Lo que hay que dejar de hacer en una campa?a contra la violencia de g¨¦nero
El objetivo es cambiar el mensaje, no culpabilizar o estigmatizar a las v¨ªctimas y dirigirlo tambi¨¦n a quienes maltratan
Un mes para el D¨ªa Internacional contra la Violencia de G¨¦nero, el 25 de noviembre, y muy poco para empezar a ver el desfile de campa?as institucionales, de radio, de televisi¨®n y de empresas que aseguran estar concienciadas con este tema. Un desfile de dos caras. Una positiva, porque si algo se ha conseguido desde el movimiento feminista es que el tema este en todas partes, y la otra no tanto, la de la necesidad de que esas campa?as sigan evolucionando.
Desde hace varios a?os el objetivo es cambiar el mensaje, no culpabilizar o estigmatizar a las v¨ªctimas, dirigirlo tambi¨¦n a quienes maltratan. Ampliar el foco. Hablar de todas las formas de violencia contra las mujeres y ni?as, que son m¨²ltiples y diversas y no se limitan a las relaciones de pareja; debemos hablar de los hijos e hijas de las mujeres que viven y sufren esa violencia y que tambi¨¦n son, en ocasiones, asesinados; hablar de las mujeres que son violadas en nuestro pa¨ªs cada ocho horas y lo denuncian, seg¨²n los datos de la fiscal¨ªa; de las mujeres que son explotadas sexual y laboralmente; de aquellas que sobreviven en los m¨¢rgenes de la marginaci¨®n.
Las campa?as todav¨ªa no han dado esos pasos tan amplios y se trabaja cada tema en cada d¨ªa estipulado para ello. La cuesti¨®n entonces es c¨®mo. Tal vez este 25 de noviembre sea el momento de dejar de hablarle solo a la v¨ªctima, de abandonar el discurso extendido del ¡°denuncia mujer¡±. Tenemos un sistema que a veces falla, que a veces no consigue proteger a las v¨ªctimas, que a veces las violenta doblemente. Y no es que la salida sea no denunciar; significa que existe una necesidad urgente de que la ley integral se cumpla y de que todos los estamentos que est¨¢n vinculados con la atenci¨®n y la protecci¨®n de las mujeres maltratadas y sus hijos e hijas, tengan la formaci¨®n y los recursos necesarios para que su trabajo sea eficaz.
Esto pasa porque la ciudadan¨ªa, como parte consciente de todo este proceso, tambi¨¦n se mantenga firme y reclame su cumplimiento; porque el movimiento asociativo tenga las posibilidades y las estrategias para dar cobijo a estas mujeres y a su entorno en un proceso que es largo y muy complejo, en el cual todas las manos que ayuden ¡ªsiempre con el requisito indispensable de la formaci¨®n¡ª, suman; porque los Ayuntamientos tengan ya de forma efectiva los recursos econ¨®micos y profesionales para facilitar este trabajo; y por la necesidad de un mensaje que abarque toda la problem¨¢tica.
La violencia de g¨¦nero afecta a la toda la sociedad y, sin embargo, se deja fuera de la comunicaci¨®n a muchos actores, directos e indirectos, de esta violencia. Es tambi¨¦n necesario apelar a quienes todav¨ªa miran hacia otro lado cuando ven una agresi¨®n, un roce en el metro, o un insulto en la calle, a esos vecinos que escuchan la violencia y suben el volumen de la tele y luego salen en los telediarios, a quienes en las barras de los bares niegan que esto sucede a pesar de que, si se presta un poco de atenci¨®n, la inmensa mayor¨ªa tendr¨¢ a alguna mujer cerca que ha sufrido alg¨²n tipo de acoso, abuso o agresi¨®n.
A jueces y fuerzas y cuerpos de seguridad, a los equipos sanitarios y psicosociales que las atienden y elaboran los informes que luego van a servir en los procesos judiciales. A las empresas que siguen pagando menos a las mujeres o las mantienen en espacios donde es casi imposible mejorar sus condiciones profesionales y econ¨®micas.
A aquellos medios de comunicaci¨®n que, aunque elaboran campa?as y contenidos durante los d¨ªas alrededor del 25N, mantienen despu¨¦s contenidos sexistas, estereotipados o violentos. Esos que tienen en sus plat¨®s a hombres que insultan a las mujeres. O esos que limpian las distintas formas de explotaci¨®n del cuerpo de la mujer hablando de los vientres de alquiler y de la prostituci¨®n.
La comunicaci¨®n con perspectiva feminista tambi¨¦n pasa por esto, por atender cada eslab¨®n de la cadena que perpet¨²a de alguna u otra forma estas cifras de violencia hacia la mujer que la OMS hace tiempo defini¨® como un problema de salud p¨²blica. Reclamar una visi¨®n m¨¢s amplia de las campa?as: no solo a trav¨¦s de los medios tradicionales y no solo el 25 de noviembre y no solo dirigidas a las v¨ªctimas.
Isabel Mastrodom¨¦nico es feminista y asesora en igualdad. Licenciada en Ciencias Sociales por la Universidad Pedag¨®gica Nacional de Colombia y con un m¨¢ster en Igualdad de G¨¦nero en las Ciencias Sociales por la Universidad Complutense de Madrid, es tambi¨¦n directora de la Agencia Comunicaci¨®n y G¨¦nero por una comunicaci¨®n igualitaria, responsable y con perspectiva de g¨¦nero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.