La planta amaz¨®nica con m¨¢s antioxidantes que el t¨¦
La infusi¨®n de guayusa es consumida desde hace m¨¢s de 1.000 a?os por los ind¨ªgenas de Ecuador como bebida energizante y antioxidante. La ciencia estudia si las propiedades que se le atribuyen son ciertas
Sus hojas son de un verde intenso y tienen el filo dentado. Brotan de las ramas del ¨¢rbol como el agua de una cascada. Felicia Calapucha, ind¨ªgena kichwa de la comunidad ecuatoriana de Sapo Rumi, sale a recogerlas con su cesta al hombro. Cada ma?ana, ella y su familia beben la infusi¨®n de guayusa, rica en cafe¨ªna, siguiendo la tradici¨®n de sus ancestros. Esta misteriosa y sagrada planta, que solo crece en la regi¨®n amaz¨®nica m¨¢s cercana a los Andes, ha despertado el inter¨¦s de cient¨ªficos y empresarios debido a su potencial medicinal y comercial.
En los ¨²ltimos a?os, universidades de Ecuador y Colombia han comenzado a realizar estudios cient¨ªficos sobre la guayusa. Aunque las pruebas de laboratorio todav¨ªa se encuentran en una fase temprana, varias investigaciones apuntan a que algunas de las propiedades curativas que postula el saber ind¨ªgena podr¨ªan ser ciertas.
En este sentido, un equipo de investigadores de Ecuador y Espa?a hall¨® 14 tipos de polifenoles y siete carotenoides presentes en la hoja de guayusa, lo que explica su gran capacidad antioxidante y, por tanto, su potencial para ralentizar el envejecimiento de las c¨¦lulas. ¡°Es la planta con m¨¢s antioxidantes que existe en el mundo. Dicen que el t¨¦ verde tiene muchos y que es una maravilla, pero la guayusa tiene muchos m¨¢s¡±, asevera Jenny Ruales, profesora del Departamento de Ciencia de Alimentos y Biotecnolog¨ªa de la Escuela Polit¨¦cnica Nacional.
¡°En nuestro cuerpo, por varias causas como la contaminaci¨®n o el estr¨¦s, se generan unos compuestos llamados radicales libres que pueden producir un deterioro de los tejidos u ¨®rganos como el coraz¨®n o el cerebro e incluso provocar c¨¢ncer. Los antioxidantes detienen esa reacci¨®n, la neutralizan y evitan el da?o en el organismo, previniendo tambi¨¦n el envejecimiento¡±, afirma Ruales, que lleva siete a?os investigando sobre la guayusa.
Las pruebas est¨¢n en una fase muy temprana, pero apuntan a que el uso ancenstral de la planta puede tener fundamento cient¨ªfico
El estudio tambi¨¦n comprob¨® las propiedades antiinflamatorias de la planta, lo que podr¨ªa validar el uso popular que se le daba a la guayasa para combatir el reumatismo, a falta de estudios cl¨ªnicos que respalden definitivamente esta teor¨ªa. Lo que no hallaron los investigadores son indicios que otorguen a la hoja la capacidad para neutralizar las bacterias causantes de la diarrea, a pesar de que los ind¨ªgenas tambi¨¦n la utilizan con ese fin. Sin embargo, en uno de sus viajes de campo a la Amazon¨ªa, Ruales presenci¨® un hecho que contradijo sus hallazgos.
¡°Uno de mis estudiantes se enferm¨® y tuvo una diarrea terrible. ?bamos a tomar la guayusa y yo avis¨¦ al cham¨¢n para que no le diera. Pero ¨¦l dijo que le iba a sentar bien. Al final el estudiante tom¨®, vomit¨® y despu¨¦s le par¨® la diarrea¡±, narra la profesora. ¡°No s¨¦ si fue efecto placebo o una coincidencia, porque los estudios antimicrobianos que hicimos con E. coli y Staphylococcus aureus dieron resultado negativo¡±, expone contrariada.
En otro trabajo llevado a cabo por Luis Sequeda, investigador de las universidades Javeriana y Nacional de Colombia, se constataron los beneficios que la guayusa tiene para la salud dental. Tras realizar estudios in vitro con bacterias cariog¨¦nicas se evidenci¨® su potencial para combatir la caries en los dientes. Asimismo, Sequeda comprob¨® c¨®mo las sustancias de la guayasa son eficaces contra los microorganismos que causan la periodontitis, una enfermedad que provoca infecci¨®n o inflamaci¨®n en las enc¨ªas.
