Los liberales y el Brexit

Cuando se habla de los brit¨¢nicos residentes en Espa?a existe el estereotipo, desafortunado pero generalizado, de que son todos jubilados que se dedican a hacer el vago y tomar el sol en la costa. Est¨¢n tumbados en sus sillones, sin moverse m¨¢s que, en todo caso, jugar una partida de golf o de bridge con sus amigos tambi¨¦n jubilados, y se niegan a aprender el idioma y a mezclarse con los habitantes locales. La ¨²nica concesi¨®n que pueden hacer a la cultura espa?ola es cambiar su gin tonic por una jarra de sangr¨ªa de vez en cuando. Esa imagen no solo es lamentable sino falsa. Aproximadamente tres cuartas partes de los brit¨¢nicos que viven en Espa?a son m¨¢s j¨®venes, miembros de familias trabajadoras que est¨¢n aqu¨ª aprovechando las oportunidades que les ofrece la Uni¨®n Europea.

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Eso es lo que sucede en todos los pa¨ªses de la UE: el 80% de los brit¨¢nicos que viven all¨ª son j¨®venes que agradecen profundamente el hecho de que los hayan acogido con los brazos abiertos. Por eso es tan importante el Congreso de la alianza de l¨ªderes de partidos liberales europeos, ALDE, que se celebra hoy en Madrid. Debemos dejar claro a estos dirigentes, entre los que hay siete primeros ministros, que no todos los brit¨¢nicos son partidarios ciegos e ideologizados del Brexit ni odian a Europa.

Alrededor de 1,3 millones de nosotros amamos tanto el continente que hemos decidido vivir en ¨¦l, especialmente en Espa?a, con 310.000 brit¨¢nicos. De hecho, de los que votaron en 2016, incluso de los que votaron por marcharse, son un m¨ªnimo porcentaje los eur¨®fobos, es decir, los que quieren el Brexit cueste lo que cueste al Reino Unido. Es una l¨¢stima que muchos de ellos est¨¦n ocupando los esca?os del Partido Conservador y acorralando a Theresa May en una posici¨®n que nos aislar¨¢ de nuestros amigos y vecinos europeos.

Ahora bien, la corriente en el Reino Unido est¨¢ volvi¨¦ndose decididamente en contra del Brexit. Todas las encuestas muestran que la gente est¨¢ consternada por lo mal que el gobierno est¨¢ manejando el asunto y porque un solo pa¨ªs dividido est¨¢ perdiendo en las negociaciones frente a un bloque unido de 27. Despu¨¦s del refer¨¦ndum de 2016, la idea de que la decisi¨®n final sobre el Brexit ¡ªcon la opci¨®n de permanecer en la UE¡ª deber¨ªa estar en manos de la poblaci¨®n brit¨¢nica no era nada popular. La gente estaba harta del tema, pensaba que el Brexit era inevitable y no quer¨ªa m¨¢s que pasar todo el proceso lo m¨¢s deprisa posible. Pero el Brexit se convirti¨® en algo eterno y pronto se vio que no iba a haber una ruptura f¨¢cil y limpia.

Hoy existe todo un movimiento en favor de lo que se ha denominado ¡°El voto del pueblo¡±. El mes pasado, 700.000 personas se manifestaron en Londres para exigir que se celebre un refer¨¦ndum en los pr¨®ximos meses, con el fin de evitar una posible recesi¨®n y da?os econ¨®micos a largo plazo. Fue la manifestaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s numerosa desde la Guerra de Irak, y ni el Reino Unido ni la UE deber¨ªan restarle importancia. Los l¨ªderes europeos deben saber que no solo hay muchas probabilidades de que se lleve a cabo la votaci¨®n, sino de que la ganemos.

Para ello, uno de los requisitos ser¨¢ un refer¨¦ndum mucho m¨¢s justo en el que, por ejemplo, se permita votar a las personas de 16 y 17 a?os. Esta es una condici¨®n fundamental, puesto que ellos tendr¨¢n que vivir con el sinsentido del Brexit mucho m¨¢s tiempo que ninguno de los pol¨ªticos que est¨¢n intentando impon¨¦rselo. Los j¨®venes, en una proporci¨®n abrumadora, quieren permanecer en la UE, entusiasmados y motivados por un bloque de naciones que les otorga libertad para viajar y disfrutar de diferentes culturas, escenarios, comida, bebida y aventuras.

Otra gran demanda ser¨¢ que el Reino Unido anule la norma que impidi¨® que los emigrantes brit¨¢nicos que llevaban m¨¢s de 15 a?os viviendo en el extranjero votaran en el refer¨¦ndum de 2016. Por ejemplo, muchos miembros de Bremain in Spain est¨¢n l¨®gicamente furiosos porque se excluy¨® su voz en un tema que va a tener enorme repercusi¨®n en su futuro. La ret¨®rica pol¨ªtica de los negociadores brit¨¢nicos da a entender que los derechos de los ciudadanos brit¨¢nicos en la UE y viceversa est¨¢n a salvo. No es verdad.

Dicho en l¨ªneas generales, no hay nada acordado hasta que todo est¨¢ acordado y firmado. Hasta entonces, los ciudadanos siguen siendo peones sin importancia cuyos derechos no est¨¢n garantizados en absoluto. M¨¢s en concreto, a estas alturas todav¨ªa hay varias cuestiones importantes por resolver, en particular la libertad de circulaci¨®n, que es crucial para los trabajadores brit¨¢nicos que atraviesan fronteras europeas debido a su trabajo.

Sea cual sea el resultado, nunca ser¨¢ tan ventajoso para Gran Breta?a como lo que tenemos ahora. La ¨²nica forma de proteger los derechos de los ciudadanos y garantizar el mantenimiento de las libertades existentes en la UE es detener el Brexit. Este ca¨®tico viaje comenz¨® con una votaci¨®n democr¨¢tica en 2016. Ahora debe terminar con un proceso democr¨¢tico para que todas las familias brit¨¢nicas en Espa?a, j¨®venes y viejas, puedan seguir disfrutando de las ventajas y las oportunidades de vivir en un pa¨ªs tan bello y de tanta riqueza cultural.

Vince Cable es el l¨ªder de los Dem¨®cratas Liberales y Sue Wilson es presidenta de Bremain in Spain

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.?