Cosas que los Gates no vieron venir
En su carta anual, Bill y Melinda Gates desgranan los retos del planeta: la educaci¨®n de las ni?as, el estudio de partos prematuros, la recopilaci¨®n de datos no sexistas, la innovaci¨®n en el cambio clim¨¢tico o el an¨¢lisis de los j¨®venes violentos
Bill y Melinda Gates escriben anualmente una extensa carta en la que hacen un balance de los retos del mundo durante el a?o que acaba de terminar y el que ya ha comenzado. Los mayores fil¨¢ntropos del mundo, a trav¨¦s de su fundaci¨®n, repasan 11 asuntos que consideran cruciales.
?C¨®mo describir¨ªan el a?o 2018??Fue como lo esperaban?
Probablemente dir¨ªamos que no. Desde las cat¨¢strofes naturales particularmente devastadoras, por un lado, hasta los n¨²meros r¨¦cord de mujeres que presentaron su candidatura para altos cargos pol¨ªticos, por el otro, 2018 ha sido para nosotros una sucesi¨®n de sorpresas. Echando la vista atr¨¢s, vemos que el mundo de hoy es muy diferente del que nos imagin¨¢bamos hace un par de a?os.
Algo bueno que tienen las sorpresas es que, a menudo, nos dan el impulso para actuar. Las personas pueden sentirse frustradas cuando se dan cuenta de que las realidades del mundo no se ajustan a sus expectativas. Algunas sorpresas ayudan a las personas a ver que el orden establecido tiene que cambiar. Otras sorpresas nos permiten ver que las transformaciones ya se est¨¢n realizando.
Hace 25 a?os, le¨ªmos un art¨ªculo en el que se dec¨ªa que cientos de miles de ni?os de pa¨ªses pobres mor¨ªan de diarrea. Esta informaci¨®n sorprendente nos ayud¨® a materializar los valores que tenemos. Creemos en un mundo en el que la innovaci¨®n es para todos, en el que ning¨²n ni?o muere de una enfermedad que es posible evitar. Sin embargo nos dimos cuenta de que el mundo estaba a¨²n marcado por las desigualdades.
Este descubrimiento fue una de las etapas m¨¢s transcendentales del viaje que nos llev¨® a la filantrop¨ªa. Primero sentimos sorpresa, luego indignaci¨®n y despu¨¦s nos pusimos manos a la obra.
Desde las cat¨¢strofes naturales particularmente devastadoras, por un lado, hasta los n¨²meros record de mujeres que presentaron su candidatura para altos cargos pol¨ªticos, por el otro, el a?o 2018 ha sido para nosotros una sucesi¨®n de sorpresas.
Ha habido buenas sorpresas, tambi¨¦n. Cuando empezamos a estudiar sobre la malaria, pensamos que el mundo nunca podr¨ªa avanzar verdaderamente en la lucha contra esta enfermedad hasta que alguien inventase una vacuna de acci¨®n prolongada. Sin embargo gracias a los mosquiteros y a otras medidas, los decesos por esta dolencia se han reducido un 42% desde el a?o 2000.
En esta carta anual, hacemos hincapi¨¦ en otros nueve temas que nos han sorprendido a lo largo de este viaje. Algunos nos preocupan. Otros nos inspiran. Todos ellos nos impulsan a actuar. Esperamos que tengan el mismo impacto en ustedes, porque as¨ª es c¨®mo el mundo se va volviendo un mundo mejor.
?frica es el continente m¨¢s joven
BILL: El mundo sigue envejeciendo, pero ?frica se mantiene (pr¨¢cticamente) en la misma edad. Suena desconcertante, pero tiene sentido cuando se pormenoriza esta informaci¨®n.
La edad media en el mundo est¨¢ increment¨¢ndose. En todo el planeta, la poblaci¨®n vive m¨¢s tiempo. A medida que un mayor n¨²mero de ni?os sobreviven y llegan a la edad adulta, las mujeres tienen menos hijos que antes. El resultado es que la poblaci¨®n mundial alcanza poco a poco la edad mediana.
Salvo en ?frica, donde el promedio de edad es de tan solo 18 a?os. En Norteam¨¦rica es de 35. Y se calcula que el n¨²mero de j¨®venes africanos aumentar¨¢ en las d¨¦cadas venideras.
Hay muchas razones que explican este fen¨®meno. Una de ellas es que el n¨²mero de nacimientos por a?o est¨¢ aumentando en los lugares m¨¢s pobres del ?frica subsahariana, aunque se reduzca en otras partes del continente. Esto puede ser una baza o una fuente de inestabilidad. Melinda y yo pensamos que las inversiones adecuadas liberar¨¢n el inmenso potencial de este continente. Los j¨®venes conformar¨¢n no solo el futuro de sus propias comunidades, sino tambi¨¦n del mundo entero.
MELINDA: Cuando los economistas describen las condiciones en las que los pa¨ªses prosperan, uno de los que recalcan es el capital humano, que es otra forma de decir que el futuro depende del acceso que tienen los j¨®venes a servicios de salud y educaci¨®n de ¨®ptima calidad. La salud y la educaci¨®n son el doble motor del crecimiento econ¨®mico.
Si ?frica subsahariana se compromete en invertir en los j¨®venes, la regi¨®n podr¨ªa duplicar su participaci¨®n en la mano de obra mundial de aqu¨ª a 2050, posibilitando as¨ª el acceso a una vida mejor para cientos de millones de personas.