Todo ello hace pensar que los principios activos existentes en la hoja podr¨ªan utilizarse para crear nuevos medicamentos en un futuro. No obstante, los cient¨ªficos consultados para este reportaje coinciden en se?alar que todav¨ªa estamos muy lejos de encontrar guayusa en las farmacias.
¡°La f¨®rmula farmac¨¦utica consiste en llevar el extracto de la planta a una pastilla que sea estable, donde se pueda mostrar una fecha de caducidad. Ese es el reto, pero todav¨ªa falta mucha tela por cortar¡±, manifiesta Sequeda. ¡°Sin embargo, desde la ¨®ptica de la medicina tradicional s¨ª la podemos emplear bajo los criterios de los pueblos ind¨ªgenas, porque ellos han mantenido una tradici¨®n. Ah¨ª s¨ª le veo una aplicaci¨®n m¨¢s r¨¢pida y m¨¢s inmediata¡±, agrega el cient¨ªfico colombiano. Precisamente, el equipo de Ruales est¨¢ trabajando en patentar un extracto de guayusa que sea certificado como alimento funcional, es decir, un suplemento dietario cuyos beneficios para la salud est¨¦n comprobados cient¨ªficamente.
Una planta sagrada para los ind¨ªgenas amaz¨®nicos
Desde hace m¨¢s de 1.000 a?os, pueblos ind¨ªgenas amaz¨®nicos han utilizado la guayusa como una planta medicinal. ¡°Nuestros mayores la tomaban para despertar, les daba energ¨ªa y adem¨¢s les ayudaba a tener los huesos fuertes y una buena dentadura¡±, explica Felicia Calapucha, de 49 a?os. ¡°La guayusa es medicinal porque ayuda a rejuvenecer y por eso la tomaban cada d¨ªa¡±, agrega con gesto de convencimiento.
Hoy en d¨ªa, los kichwas amaz¨®nicos y los shuar de Ecuador son los pueblos originarios que mayor uso contin¨²an dando a la planta. De todas formas, el ritual de ingesta se ha adaptado a los nuevos tiempos. Antiguamente, los ind¨ªgenas se levantaban durante la madrugada para preparar la bebida al calor de la lumbre, bajo el cielo estrellado. Introduc¨ªan una buena cantidad de hojas en el agua hirviente para obtener una infusi¨®n muy cargada que les diera fuerza para afrontar el largo d¨ªa de cacer¨ªa. Toda la familia se reun¨ªa alrededor del fuego para que cada miembro narrara lo que hab¨ªa so?ado durante la noche y despu¨¦s interpretarlo juntos. Adem¨¢s, los abuelos aprovechaban el espacio para contar historias, transmitiendo su cosmovisi¨®n a los m¨¢s j¨®venes y aconsej¨¢ndoles sobre sus problemas cotidianos. Se trataba de una planta sagrada cuya ingesta supon¨ªa una purificaci¨®n y un aumento del poder de aquel que la consum¨ªa.
En la actualidad, la toma de guayusa ha perdido gran parte de ese misticismo para muchos ind¨ªgenas. Solo en las comunidades m¨¢s aisladas en la selva contin¨²an realizando este ritual del mismo modo que lo hac¨ªan las viejas generaciones. En Sapo Rumi, situada a apenas 15 minutos en coche de Tena, la capital provincial, esa ceremonia ya solo la realizan en ocasiones muy puntuales o cuando reciben a visitantes. De todas formas, la familia de Felicia contin¨²a tomando guayusa a diario. Ahora la beben fr¨ªa, como un t¨¦ helado que sirve para acompa?ar a las comidas y combatir el intenso calor amaz¨®nico. El consumo de la guayusa fr¨ªa se ha popularizado tambi¨¦n en las ciudades cercanas, donde todo restaurante que se precie ofrece una jarra a sus clientes. E incluso ha traspasado fronteras: hoy en d¨ªa es posible encontrar bebidas energ¨¦ticas de guayusa en tiendas de Estados Unidos o Reino Unido.
