Los beneficios econ¨®micos de la planificaci¨®n familiar
Si las mujeres tuvieran acceso universal a informaci¨®n y servicios, se evitar¨ªan hasta tres de cada cuatro muertes maternas y hasta un quinto de las muertes infantiles
La decisi¨®n de empezar una familia es una de las elecciones m¨¢s importantes que puede hacer una persona. Tambi¨¦n es un derecho humano fundamental; solo los adultos, en forma individual, deber¨ªan poder decidir si quieren tener hijos, cu¨¢ndo y con qu¨¦ frecuencia. Sin embargo, para millones de personas en todo el mundo este derecho sigue sin ser realidad.
En los pa¨ªses en desarrollo hay m¨¢s de 200 millones de mujeres que quieren postergar o evitar el embarazo, pero no usan anticonceptivos modernos. Las pobres, con menos educaci¨®n o de ¨¢reas rurales afrontan importantes obst¨¢culos econ¨®micos, culturales e institucionales al control de la natalidad. En su desesperaci¨®n suelen apelar a m¨¦todos de prevenci¨®n del embarazo peligrosos. Si las mujeres tuvieran acceso universal a informaci¨®n y servicios, se evitar¨ªan hasta tres de cada cuatro muertes maternas y hasta un quinto de las muertes infantiles.
Pero la planificaci¨®n familiar no solo salva vidas, tambi¨¦n reduce costes. Por cada d¨®lar que se invierte en servicios de salud reproductiva, se ahorran 2,20 en gastos sanitarios relacionados con el embarazo. Adem¨¢s, postergar la maternidad permite a las mujeres participar en la fuerza laboral remunerada por m¨¢s tiempo, estimulando as¨ª la econom¨ªa y la prosperidad de las comunidades pobres.
Algunos gobiernos ya se dieron cuenta de estos beneficios y est¨¢n asignando fondos en respuesta. Por ejemplo, el ministerio de salud de Tailandia aument¨® su presupuesto para este asunto. La evaluaci¨®n de las autoridades tailandesas es correcta: cuando los pa¨ªses en desarrollo hacen inversiones que empoderan a los j¨®venes para iniciar una familia solo cuando est¨¦n listos, las tasas de natalidad se reducen y aumenta la proporci¨®n de la poblaci¨®n activa respecto de la dependiente. Se prev¨¦ que estos dividendos demogr¨¢ficos sean particularmente altos en los pa¨ªses de ?frica subsahariana, donde aproximadamente un tercio de la poblaci¨®n est¨¢ en la franja de diez a 24 a?os de edad.
Postergar la maternidad permite a las mujeres participar en la fuerza laboral remunerada por m¨¢s tiempo, estimulando as¨ª la econom¨ªa y la prosperidad de las comunidades pobres
Pero a pesar de las muchas ventajas relacionadas con los servicios de planificaci¨®n familiar, en demasiados pa¨ªses esta porci¨®n vital del sistema sanitario cuenta con una financiaci¨®n insuficiente. La Coalici¨®n para los Insumos de Salud Reproductiva, un grupo internacional de activismo e investigaci¨®n, calcula que en los pr¨®ximos tres a?os los pa¨ªses en desarrollo tendr¨¢n un d¨¦ficit de 793 millones de d¨®lares en la financiaci¨®n de m¨¦todos anticonceptivos. Para las mujeres pobres, en particular, los servicios con fondos del Estado suelen ser la ¨²nica soluci¨®n de planificaci¨®n familiar segura y eficaz. La falta de programas p¨²blicos disminuye la capacidad de planificar una familia y aumenta la tasa de embarazos no deseados.
La inversi¨®n en capital humano, acompa?ada de pol¨ªticas econ¨®micas adecuadas y un buen funcionamiento de los mercados laborales, ofrece importantes r¨¦ditos a las econom¨ªas en desarrollo. Una plena financiaci¨®n de las necesidades de planificaci¨®n familiar en los pa¨ªses pobres ayudar¨ªa a sacar a millones de personas de la pobreza, mejorar los ¨ªndices educativos y resolver la disparidad salarial de g¨¦nero en el Sur Global. Por estas y muchas otras razones, el Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas (UNFPA) est¨¢ totalmente comprometido a ayudar a los pa¨ªses a defender el derecho de las personas (y especialmente las mujeres) a decidir si quieren tener hijos y cu¨¢ndo.
El UNFPA se ha planteado como objetivo que de aqu¨ª a 2030, todas las mujeres del mundo puedan acceder a servicios de planificaci¨®n familiar sin temor. Pero no podemos hacerlo solos; necesitamos que los l¨ªderes en los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil nos ayuden a alcanzar esta ambiciosa meta.
Los pa¨ªses desarrollados podr¨ªan resolver el faltante de fondos para planificaci¨®n familiar con solo 20 c¨¦ntimos por persona al a?o, una suma ¨ªnfima en comparaci¨®n con los beneficios previstos para las personas, las familias y las econom¨ªas. Pero adem¨¢s de un aumento de la inversi¨®n, para proteger a las mujeres y empoderar a las parejas j¨®venes se necesitan nuevas pol¨ªticas, leyes y cambios a la implementaci¨®n de regulaciones actuales.
El objetivo de ampliar el acceso a atenci¨®n m¨¦dica y servicios de planificaci¨®n familiar no es nuevo. Hace cincuenta a?os, en la Conferencia Internacional de Derechos Humanos celebrada en Teher¨¢n, la comunidad internacional declar¨®: ¡°Los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar libremente el n¨²mero de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos¡±. En aquel momento, la idea era visionaria; ahora sabemos que hacerla realidad es una condici¨®n para el desarrollo.
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Natalia Kanem es subsecretaria general en las Naciones Unidas y directora ejecutiva del Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas (UNFPA).
Traducci¨®n: Esteban Flamini. Copyright: Project Syndicate, 2018.
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