Una ¡°fiebre del oro¡± junto al mayor lago de la Patagonia
La industria de la miner¨ªa pone el punto de mira en la regi¨®n de Ays¨¦n en Chile, uno de los ¨²ltimos santuarios salvajes de Sudam¨¦rica que esconde pinturas rupestres de hace 10.000 a?os y marcas naturales de hace 45.000
Desde Chile Chico, un pueblo de frontera situado a orillas del segundo mayor lago de Sudam¨¦rica, un camino polvoriento se dirige hacia el interior del Parque Nacional Patagonia, una de las ¨¢reas protegidas m¨¢s recientes de Chile. El lago General Carrera, que los pueblos nativos conoc¨ªan como Chelenko, es un escenario natural asombroso rodeado de cumbres eternamente nevadas. Se alimenta de los glaciares del Campo de Hielo norte, una de las grandes reservas de agua dulce del planeta. A la izquierda, el camino va dejando cada vez m¨¢s abajo el r¨ªo Jeinimeni, que hace frontera con Argentina, y m¨¢s all¨¢ se abre el horizonte infinito de la estepa patag¨®nica. A la derecha se abre un paisaje sobrecogedor, surcado por ca?ones y coronado por infinidad de agujas de roca volc¨¢nica y cerros de colores.
Lo llaman la Quebrada Honda y en sus rocas han quedado grabadas las huellas de los primeros pobladores humanos de la Patagonia, con pinturas rupestres de 10.000 a?os, y tambi¨¦n algunas p¨¢ginas de la historia de la Tierra. ¡°Hay niveles de roca que eran el fondo del Atl¨¢ntico hace 20 millones de a?os, ah¨ª estamos encontrando restos de arrecifes de corales, de tiburones y algunas ballenas. Otros niveles est¨¢n llenos de marcas de hojas, de lo que eran bosques tropicales hace m¨¢s o menos 45 millones de a?os¡±, cuenta el paleont¨®logo de la Universidad de Valdivia Enrique Bostelmann, que est¨¢ dirigiendo excavaciones en la zona. ¡°Tanto el patrimonio geol¨®gico como el arqueol¨®gico son tambi¨¦n muy importantes¡±, apunta.
Es posible que los investigadores tengan que darse prisa, porque hay otros buscando all¨ª riquezas bajo el suelo, aunque de otro tipo. Una minera australiana, Equus Mining, que no ha respondido a las demandas de informaci¨®n del peri¨®dico, est¨¢ realizando perforaciones en el lugar en busca de oro y plata. Es uno de los muchos proyectos de exploraci¨®n minera que han surgido alrededor del lago General Carrera, en lo que activistas locales califican como una verdadera ¡°fiebre del oro¡±.
Este proyecto, llamado Los Domos, ha partido el peque?o pueblo de Chile Chico en dos y ha creado un clima social ¡°insoportable¡±, seg¨²n denuncian activistas locales. ¡°Ha sido dif¨ªcil hablar libremente, mostrarnos abiertamente contra la mina. Hemos recibido muchas amenazas¡±. Corina Ainol es una de las pocas personas que se atreven a alzar la voz en el pueblo, de 4.500 habitantes. Preside la Agrupaci¨®n Antukulef, un colectivo local centrado ¡°en informar sobre la realidad y los impactos de la miner¨ªa¡±.
En enero, organizaron por primera vez un encuentro abierto en la plaza del pueblo, una jornada festiva con conciertos, simplemente para dejarse ver. ¡°Nunca se hab¨ªa mostrado en el pueblo a un grupo de gente con una visi¨®n distinta de la miner¨ªa que la que tiene el alcalde y el sindicato minero¡±, explica la activista. El d¨ªa antes, el municipio autoriz¨® una marcha del sindicato hacia la plaza. Tuvieron que irse. Los manifestantes dejaron desplegada una enorme pancarta con el lema ¡°Chile Chico pueblo minero¡±.
En 2017 la mina que funcionaba en la comuna, Cerro Bayo, ech¨® el cierre tras un accidente en el que murieron dos trabajadores. Era la tercera vez que la mina cerraba en sus 20 a?os de historia porque el trabajo viene y se va seg¨²n fluct¨²an los precios del mineral en los mercados globales, y llegaron a quedar m¨¢s de 200 trabajadores en la calle. En un pueblo tan peque?o, el impacto sobre el empleo fue grande, igual que la presi¨®n sobre el alcalde y el Gobierno regional para encontrar trabajo a los mineros despedidos.