El boom de la guayusa
En 2016, el mercado de la guayusa movi¨® 80 toneladas por valor de casi 600.000 d¨®lares, y Estados Unidos fue principal importador con el 97%
La proliferaci¨®n de estudios acad¨¦micos sobre la planta ha ido de la mano de la aparici¨®n de varias empresas dispuestas a exportar guayusa al resto del mundo. La iniciadora de este auge fue la compa?¨ªa Runa, fundada por dos j¨®venes estadounidenses en 2008. En un principio, se trat¨® de un emprendimiento social que compraba hojas de guayusa a agricultores ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa ecuatoriana para vender despu¨¦s sus productos en Quito, Nueva York o San Francisco. A ella le siguieron otras empresas dispuestas a competir en el incipiente mercado internacional de la guayusa. En la actualidad, seg¨²n el organismo gubernamental Pro Ecuador, existen seis firmas que exportan la planta en forma de bebida y una m¨¢s que utiliza la guayusa para fabricar crema solar. En 2016, este mercado movi¨® 80 toneladas por valor de casi 600.000 d¨®lares, siendo Estados Unidos el principal importador con el 97% del total.
Aunque las cifras todav¨ªa est¨¢n lejos de ser espectaculares, se espera que aumenten considerablemente tras la reciente venta de Runa a la matriz de Vita Coco, una empresa norteamericana que aspira a convertirse en l¨ªder mundial en bebidas saludables gracias a la guayusa.
Este boom asociado a una planta desconocida hasta hace poco tiempo podr¨ªa suponer un vaciamiento del sentido sagrado que tiene para los pueblos ind¨ªgenas. Para Michael Uzendoski, antrop¨®logo estadounidense residente en Ecuador desde hace 24 a?os, los beneficios de la guayusa est¨¢n asociados a un estilo de vida propio de los antiguos pobladores de la selva: hacer mucho ejercicio, comer poco y no abusar de sustancias como el az¨²car o el alcohol. ¡°Creo que la guayusa es efectiva cuando mantienes una dieta seleccionada como la que llevaban los ancestros. El contexto social es muy diferente para un gringo que toma un energizante, no tiene el mismo significado porque para ellos es solo un producto m¨¢s¡±, advierte en referencia a las bebidas energ¨¦ticas a base de guayusa que se promocionan en Estados Unidos.
En cualquier caso, el incremento de la demanda de guayusa tambi¨¦n ha supuesto una fuente de ingresos para las comunidades productoras. Seg¨²n Wain Collen, quien a trav¨¦s de su empresa PlanJunto ha realizado consultor¨ªas para Runa durante los ¨²ltimos cinco a?os, ¡°la guayusa definitivamente ha generado beneficios econ¨®micos para esas familias y hay que tener en cuenta que la mayor¨ªa de ellas se clasifican como dentro de extrema pobreza. Entonces, aumentar aunque sea un poquito sus ingresos tiene un impacto¡±, sostiene. Sobre el aspecto cultural, Collen opina que ¡°los kichwas se sienten muy contentos al sembrar y vender su guayusa, se ha generado un sentimiento de orgullo entre ellos. Es una manera de mantener esta tradici¨®n viva¡±.
Los kichwas se sienten muy contentos al sembrar y vender su guayusa, se ha generado un sentimiento de orgullo entre ellos
Sentada en la cocina de su casa en Sapo Rumi, Felicia bebe un sorbo de guayusa, fr¨ªa y sin az¨²car, mientras conversa con su hermano Esteban. Bajo el murmullo de los p¨¢jaros y el olor a pescado reci¨¦n hecho, recuerdan las historias que les contaban sus abuelos mientras tomaban la planta sagrada. A sus 55 a?os, Esteban todav¨ªa es capaz de caminar durante doce horas por la selva virgen, acompa?ando a los turistas que desean conocer los lugares m¨¢s rec¨®nditos de la Amazon¨ªa andina. De madrugada, Esteban se levanta para hacer fuego y cocinar la infusi¨®n de guayusa a orillas del r¨ªo Achiyaku, que en kichwa significa ¡°R¨ªo del Viejo Sabio¡±. Mientras sirve el humeante y oscuro l¨ªquido a los visitantes, esboza una sonrisa y recuerda: ¡°mi abuelo fue un hombre fuerte, cuando tomaba la guayusa nos invitaba a los hijos y a los nietos para aconsejarnos sobre c¨®mo cazar y pescar. Luego tocaba el viol¨ªn mientras mi abuela cantaba. Por eso la guayusa es la bebida natural y de vida para nosotros¡±.
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