Perder la virginidad, una cuesti¨®n obsoleta
Entender la experiencia como un 'p¨¦rdida' y no reconocer lo diversa que puede llegar a ser son nociones que deber¨ªan evolucionar, dicen los sex¨®logos
Perder la virginidad es participar en el coito por primera vez; concretamente, tener una relaci¨®n con penetraci¨®n. Eso es lo que piensa la mayor¨ªa de las personas... o, mejor dicho, lo que han interiorizado a trav¨¦s de los procesos culturales que dan forma a su concepto de sexo. De esta forma, quienes empiezan a experimentar su sexualidad sin pasar por esa transici¨®n parecen estar en un limbo sexual, pero solo si aceptan un concepto que parece anticuado. No solo porque no encajan en ella todos los tipos de sexualidad y las diferentes orientaciones sexuales, sino porque ni si quiera contempla que alguien se pueda iniciar sexualmente sin pasar por este tipo concreto de relaci¨®n. S¨ª, el concepto de virginidad pide a gritos una actualizaci¨®n, y esto es todo lo que ya le sobra.
La virginidad no es una p¨¦rdida, es una ganancia personal
"La virginidad es un concepto que representa un estigma, alimentado y reforzado durante much¨ªsimos a?os", explica el sex¨®logo Alberto ?lamo. Pero, como cualquier concepto, tambi¨¦n es una idea mutable, y "las influencias sociales y religiosas tienen mucha culpa de que conceptos como este evolucionen en un sentido o en otro", reflexiona ?lamo. En este caso, hay poco margen para la duda: es un t¨¦rmino que no se ha transformado de la misma manera para hombres que para mujeres. Tampoco se le da la misma importancia cuando se habla de la virginidad de ellas que cuando la que est¨¢ en la picota es la de ellos. En el caso de los chicos, "al no contar con una asociaci¨®n tan determinante como la rotura del himen, creo que tiene algo menos de peso", dice el sex¨®logo.
Eso no significa que no haya casos en los que el hombre puede "sentir verg¨¹enza al decir que es virgen, ya que existe una presi¨®n social por llevar a cabo esa pr¨¢ctica concreta, la de la penetraci¨®n vaginal, y no otra". De hecho, un estudio publicado en Journal of Adolescence concluy¨® que los hombres que hab¨ªan perdido la virginidad as¨ª ten¨ªan una autoestima mayor que aquellos que no lo hab¨ªan hecho.
El caso de las chicas es bien distinto. En lo que se refiere a ellas, la virginidad tiene un peso bastante m¨¢s relevante. Y el concepto pasa por un hecho muy concreto, el de la rotura del himen ¨Cque puede ocurrir en situaciones muy distintas al coito-. O sea, que la virginidad femenina est¨¢ fuertemente asociada a una p¨¦rdida, una manera muy discutible de percibirla. "En realidad no perdemos nada sino que ganamos. Ganamos experiencia, ganamos conocimiento sobre c¨®mo funcionan las relaciones, c¨®mo actuamos en esas relaciones y c¨®mo crecemos en los encuentros interpersonales", reflexiona la sex¨®loga Mar¨ªa Torre.
Seg¨²n la experta, la idea de haber dejado algo atr¨¢s tambi¨¦n puede relacionarse con "una p¨¦rdida de la inocencia". Por eso el primer cambio en el concepto de virginidad deber¨ªa ser dejar de verla como algo que se pierde, como "eso que pas¨® en una fecha concreta y jam¨¢s volver¨¢", para entender que, en realidad, esta transici¨®n sexual est¨¢ m¨¢s bien relacionada con una ganancia personal.
La virginidad en la era de la diversidad
Al final, como matiza Alberto ?lamo, el verdadero problema es que la virginidad "es un concepto que normativiza¡±, o sea, que marca lo que es normal. Sin embargo, "lo bello de las relaciones er¨®ticas es que est¨¦n dotadas de libertad", reflexiona el sex¨®logo. Por eso el concepto de virginidad choca radicalmente con la idea de diversidad sexual. Torre asegura que, entre el colectivo gay, la palabra virginidad causa especial confusi¨®n. Al fin y al cabo, "se relaciona con un coito vaginal heterosexual, por lo que, si no han tenido esa experiencia antes, no habr¨¢n perdido su virginidad 'oficialmente'".
El caso es especialmente contradictorio entre las mujeres que tienen sexo con mujeres. "La confusi¨®n se transforma en frustraci¨®n, puesto que pueden tener primeras experiencias sexuales sin haber tenido ninguna con hombres", lo que equivale a una iniciaci¨®n sexual sin necesidad de penetraci¨®n. Pero, con una definici¨®n restrictiva de virginidad, esta experiencia no se tendr¨ªa en cuenta, algo dif¨ªcil de entender.
Abriendo a¨²n m¨¢s el debate, la sex¨®loga plantea situaciones m¨¢s complejas, como la de los casos relacionados con los cambios de g¨¦nero. "Tras la reconstrucci¨®n de los genitales, ?se considera que deben volver a perder la virginidad al cambiar el genital?". Lo cierto es que quiz¨¢ s¨ª, que puede que la experiencia no deba limitarse a una sola ocasi¨®n en ninguno de los casos...
?Y si perdi¨¦ramos la virginidad varias veces en la vida?
El concepto de virginidad parece demasiado cuadriculado para una diversidad cada vez m¨¢s visible y socialmente aceptada, lo que abre la puerta a preguntarse si es necesario abolirlo o simplemente reformarlo. "Vetar este t¨¦rmino me parece extremadamente dif¨ªcil, as¨ª que yo optar¨ªa por reformularlo", opina el sex¨®logo Alberto ?lamo. Seg¨²n el experto, habr¨ªa que centrarse en la parte m¨¢s sexol¨®gica del concepto y dejar de lado las connotaciones que pueda tener en cada cultura o religi¨®n. "Si hablamos de virginidad en referencia a hacer algo por primera vez dentro del ¨¢mbito er¨®tico este concepto acabar¨ªa perdiendo su significado estigmatizador, centrado en un tipo de relaci¨®n concreta, y se ampliar¨ªa a cualquier conducta er¨®tica llevada a cabo por primera vez", explica.
Por su parte, la sex¨®loga Mar¨ªa Torre entiende que hay muchas formas de entender la virginidad. "A m¨ª me parece interesante, si queremos seguir utilizando este t¨¦rmino y darle m¨¢s o menos el mismo significado, usarlo cada vez que tengamos una nueva experiencia", propone. De este modo no solo habr¨ªa una ¨²nica primera vez, sino que entender¨ªamos que el sexo es la sucesi¨®n de muchas primeras veces.
"Al experimentar algo nuevo, sobre todo en el terreno sexual, podemos decir que hemos perdido la virginidad en esa pr¨¢ctica en particular. Lo veo como una reinvenci¨®n del t¨¦rmino, una manera de renovar sus l¨ªmites para poner en relieve su obsoleto significado original", dice. La idea podr¨ªa hablar de todo lo que aprendemos, y no de todo lo que "perdemos". Y podr¨ªa incluir la diversidad sexual en todas sus formas, sin que nadie sienta m¨¢s o menos presi¨®n en funci¨®n de par¨¢metros como su sexo y asegurando que todas las formas de expresar su sexualidad est¨¦n representadas.
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