As¨ª son las madres veganas
Cuatro mujeres narran su experiencia en la crianza de sus hijos que no solo implica una nutrici¨®n libre de prote¨ªna animal
Trabajan, hacen activismo, publican libros, rescatan y adoptan otros animales y est¨¢n involucradas en diferentes proyectos de concienciaci¨®n. Leticia Olivares, Sheila Garc¨ªa, Estela Nieto y Gloria Carri¨®n son mujeres y madres veganas. Est¨¢n en la treintena y todas tienen proyectos profesionales que les apasionan y una buena cantidad de seguidores en redes sociales que est¨¢n atentos a todos sus movimientos. El veganismo es cada vez un movimiento m¨¢s heterog¨¦neo y plagado de diferentes corrientes de pensamiento. Con una poblaci¨®n de 0,2%, seg¨²n este estudio de Lantern, y siendo las mujeres un 71% de su fuerza activista, seg¨²n este estudio.
Uno de los debates m¨¢s importantes lo lideran las mujeres con respecto al tema de la natalidad. Hay una fuerte corriente de personas que deciden no tener hijos para aliviar la presi¨®n medioambiental que ejercemos al planeta. La huella de carbono de tener un hijo se sit¨²a, seg¨²n este estudio de la Universidad de Lund, en 58,6 toneladas de CO2 al a?o en los pa¨ªses desarrollados, lo demuestran tambi¨¦n los estudios del Dr. Joseph Poore de la Universidad de Oxford.
¡°Mi objetivo es dar a conocer y a difundir otro estilo de vida en ni?os¡± asegura Lili Olivares, fundadora de Mam¨¢s Veganas y creadora de Vegan Expedition en Instagram. ¡°Desde la cuenta lo que quiero es fomentar esa empat¨ªa hacia madres que no son veganas pero para promover ese tipo de alimentaci¨®n: qu¨¦ pueden incluir en su d¨ªa a d¨ªa aunque sus hijos no sean veganos y dar ejemplo¡± y dice que el objetivo de la cuenta es doble: ¡°normalizar el veganismo en la maternidad porque al final es muy tab¨², a la gente le da mucho miedo¡±.
¡°Para m¨ª era importante criar a Iris siendo vegana, desde la empat¨ªa, y tambi¨¦n intentando reducir su huella de carbono¡±, prosigue Lili quien antes de tener a Iris hab¨ªa adoptado a tres perros preciosos a quienes considera tambi¨¦n parte de la familia. ¡°S¨¦ el impacto que tiene, ya solo pensando cuando tienes que comprar pa?ales... ah¨ª ya te das cuenta de lo que es". Esta forma de pensar conlleva que muchas mujeres veganas sean antinatalistas, as¨ª que la poblaci¨®n de mam¨¢s veganas es a¨²n exigua, pero cada vez tienen m¨¢s presencia.
¡°Sent¨ªa que pod¨ªa ser una buena madre, que ser madre me podr¨ªa enriquecer¡±, dice Estela Nieto, psic¨®loga y coautora del libro ¡°Nutrici¨®n Esencial¡± junto a su pareja Iv¨¢n. Ambos ten¨ªan claro que quer¨ªan ser padres: ¡°Me he sentido m¨¢s cuestionada por c¨®mo teniendo hijos les obligamos a ser veganos que por el hecho de tener hijos¡±. En su libro, ense?an a cocinar en familia recetas sencillas que puedan ser f¨¢cilmente adaptadas para todos, porque para ellos una familia es ¡°un grupo de personas que se unen para formar un proyecto m¨¢s grande basado en el amor y en el respeto¡±. Estela e Iv¨¢n aprenden tanto de Antu y Jara como el uno del otro. Con respecto a la temida pregunta para todos los padres veganos de si les preocupa que el d¨ªa de ma?ana no lo sean, Estela parece que lo tiene muy claro: ¡°Tomar¨¢n sus decisiones cuando sean mayores. Nuestra visi¨®n ha cambiado. No quiero que crezcan con un sentimiento de odio, ni que todo se reduzca a que nosotros somos buenos porque somos veganos y los dem¨¢s no porque matan animales¡±.
