Trabajo once horas al d¨ªa, y no es por adicci¨®n
Dedicar mucho tiempo a tu profesi¨®n no es el problema, el fallo est¨¢ en la mentalidad. Este es el test que te dice si eres adicto
Ser investigador es duro. La presi¨®n por publicar nuevos art¨ªculos es m¨¢xima, hasta el punto de que el n¨²mero de estudios que uno culmine se ha convertido en el indicador m¨¢s com¨²n de su val¨ªa profesional. "Publica o perece", reza la m¨¢xima. Por eso, cuando un grupo de investigadores se propone estudiar si trabajar incontables horas te convierte en un adicto al trabajo, sin m¨¢s matices, vale la pena conocer sus conclusiones: al fin y al cabo, se estudian a s¨ª mismos.
La pregunta se la hicieron tres acad¨¦micos de universidades estadounidenses, quienes evaluaron c¨®mo afectaba la jornada laboral de 763 empleados de una empresa de consultor¨ªa financiera a su salud. El objetivo era saber c¨®mo viven quienes alargan su jornada m¨¢s all¨¢ de las 40 horas semanales, y c¨®mo afectaba el h¨¢bito a su bienestar. Por una parte, los sujetos respondieron una encuesta sobre la percepci¨®n subjetiva que ten¨ªan de su salud y, por la otra, fueron sometidos a un chequeo m¨¦dico. La idea del experimento era dilucidar hasta qu¨¦ punto se sostiene la idea ampliamente aceptada de que demasiado trabajo mata. Concretamente, estudiaron si el h¨¢bito est¨¢ relacionado con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, una causa de muerte m¨¢s com¨²n entre las mujeres porque no conocen sus s¨ªntomas espec¨ªficos.
Seg¨²n sus conclusiones, no es el exceso de trabajo lo que te consume, sino la forma en la que lo afrontas mentalmente. Los trabajadores para quienes sus tareas no supon¨ªan un peso con el que cargaban constantemente, incluso cuando estaban en sus momentos de ocio, no ten¨ªan una salud especialmemte resentida a pesar de dedicarle hasta 65 horas semanales. Una de las caracter¨ªsticas que ten¨ªan en com¨²n es que estaban comprometidos con su trabajo, les llenaba. Por el contrario, los acad¨¦micos tambi¨¦n observaron que hay personas que no son capaces de desconectar del trabajo aunque dediquen a esta tarea menos horas. Son el tipo de trabajador que s¨ª mostr¨® factores de riesgo en los chequeos y que manifest¨® pensamientos depresivos, as¨ª como dificultades para conciliar el sue?o, en los cuestionarios.
As¨ª se distingue al trabajador enganchado
Se suele afirmar que un trabajador sano es aquel que sue?a con esquiar mientras est¨¢ en la oficina. El workaholic, o adicto al trabajo, es el que, mientras esqu¨ªa, piensa en la de cosas pendientes que tiene en la oficina. Eso no es sin¨®nimo de dedicar muchas horas a las tareas laborales, pero no puede obviarse que quien trabaja demasiadas horas deber¨ªa plantearse si es adicto, porque nadie se lo va a decir. "En este tipo de adicci¨®n nos encontramos el agravante de que socialmente se aplaude que uno se involucre mucho en su trabajo. El problema es cuando del compromiso saludable con tu profesi¨®n se pasa a una obsesi¨®n por hacer m¨¢s y m¨¢s. Y no siempre hablamos de empleados explotados, muchas veces se trata de profesionales de ¨¦xito. Esto favorece que esa situaci¨®n se prolongue en el tiempo sin que su entorno sea consciente del problema", explica la psic¨®loga Pilar Conde, directora t¨¦cnica de Cl¨ªnicas Origen.
La buena noticia es que, como pasa con otras adicciones, de esta tambi¨¦n se sale. La mala, que cuesta mucho detectarla. ?Qui¨¦n osar¨ªa llamar adicto a un ejecutivo de traje a medida, entregado a lograr los objetivos de su equipo hasta el infinito y m¨¢s all¨¢? ?O a ese creativo que puede pasarse varios d¨ªas sin quitarse el pijama, delante del ordenador, durmiendo poco y redise?ando una y otra vez el mismo proyecto?
Con todo, en este tipo de adicci¨®n hay grados que la psic¨®loga Cecilie Schou Andreassen y su equipo de la Universidad de Bergen establecieron en una escala, en 2012. La escala Bergen mide el grado de adicci¨®n al trabajo mediante un cuestionario que recoge diversos puntos cr¨ªticos. El sujeto debe responder 'nunca, rara vez, a veces, a menudo o siempre', y las respuestas permiten catalogar la conducta ante el trabajo en 7 grados: sobresaliente (preocupado por el trabajo), modificaci¨®n del car¨¢cter (ir a la oficina como v¨ªa de escape o para evitar la disforia), tolerancia (aumentar cada vez m¨¢s la carga de trabajo para lograr id¨¦ntica satisfacci¨®n), s¨ªndrome de abstinencia (ansiedad cuando no se puede trabajar), conflicto (choque con otras personas del entorno), reca¨ªda (tras un per¨ªodo de mejora, por ejemplo, unas vacaciones, vuelve a los mismos patrones enfermos de antes) y problemas (afecta negativamente a la salud, ocio, vida personal¡)
?Y t¨², est¨¢s fuera de peligro?
Las preguntas son aparentemente simples: ?Piensas en c¨®mo sacar m¨¢s tiempo libre para trabajar m¨¢s? ?Pasas mucho m¨¢s tiempo en el trabajo de lo previsto? ?Trabajas para reducir sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia o depresi¨®n? ?Te han recomendado trabajar menos, pero no has hecho caso? ?Te estresas si te proh¨ªben trabajar? ?Has llegado a cancelar o a dejar en segundo lugar tus aficiones, el ocio o el ejercicio f¨ªsico debido al trabajo? ?Trabajas tanto que afecta negativamente a su salud (insomnio, sobrepeso...) La investigaci¨®n concluye que responder 'a menudo' o 'siempre' en, al menos, cuatro de las preguntas, denota s¨ªntomas evidentes de adicci¨®n al trabajo.
Un estudio posterior de la misma psic¨®loga ajust¨® el retrato robot del adicto: el 82,5% vive en pareja, pero o no tiene hijos o no tiene la responsabilidad en su cuidado (57%). Y hace claras recomendaciones: las empresas deben vigilar que los empleados no se excedan de las horas que marca su convenio. Lo contrario acaba volvi¨¦ndose en contra de la propia compa?¨ªa, en t¨¦rminos de enrarecimiento del entorno laboral y bajas por sobrecarga laboral.
"Cuando una persona nos solicita ayuda para tratar el estr¨¦s laboral, el primer escollo es poner el l¨ªmite al trabajo fuera de la oficina, ya que lo normal es que sigan teniendo acceso a los correos electr¨®nicos de trabajo y a grupos de Whatsapp profesionales. Y que los consulten de manera compulsiva a cualquier hora. M¨¢s a¨²n, tienen la necesidad de seguir teniendo cosas por hacer. Lo contrario les genera ansiedad, irritabilidad o insomnio. En terapia les ense?amos a marcar los l¨ªmites entre el trabajo y la vida personal, estableciendo horarios y gestionando aquellos temores que les llevan a no poner dichos l¨ªmites". Y es que, por duro que parezca, nadie es indispensable para que una empresa tire hacia delante. Pero, para tu vida, eres insustituible.
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