As¨ª, el proyecto de Equus Mining para abrir una nueva mina de oro fue como un regalo del cielo, pero hab¨ªa un problema: los terrenos p¨²blicos donde trabajaba la minera quedaron dentro de los l¨ªmites del Parque Nacional Patagonia aprobados en enero de 2018 por el Gobierno de Bachelet, justo antes de dejar el poder. El Parque Nacional, un inmenso territorio salvaje de m¨¢s de 300.000 hect¨¢reas cubierta de bosques, glaciares y monta?as que nunca han sido escaladas, inclu¨ªa terrenos donados al Estado chileno por Tompkins Conservation, la fundaci¨®n creada por los fil¨¢ntropos estadounidenses Kris y Douglas Tompkins para formar Parques Nacionales en Chile y Argentina, dos Reservas Nacionales, y tierras p¨²blicas contiguas a las reservas.
En el fondo del Atl¨¢ntico est¨¢n encontrando restos de arrecifes de corales, de tiburones y algunas ballenas
Entre esas tierras p¨²blicas, adem¨¢s del proyecto minero, quedaban lugares donde algunos ganaderos sub¨ªan sus animales a pastar en verano. Comenz¨® entonces una campa?a contra el Parque Nacional, liderada por el alcalde de Chile Chico, bajo el argumento de que era un ataque a los modos de vida tradicionales y una traba al desarrollo del pueblo. El alcalde cre¨® una mesa de los ¡°sectores productivos¡±, presidida por el l¨ªder del sindicato minero, y convoc¨®, con una semana de margen y sin acceso de las voces disidentes a la radio local, un plebiscito sobre el Parque en el que particip¨® un 20% del censo. El resultado fue un abrumador 80% de votos contra el ¨¢rea protegida.
Al calor de la campa?a, el Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era decidi¨® redibujar los l¨ªmites del Parque Nacional, alegando errores en el decreto firmado por Bachelet. Y sac¨® del ¨¢rea protegida el pol¨ªgono de 2.309 hect¨¢reas de tierras p¨²blicas donde pretende sacar oro la minera. ¡°A la vez, deciden a?adir otros terrenos fiscales, para compensar un poco con el tama?o¡±, explica Carolina Morgado, la directora de Tompkins Conservation en Chile, la fundaci¨®n que jug¨® un papel clave en la creaci¨®n del Parque Nacional. ¡°No nos gusta la miner¨ªa¡±, dice Morgado. ¡°Nadie nos vino a preguntar lo que quer¨ªamos hacer con los terrenos fiscales¡±.
En marzo de este a?o, el ministro de Bienes Nacionales de Chile ¡ªla cartera de la que dependen las tierras p¨²blicas¡ª admiti¨® en una comisi¨®n del Senado que la zona con intereses mineros se hab¨ªa sacado del ¨¢rea protegida, aunque se a?adieron otros terrenos para compensar. El resultado es un Parque Nacional de tama?o similar, pero que podr¨ªa tener una mega operaci¨®n minera pegada a su valla.
El sector tur¨ªstico de Chile Chico tambi¨¦n se opuso a que se instalara precisamente all¨ª la minera, en un destino que est¨¢ atrayendo cada vez m¨¢s visitantes por su belleza. Adem¨¢s, hay un proyecto para instalar en la zona un centro de visitantes, de educaci¨®n ambiental y de investigaci¨®n. ¡°Es un ¨¢rea muy sensible, muy fr¨¢gil¡±, dice Juan Mercegu¨¦, que presidi¨® hasta hace un a?o la Agrupaci¨®n de Turismo de Chile Chico. Para Mercegu¨¦, la resta de superficie del Parque Nacional ¡°no tiene otra explicaci¨®n que permitir o dar facilidades a la actividad minera¡±.
Con la promesa de trabajo, se sacrifica a las comunidades en t¨¦rminos de salud p¨²blica, de medio ambiente y de calidad de vida
El alcalde de Chile Chico se neg¨® a dar su punto de vista para este reportaje, pero las activistas locales aseguran que la campa?a contra el Parque Nacional no fue m¨¢s que una cortina de humo para favorecer a la empresa minera. Gloria Becerra, agricultora y lideresa campesina, lleg¨® a hablar en el Senado chileno para denunciar el proyecto minero y defender el Parque.
