La salvaci¨®n baja del cielo en avioneta
Los Flying Doctors sobrevuelan ?frica desde la d¨¦cada de los cincuenta para socorrer a enfermos en zonas remotas del continente
En 1957, en una granja a los pies del Kilimanjaro se juntaron un brit¨¢nico, un neozeland¨¦s y un estadounidense. Y no, no es un chiste; al contrario, es una historia muy seria que ha salvado muchas vidas en ?frica. Los tres eran m¨¦dicos y llevaban tiempo en el continente. Intercambiaban, aquella tarde de domingo, experiencias y opiniones sobre la enormidad del territorio, las largas distancias a recorrer, la escasez de facilidades m¨¦dicas, especialmente en las zonas rurales, la precariedad y pobreza de las infraestructuras, sobre todo de las carreteras para llegar a pueblos y aldeas¡ Les preocupaba, de manera singular, la posibilidad de acercar una sanidad de calidad a las zonas m¨¢s remotas del este de ?frica, un territorio m¨¢s grande que la actual Uni¨®n Europea.
De esta manera, Michael Wood, Archibald Mcindoe y Tom Rees fundaron los Flying Doctors. Pronto, con la ayuda de una avioneta pudieron llegar a los dispensarios y hospitales m¨¢s lejanos, normalmente, en manos de misioneros, para prestar sus servicios, entre los que se encontraba la cirug¨ªa pl¨¢stica. Se trataba de facilidades m¨¦dicas con escasez de m¨¦dicos y muy pocos enfermeros que, en el mejor de los casos, pod¨ªan ofrecer una asistencia sanitaria b¨¢sica. Igualmente eran precarios los lugares en los que se ve¨ªan obligados a aterrizar. No hab¨ªa aeropuertos ni pistas a¨¦reas por lo que utilizaban caminos trazados en la selva o cualquier lugar, ligeramente plano, donde pudiera posarse la avioneta.
Con la ayuda de una avioneta pudieron llegar a los dispensarios y hospitales m¨¢s lejanos
En 1960, los tres pioneros consiguieron dos aviones m¨¢s. El trabajo se multiplicaba y empezaban a evacuar personas y a acercarlas a los hospitales donde pod¨ªan recibir la atenci¨®n m¨¦dica de la que carec¨ªan en sus aldeas.
En 1964, se uni¨® al grupo la doctora francesa Anne Spoerry, conocida por los mas¨¢is como Mama Daktari. Con 45 a?os aprendi¨® a pilotar un avi¨®n y desde entonces su presencia se hizo imprescindible por ?frica oriental. Fue tambi¨¦n en este tiempo cuando los Flying Doctors decidieron que adem¨¢s de lo que ya hac¨ªan necesitaban reforzar el aspecto preventivo de la medicina. As¨ª nacieron las cl¨ªnicas m¨®viles que a lomos de varios Land Rovers llegaban hasta las aldeas m¨¢s incomunicadas con campa?as de cirug¨ªa, oftalmolog¨ªa, inmunizaci¨®n¡
Desde entonces la labor de los Flying Doctors no ha dejado de crecer y de salvar vidas. Solo en el a?o 2017, por ejemplo, evacuaron a 868 pacientes y sus aviones volaron 825.127 millas. En esta organizaci¨®n est¨¢ el origen de Amref Health Africa, conocida en Espa?a como Amref Salud ?frica, una ONG que opera en casi toda el continente. Su sede central est¨¢ en Nairobi y el 97% del personal que trabaja en ella es africano. Este a?o ha sido galardonada con el Premio princesa de Asturias de cooperaci¨®n internacional. Hoy d¨ªa las dos organizaciones funcionan de forma aut¨®noma.
Los Flying Doctors siguen en el mismo sitio donde comenzaron, en el aeropuerto Wilson de Nairobi, de donde en la actualidad salen las avionetas que transportan a los turistas hasta los safaris del interior del pa¨ªs. Sus instalaciones han crecido y se han modernizado. En la sala de mando, suena el tel¨¦fono y uno de los dos operadores lo descuelga: ¡°Flying Doctors, mi nombre es Festus, ?c¨®mo puedo ayudarle?¡± ?l y su compa?era reciben la primera informaci¨®n, preguntan para aclarar los detalles y pasan los detalles a una mesa de control. All¨ª son analizados y en cuesti¨®n de minutos se toma una decisi¨®n. Esta puede consistir en enviar alguna de las ambulancias aparcadas bajo la sala de control o, en caso de tratarse de un accidente o enfermo que est¨¢ en una zona alejada de la ciudad o remota y necesite ser evacuado, se decide si enviar un helic¨®ptero o un avi¨®n.
Los beneficios que genera Flying Doctors se destinan a financiar proyectos de Amref Salud ?frica por todo el continente
En este caso la orden se pasa al centro de control a¨¦reo que est¨¢ en la sala contigua. En cuesti¨®n de minutos se pone en movimiento la operaci¨®n. La enfermera de guardia revisa que la mochila con los primeros auxilios est¨¢ completa. El avi¨®n ambulancia es remolcado fuera del hangar y acercado a la pista de aeropuerto. El piloto revisa que todo est¨¦ en orden. El m¨¦dico y la enfermera suben y en pocos minutos la nave despega rumbo a su destino.
Effraim Kanuri, uno de los pilotos que est¨¢ de guardia comenta que quiz¨¢s uno de los principales retos que tienen es el de saber d¨®nde pueden aterrizar. ¡°Hay que hacerlo lo m¨¢s cercano posible al lugar en el que se encuentra el paciente. Primero indagamos si puede ser acercado a algunas de las pistas de aterrizaje que tenemos localizadas; de otra forma, hay que buscar una alternativa. Tambi¨¦n es muy importante conocer el estado de estas instalaciones. La mayor¨ªa son de tierra, en zonas rurales y, a veces, las lluvias las erosionan¡±.
Hoy d¨ªa, Flying Doctors es una empresa social que trabaja con m¨¢s de 200 aseguradoras y que tiene incluso su propia oferta de seguros. Los beneficios que genera se destinan a financiar proyectos de Amref Salud ?frica por el continente.
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