Los j¨®venes africanos conformar¨¢n no solo el futuro de sus propias comunidades, sino tambi¨¦n del mundo entero
La educaci¨®n de las ni?as, en particular, representa una de las mayores fuerzas del planeta. Las ni?as que han sido instruidas son m¨¢s sanas y gozan de una mayor riqueza. Si todas recibiesen una instrucci¨®n de alta calidad durante 12 a?os, los ingresos de las mujeres durante sus vidas aumentar¨ªan 30 billones de d¨®lares, superando as¨ª lo que representa toda la econom¨ªa estadounidense. Sus familias se ver¨ªan tambi¨¦n beneficiadas. Cuanto m¨¢s alto es el nivel de instrucci¨®n de una mujer, mejor preparada est¨¢ para criar a sus hijos de forma saludable. De hecho, la Unesco calcula que si todas las mujeres de los pa¨ªses de bajos o medianos recursos terminasen la escolaridad secundaria, la mortalidad infantil en dichos pa¨ªses se reducir¨ªa casi a la mitad.
El auge de una juventud africana sana, educada y empoderada que potencie a las mujeres en lugar de dejarlas de lado ser¨ªa el mejor indicador de progreso que puedo imaginar.
Las pruebas de ADN a domicilio
BILL: Cuando la polic¨ªa utiliz¨® los resultados de pruebas gen¨¦ticas para capturar el a?o pasado al Golden State Killer (el asesino del Golden State), la historia acapar¨® los titulares en el mundo entero. Sin embargo, no es el ¨²nico caso que haya sido resuelto gracias a las pruebas de ADN a domicilio. Estudiando m¨¢s de 40.000 muestras enviadas voluntariamente por usuarios que participaron en el estudio 23andMe, los cient¨ªficos descubrieron un potencial v¨ªnculo entre el parto prematuro y seis genes, uno de los cuales regula el uso por el organismo de un elemento llamado selenio.
Algunas personas tienen un gen que les impide procesar correctamente el selenio. El estudio 23andMe (que nuestra fundaci¨®n ayud¨® a financiar) revel¨® que las mujeres embarazadas que tienen este gen activado son m¨¢s susceptibles de dar a luz a un hijo prematuro. Esto induce a pensar que este mineral desempe?a un papel en la activaci¨®n del parto.
Comprender cu¨¢les son las causas de los nacimientos prematuros es trascendental. 15 millones de beb¨¦s tienen esta condici¨®n cada a?o, y es la principal causa de mortalidad de los menores de cinco a?os. Los nacimientos prematuros afectan a las madres en todos los pa¨ªses del mundo, aunque algunos grupos los experimentan en mayor medida (esto lo comentar¨¢ Melinda) y los ni?os prematuros en los pa¨ªses de bajos recursos corren m¨¢s riesgo de morir que los de los pa¨ªses m¨¢s acomodados.
Los investigadores no sabr¨¢n hasta bien entrado el a?o c¨®mo este elemento influye exactamente. Sin embargo, de confirmarse este v¨ªnculo, el selenio podr¨ªa llegar a ser un d¨ªa una soluci¨®n barata y f¨¢cil de aplicar que ayudar¨ªa a las mujeres a llevar su embarazo a t¨¦rmino. Este es uno de los principales hallazgos realizados estos ¨²ltimos a?os. Con mejores herramientas y un mayor n¨²mero de datos compartidos podremos por fin empezar a comprender lo que causa el nacimiento prematuro de beb¨¦s y qu¨¦ se puede hacer para mantenerlos m¨¢s tiempo en el ¨²tero. Me entusiasma en particular la simple prueba de sangre que est¨¢ desarrollando un equipo de cient¨ªficos en Stanford para identificar la prematuridad. Gracias a esta prueba una mujer puede saber dentro de cu¨¢nto tiempo dar¨¢ a luz, de tal forma que pueda ver con su m¨¦dico c¨®mo minimizar los riesgos.
MELINDA: A pesar de todos los descubrimientos prometedores que acaba de describir Bill, lo que para m¨ª es sencillamente igual de sorprendente es lo poco que sabemos sobre la prematuridad. No se me ocurre ning¨²n problema que afecte al 10% de la poblaci¨®n de todo el planeta al que se le dedique tan poca atenci¨®n.
Los cient¨ªficos descubrieron un potencial v¨ªnculo entre el parto prematuro y seis genes
En la mayor¨ªa de nacimientos antes de t¨¦rmino, somos incapaces de identificar la causa y tampoco conocemos el motivo por el que algunos grupos de mujeres son m¨¢s propensos que otros a dar a luz antes de las 40 semanas. Por ejemplo, es un misterio por qu¨¦ las mujeres m¨¢s altas tienen embarazos m¨¢s largos. Y en Estados Unidos, no se sabe por qu¨¦ las mujeres afroamericanas tienen partos prematuros con mayor frecuencia que las mujeres que emigran desde pa¨ªses africanos. Una de las teor¨ªas es sociocultural: el racismo y la discriminaci¨®n que han sufrido las mujeres afroamericanas durante toda su vida les provocan estr¨¦s, lo que perjudica su salud. Otra hip¨®tesis es que las mujeres que han sido criadas aqu¨ª tienen una microbiota diferente de las que vienen de ?frica. Sencillamente, no lo sabemos.
Sin embargo, lo que s¨ª sabemos es que la prematuridad no es binaria. Es muy importante saber con qu¨¦ antelaci¨®n ha nacido un beb¨¦; es mejor nacer a las 36 semanas que a las 34. Nuestro objetivo no tendr¨ªa que consistir en evitar sistem¨¢ticamente los partos antes de las 40 semanas, algo que, de todas formas, es imposible. Sin embargo s¨ª que deber¨ªamos prolongar los embarazos para acercarlos al m¨¢ximo al t¨¦rmino para todas las mujeres. Y por fin estamos logrando entender c¨®mo hacerlo.
El mundo construir¨¢ una Nueva York cada mes durante 40 a?os
BILL: Me gustar¨ªa que un mayor n¨²mero de personas entendiesen lo que implica poner fin al cambio clim¨¢tico.
