Un jard¨ªn japon¨¦s colgado entre los cuadros de un museo
Aunque lo relacionemos con la alta tecnolog¨ªa, el japon¨¦s es un pueblo que necesita estar en contacto con la naturaleza. Este museo de un remoto pueblo incluso la ha incorporado a su colecci¨®n de arte
El Adachi Museum of Art, en Yasugi-shi, prefectura de Shimane (Jap¨®n) no es un museo cualquiera, aunque de lejos pueda parecerlo. Sus folletos informativos explican que el grueso de la colecci¨®n la compone la obra de Yokoyama Taikan (1868-1958), la mayor figura de la pintura japonesa del periodo Meiji, anterior a la Segunda Guerra Mundial, reunida por el mecenas Adachi Zenko. Y que en el resto de las salas se puede ver pintura moderna, cer¨¢mica y tallas en madera de otros 37 artistas contempor¨¢neos japoneses.
Para lo que no te prepara la informaci¨®n previa es para la may¨²scula sorpresa que te llevas al entrar y ver que el museo est¨¢ rodeado de un perfecto jard¨ªn japon¨¦s, uno de los m¨¢s grandes y mejor cuidados del pa¨ªs, por el que no se puede caminar. El jard¨ªn y el propio edificio est¨¢n dise?ados para que los visitantes aprecien las maravillas de ese entorno natural a trav¨¦s de unos grandes ventanales que a modo de marcos engloban el paisajismo en las salas del museo. El jard¨ªn es una obra de arte y se observa desde el interior, como un lienzo m¨¢s de la colecci¨®n.
Un jard¨ªn japon¨¦s es un engranaje perfecto de agua, piedra y flora que cambia de apariencia cada d¨ªa, cada temporada. As¨ª que el que rodea el museo Adachi es en cada estaci¨®n del a?o ¡ªmuy en especial en primavera y oto?o¡ª un espect¨¢culo de formas y colores que deja embobados a los visitantes, buena parte de los cuales se olvidan de la obra de Taikan y pasan el tiempo ensimismados frente a las cristaleras, dej¨¢ndose imbuir por el sosiego y la paz que transmiten los 165.000 metros cuadrados de setos, arbustos y parterres en perfecto equilibrio con las monta?as y cascadas naturales que los rodean y en los que trabajan a diario siete jardineros. Por eso se dice que los jardines de Adachi son una "pintura japonesa viva".
Adachi Zenko san (se?or, en japon¨¦s), el mecenas fundador del museo, naci¨® en 1899 en esta misma localidad de Yasugi. Era hijo de unos humildes granjeros y se ganaba la vida acarreando carb¨®n al puerto, distante 15 kil¨®metros de su aldea natal. Pero ten¨ªa un olfato especial para los negocios. Empez¨® vendiendo parte del carb¨®n que transportaba a los vecinos de la ruta y termin¨® dirigiendo el mayor imperio textil de la regi¨®n de Kansai tras la Segunda Guerra Mundial. Ten¨ªa dos pasiones: la pintura y el dise?o de jardines. La primera le llev¨® a convertirse en uno de los mayores coleccionistas privados del pa¨ªs, pagando cantidades astron¨®micas por la codiciada obra de Yokoyama Taikan. La segunda ¡ªdise?ar jardines¡ª la cultiv¨® hasta su muerte, a los 91 a?os.
Uni¨® ambas en 1980, creando el Adachi Museum of Art en su localidad natal como forma de agradecimiento a sus vecinos y para la promoci¨®n cultural y tur¨ªstica de una regi¨®n de Jap¨®n muy alejada de los circuitos tradicionales, que no salen del eje Tokio-Kioto-Osaka. Seg¨²n la propia informaci¨®n del museo, el se?or Adachi construy¨® su jard¨ªn japon¨¦s con la esperanza de que a trav¨¦s de su expresi¨®n estacional de belleza natural los visitantes se inspiraran para ver las pinturas de Taikan con un renovado sentido de apreciaci¨®n, cumpliendo con su esperanza de que los visitantes se sintieran "conmovidos por la belleza".
Y puedo afirmar, despu¨¦s de haberlo visitado en varias ocasiones, que Adachi san ten¨ªa raz¨®n: es dif¨ªcil no sentirse conmovido por tanta armon¨ªa y por tanta belleza. Jap¨®n es un pa¨ªs sublime, diferente de todo... y este museo no hace m¨¢s que ratificarlo.
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