Gu¨ªa para convertir las universidades africanas en l¨ªderes en investigaci¨®n
Para revitalizar la ense?anza superior se necesitan tres acciones interrelacionadas fundamentales
?frica subsahariana representa el 13,5% de la poblaci¨®n mundial, pero menos del 1% de la producci¨®n mundial de investigaci¨®n. En 2008, se publicaron 27.000 estudios en ?frica, la misma cifra que Pa¨ªses Bajos.
Se puede mejorar en algunos ¨¢mbitos. Un estudio del Banco Mundial de 2014 mostr¨® que la cantidad y la calidad de las investigaciones hab¨ªan aumentado sustancialmente en los 20 a?os anteriores. Desde 2003 hasta 2012, su producci¨®n investigadora anual creci¨® m¨¢s del doble, y tambi¨¦n se increment¨® su participaci¨®n en la investigaci¨®n mundial en el mismo per¨ªodo.
Sin embargo, el ¨ªndice general sigue siendo deficiente. En parte, el problema se debe a que el continente contribuye con menos del 1% del gasto mundial en investigaci¨®n y desarrollo. Los gobiernos no invierten un porcentaje significativo de su producto interno bruto (PIB) en investigaci¨®n.
Adem¨¢s, ?frica subsahariana depende en gran medida de la colaboraci¨®n internacional y de los acad¨¦micos visitantes para llevar a cabo sus trabajos. En 2012, el sur gener¨® el 79% de su producci¨®n investigadora a trav¨¦s de colaboraciones internacionales. Por su parte, en ?frica oriental las cifras fueron del 70%; y en ?frica occidental y central, del 45%.
?frica subsahariana representa el 13,5% de la poblaci¨®n mundial, pero menos del 1% de la producci¨®n mundial de investigaci¨®n
Esto supone un fuerte contraste con la colaboraci¨®n intraafricana, sumamente escasa. La colaboraci¨®n entre investigadores locales var¨ªa del 0,9% en ?frica occidental y central al 2,9% en el sur del continente.
En el coraz¨®n de esta problem¨¢tica se encuentra la reducida financiaci¨®n p¨²blica que se dedica a las universidades. Es en este ¨¢mbito donde tambi¨¦n se deben buscar soluciones. Ha llegado la hora de que las universidades, los gobiernos y las organizaciones para el desarrollo tomen medidas para fomentar el progreso de las instituciones acad¨¦micas con mejores resultados en investigaci¨®n.
El modelo que hemos desarrollado en el Consortium for Advanced Research Training in Africa (CARTA; Consorcio para la Formaci¨®n en Investigaci¨®n Avanzada en ?frica) evidencia que se puede revitalizar el mundo acad¨¦mico africano y de la mano de africanos. CARTA es un consorcio de ocho universidades y cuatro centros de investigaci¨®n, todos africanos.
?frica subsahariana depende en gran medida de la colaboraci¨®n internacional y de los acad¨¦micos visitantes para llevar a cabo sus trabajos
CARTA se someti¨® a una evaluaci¨®n independiente que recomend¨® una aplicaci¨®n m¨¢s amplia de su modelo.
Plan de acci¨®n
Se necesitan tres acciones interrelacionadas fundamentales para revitalizar la ense?anza superior:
La primera es diferenciar el sistema de ense?anza superior del continente. Algunas universidades deben convertirse en centros l¨ªderes, focalizando sus recursos en la formaci¨®n de graduados y en la investigaci¨®n.
En segundo lugar, se deben crear nuevos mecanismos de financiaci¨®n para estas universidades l¨ªderes.
Por ¨²ltimo, se deben poner en marcha nuevos sistemas de rendici¨®n de cuentas para garantizar unos elevados est¨¢ndares. Tambi¨¦n debe haber espacio para que nuevas instituciones entren en el sistema.
Una raz¨®n muy convincente para diferenciar entre las universidades l¨ªderes en investigaci¨®n y las que se centran en la ense?anza de grado es que la poblaci¨®n de ?frica subsahariana se habr¨¢ duplicado para el 2050, lo que generar¨¢ una demanda continua de ense?anza superior. Al mismo tiempo, esta requiere una formaci¨®n apropiada del cuerpo docente con grados avanzados.
Dicha poblaci¨®n es la que se necesitar¨¢ para dotar de personal a las nuevas universidades y conservar unos altos niveles de calidad en todo el sistema de educaci¨®n superior. As¨ª pues, las universidades l¨ªderes en investigaci¨®n son el lugar ¨®ptimo para formar a tales personas.
Financiaci¨®n y rendici¨®n de cuentas
Se requerir¨¢n nuevos mecanismos de financiaci¨®n para apoyar a las universidades de investigaci¨®n.
? En primer lugar, estas instituciones deben dedicar sus propios recursos a la investigaci¨®n.