Probablemente habr¨¢n le¨ªdo sobre los avances logrados en el consumo de electricidad, gracias al abaratamiento cada vez mayor de los costes de las renovables. Sin embargo la energ¨ªa el¨¦ctrica representa tan solo una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
El sector manufacturero no est¨¢ muy lejos, con un 21%. Cuando la mayor parte de las personas piensa en este sector, se imagina artilugios en las l¨ªneas de montaje, sin embargo hay que incluir tambi¨¦n los materiales que se utilizan para la fabricaci¨®n de las instalaciones. La fabricaci¨®n de cemento y acero requiere una gran cantidad de energ¨ªa procedente de combustibles f¨®siles, y los procesos de fabricaci¨®n involucrados generan emisiones de carbono como subproducto.
Con el continuo crecimiento demogr¨¢fico que seguir¨¢ habiendo en las ciudades en las pr¨®ximas d¨¦cadas, se calcula que el stock de edificios se duplicar¨¢ de aqu¨ª al 2060, lo que equivale a construir, hasta entonces, otra Nueva York cada mes, con la ingente cantidad de acero y cemento que esto representa. Hemos de encontrar la forma de hacer todo esto sin desajustar a¨²n m¨¢s el cambio clim¨¢tico.
El sector manufacturero no es el ¨²nico gran emisor de gases de efecto invernadero. La agricultura representa el 24% de dichas emisiones. Este sector incluye al ganado que emite metano al eructar y evacuar los gases. (Personalmente, me ha sorprendido esta informaci¨®n: nunca pens¨¦ que escribir¨ªa en serio sobre la flatulencia bovina).
Lo m¨¢s importante es que si vamos a resolver el problema, tenemos que llegar a generar unas emisiones pr¨¢cticamente nulas desde todas las fuentes que las generan: la agricultura, la electricidad, el sector manufacturero, el transporte y los edificios. Estos cinco sectores son los que llamo los grandes desaf¨ªos del cambio clim¨¢tico.
No es realista pensar que la gente sencillamente va a dejar de utilizar fertilizantes, dirigir buques de carga, construir oficinas o pilotar aviones. Tampoco es justo pedir a los pa¨ªses en desarrollo que restrinjan su crecimiento por el bien de los dem¨¢s pa¨ªses. Para muchas personas de zonas de bajos y medianos recursos, por ejemplo, el ganado es una fuente esencial de ingresos y nutrientes.
Una parte de la soluci¨®n reside en invertir en innovaciones en esos cinco sectores para que podamos obrar sin perjudicar el clima. Necesitamos invenciones vanguardistas en cada uno de estos ¨¢mbitos de desaf¨ªo.
Puedo comunicarles algunos progresos realizados. La Comisi¨®n Europea se comprometi¨® recientemente a invertir en investigaci¨®n y desarrollo en las cinco ¨¢reas mencionadas. El fondo privado de mil millones de d¨®lares en el que participo, Breakthrough Energy Ventures, se vale de estos cinco grandes desaf¨ªos para orientar todas nuestras inversiones en empresas de energ¨ªa limpia. (El trabajo que desempe?o dentro de BEV no tiene nada que ver con lo que nuestra fundaci¨®n realiza para ayudar a los agricultores a adaptarse a los efectos del cambio clim¨¢tico).
Sin embargo necesitamos informar mejor a la gente sobre estos desaf¨ªos. Ser¨ªa oportuno que la cobertura medi¨¢tica estuviera a la altura de la amplitud del problema. Los paneles fotovoltaicos est¨¢n muy bien, pero se nos tendr¨ªa que hablar de los camiones, del cemento as¨ª como de las flatulencias bovinas.
Los datos pueden ser sexistas
BILL: Dedico gran parte del d¨ªa al estudio de datos sobre la salud y el desarrollo, y me parece incre¨ªble que tengamos tan pocos sobre las mujeres y las ni?as. Creo que el principal motivo de esta carencia se debe a la separaci¨®n artificial que hacemos entre problemas de mujeres y los dem¨¢s problemas, as¨ª como al hecho de que no se estudien esos asuntos de forma tan pormenorizada como los dem¨¢s. Esto bloquea el progreso para todos. No podemos mejorar la situaci¨®n si no sabemos qu¨¦ ocurre con la mitad de la poblaci¨®n. No hay ning¨²n motivo para no hacer esto, ahora que la tecnolog¨ªa facilita tanto el acopio de datos.
MELINDA: ?Cu¨¢ntos ingresos generaron las mujeres el a?o pasado en los pa¨ªses en desarrollo? ?Cu¨¢nta propiedad poseen? ?Cu¨¢ntas horas m¨¢s que los ni?os dedican las ni?as a las tareas dom¨¦sticas?
No lo s¨¦. Ni lo sabe nadie. No existen datos al respecto.
Bill y yo podr¨ªamos dedicar toda esta carta anual al papel que desempe?an los datos para impulsar el progreso de los m¨¢s pobres. Los datos permiten tomar decisiones m¨¢s acertadas y dise?ar mejores pol¨ªticas. Nos ayudan a fijar objetivos y a medir los avances realizados. Permiten desempe?ar la labor de defensa y la rendici¨®n de cuentas.
De ah¨ª que la falta de datos sobre la vida de las mujeres y ni?as sea tan perjudicial. Obstaculiza el apoyo que se les podr¨ªa brindar para mejorar sus vidas.
El problema no reside ¨²nicamente en el hecho de que algunas no aparezcan tan siquiera en la documentaci¨®n que se tiene. Se trata tambi¨¦n de que los datos de los que s¨ª se dispone ¡ªy en los que se basan los pol¨ªticos que toman las decisiones¡ª son adem¨¢s de mala calidad. Se les podr¨ªa calificar incluso de sexistas. Nos gustar¨ªa pensar que los datos son objetivos; sin embargo, las respuestas que se nos dan vienen a menudo determinadas por las preguntas que hacemos. Cuando las preguntas est¨¢n sesgadas, los datos tambi¨¦n.
