Patinetes el¨¦ctricos, ?oportunidad o problema?

La movilidad en las grandes ciudades est¨¢ cambiando a un ritmo vertiginoso. Las crecientes restricciones al coche privado por la contaminaci¨®n han impulsado la llegada de veh¨ªculos de alquiler el¨¦ctricos que se rentan por minutos: coches, motos, bicicletas y, ahora, patinetes con motor. ¡°Este a?o, las ventas han subido entre un 15% y un 20%¡±, dice Juan Francisco Romero, de la tienda barcelonesa Patinetelectrico. Si los otros medios de transporte han sido recibidos, en general, como un avance para luchar contra la poluci¨®n, los patinetes han suscitado pol¨¦mica, sobre todo porque no est¨¢ claro por d¨®nde deben circular.

En Madrid, la regulaci¨®n permite a estos veh¨ªculos transitar por las aceras, pero es una norma de 2005 pensada para patinetes sin motor. Los motorizados pueden alcanzar los 20 o 30 kil¨®metros por hora, una velocidad mucho m¨¢s elevada de los 5 km por hora a la que suelen caminar los viandantes. La nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, que se aprobar¨¢ en los pr¨®ximos meses, obligar¨¢ a estos veh¨ªculos a bajar de las aceras y circular por el carril bici y calles de un solo carril limitadas a 30 por hora (lo que excluye muchas calles). El problema es que la red de carriles bici madrile?a es muy escasa y no est¨¢ conectada. ?Qu¨¦ sentido tiene gastarse entre 400 y 800 euros en un veh¨ªculo cuya circulaci¨®n es tan limitada?

Aun as¨ª, acaba de desembarcar en la capital Lime, una empresa que aparca sus patinetes el¨¦ctricos en la calle; los usuarios los contratan por minutos a trav¨¦s de una aplicaci¨®n. Otras empresas, como Bbhuo, ya han mostrado su intenci¨®n de hacer lo mismo, pero no hasta que se aclare este limbo legal: piden las mismas condiciones para circular que las bicis. Valencia tambi¨¦n prepara una regulaci¨®n sobre el tema. Surge otra pregunta: ?por qu¨¦ las terrazas pagan una tasa por ocupar la calle y estas empresas no? Esta es la misma duda que ha surgido con otras empresas de alquiler de motos y de bicis que usan el espacio p¨²blico para aparcar los veh¨ªculos, y que ha llevado al Ayuntamiento de Los ?ngeles a plantearse frenar su expansi¨®n.

En Barcelona, los patinetes el¨¦ctricos llevan funcionando m¨¢s tiempo gracias al impulso del turismo. La amplia red de carriles bici ¡ªde unos 200 kil¨®metros¡ª permite que se muevan con facilidad. Sin embargo, las quejas por ¡°el mal uso¡± que los visitantes hacen de ellos y las molestias que causan a los vecinos ha llevado al Ayuntamiento barcelon¨¦s a prohibir el alquiler de patinetes el¨¦ctricos por el centro de la ciudad: fuera de los carriles bici, solo podr¨¢n circular por un peque?o circuito que arranca en la estatua de Col¨®n y finaliza en el Arco del Triunfo. Esta prohibici¨®n no se aplica a los residentes que los usen para desplazarse al trabajo.

Otro conflicto surge si usan las aceras para circular. ¡°Esto supondr¨¢ nuestra exclusi¨®n de la v¨ªa p¨²blica¡±, se quejaba un invidente, Manuel Espejo, en una carta enviada a este peri¨®dico. Y un problema m¨¢s: si para desplazarnos en trayectos cortos utilizamos este medio de transporte, ?cu¨¢ndo caminaremos? ?Qu¨¦ espacio le dejamos a la actividad f¨ªsica?