Las caras del hambre a trav¨¦s de un m¨®vil
El director Hern¨¢n Zin compone un relato sobre la carest¨ªa de alimentos en el documental 'Luchas de gigantes', grabado por sus propios protagonistas


Sin guion, ni c¨¢maras, ni equipo t¨¦cnico. Solo la verdad de una persona que pasa hambre en Guatemala, Banglad¨¦s o Gaza contada a trav¨¦s de un m¨®vil. El director Herm¨¢n Zin y Acci¨®n contra el Hambre han producido el documental Lucha de gigantes, en el que han dado un m¨®vil a una docena de familias de diferentes pa¨ªses para montar un relato sobre la carest¨ªa de alimentos. La propuesta, que se estrena el este viernes en #0 de Movistar, forma parte de la compa?a de la ONG, del mismo nombre que la cinta, y que tiene por banda sonora el tema hom¨®nimo de Antonio Vega.
La industria produce m¨¢s comida de la que la humanidad necesita para alimentarse; en cambio, el n¨²mero de personas que pasa hambre lleva tres a?os aumentando y ya llega a los 821 millones, seg¨²n Naciones Unidas. Mariam Aboubacar, cooperante de Acci¨®n contra el Hambre en N¨ªger y una de las protagonistas del documental, ve el rostro de nuevos hambrientos todos los d¨ªas. ¡°El hambre es un peligro para los ni?os porque tiene consecuencias terribles en el retraso en el desarrollo psicol¨®gico y cognitivo. Adem¨¢s, mata a muchos, provoca una total p¨¦rdida de dignidad humana¡±, asevera en una visita a Madrid como promotora de la campa?a Lucha de gigantes.??
Aboubacar grab¨® durante tres semanas a los pacientes y m¨¦dicos que acuden al Centro de Recuperaci¨®n Nutricional Intensiva (CRENI) de Mayahi, al sur de N¨ªger, en el que trabaja. Se encarga, desde hace cinco a?os, del desarrollo psicomotor y de la estimulaci¨®n emocional y f¨ªsica de ni?os desnutridos. Por el CRENI pasan m¨¢s de 1.500 menores anualmente de entre 0 y 59 meses. Todos con complicaciones m¨¦dicas por la falta de alimentaci¨®n. La cooperante eligi¨® el ¨¢mbito de la nutrici¨®n infantil, entre otras cuestiones, porque ella tambi¨¦n fue una ni?a con d¨¦ficit alimentario. Advierte que el hambre siempre deja huellas en aquellos que sobreviven: desmoronamiento del organismo, apat¨ªa, p¨¦rdida de adquisiciones psicomotoras, enfermedades recurrentes, retrasos en el aprendizaje, bajo rendimiento escolar y retraso del desarrollo cognitivo.
A esto se exponen los hijos de Amalia, que vive en un refugio en Filipinas. Tuvo que huir de Marawi, ciudad asediada durante cinco meses el pasado a?o para capturar a un terrorista. All¨ª asesinaron a su marido. Cuenta al m¨®vil que hay d¨ªas que solo puede dar a sus seis hijos agua y az¨²car. En la rep¨²blica asi¨¢tica uno de cada tres ni?os padece desnutrici¨®n cr¨®nica.
Tambi¨¦n Sokhina, en Banglad¨¦s, sabe lo que es el hambre. Sali¨® de Myanmar hace nueve a?os y ahora mientras cuida de sus dos hijas, mendiga y colabora con Acci¨®n contra el Hambre para promover la salud materno-infantil. En L¨ªbano, Zaheeya Imdyfeh, de 21 a?os, relata que le gustar¨ªa seguir estudiando, pero tiene que trabajar para ayudar a los 13 miembros de su familia. Presenta a sus hermanos, seis de ellos con discapacidad, a los que est¨¢ muy unida. Llegaron desplazados por la guerra de Siria, donde recuerdan una vida mejor en la que no solo hab¨ªa que trabajar, tambi¨¦n pod¨ªan jugar e ir a la escuela. En L¨ªbano, uno de cada cuatro ciudadanos es refugiado. M¨¢s de un mill¨®n son sirios.?