Por ejemplo, las pocas estad¨ªsticas que tenemos sobre las mujeres en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo se centran principalmente en su salud reproductiva, porque en los lugares donde el papel principal de las mujeres en la sociedad es ser esposa y madre, eso es en lo que los investigadores tienden a centrarse. Pero no tenemos idea de cu¨¢nto gana la mayor¨ªa de estas mujeres o de lo que poseen, porque, en muchos pa¨ªses, los ingresos y los activos son contados por hogar. Dado que el marido es considerado el jefe de la casa, todo lo que una casada contribuye se le atribuye a ¨¦l.
Si con lo ¨²nico que se cuenta es con estos datos viciados, f¨¢cilmente puede infravalorarse la actividad econ¨®mica realizada por las mujeres y dif¨ªcilmente puede uno medir si se est¨¢ mejorando o no la condici¨®n econ¨®mica de las mismas.
Hace tres a?os, nuestra fundaci¨®n realiz¨® una gran inversi¨®n para empezar a suplir esta carencia de datos. Formamos parte de una red de organizaciones que trabajan para acelerar una revoluci¨®n de datos desglosados por g¨¦nero, empoderando a los recolectores de datos dot¨¢ndoles con nuevas herramientas y formaciones, desglosando por g¨¦nero los conjuntos de datos existentes para obtener valiosa informaci¨®n, entre otras acciones.
Este trabajo de recolecci¨®n y an¨¢lisis de datos puede parecer ¡ªadmit¨¢moslo¡ª aburrido. Lo que no es aburrido, no obstante, es utilizar datos para empoderar a millones de mujeres y ni?as.
Cuando estuve en Kenia hace unos a?os, una recolectora de datos llamada Christine me dej¨® acompa?arla mientras iba de casa en casa haciendo encuestas en una de las zonas m¨¢s pobres de Nairobi. Me dijo que a muchas de las mujeres que visita en el marco de su trabajo no se les hab¨ªa preguntado nunca sobre sus vidas. Christine dice que cuando va a ver a una mujer y llama a la puerta de su casa, le explica que est¨¢ ah¨ª para conocerla mejor. El mensaje que esta mujer recibe es que es importante: que alguien se preocupa por ella.
Me parece que es muy poderoso lo que dice. Lo que elegimos medir es un reflejo de lo que la sociedad valora. Por ello, cuando se trata de comprender c¨®mo viven las mujeres y las ni?as, el mundo no puede conformarse con responder: ¡°no s¨¦¡±.
Se puede aprender mucho de los adolescentes varones sobre c¨®mo manejar su rabia
MELINDA: Hace dos oto?os, Bill y yo pasamos una tarde en una c¨¢rcel estatal de Georgia. Fuimos all¨ª para aprender m¨¢s acerca del v¨ªnculo que hay entre la pobreza y el encarcelamiento masivo. (Como hablamos de este tema en nuestra carta del a?o pasado, nuestra fundaci¨®n est¨¢ empezando a ampliar nuestro trabajo en EE UU al margen de las inversiones que realizamos en la educaci¨®n p¨²blica, as¨ª que venimos estudiando la pobreza en este pa¨ªs desde muchas perspectivas).
La parte m¨¢s memorable del d¨ªa fue la conversaci¨®n que tuvimos con un grupo peque?o de presos. Si ten¨ªamos una idea preconcebida de c¨®mo ser¨ªa un delincuente violento, los hombres que conocimos nos rompieron los esquemas. Mientras estuvimos con ellos, fueron graciosos, amables y reflexivos.
Hablamos de los planes de vida que ten¨ªan una vez que fueran liberados, as¨ª como de las circunstancias que los llevaron a ser condenados. No entramos en los pormenores de sus delitos (graves y violentos en algunos casos), pero la mayor parte de ellos comentaron que se consideraban buenas personas, en general, que se rodearon en su momento de malas compa?¨ªas y que en una circunstancia en la que perdieron los estribos cometieron algo terrible. Asumen la responsabilidad de lo que hicieron y si pudieran volver atr¨¢s, actuar¨ªan de otra forma. Pero en aquel momento, la decisi¨®n que tomaron no fue la correcta.
Todos los d¨ªas hay hombres j¨®venes en todo el pa¨ªs que se encuentran en situaciones similares; interacciones en las que hay mucho en juego y que podr¨ªan volverse violentas o mortales. Un cuerpo de investigaci¨®n cada vez mayor indica que las intervenciones que se realizan con j¨®venes para ayudarles a controlar mejor sus impulsos puede ayudarles a manejar estas situaciones de forma m¨¢s segura, manteni¨¦ndolos en la escuela y fuera de peligro. Ah¨ª es donde intervienen programas como Becoming a Man (llegar a ser un hombre), BAM.
Si bien las circunstancias de unos y otros eran muy diferentes, aprender a manejar las emociones era algo con lo que todos nos identific¨¢bamos
En los barrios donde hay mucha delincuencia y actuaciones de? bandas, BAM ayuda a los varones j¨®venesa explorar sus emociones y perfeccionar sus aptitudes a la hora de tomar decisiones. Este trabajo ha llamado mucho la atenci¨®n por el ¨¦xito logrado: un estudio realizado por la Universidad de Chicago revel¨® que BAM reduce en casi un 50% las detenciones por delitos violentos.
El a?o pasado, Bill pas¨® tiempo con los miembros de este programa y se uni¨® a un peque?o grupo de estudiantes de secundaria en el marco de una reuni¨®n. Cuando volvi¨® a casa, me di cuenta de lo mucho que lo hab¨ªa conmovido esa experiencia. ¡°No solo vi un c¨ªrculo de BAM¡± me dijo, ¡°sino que particip¨¦ en ¨¦l¡±.
BILL: O¨ª hablar de este proyecto porque nuestra fundaci¨®n est¨¢ empezando a invertir en programas que ayudan a los ni?os con su crecimiento social y emocional. Me sorprendi¨® que su enfoque pudiera ser tan efectivo y quise verla en acci¨®n. No ten¨ªa la menor idea de lo emotivo que ser¨ªa.
