la edad de los estudiantes, creo que lo que realmente complica el proceso de ense?anza-aprendizaje es el n¨²mero de personas implicadas, porque las personas tenemos ese extra de serie que es la necesidad de socializaci¨®n, que, por otra parte, es para lo que tambi¨¦n mandamos a los ni?os a la escuela. El homeschooling, adem¨¢s de las dificultades legales que entra?a el llevarlo a la pr¨¢ctica, cuenta con bastantes detractores, precisamente por la supuesta falta de socializaci¨®n de los ni?os que son educados en casa, aunque en ese caso la educaci¨®n sea personalizaci¨®n en estado puro.
Yo tengo tres hijos, y estar¨¦is de acuerdo conmigo en que cuando se trata de ni?os uno m¨¢s uno m¨¢s uno, no suman tres. A?ade los que quieras, porque se rompe la l¨®gica matem¨¢tica, suman mucho m¨¢s. ?No ten¨¦is la sensaci¨®n de que cuando se juntan m¨¢s de dos ni?os ya parece que se triplican en n¨²mero? ?Hab¨¦is organizado una fiesta de cumplea?os en casa con diez o doce cr¨ªos? ?Qu¨¦ os pareci¨®? Pues en clase pasa igual, la manera en la que interact¨²an unos con otros tiene un efecto multiplicador en ellos. Que sean capaces de concentrarse, de trabajar, de interactuar de manera ordenada o en equipo, de plantearse preguntas puede llegar a ser muy complicado.
El big data y la inteligencia artificial llegar¨¢n a las aulas, ser¨¢n aliados de la educaci¨®n, pero hay un reto muy grande por resolver y es la propia estructura y organizaci¨®n de los centros educativos, en las que un ni?o o adolescente puede sentirse tan insignificante como quiera, perdido en un patio con cientos de chicos m¨¢s, en un aula por la que pasan hasta diez docentes diferentes, en el caso de secundaria, a los que ve con suerte cinco o seis horas a la semana, por lo que es muy dif¨ªcil crear un v¨ªnculo afectivo entre el profesor y los alumnos. Tambi¨¦n es complicado que todos sigan motivados seg¨²n avanzan en los diferentes cursos. ?Podr¨¢ la inteligencia artificial gestionar todo esto? ?Ser¨¢ capaz de acabar con la alt¨ªsima tasa de abandono escolar de nuestro sistema educativo?
Hace poco me preguntaron si no era un paso atr¨¢s dejar mi carrera como ingeniera para dedicarme a la educaci¨®n. Duele que le hagan a una esas preguntas, y tambi¨¦n molesta que piensen que el que se quiere dedicar a ello lo hace por esas cuestionables extens¨ªsimas vacaciones. Le hemos hecho mucho da?o a la educaci¨®n incitando a gente con talento y vocaci¨®n a desempe?ar otras labores con un reconocimiento social o prestigio mayor. Y seguimos haci¨¦ndole mucho da?o agrup¨¢ndonos en el bando de los padres o en el de los profesores, excluy¨¦ndonos mutuamente. Y cuando lleguen la inteligencia artificial y el big data, ?qui¨¦n saldr¨¢ en defensa de los profesores? ?Servir¨¢ para que ensalzar la labor de los profesionales de la educaci¨®n? ?O se cuestionar¨¢ a¨²n m¨¢s su trabajo?
Hay un modelo de escuela que me maravilla. Cada vez que leo un art¨ªculo sobre las escuelas rurales me parece que podr¨ªan ser un modelo para la escuela del futuro: pocos ni?os por aula, metodolog¨ªas innovadoras, alumnos de diferentes edades en la misma clase y docentes que llegan a conocer muy bien a sus estudiantes. Cuando mis hijos eran m¨¢s peque?os, me daban ganas de mudarme a un pueblecito con escuela rural para que tuvieran una educaci¨®n como la que describen en esos art¨ªculos. A menudo, me planteo si ser¨¢ posible reproducir el modelo de escuela rural a nivel de vecindario en entornos urbanos. ?Cu¨¢ntos inconvenientes nos ahorrar¨ªamos con unos centros educativos m¨¢s peque?os y pr¨®ximos a los hogares de los ni?os?
Cuando sue?o con la educaci¨®n del futuro, incluyo sin duda la tecnolog¨ªa, me parece que acabaremos aceptando que los alumnos usen sus m¨®viles y que est¨¦n permanentemente conectados y monitorizados. Aunque nos pese, nos va a ganar la batalla. Por todo esto, cuando imagino una educaci¨®n personalizada creo que solo con unas ratios bajas, y con profesores que de verdad conozcan a sus alumnos, que pasen con ellos varias horas diarias, y no unas pocas a la semana, se puede personalizar la educaci¨®n. La inteligencia artificial y el big data podr¨¢n ayudar en este objetivo, pero debemos ser conscientes de que el ¨¦xito de la educaci¨®n tambi¨¦n depende de ese trato cercano y humano, en el que creo que el profesor es irremplazable.
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