La Tierra puede volver a tener el clima de hace 50 millones de a?os dentro de un siglo
Un equipo de investigadores utiliza registros del pasado para elaborar modelos del clima futuro del planeta seg¨²n se tomen o no medidas para frenar el calentamiento
La Tierra ha vivido ¨¦pocas mucho m¨¢s c¨¢lidas. Hace 50 millones de a?os, durante el Eoceno, la temperatura media del planeta era 13 grados mayor, no hab¨ªa hielo en los polos y las selvas cubr¨ªan un mundo tropical en el que los ancestros de los mam¨ªferos modernos ocupaban el hueco dejado por los ¡°reci¨¦n¡± extintos dinosaurios. Si se mantuviesen las emisiones de gases con efecto invernadero en los niveles actuales, en poco m¨¢s de un siglo se llegar¨ªa a una situaci¨®n clim¨¢tica parecida a la del Eoceno. Como suelen argumentar quienes niegan la influencia humana en el cambio clim¨¢tico, no ser¨ªa la primera vez en la historia del planeta en la que se ha alcanzado ese punto. Lo que convierte el actual proceso en excepcional es la velocidad del cambio. En menos de dos siglos se habr¨ªa revertido un proceso paulatino de 50 millones de a?os de enfriamiento.
El c¨¢lculo lo acaba de publicar en la revista PNAS un equipo liderado por Kevin Burke, de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU), que quiere utilizar el pasado como referencia para tratar de prever c¨®mo ser¨¢ el mundo hacia el que nos dirigimos. Para hacer sus predicciones los investigadores tomaron las distintas proyecciones planteadas por el quinto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico de la ONU y las compararon con datos recogidos sobre la historia geol¨®gica terrestre.
En este viaje al pasado, en 2030, la Tierra ya habr¨ªa retrocedido clim¨¢ticamente hasta hace tres millones de a?os, en el Plioceno medio. Aquel mundo, en el que nuestros antepasados comenzaron a caminar erguidos, ten¨ªa una temperatura entre dos y tres grados mayor que la actual y los mismos niveles de di¨®xido de carbono. Sin embargo, debido a la mayor temperatura de los milenios anteriores, las capas de hielo en los polos eran m¨¢s finas y el nivel del mar estaba 25 metros por encima del actual. En aquel tiempo se produjeron algunos de los cambios que hicieron el mundo como lo conocemos. Norteam¨¦rica y Sudam¨¦rica se unieron, la fusi¨®n del subcontinente indio con Asia provoc¨® la ascensi¨®n de la cordillera del Himalaya y comenz¨® un periodo ¨¢rido que cambi¨® las selvas por sabanas que hicieron posible la aparici¨®n de la humanidad.
Los modelos empleados por los autores del art¨ªculo sugieren que, en el escenario m¨¢s extremo, hay un 9% de regiones del planeta, concentradas en el sudeste asi¨¢tico y el norte de Australia, en las que el nuevo clima no podr¨ªa compararse con registros del pasado de la Tierra. En su estudio, se refieren a las llamadas para mantener las condiciones clim¨¢ticas dentro de las que vieron aparecer la agricultura y con ella la civilizaci¨®n, algo que se define como un ¡°espacio operativo seguro¡±. Comparando las proyecciones con el pasado geol¨®gico, los autores quieren comprender mejor d¨®nde se encuentran los umbrales que nos pueden sacar de ese espacio seguro y qu¨¦ significa cruzar cada uno de ellos.
En una nota de su instituci¨®n, el paleoec¨®logo de la Universidad de Wisconsin-Madison y coautor del estudio John Williams se?ala que ¡°cuanto m¨¢s nos alejemos del Holoceno [el periodo que comenz¨® tras la ¨²ltima glaciaci¨®n y contin¨²a ahora] m¨¢s probable es que nos salgamos del espacio operativo seguro¡±. Y apunta a la r¨¢pida evoluci¨®n del conocimiento sobre el cambio clim¨¢tico y sus efectos. ¡°En los veintitantos a?os que llevo trabajando en este campo, hemos pasado de esperar que el cambio clim¨¢tico sucediese a detectar sus efectos, y ahora estamos viendo que est¨¢ provocando da?os. La gente muere, se producen da?os materiales y vemos incendios y tormentas m¨¢s intensos que se pueden atribuir al cambio clim¨¢tico¡±, ha aseverado.
Asumiendo una visi¨®n optimista, las predicciones muestran que la vida es resistente y puede adaptarse a grandes cambios. Sin embargo, la velocidad de la transformaci¨®n es in¨¦dita y, aunque la vida est¨¦ a salvo, eso no significa que las especies individuales vayan a superar esta revoluci¨®n clim¨¢tica intactas.
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