Me sent¨¦ con los estudiantes del programa durante una de las peque?as reuniones que celebran dos veces por semana con un orientador. Los estudiantes me pidieron que me integrase en el grupo ¡ªuno tiene que ser invitado formalmente¡ª y me sent¨¦ en el c¨ªrculo con cinco chicos: unos eran de segundo a?o y otros de primero. Fueron tomando la palabra por turnos, alrededor del c¨ªrculo, y cada uno cont¨® algo sobre el tema del d¨ªa. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que sentiste ira? ?C¨®mo manejaste la situaci¨®n y qu¨¦ hubieras podido hacer de otra manera?
Si bien algunos chicos hablaron de frustraciones propias de los adolescentes ¡ªun profesor los trat¨® de forma injusta, o no paraban de perder vidas en un videojuego¡ª otros hablaron de historias tr¨¢gicas. Uno de ellos acababa de ver c¨®mo met¨ªan en la c¨¢rcel a un miembro de su familia. Otro habl¨® de un amigo al que hab¨ªan matado. (No menciono todos los detalles de la visita por respeto a la confidencialidad de los participantes).
Cuando lleg¨® mi turno, mi respuesta fue diferente a las de ellos. Habl¨¦ de c¨®mo perd¨ª los papeles cuando en una reuni¨®n me enter¨¦ de que el n¨²mero de casos de polio hab¨ªa aumentado. Tengo la suerte de poder preocuparme por problemas de este tipo. Las cosas que preocupaban a los j¨®venes del c¨ªrculo aquel d¨ªa eran mucho m¨¢s cercanas. La polio apenas formaba parte de su lista de grandes preocupaciones y entiendo por qu¨¦.
Si bien las circunstancias de unos y otros eran muy diferentes, aprender a manejar las emociones era algo con lo que todos nos identific¨¢bamos. Es una habilidad importante en la vida, que nos ayuda a convertirnos en adultos maduros. Cuando yo era joven, si consideraba que mis padres eran injustos conmigo pod¨ªa ser muy duro con ellos. Cuando estaba en Microsoft, tambi¨¦n lo fui con la gente con la que trabajaba. Esta actitud nos ayud¨®, en parte, a tener ¨¦xito, pero estoy seguro de que en algunas ocasiones fui excesivo.
Todo esto es para decir que me inspir¨® ver a estos j¨®venes, en situaciones tan duras, trabajar esta habilidad mucho antes que yo. Segu¨ªan atentamente la conversaci¨®n, se hac¨ªan preguntas complementarias y bien planteadas. Se enfrentaban a grandes desaf¨ªos con una incre¨ªble resiliencia.
Al final de la sesi¨®n, me qued¨¦ por ah¨ª para charlar un rato. Nos hicimos unos cuantos selfis y bromeamos sobre el debate de la Xbox frente a la PlayStation. (Dije que somos una familia Xbox, lo que no sorprendi¨® a nadie).
Este grupo BAM en particular llevaba un a?o reuni¨¦ndose, y se notaba. Me conmovi¨® el respeto con el que se trataban unos a otros y el grado de intimidad que se permit¨ªan tener entre ellos. Me march¨¦ pensando: as¨ª es como se tendr¨ªa que sentirse uno en cualquier aula de cualquier lugar del mundo.
Un argumento nacionalista a favor del globalismo
MELINDA: ?ltimamente venimos escuchando la palabra nacionalismo con mayor frecuencia. Tambi¨¦n es una de las palabras con mayor carga sem¨¢ntica que se utiliza en la pol¨ªtica del siglo XXI. Si bien ha llegado a tomar significados diferentes para diferentes personas (y tiene diferentes connotaciones e insinuaciones), en esencia el nacionalismo es la creencia seg¨²n la cual la principal obligaci¨®n de un pa¨ªs es consigo mismo. Pienso que aqu¨ª hay un elemento con el que muchos de nosotros podr¨ªamos estar de acuerdo.
Bill y yo amamos nuestro pa¨ªs. Creemos en lo que propugna. Estamos de acuerdo en que nuestros dirigentes tienen la obligaci¨®n de protegerlo. Por todos estos motivos, consideramos que comprometernos con el mundo es nuestro deber patri¨®tico.
No somos los ¨²nicos en pensarlo. Recordar¨¢n ustedes que las dos ocasiones en las que la Casa Blanca amenaz¨® con recortar dr¨¢sticamente el presupuesto de Estados Unidos para la ayuda exterior, algunas de las voces de protesta m¨¢s fuertes provinieron de miembros del Congreso y de l¨ªderes militares estadounidenses, que afirmaron que estas inversiones eran cruciales para proteger los intereses de Estados Unidos.
El motivo por el cual pa¨ªses como EE UU invierten en la ayuda exterior es porque esta permite aumentar la estabilidad en el extranjero y la seguridad en el pa¨ªs. El hecho de reforzar los sistemas de salud en el extranjero reduce la probabilidad de que pat¨®genos mortales como el ¨¦bola provoquen epidemias mundiales. Adem¨¢s, garantizar que todos los padres de todo el mundo puedan criar, en un lugar seguro, a hijos sanos e instruidos reduce la probabilidad de que estos se embarquen en viajes desesperados para buscar una vida mejor en otro lugar.
No porque uno anteponga a su pa¨ªs a todo lo dem¨¢s tiene que dar la espalda al resto del mundo, sino m¨¢s bien al contrario.
BILL: Vamos a seguir planteando este argumento sin parar en los dos o tres a?os venideros, porque estamos viviendo un momento crucial en materia de salud a nivel mundial y el tipo de enfoque ego¨ªsta que ha descrito Melinda podr¨ªa causar un gran retroceso.
En 2019, los Gobiernos tendr¨¢n que comprometerse de nuevo en la financiaci¨®n del Fondo Mundial, que representa uno de los mayores esfuerzos sanitarios globales. Y Gavi, la alianza mundial para el fomento de la vacunaci¨®n, necesitar¨¢ recaudar fondos en el 2020.