? Segundo, los gobiernos africanos deben fortalecer su apoyo a la investigaci¨®n en general. Tambi¨¦n deben proporcionar financiaci¨®n espec¨ªfica para las universidades de investigaci¨®n, capital que supera sobradamente los fondos operativos disponibles en la actualidad y los ingresos procedentes de las matr¨ªculas. Por tanto, los gobiernos pueden fomentar la colaboraci¨®n relacionada con la ciencia mediante la financiaci¨®n conjunta a escala regional y multinacional.
? Los organismos regionales y continentales, los socios para el desarrollo bilaterales y multilaterales y las fundaciones filantr¨®picas han de complementar estas inversiones. Tales financiadores deber¨ªan destinar parte de sus inversiones en ?frica a respaldar a las universidades con mejores resultados en investigaci¨®n.
? Los ciudadanos, las empresas privadas y los egresados deber¨ªan fundar c¨¢tedras subvencionadas en las universidades dedicadas a la investigaci¨®n.
? Se deben fomentar y promover las asociaciones con entidades de investigaci¨®n no universitarias.
La iniciativa CARTA, en colaboraci¨®n con sus socios del norte, ha aprovechado algunas de estas fuentes de financiaci¨®n. Asimismo, ha forjado alianzas que le han permitido reforzar la capacidad de investigaci¨®n del continente, y parte de sus acciones se pueden replicar.
Hemos inscrito a m¨¢s de 200 becarios de doctorado desde 2010, todos ellos seleccionados entre el personal de las instituciones que forman parte del consorcio africano. Tambi¨¦n hemos trabajado con m¨¢s de 160 inspectores para revitalizar la supervisi¨®n de doctorados, y con m¨¢s de 570 funcionarios universitarios para que nuestras instituciones miembros respalden la investigaci¨®n de manera m¨¢s firme.
Nuestros becarios de doctorado y graduados han producido 579 publicaciones revisadas por pares, y 36 han ganado premios o subvenciones para realizar trabajos de posdoctorado. M¨¢s a¨²n, han recaudado m¨¢s de 9 millones de d¨®lares para financiar sus estudios de doctorado.
CARTA ha invertido m¨¢s de 1,4 millones en infraestructuras para las instituciones miembros y ha desarrollado un programa de seminarios interdisciplinares para la promoci¨®n de graduados de alto nivel.
Los mecanismos de financiaci¨®n que sugerimos fortalecer¨¢n a las universidades de investigaci¨®n en varios ¨¢mbitos. Podr¨¢n atraer a investigadores l¨ªderes, crear infraestructuras y desarrollar sistemas de apoyo para la ciencia. Tambi¨¦n es una manera de traer de vuelta a los ciudadanos africanos migrantes para replicar sus programas en el continente.
Las universidades dedicadas a la investigaci¨®n servir¨¢n de base para la formaci¨®n de los j¨®venes cient¨ªficos, lo que desembocar¨¢ en un ciclo virtuoso. Se incrementar¨¢ la producci¨®n a trav¨¦s de publicaciones, los investigadores competitivos a escala internacional permanecer¨¢n en el continente o regresar¨¢n a ¨¦l, se conceder¨¢n subvenciones¡ Todos estos factores son fundamentales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Se debe impedir que las universidades seleccionadas se duerman en los laureles. Tambi¨¦n debe haber espacio para que ingresen al sistema las futuras instituciones de alto rendimiento. Proponemos una revisi¨®n por pares cada tres o cinco a?os, haciendo hincapi¨¦ en la responsabilidad y la transparencia. La funci¨®n revisora se podr¨ªa confiar a un cuerpo supranacional con amplia representaci¨®n.
Las universidades designadas como l¨ªderes en investigaci¨®n podr¨ªan perder su nombramiento en funci¨®n de su historial cient¨ªfico.
Los cimientos adecuados
No cabe duda de que, si bien las universidades han realizado una aportaci¨®n marginal a la producci¨®n mundial del conocimiento, comienzan a darle la vuelta a la tortilla.
No obstante, seguimos encontrando obst¨¢culos, especialmente en el caso de aquellas instituciones que aspiran a ser l¨ªderes en investigaci¨®n. Trabajando con ellas para hacer efectiva esta transici¨®n, se podr¨ªa transformar el panorama de la ense?anza superior en ?frica subsahariana.
Sharon Fonn es codirectora de CARTA y trabaja en la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo, Sud¨¢frica. Este texto se basa en un art¨ªculo publicado en The Lancet. Se redact¨® en coautor¨ªa con Laban Peter Ayiro, Philip Cotton, Adam Habib, Peter Mulwa Felix Mbithi, Alfred Mtenje, Barnabas Nawangwe, Eyitope O Ogunbodede, Idowu Olayinka, Frederick Golooba-Mutebi y Alex Ezeh.
Fue publicado originalmente en The Conversation ?frica y ha sido traducido con la colaboraci¨®n de Casa ?frica. Traducci¨®n: Guillermo Ramos P¨¦rez.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.