Ni?os hiperregalados: ¡°Se regala mucho m¨¢s de lo necesario y m¨¢s de lo que un ni?o puede soportar¡±
Francesc N¨²?ez, de la Universidad Oberta de Catalu?a, explica la importancia de poner orden en el n¨²mero de regalos a los peque?os esta Navidad
Ni?os que reciben demasiados regalos por Navidad. Padres que hacen demasiados regalos a sus hijos. Un bucle sin salida que se acent¨²a en estas festivas fechas. ¡°Ahora es mucho m¨¢s f¨¢cil regalar, estamos como obligados y motivados para hacerlo, no solo moralmente, sino que parece una responsabilidad social, debido a la propia econom¨ªa, la publicidad o el marketing que nos rodea¡±, explica por tel¨¦fono, Francesc N¨²?ez, profesor agregado y director del M¨¢ster de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalu?a (UOC).
La idea de que regalar implica recibir y dar favorece que los regalos y presentes sean lo importante en estas fechas. ¡°Es muy dif¨ªcil resolver este problema de regalar en exceso de una forma personal, porque, repito, es un problema social", incide N¨²?ez. "Es cierto que una soluci¨®n podr¨ªa ser la educaci¨®n, promover un cambio de comportamiento que conlleva un aprendizaje, pero nuestro sistema socioecon¨®mico nos deja y nos rodea de celebraciones, de comidas de empresa y familiares, de obsequios¡ y nos deja inmersos en un todo del que es muy raro conseguir salir. La Navidad nos inunda¡±, a?ade el experto.
¡°Es complicado salirse de la tradici¨®n, de lo correcto, de lo impuesto, de separar la cantidad de la calidad para que nuestros peque?os sepan la diferencia. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que somos los padres los que convertimos a nuestros hijos en ni?os sobreexcitados e hiperregalados¡±. Esto, sin duda, tiene un efecto en el menor con dos vertientes claras: una, porque no valora lo material y, la otra, es el componente emocional de hiperregalar y que est¨¢ relacionado con la frustraci¨®n, el aburrimiento o la decepci¨®n. ¡°Si tengo dos regalos debajo del ¨¢rbol, seguramente, no pierdo la ilusi¨®n, pero tras abrir 50 seguramente est¨¦ cansado, aburrido y saturado. Los peque?os van perdiendo la ilusi¨®n, que se explica por la ley del rendimiento decreciente, por la que el sexto regalo no hace la misma ilusi¨®n que el primero y as¨ª sucesivamente". Se regala mucho m¨¢s de lo necesario y m¨¢s de lo que la emotividad de un ni?o puede aceptar y soportar, ¡°obedeciendo a unas din¨¢micas consumistas que tanto los adultos como la sociedad trasladamos a los m¨¢s peque?os", persiste el experto.
?Qu¨¦ ocurre, por ejemplo, si un a?o, por lo que sea, ese peque?o acostumbrado a recibir mil regalos, de repente, se encuentra con solo uno? ¡°Puede ser la hecatombe, que no entienda lo que ha pasado, que se frustre y crea que ha hecho algo mal. Se sentir¨¢ decepcionado. Tiene poca soluci¨®n. Yo creo que lo mejor es no ser tan radical en nuestras decisiones y que el ni?o aprenda poco a poco a no valorar solo la cantidad sino la calidad de uso, de tener lo que desea¡±, explica N¨²?ez.
?Qu¨¦ hacer entonces? Cualquier pasito, por peque?o que sea, de querer controlar o poner orden ayuda. ¡°Por ejemplo, si el ni?o normalmente recibe 80 regalos y lo que hacemos es reducir un 20% el n¨²mero al a?o siguiente ya son 16 menos presentes que va a recibir¡±, argumenta el experto. O, por ejemplo, en las familias muy extensas ¡° se puede intentar acotar el n¨²mero de regalos por familiar, aunque hay que tener cuidado en c¨®mo se organiza, es complicado porque todo el mundo quiere regalar y a lo mejor perjudicamos m¨¢s que hacer el bien¡±.
El experto nos da un ejemplo de c¨®mo podemos funcionar para controlar la cantidad de regalos que reciba nuestro hijo esta Navidad: el experto limita el n¨²mero de objetos que los ni?os reciban a cuatro: algo para leer, algo que les eduque (pinturas, plastilina), algo que realmente necesiten (un cuaderno, un abrigo), y finalmente algo que deseen y que sea el juguete que han pedido en todas las cartas a los Reyes o Pap¨¢ Noel.
Resumiendo, ¡°esta Navidad, seguramente, nuestros hijos van a recibir muchos regalos, no tenemos escapatoria, pero s¨ª podemos poner orden. Un cambio peque?o este a?o puede ayudar a nuestro hijo a que poco a poco cambie su escala de valores y pase de la importancia de la cantidad por la calidad, por valorar de verdad la ilusi¨®n¡±, concluye N¨²?ez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.