Es dif¨ªcil exagerar cuando se menciona todo lo bueno que estos proyectos han aportado al mundo. Desde 2002, a?o en el que se cre¨® para luchar contra el sida, la tuberculosis y la malaria, el Fondo Mundial y sus socios han salvado 27 millones de vidas. Desde el a?o 2000, Gavi ha ofrecido vacunas gratuitamente a m¨¢s de 690 millones de ni?os, lo que equivale a haber vacunado a pr¨¢cticamente cada habitante de Europa.
Personalmente considero que estos resultados son asombrosos. Demuestran lo que es posible hacer cuando actuamos desde la idea de que la salud y el bienestar de los m¨¢s desfavorecidos nos importan a todos. Adem¨¢s, con una relaci¨®n coste-beneficio incre¨ªblemente favorable: los pa¨ªses ricos gastan un 0,1% de sus presupuestos en ayuda sanitaria.
Sin embargo me preocupa que los pa¨ªses ricos se retraigan y adopten una visi¨®n tan limitada de sus propios intereses que decidan que no merece la pena hacer estos esfuerzos. O que incluso cuando todo el mundo acuerda, en principio, que la ayuda es importante, est¨¦n tan polarizados que sus filiaciones pol¨ªticas les impidan tomar cartas en el asunto.
Ser¨ªa catastr¨®fico. Actualmente, m¨¢s de 17 millones de personas que viven con el VIH obtienen medicamentos del Fondo Mundial. Sin ¨¦l, morir¨ªan.
Por este motivo, Melinda y yo relatamos constantemente historias de ¨¦xito. En una ¨¦poca en la que los titulares de los peri¨®dicos parecen llenarse de nuevas atrocidades d¨ªa tras d¨ªa, queremos seguir recordando a la gente que la vida de millones de personas en los pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos va mejorando, gracias, en parte, a las inversiones inteligentes en el sector de la salud. Aunque uno se preocupe ¨²nicamente por el bienestar de sus conciudadanos, estas inversiones son actuaciones sumamente inteligentes que hay que realizar. El progreso beneficia a todos.
Los inodoros siguen iguales un siglo despu¨¦s
BILL: Hace pr¨¢cticamente ocho a?os, Melinda y yo retamos a ingenieros y cient¨ªficos de todo el mundo a que reinventasen el inodoro. M¨¢s de 2.000 millones de personas de todo el mundo carecen de acceso a uno decente. Sus desechos acaban en el entorno, sin haber sido procesados, provocando la muerte de 800 ni?os al d¨ªa. Y exportar soluciones de saneamiento del mundo rico no es una opci¨®n, ya que requieren un sistema de alcantarillado que es demasiado caro construir y que consume grandes cantidades de agua.
El a?o pasado organizamos una feria de inodoros en Pek¨ªn donde tuve la ocasi¨®n de ver personalmente algunos de pr¨®xima generaci¨®n y donde incluso compart¨ª escenario con un recipiente que conten¨ªa heces humanas.
Algunas empresas tienen modelos comercialmente maduros. Sus invenciones cumplen pr¨¢cticamente con todos los criterios: matan pat¨®genos, se ajustan al ritmo de las necesidades que hay en las zonas urbanas de r¨¢pido crecimiento y no requieren infraestructuras de alcantarillado ni fuentes externas de agua o electricidad continua para funcionar. El ¨²nico ¨¢mbito en el que no cumplen con los requisitos es el coste, motivo por el cual nuestra fundaci¨®n est¨¢ invirtiendo en m¨¢s I+D para ayudar a que estas soluciones sean asequibles para la gente pobre.
Entonces ?c¨®mo son los inodoros de la pr¨®xima generaci¨®n? A primera vista, no son tan diferentes de los que conocemos. No se puede decir exactamente que parezcan salidos de una novela de ciencia ficci¨®n.
La verdadera magia se produce fuera de la vista. A diferencia de los inodoros actuales, los del futuro son independientes. B¨¢sicamente son unas diminutas plantas de depuraci¨®n capaces por s¨ª solas de matar a los pat¨®genos y hacer los residuos inocuos. Muchos de ellos incluso transforman las heces y la orina humanas en productos derivados ¨²tiles, como fertilizantes para los cultivos y agua para lavarse las manos.
Puede que no sean las innovaciones m¨¢s sexis del mundo; sin embargo, los inodoros del futuro salvar¨¢n millones de vidas.
MELINDA: Tambi¨¦n mejorar¨¢n vidas, en particular las de las mujeres y ni?as. Vivir sin un inodoro es dif¨ªcil para cualquiera, pero las mujeres y las ni?as son las que m¨¢s padecen su ausencia.
Bill y yo hemos conocido a mujeres que han sufrido da?os renales por haber retenido su orina durante toda la noche para no tener que ir a ba?os p¨²blicos peligrosos. Conocimos a otras que ten¨ªan como ¨²nico lugar para defecar un campo abierto, con lo cual restring¨ªan su consumo de alimentos durante todo el d¨ªa y esperaban a que se hiciera de noche para poder hacer sus necesidades en relativa privacidad. Existen tambi¨¦n pruebas cualitativas que demuestran que las ni?as son m¨¢s susceptibles de perder d¨ªas de escuela cuando tienen el periodo si su colegio no dispone de un retrete decente. Y cuando se entera una de cu¨¢n arraigada est¨¢ la estigmatizaci¨®n del periodo en muchos lugares, empieza a entender por qu¨¦ se prefiere retrasarse en los estudios o perder parte del salario antes de correr el riesgo de ser humillada.
Si usted es como yo, seguro que hablar de inodoros no es su tema de conversaci¨®n predilecto. Pero si les importa mantener escolarizadas a las ni?as, ampliar la participaci¨®n econ¨®mica de las mujeres, y protegerlas contra la violencia, tenemos que estar dispuestos a hablar de ellos.
