Salvar las ovejas y su lana
Su oficio, el de pastor, est¨¢ en declive. Y, adem¨¢s, su reba?o est¨¢ formado por ejemplares de una raza ovina aut¨®ctona en peligro de extinci¨®n. Pero este alicantino no se rinde: lucha por reactivar la forma de vida rural.
Pens¨® cambiar de oficio hace siete a?os, cuando ten¨ªa 40. ¡°Quer¨ªa vivir un poco¡±, recuerda Jes¨²s Beneito, pastor de Agres, en Alicante. Tras dos d¨¦cadas, el duro ritmo de trabajo empezaba a pesarle. Levantarse temprano todos los d¨ªas, sacar a los animales durante buena parte de la jornada en busca de hierba fresca, limpiar la cuadra¡ Sin fines de semana, sin apenas vacaciones. As¨ª que decidi¨® vender casi todo su reba?o. Pero ese ¡°vivir un poco¡±, por despiste o voluntad disimulada, no dur¨® mucho: ¡°Entonces ten¨ªa cabras y me qued¨¦ con algunas, y al mismo tiempo compr¨¦ alguna oveja. Sin querer, en poco tiempo se reprodujeron y empec¨¦ a tener otra vez un reba?o¡±. Parece que hay trabajos que, aunque uno no quiera, son para toda la vida.
Cerca de 70 ejemplares de guirra, una oveja aut¨®ctona valenciana, forman ahora el reba?o que Beneito pastorea a diario por los campos de este municipio de 549 habitantes del interior de Alicante. ¡°La rentabilidad de todo esto es baja¡±, se lamenta el pastor, que vive en una peque?a casa, muy cerca de los animales. Este es su trabajo desde ¡°los veintipocos¡±. Sus ingresos proceden principalmente de vender los corderos que cr¨ªan sus ovejas y de peque?os cultivos. A ese dinero hay que a?adir algunas subvenciones p¨²blicas.
No solo se dedica a un oficio en declive ¡ªse calcula que en Espa?a quedan menos de 100.000 pastores, casi todos de edad avanzada¡ª, sino que, adem¨¢s, sus ovejas pertenecen a una raza que est¨¢ al borde de la extinci¨®n. La guirra, caracterizada por su frente convexa y color marr¨®n rojizo, procede del norte de ?frica. En el pasado era un animal muy apreciado, tanto por su lana como por su resistencia (se las arregla para encontrar comida en los lugares m¨¢s secos, donde otras especies no lo consiguen).
Pero las cosas han cambiado mucho. En los ¨²ltimos 30 a?os se estima que se ha reducido a la mitad el n¨²mero de ejemplares de esta raza aut¨®ctona. Apenas quedan 5.000 cabezas en toda la Comunidad Valenciana. Y aunque a¨²n se vende su carne y algunos pastores han optado por elaborar queso, la lana no se utiliza, porque ni es rentable venderla para su propietario ¡ªse paga muy mal¡ª, ni para la gran industria textil comprarla ¡ªes muy dif¨ªcil procesar peque?as cantidades de esta fibra natural¡ª.
Es un trabajo muy solitario y no est¨¢ exento de estr¨¦s, sobre todo cuando ¡°se ponen de parto dos ovejas al mismo tiempo¡±
Una asociaci¨®n que apoya el desarrollo rural, Esquellana, en cuya fundaci¨®n ha participado Beneito, quiere recuperar el uso de la lana aut¨®ctona, no solo de la guirra, sino de todas las razas de esta comunidad. ¡°Esta zona tiene un pasado textil importante y queremos que, de alguna forma, pueda recuperarse y, a la vez, ayudar a los pastores que a¨²n se dedican a esto. Hemos empezado comprando 1.600 kilos de lana, que hemos procesado en instalaciones de Cuenca, Crevillent y Albaida. Queremos ir vendi¨¦ndola a particulares, a comercios y a trav¨¦s de la tienda online en la que estamos trabajando¡±, explica Anna Gomar, veterinaria y miembro de Esquellana. Para financiar la iniciativa, lanzaron una campa?a de crowdfunding en Lateuaterra.com, especializada en proyectos relacionados con el medio ambiente. Reunieron 12.600 euros, por encima de las expectativas (entre 10.000 y 12.000 euros).
En un peque?o almac¨¦n, Beneito guarda un fardo de lana de color amarronado, caracter¨ªstico de esta especie. ¡°Tiene una grasa que la hace muy suave¡±, destaca. Despu¨¦s, ordena a Neska, uno de sus cuatro perros, que lleve el reba?o hacia un claro rodeado de olivos, cerezas y una colina pedregosa. ¡°?Stiga!¡±, grita al ejemplar de pastor catal¨¢n. ¡°Significa ¡®basta¡¯. Le hablo en b¨²lgaro¡±, comenta como si hacerlo fuera algo habitual entre los pastores y los perros de Agres. Beneito se dirige en ese idioma a dos de sus canes; a los otros dos les habla en valenciano. Asegura que as¨ª evita confusiones a la hora de darles instrucciones: ¡°Un amigo b¨²lgaro me ha ense?ado algunas palabras¡±.
Visto desde fuera, el del pastor es un trabajo muy solitario: ¡°La verdad es que yo no me siento solo, y eso que hay d¨ªas en los que veo, como mucho, a una persona. Pero voy con los animales y hablo con ellos. Me gusta contemplar la naturaleza. Tambi¨¦n llevo una radio¡±.
Aunque hay iniciativas para revitalizar la profesi¨®n de pastor a trav¨¦s de escuelas que han abierto en los ¨²ltimos a?os (en Catalu?a, Andaluc¨ªa y el Pa¨ªs Vasco, por ejemplo), lo cierto es que estos centros suelen ser un reclamo para urbanitas en busca de la tranquilidad del mundo rural. Pero Beneito advierte de que, como cualquier trabajo, es dif¨ªcil librarse de los nervios: ¡°El d¨ªa que se me ponen de parto dos ovejas a la vez¡, ?ese d¨ªa no veas el estr¨¦s que sufro!¡±. En el campo no todo es tan buc¨®lico como parece.
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