¡°Hubo mucha manipulaci¨®n y desinformaci¨®n. Se intent¨® utilizar a los campesinos para entregarle las tierras a la minera, y la empresa es la ¨²nica que ha ganado en todo este pleito¡±, cuenta Becerra mientras pasea por su chacra. Gracias al lago, Chile Chico tiene un microclima excepcional en esta parte de la Patagonia (en los folletos tur¨ªsticos la llaman ¡°la ciudad del sol¡±), y el r¨ªo Jeinimeni riega muchos huertos tradicionales, frutales y una floreciente industria de cultivo de cerezas. La mina de oro estar¨ªa situada en los cerros, en los afluentes del r¨ªo.
¡°Me preocupa la contaminaci¨®n de nuestras aguas y del lago¡±, dice Becerra, que cultiva verduras y hortalizas que vende en el pueblo. ¡°Hay campesinos arriba que beben agua del r¨ªo, los animales tambi¨¦n, regamos con ella y no vamos a poder cultivar sano, natural. Y el r¨ªo va a parar al lago, que es el principal reservorio de agua dulce de Chile¡±, a?ade.
El de Equus Mining no es el ¨²nico proyecto de b¨²squeda de oro en la cuenca del lago General Carrera. En Puerto Ib¨¢?ez, en la costa norte del lago, hay otros proyectos de exploraci¨®n de oro de Equus Mining, y de la tambi¨¦n australiana Laguna Gold a apenas tres kil¨®metros y medio del pueblo. ¡°Hay muchos mitos sobre el dinero y el trabajo que va a traer la mina. En un pueblo pobre, es dif¨ªcil luchar contra eso¡±, cuenta en su taller la artesana Marlina Orellana, la presidenta de la agrupaci¨®n ciudadana Puro Ib¨¢?ez. Denuncia que nadie inform¨® en el pueblo sobre el proyecto de exploraci¨®n: para cumplir con la obligaci¨®n legal de hacerlo, la empresa puso un anuncio, de madrugada, en una radio de Coyhaique, la capital de la regi¨®n.
Orellana, su pareja Daniel, y otros pocos vecinos del pueblo, comenzaron a organizarse hace un a?o y a investigar por su cuenta. ¡°No nos pod¨ªamos creer que las leyes chilenas para la extracci¨®n minera fueran tan nefastas¡±. Su agrupaci¨®n es parte de la red Patagonia sin m¨¢s mineras que ha surgido en Ays¨¦n evocando el movimiento Patagonia sin represas, que par¨® unos megaproyectos hidroel¨¦ctricos con participaci¨®n de Endesa en la regi¨®n.
¡°La cuenca del Lago General Carrera podr¨ªa ser convertida en una zona de sacrificio, porque hay cuatro empresas mineras transnacionales que quieren convertir la zona en un gran complejo industrial de extracci¨®n y procesamiento de oro¡±, dice el periodista Patricio Segura, uno de los integrantes de la red y director de la Corporaci¨®n para el Desarrollo de Ays¨¦n (Codesa). ¡°Con la promesa de trabajo, se sacrifica a las comunidades en t¨¦rminos de salud p¨²blica, de medio ambiente y de calidad de vida¡±, a?ade.
Mientras, en Chile Chico la minera Equus Mining ha seguido realizando prospecciones a las puertas del Parque Nacional Patagonia, y seg¨²n los ¨²ltimos informes a sus accionistas ya ha comenzado la fase tres del proyecto de exploraci¨®n en Los Domos. Desde Codesa han denunciado ante la Superintendencia de Medio Ambiente ¡ªla SMA, el ¨®rgano que fiscaliza el cumplimiento de la normativa ambiental en Chile¡ª que la empresa deber¨ªa haber presentado una evaluaci¨®n de impacto ambiental, dado lo sensible de la zona y la posible presencia de yacimientos arqueol¨®gicos y paleontol¨®gicos. En febrero, el Servicio Nacional de Geolog¨ªa y Miner¨ªa tambi¨¦n inform¨® a la SMA de una posible infracci¨®n, ya que la empresa habr¨ªa fraccionado el proyecto de exploraci¨®n para eludir la evaluaci¨®n de impacto.
Las activistas locales no piensan dejar de dar la batalla. ¡°Hay mucha gente que sabe que la mina no trae nada bueno, pero tienen miedo¡±, dice Corina Albiol, de Chile Chico. Apenas dos decenas de personas forman parte de la agrupaci¨®n, pero preguntando en privado es f¨¢cil encontrar m¨¢s voces cr¨ªticas. ¡°Le llaman progreso a enfermarnos, a envenenar el agua, a envenenar la tierra¡±, cuenta una mujer que dej¨® de hablar abiertamente de la minera por temor a represalias en el pueblo. ¡°?Es eso progreso?¡±.
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