?Estamos preparados para el transporte aut¨®nomo?
Los aspectos t¨¦cnicos, ¨¦ticos, legales e incluso la convivencia de los veh¨ªculos sin conductor con otros modos de transporte son los nuevos peajes que ralentizan la movilidad del futuro
2021. Dentro de apenas dos a?os. Esa es la fecha que se han impuesto los principales fabricantes de autom¨®viles para lanzar sus primeros veh¨ªculos 100% aut¨®nomos. Su grado de automatizaci¨®n ser¨¢ del nivel 5, es decir, que supone que el sistema podr¨ªa asumir el control total del veh¨ªculo sin intervenci¨®n alguna por parte del conductor. Los m¨¢s esc¨¦pticos tildan la meta de demasiado optimista, pero es posible: la tecnolog¨ªa de veh¨ªculos aut¨®nomos avanza a pasos agigantados, los fabricantes llevan a?os haciendo pruebas, muchos pa¨ªses est¨¢n desarrollando c¨®digos de pr¨¢ctica y numerosos especialistas trabajan sin descanso en la b¨²squeda de soluciones efectivas y reales, para superar los problemas que se puedan plantear.
La principal promesa de los veh¨ªculos aut¨®nomos es disminuir el n¨²mero de muertos causados por los conductores humanos: 1,35 millones al a?o, seg¨²n el ¨²ltimo reporte de la International Road Assessment Program (iRAP). Al no tener un humano al volante se evitar¨ªa manejar bajo los efectos de las drogas o el alcohol, mientras se env¨ªan mensajes de texto desde el celular, cuando se est¨¢ cansado o distra¨ªdo, e incumplir las normas de tr¨¢nsito. Adicionalmente, los veh¨ªculos aut¨®nomos podr¨ªan contribuir a mejorar el tr¨¢fico en las ciudades, pues se requerir¨ªa una menor distancia entre coches y hasta se podr¨ªan eliminar sem¨¢foros en diversas intersecciones. Tambi¨¦n podr¨ªan aumentar la movilidad de poblaci¨®n vulnerable como ancianos o discapacitados: y disminuir el uso del auto particular mediante la masificaci¨®n de los servicios movilidad por demanda.
Sin embargo, su llegada tambi¨¦n implica riesgos, como la eventual eliminaci¨®n de empleos en el sector de transporte, la soluci¨®n del dilema ¨¦tico ¡ªc¨®mo estar¨¢ programado el veh¨ªculo aut¨®nomo en caso de un accidente inevitable¡ª, la posibilidad de intrusi¨®n por parte de delincuentes cibern¨¦ticos, y si no se logra promover su uso compartido, el aumento en el uso del auto particular.
Antes que llegue el momento de ver veh¨ªculos sin conductor circulando por nuestras calles, existen, sin embargo, una serie de importantes desaf¨ªos que hay que solventar. La primera, es que para que los veh¨ªculos aut¨®nomos aprendan a conducir es necesario que se entrenen en condiciones no controladas y en cada una de las ciudades donde posteriormente estar¨ªan disponibles ¡ªun veh¨ªculo entrenado en Pittsburg, Arizona, no va a funcionar autom¨¢ticamente en Santiago de Chile, por ejemplo¡ª. Los algoritmos de aprendizaje de m¨¢quina (o machine learning) que gobiernan los veh¨ªculos aut¨®nomos solo mejoran en la medida en que se enfrentan a situaciones particulares, y los mapas digitales de alta definici¨®n se est¨¢n construyendo en las ciudades donde se est¨¢n probando actualmente. Segundo, el precio del LiDAR, el sensor l¨¢ser que pr¨¢cticamente todas las empresas que prueban veh¨ªculos aut¨®nomos est¨¢n usando (excepto TESLA) sigue siendo costoso. Tercero, la aceptaci¨®n del p¨²blico ser¨¢ fundamental para la tasa de adopci¨®n de esta nueva tecnolog¨ªa.
La principal promesa de los veh¨ªculos aut¨®nomos es disminuir el n¨²mero de muertos causados por los conductores humanos: 1,35 millones al a?o
Por otra parte, existen una serie de retos que van all¨¢ de las cuestiones t¨¦cnicas. Seg¨²n Iyad Rahwan, profesor asociado del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y desde 2019 director del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, no se trata solo de perfeccionar un sistema de inteligencia artificial que sea capaz de conducir un autom¨®vil, sino tambi¨¦n de dar respuesta a conflictos legales, psicol¨®gicos e, incluso, morales. ?Qui¨¦n es responsable de las fallas de estos veh¨ªculos? ?Est¨¢n los seres humanos preparados para poner sus vidas en manos de la inteligencia artificial?