Los libros de texto se est¨¢n volviendo obsoletos
BILL: Leo m¨¢s libros de texto de la cuenta. Presentan, sin embargo, limitaciones al aprendizaje. Incluso el mejor texto no puede determinar qu¨¦ conceptos ha aprendido uno y cu¨¢les son los que necesitar¨ªan m¨¢s explicaciones. Cierto es que tampoco le pueden decir al profesor si uno entendi¨® o no la lectura que este le pidi¨® que hiciera anoche.
Pero ahora, gracias a software, el libro de texto aut¨®nomo se ha vuelto obsoleto. Imag¨ªnese que est¨¢ aprendiendo ¨¢lgebra en secundaria. En vez de limitarse a leer un cap¨ªtulo sobre la resoluci¨®n de ecuaciones, puede consultar el libro en l¨ªnea, mirar un interesant¨ªsimo v¨ªdeo en el que se le muestra c¨®mo se hace, y participar en un juego que le permite reforzar los conceptos. Luego resuelve unos cuantos problemas en l¨ªnea y el programa crea nuevas preguntas centradas en los conceptos que a¨²n no ha captado del todo.
Todo esto complementa el trabajo que hacen los profesores, no lo sustituye. La profesora recibe un informe en el que se le indica lo que ha le¨ªdo y visto un alumno, qu¨¦ problemas ha resuelto correctamente y cu¨¢les no, as¨ª como las ¨¢reas en las que necesita m¨¢s ayuda. Cuando este va a clase al d¨ªa siguiente, la docente tendr¨¢ a su disposici¨®n una tonelada de informaciones espec¨ªficas y de sugerencias para ayudarle a aprovechar al m¨¢ximo el tiempo que dedique a su alumno.
Cuando les habl¨¦ de este tipo de software en cartas anteriores, estaba especulando. Ahora, sin embargo, puedo decirles que estas herramientas han sido adoptadas en miles de aulas estadounidenses, desde el jard¨ªn de infancia hasta la secundaria. Zearn, i-Ready y LearnZillion son ejemplos de programas digitales utilizados por estudiantes y profesores en EE UU. M¨¢s de 3.000 escuelas imparten un curso digital gratuito llamado Big History que financio. Utiliza un software para dar a los estudiantes una retroalimentaci¨®n inmediata sobre sus trabajos de escritura.
En definitiva, disponemos ahora de las herramientas que nos permiten redise?ar la ense?anza superior para satisfacer las necesidades de los estudiantes de hoy
?Y ahora? Pues se pasa por el mismo ciclo b¨¢sico de cualquier software: hay que recibir mucha retroalimentaci¨®n sobre los productos existentes, recolectar datos sobre lo que funciona y mejorarlos. Este ciclo est¨¢ agiliz¨¢ndose a medida que un mayor n¨²mero de Estados y distritos van confiando cada vez m¨¢s en programas digitales y los utilizan en sus escuelas. Espero que este impulso cada vez mayor inspire a un mayor n¨²mero de grandes editores de libros de texto, que est¨¢n tardando en proponer este tipo de herramientas.
Mientras tanto, no he o¨ªdo hablar de alguien que est¨¦ echando de menos sus caros y pesados libros de texto.
MELINDA: Adem¨¢s de adaptarse a las expectativas de los estudiantes, estas herramientas en l¨ªnea facilitan tambi¨¦n una nueva forma de ense?ar y de aprender que se adapta a qui¨¦nes son estos estudiantes.
En el 2019, el t¨ªpico estudiante universitario ya no es aquel que vive en una residencia universitaria y se grad¨²a en cuatro a?os tras haber pasado unas cuantas vacaciones de primavera en alg¨²n lugar c¨¢lido. La mayor parte de los estudiantes universitarios actuales tienen 25 a?os o m¨¢s; m¨¢s de la mitad tiene un trabajo; m¨¢s de la cuarta parte ya tiene hijos.
Estos estudiantes no convencionales a menudo no tienen tiempo o recursos para navegar efectivamente en un entorno de aprendizaje ineficiente e inflexible, dise?ado para satisfacer las necesidades de otras personas. Este es un importante motivo por el cual dos de cada cinco estudiantes que se matriculan en la universidad o bien dejan los estudios durante un tiempo o bien lo hacen definitivamente.
Las herramientas de aprendizaje digitales pueden ayudar a los estudiantes a superar estos desaf¨ªos, haciendo la universidad m¨¢s asequible, c¨®moda y eficaz.
Un estudio revel¨® que el uso de software did¨¢ctico abierto permiti¨® a los estudiantes ahorrar entre 66 y 121 d¨®lares por curso. (En un a?o acad¨¦mico, esto puede llegar a representar un ahorro de hasta 1.000 d¨®lares, que puede ser la diferencia entre quedarse en la universidad o tener que dejarla). Seg¨²n otro estudio, los estudiantes que utilizaron herramientas did¨¢cticas digitales para las clases introductorias sacaron mejores notas que aquellos que aprendieron de forma tradicional. Y, obviamente, estos estudiantes gozaban de mayor flexibilidad. El hecho de no tener que acudir f¨ªsicamente a una clase a una hora exacta supone una gran diferencia para los estudiantes que trabajan y cr¨ªan a sus hijos al margen de sus estudios.
La combinaci¨®n de todos estos factores hace que los estudiantes gasten menos dinero en clases que adem¨¢s son m¨¢s c¨®modas y en las que sacan mejores resultados. En definitiva, disponemos ahora de las herramientas que nos permiten redise?ar la ense?anza superior para satisfacer las necesidades de los estudiantes de hoy en d¨ªa.
