M¨¦xico busca la cura a la infelicidad
La falta de dinero y el miedo al fracaso son las mayores preocupaciones de los j¨®venes de la capital mexicana, que cuentan con cinco 'cl¨ªnicas de las emociones' para afrontar estos problemas
¡°?C¨®mo te sientes hoy?¡±, interpela un cartel a los j¨®venes que entran al Hospital de las Emociones, en Ciudad de M¨¦xico. Se trata de una de las cinco cl¨ªnicas que abri¨® el Gobierno de la capital desde que, en 2013, descubri¨® a trav¨¦s de la Consulta de tendencias juveniles que el 55% de las personas entre 14 y 29 a?os era infeliz. Desde entonces, m¨¢s de 43.000 j¨®venes han sido atendidos en estas instituciones p¨²blicas que dan tratamiento gratuito en algunas de las zonas m¨¢s pobres y m¨¢s conflictivas de la ciudad. Una actualizaci¨®n de la encuesta presentada este martes por el Instituto de la Juventud (Injuve) revela que las mayores preocupaciones se centran en la falta de dinero y el miedo a fracasar dentro y fuera del colegio.
?C¨®mo se cura la infelicidad? ¡°No podemos hablar de un manual para ser feliz¡±, explica Diana Puente, coordinadora de Apoyo Psicol¨®gico del proyecto, quien asegura que la soluci¨®n tiene que ver con las formas en que se afronta el d¨ªa a d¨ªa. ¡°Todo se trata de una percepci¨®n. Mientras que para m¨ª la felicidad puede ser comprarme un par de zapatos, para otro puede ser fumarse un cigarro o viajar. [La infelicidad] es algo multifactorial, tiene que ver a lo mejor con una falta de recursos personales o materiales, o con una falta de oportunidades escolares y laborales, o con la crisis econ¨®mica¡±, se?ala.
Las problem¨¢ticas que enfrentan los pacientes de estos centros, que tienen entre 12 y 29 a?os, van desde acoso escolar hasta tendencias suicidas o trastornos alimenticios. ¡°Nosotros ac¨¢ trabajamos de todo. Desde el chico al que le apena [da verg¨¹enza] exponer en clase o no tiene amigos, hasta otros que se quieren cortar las venas porque terminaron con sus novias o j¨®venes que fueron abusados sexualmente¡±, apunta Puente. La terapia para personas de esta edad requiere una formaci¨®n espec¨ªfica. Los profesionales que trabajan bajo este programa son capacitados semanalmente por el Injuve en temas relacionados con la adolescencia o la juventud como sexualidad, uso de drogas o embarazos no deseados.
Uno de los datos m¨¢s llamativos de la actualizaci¨®n presentada este martes es que un 23% de los encuestados present¨® en alg¨²n momento ideas suicidas. ¡°Es natural que se hayan preguntado alguna vez para qu¨¦ existen o cu¨¢l es el punto de vivir. El problema es si lo hacen con frecuencia¡±, explica Mar¨ªa Fernanda Olvera, directora de Injuve. ¡°Pero hay soluci¨®n¡±, asegura mientras incentiva a los j¨®venes asistentes a la presentaci¨®n de la encuesta a acercarse al Hospital de las Emociones. Desde que abrieron, las cl¨ªnicas han atendido a m¨¢s de 2.000 personas con tendencias suicidas.
¡°La de los j¨®venes es una poblaci¨®n muy complicada porque son muy ambivalentes. Hoy lo necesito y mi demanda es inmediata. Entonces hoy vengo, pero la siguiente semana no regreso. Por eso buscamos nuestro trabajo busca generar impacto en poco tiempo¡±, dice Puente, quien adem¨¢s es psic¨®loga en uno de los centros. Los tratamientos suelen durar entre 10 y 12 sesiones y las terapias nunca son iguales. Pueden ser individuales o grupales, incluir a las familias o incluso, en casos de autismo o s¨ªndrome de Asperger, realizarse con mascotas que la propia instituci¨®n ha adoptado.
Las cinco cl¨ªnicas de las emociones han sido construidas estrat¨¦gicamente en algunos de los barrios m¨¢s conflictivos y con menos recursos de Ciudad de M¨¦xico, para facilitar el acceso a un tratamiento psicol¨®gico a aquellos que no pudieran pagarlo. El centro m¨¢s grande se ubica al este de la ciudad, a apenas unos metros de dos de los lugares m¨¢s peligrosos, Morelos y Tepito. ¡°Busc¨¢bamos esta zona porque es un contexto complicado y creemos que es a estos espacios a los que tenemos que llegar¡±, se?ala Puente.
Lejos de parecerse a un hospital, estas cl¨ªnicas rompen con los est¨¢ndares de las instituciones del sistema de salud p¨²blica. Paredes de colores, un perro que recibe a los que llegan y carteles animando a los pacientes a participar. Sin embargo, nada es suficiente para quitar por completo el estigma de que en ese lugar se brinda atenci¨®n psicol¨®gica. ¡°No me gustar¨ªa que mis amigos se enteren que vengo ac¨¢¡±, admite un joven de 17 a?os que se acerca al lugar con su pareja. ¡°No se lo dije a mis padres a¨²n¡±, acepta una chica de 15 a?os que apura su paso al entrar. Luchar contra los tab¨²es sociales es uno de los grandes desaf¨ªos que enfrenta el proyecto.
Las problem¨¢ticas que enfrentan los pacientes de estos centros, que tienen entre 12 y 29 a?os, van desde acoso escolar hasta tendencias suicidas o trastornos alimenticios
¡°Todav¨ªa tenemos muchos estigmas por tratarse de atenci¨®n psicol¨®gica. Pero se ha logrado tirar much¨ªsimas barreras. Antes, ?qui¨¦n iba al psic¨®logo? Pues, los que estaban locos o los que de verdad ten¨ªan un problema grave. Ahora no, los chicos se acercan mucho m¨¢s. A?o a a?o, la demanda de nuestro servicio ha sido mucho mayor¡±, asegura Puente.
Varias son las dificultades que enfrenta para el futuro el Hospital de las Emociones. El otro gran desaf¨ªo que enfrenta el Injuve es la continuidad de este proyecto ante la llegada de un nuevo partido al gobierno de la ciudad el pr¨®ximo 5 de diciembre. A su favor, el Hospital de las emociones tiene el reconocimiento internacional. En marzo de este a?o la ONU premi¨® al programa por su innovaci¨®n, bajo costo y gran impacto con miras a cumplir los objetivos de la Agenda 2030.
Adem¨¢s, durante estos cinco a?os desde la creaci¨®n diferentes pa¨ªses, como Espa?a o Colombia, se han acercado a trav¨¦s de la Coordinaci¨®n General de Asuntos Internacionales de Ciudad de M¨¦xico a conocer las cl¨ªnicas con intenci¨®n de reproducirlas en otras ciudades. Con esto sobre la mesa, el ejecutivo entrante deber¨¢ decidir si este proyecto, sin precedentes en el mundo, valen la escasa inversi¨®n.
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