La lucha contra el hambre en el mundo apela a nuestro sentido com¨²n
Montar el puzle
Hern¨¢n Zin se decant¨® por enviar un m¨®vil y dar libertad a los protagonistas de Lucha de gigantes porque hab¨ªa visto c¨®mo refugiados en Siria y migrantes en Lesbos grababan v¨ªdeos ¡°extraordinarios¡± de sus periplos. ¡°Tenemos un lenguaje visual muy desarrollado, m¨¢s que a nivel hablado; en este caso era gente analfabeta, pero fue un acto de fe, sab¨ªa que lo iban a hacer bien¡±, relata Zin. El resultado fue un material que sorprendi¨® al tambi¨¦n reportero por ¡°la intimidad y la verdad¡±.
En solo dos meses de montaje el director tuvo que enfrentarse a una cantidad ingente de im¨¢genes y a 12 idiomas. Para a?adir contexto, pidi¨® a los periodistas Mart¨ªn Caparr¨®s, autor del libro El hambre, y ?ngels Barcel¨® que tambi¨¦n se grabasen hablando sobre ¡°el gigante¡±. Zin compuso un puzle de historias ¡°duras y desgarradoras¡± de personas que, en su mayor¨ªa, llevaban ¡°una vida m¨¢s o menos normal¡± hasta que un conflicto, desastre natural o persecuci¨®n las sac¨® de su cotidianidad. A pesar de ello, en todas las familias hay un halo de esperanza, el de quien trabaja cada d¨ªa para seguir adelante.
El director es positivo sobre la capacidad del ser humano para acabar con este mal, como lo es tambi¨¦n Aboubacar. ¡°La lucha contra el hambre en el mundo apela a nuestro sentido com¨²n, a tomar conciencia real de una vez de esta cat¨¢strofe con el fin de ayudar a las poblaciones afectadas¡±, sostiene la cooperante, que recuerda que se deben reforzar las sinergias entre las instituciones p¨²blicas, las organizaciones de la sociedad y el sector privado para establecer una aut¨¦ntica colaboraci¨®n a todos los niveles, que permitir¨¢ vencerla. Y remata: ¡°Cada persona puede colaborar, comprometi¨¦ndose para ayudar a las organizaciones que trabajan en el terreno, aportando contribuciones econ¨®micas y sensibilizando a su entorno¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
La fuerza de Aboubacar
Hace cinco a?os Aboubacar recibi¨® en el CRENI a Madansour Ouzeifa, de 24 meses. ¡°Lo trajo su madre y sufr¨ªa de marasmo. Solo pesaba cuatro kilos y estaba en los huesos, era incapaz de comer por s¨ª solo y hab¨ªa que utilizar una sonda para alimentarlo. Su madre estaba completamente desamparada, tem¨ªa que no sobreviviera y, francamente, en el fondo de mi coraz¨®n pensaba lo mismo porque el peque?o ten¨ªa graves problemas respiratorios y hab¨ªa que ponerle un tratamiento de oxigenoterapia para poder salvarlo¡±, recuerda la cooperante de Acci¨®n Contra el Hambre. Cada ma?ana llegaba al CRENI y la madre de Madansour le preguntaba por el estado del ni?o. Aboubacar no pod¨ªa m¨¢s que darle ¨¢nimos.
Despu¨¦s de tres semanas de tratamiento intensivo el ni?o engord¨® dos kilos y pudieron enviarlo con un tratamiento a casa. ¡°Lo visit¨¦ en septiembre de este a?o y me alegr¨¦ much¨ªsimo al ver que su madre lo hab¨ªa apuntado al colegio. Llevaba su peque?a cartera con orgullo y estaba muy feliz de ir al colegio con sus amigos del pueblo. Verlo as¨ª es mi mayor orgullo¡±, confiesa.
La historia de Madansour es la fuerza de Aboubacar, le recuerda que ¡°sea cual fuere la situaci¨®n, incluso la m¨¢s desesperante, nunca hay que rendirse y hay que luchar hasta el final¡±. Destaca que esta historia es solo una de los numerosos casos de ¨¦xitos en los que mujeres y ni?os combaten la desnutrici¨®n y consiguen vencerla. "De ah¨ª el inter¨¦s de redoblar nuestros esfuerzos en la lucha contra el hambre¡±, insiste.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