Los aspectos t¨¦cnicos parecen, a priori y dada la tremenda fuerza disruptiva de las nuevas tecnolog¨ªas, los m¨¢s f¨¢ciles de solventar, pero los otros puntos las cosas no est¨¢n tan claras. Todos ellos, junto a la necesidad de crear un entorno f¨ªsico y digital adecuado para que los veh¨ªculos aut¨®nomos puedan circular de manera segura y eficiente, preocupan no solo a los expertos , sino a la sociedad en general.
Singapur modific¨® en 2017 sus normas de tr¨¢nsito para permitir las pruebas de veh¨ªculos aut¨®nomos en las calles p¨²blicas, y cre¨® un comit¨¦ espec¨ªfico para el desarrollo de veh¨ªculos aut¨®nomos. El gobierno de Alemania aprob¨® ese mismo a?o una ley que establec¨ªa 20 lineamientos que deben ser considerados por la industria automotriz para desarrollar sistemas de conducci¨®n aut¨®noma. El comit¨¦ de ¨¦tica encargado de desarrollar la normativa, conformado por expertos cient¨ªficos y legales, dictamin¨® que, en las condiciones tecnol¨®gicas actuales, es imposible prevenir el 100% de los siniestros viales, por lo que considera crucial asegurar que se tomen las decisiones correctas al programar los softwares de estos veh¨ªculos. El Departamento de Transporte de Estados Unidos, por su parte, public¨® una normativa de 15 puntos que requiere que los fabricantes de veh¨ªculos aut¨®nomos expliquen c¨®mo sus autom¨®viles manejaran las consideraciones ¨¦ticas, y emiti¨® una pol¨ªtica p¨²blica donde especifica que el t¨¦rmino conductor no se refiere exclusivamente a un humano.
Si bien el ritmo de adopci¨®n de veh¨ªculos aut¨®nomos no es f¨¢cilmente predecible, en los pr¨®ximos a?os habr¨¢ que dar respuesta a muchos interrogantes. Uno de los m¨¢s importantes est¨¢ relacionado con la infraestructura, ya que los cambios en la movilidad terminar¨¢n afectando a los planes maestros de inversi¨®n, que barajan horizontes a 15 o 30 a?os. Es necesario que los gobiernos comiencen a modificar sus infraestructuras para incrementar la seguridad de los usuarios y reducir al m¨ªnimo los siniestros. Asimismo, desde el punto de vista social, los responsables de pol¨ªtica p¨²blica deben trabajar con los l¨ªderes empresariales para promover la generaci¨®n de habilidades nuevas en la poblaci¨®n laborar susceptible de perder su trabajo por la conducci¨®n aut¨®noma.
Para que los conches sin conductor aprendan a conducir es necesario que se entrenen en condiciones no controladas
A medida que los autom¨®viles utilizan m¨¢s tecnolog¨ªa, los seguros contra el robo cibern¨¦tico, el software malicioso, la pirater¨ªa y el uso indebido de la informaci¨®n relacionada con los autom¨®viles tienen un papel m¨¢s predominante. Aunque en la actualidad, los autom¨®viles nuevos ya utilizan servicios conectados y sistemas controlados electr¨®nicamente, que administran varias funciones de asistencia al conductor, la seguridad cibern¨¦tica es uno de los puntos m¨¢s cr¨ªticos para los veh¨ªculos aut¨®nomos, ya que estos sistemas inform¨¢ticos requieren una protecci¨®n s¨®lida.
Todos los actores sociales, pero muy especialmente los poderes p¨²blicos, han de plantearse c¨®mo dar respuesta a los nuevos escenarios planteados por los veh¨ªculos aut¨®nomos. La clave no est¨¢ solo en perseguir un mayor desarrollo tecnol¨®gico, sino en integrar consideraciones ¨¦ticas, legales, regulatorias, conductuales e, incluso, culturales; para al final lograr una mejora en el transporte y por ende en la calidad de vida de los ciudadanos
En 1886, el primer auto con motor a gasolina fue considerado por muchos una m¨¢quina terror¨ªfica que atropellaba ni?os y desbocaba a los caballos. Su disruptiva aparici¨®n fue un acontecimiento que transform¨® radicalmente los sistemas de movilidad. 20 a?os despu¨¦s, la producci¨®n en serie del modelo Ford T hizo anacr¨®nico el transporte con tiro animal. Hoy, las nuevas tecnolog¨ªas del siglo XXI tienen un potencial arrollador, tanto la sociedad como la industria automovil¨ªstica, que vuelven a enfrentarse a cambios dr¨¢sticos. Solo que, ahora, podr¨ªamos experimentarlo en tan solo un par de a?os.
Nestor Roa es jefe de la divisi¨®n de transporte del Banco Interamericano de Desarrollo.
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