Los tel¨¦fonos m¨®viles son m¨¢s potentes en manos de las mujeres m¨¢s pobres del mundo
MELINDA: En los pa¨ªses ricos, los tel¨¦fonos m¨®viles facilitan la realizaci¨®n de tareas que se ven¨ªan haciendo antes: enviar un correo electr¨®nico en vez de enviar un correo postal, navegar por el mundo sin tener que batallar con un mapa, llamar un taxi sin tener que esperar bajo la lluvia. Pero para las mujeres m¨¢s marginalizadas del mundo, un tel¨¦fono m¨®vil no es que les aporte hoy m¨¢s comodidad en sus vidas, es que les puede permitir construirse una vida radicalmente nueva. Esto es as¨ª porque la conectividad es una soluci¨®n contra la marginalizaci¨®n.
Para una mujer que nunca ha ido a un banco, la banca m¨®vil le brinda un punto de apoyo en la econom¨ªa formal y una posibilidad de lograr una independencia econ¨®mica. Si tiene que encargarse de preparar la comida, limpiar la casa y criar a los ni?os, sus potenciales ingresos mejorar¨¢n sobremanera al ganar oportunidades de conectar con clientes, programas de formaci¨®n y organizaciones profesionales, todo ello sin tener que salir de casa. Si le preocupa la estigmatizaci¨®n con la que se enfrentar¨¢ al pedir un anticonceptivo en la cl¨ªnica local, una plataforma digital de mensajer¨ªa le puede ayudar a recuperar el control de su cuerpo y su futuro.
Dicho de otra forma, las mujeres no solo utilizan su tel¨¦fono m¨®vil para acceder a servicios y oportunidades. Lo utilizan tambi¨¦n para cambiar las normas sociales y desafiar las estructuras de poder que perpet¨²an la desigualdad entre los sexos.
El problema es que sigue habiendo mucha desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de poseer un tel¨¦fono m¨®vil o de tener acceso a Internet desde el m¨®vil. Un estudio reciente que se llev¨® a cabo en 10 pa¨ªses por toda ?frica, Asia y Sudam¨¦rica revel¨® que ¡ªindependientemente de la edad, el nivel de instrucci¨®n, la riqueza o la ubicaci¨®n¡ª las mujeres tienen casi un 40% de posibilidades menos que los hombres de haber utilizado Internet.
Hay un sinf¨ªn de motivos por los cuales existe esta brecha. El coste, la alfabetizaci¨®n (tanto digital como de otro tipo) y las normas sociales son tres de los principales. Para aportar una respuesta, las compa?¨ªas de telefon¨ªa m¨®vil deseosas de explotar este mercado est¨¢n dise?ando estrategias comerciales con las mujeres como clientes meta. En Kenia y Nigeria, programas relacionados con el desarrollo y las cuestiones de g¨¦nero se centran ahora en ense?ar competencias inform¨¢ticas a las mujeres. Participamos en una iniciativa que lleva a cabo la Harvard Kennedy School para poner a prueba soluciones contra las barreras que imponen las normas sociales.
Cuando pienso en el motivo por el cual es tan importante poner m¨¢s tel¨¦fonos m¨®viles a disposici¨®n de las mujeres, pienso en Nikmah, una mujer que conoc¨ª en Indonesia el pasado octubre. Nikmah me dijo que ha intentado durante a?os mantener a sus tres hijos vendiendo verduras, pero que nunca consegu¨ªa llegar a fin de mes. Su situaci¨®n se volvi¨® a¨²n m¨¢s insostenible cuando tuvo que huir de su marido, que la maltrataba.
Hoy en d¨ªa, Nikmah es una del m¨¢s de un mill¨®n de indonesios que se gana la vida mediante Go-Jek, una plataforma m¨®vil popular que brinda servicios varios, como por ejemplo de transporte o de entrega de alimentos a domicilio. La aplicaci¨®n la conecta con un flujo continuo de clientes e ingresos y recibe sus pagos en una cuenta bancaria m¨®vil, lo que le permite tener un control total sobre sus ingresos. Ahora goza de los recursos necesarios para criar a sus hijos sin tener que depender de un hombre que la maltrata. Gracias a su tel¨¦fono ha formado una red con otras proveedoras de servicios, que ponen en com¨²n sus ahorros para ayudarse mutuamente en casos de accidentes o emergencias de salud.
Nikmah me dijo que la vida es como una rueda. "A veces est¨¢s abajo, a veces est¨¢s arriba¡±. Para mujeres como ella, que han pasado tantos a?os vida atrapadas en lo m¨¢s bajo, la tecnolog¨ªa m¨®vil crea nuevas oportunidades para luchar contra la desigualdad y para mejorar por s¨ª mismas. Podemos ayudar a las mujeres a aprovechar estas oportunidades asegur¨¢ndonos, ante todo, de que las desigualdades no les impidan tener acceso a la tecnolog¨ªa.
Una ¨²ltima sorpresa (quiz¨¢s)
Se nos pregunta mucho ¨²ltimamente si seguimos siendo optimistas en cuanto al futuro. Nuestra respuesta es: totalmente. Creemos en el poder de la innovaci¨®n. Este es uno de los motivos. Pero un motivo mayor a¨²n es porque hemos visto, en persona, que frente a cada desaf¨ªo del que hemos hablado en esta carta, hay personas que est¨¢n dedicando sus ideas, sus recursos e incluso sus vidas a aportar una soluci¨®n.
Cuando nos sentimos abrumados por los titulares negativos, nos recordamos a nosotros mismos que ninguno de nosotros tiene derecho a recostarse y esperar a que el mundo vaya mejor. Tenemos la responsabilidad de hacer todo lo que obra en nuestro poder para ayudar a que se vaya en esa direcci¨®n.
Hemos descubierto as¨ª que el optimismo puede ser una potente llamada de atenci¨®n, que adem¨¢s tiene efectos m¨²ltiples: cuanto mayor sea el n¨²mero de optimistas que trabajen a favor de un futuro mejor, m¨¢s motivos habr¨¢ para ser optimista.
P.D. ?Qu¨¦ sorpresas les han inspirado y dado el impulso para actuar? Nos encantar¨ªa que nos contasen.
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