Lejos de las alarmas que a veces encontramos en los medios, ninguna ha tenido complicaciones en el embarazo ni tampoco en la crianza con la alimentaci¨®n. Parece que tanto pediatras como matronas cada vez est¨¢n m¨¢s informados de lo que conlleva y no les ponen ning¨²n tipo de trabas al ver que los peques crecen sanos y las madres tienen las anal¨ªticas perfectas. ¡°Algo que me llam¨® mucho la atenci¨®n, cuando dices que est¨¢s embarazada, es que te proh¨ªben cosas. Y todo lo que prohib¨ªan eran cosas de animales¡±, asegura Sheila Garc¨ªa, ¡°si te lo proh¨ªben es porque muy bueno no tiene que ser¡±. Sheila lleva un peque?o refugio de animales en un pueblo de Barcelona junto a su pareja. Conejos, cobayas, pavos, gatos, chinchillas, gallinas, perros, una cabra y un cerdo vietnamita viven lejos del maltrato, el abuso y la explotaci¨®n en El Refugio de Sheivid. Le pregunto a Sheila c¨®mo es la convivencia de Nannuk, de apenas 15 meses, con el resto de animales y me responde: ¡°Yo no s¨¦ si el resto de ni?os ser¨¢n iguales, pero creo que este ni?o es muy especial y muy sensible. El otro d¨ªa vinieron a vacunar a los animales y cuando un gato se pon¨ªa a chillar porque estaba nervioso, ¨¦l (Nannuk) se pon¨ªa a llorar¡±. En estos momentos Nannuk no llora y r¨ªe a carcajadas mientras juega con su moto el¨¦ctrica.
¡°Siempre he tenido el instinto maternal desarrollado y para m¨ª es algo natural¡±, dice Gloria Carri¨®n, mujer que cuenta con m¨¢s de 120.000 seguidores en su Instagram donde ense?a que comer sano (plantbased), gracias a una buena planificaci¨®n en la cocina, puede ser algo f¨¢cil, divertido y para toda la familia. Tuvieron a ?lvaro hace un par de a?os: ¡°Ha sido una crianza respetuosa, pero teniendo en cuenta que ambos somos trabajadores y necesitamos nuestro espacio para trabajar, y tambi¨¦n ¨¦l necesita su espacio para desarrollarse en el cole¡±.??lvaro no es vegano a¨²n porque su padre no lo es, as¨ª que Gloria y ¨¦l tuvieron que llegar a un acuerdo sobre la crianza respetuosa y alimentaci¨®n de su hijo tanto en casa como en el cole, dice: "quer¨ªa que se adaptara a lo que le ven¨ªa. No ponerle esas barreras¡±. Gracias a la insistencia de Gloria ha conseguido que en el cole se ponga un men¨² vegetariano para todos los ni?os dos d¨ªas a la semana. Con respecto a la crianza de ?lvaro, concluye: ¡°le estamos educando desde el respeto, el amor hacia las personas, a los animales y al entorno¡±.
Para cumplea?os, fiestas y dem¨¢s situaciones sociales donde la comida es siempre el centro de atenci¨®n, cada una se organiza como puede, pero desde la casa de Estela e Iv¨¢n, que ya tienen a?os de experiencia, quieren que sus hijos sientan que tienen opci¨®n en todo momento. ¡°Si hay bocadillo de nocilla, nosotros hacemos un s¨¢ndwich de crema de cacao. Tratamos de que lleve su merienda vegana y que sea parecida a lo que llevan el resto de ni?os¡±. No parece que a Antu, de 5 a?os, le importe: ¡°Mira mi bocadillo de hummus¡± o ¡°mi pap¨¢ me ha hecho estos gofres de avena¡±, la profesora de Antu les asegura que en el cole no hay ning¨²n problema. Para esta familia de Castilla La Mancha es una suerte, porque solo en el Pa¨ªs Vasco, y desde 2012, los comedores escolares ofrecen una opci¨®n vegetariana en el men¨² a quien lo solicite.
As¨ª que llevar este estilo de vida respetuoso con los otros animales, no supone ning¨²n problema ni con el embarazo, ni con la crianza, ni en el colegio o guarder¨ªa, ni con su entorno m¨¢s cercano. Parece que todas tienen claro que educar en la empat¨ªa es la mejor arma que cuentan como madres para luchar contra la apat¨ªa. Con respecto a la pol¨¦mica sobre tener o no hijos para amortiguar el impacto individual medioambiental, las cuatro se muestran un¨¢nimes al respecto: es mucho m¨¢s lo que tienen en com¨²n con otras mujeres que lo que les separa. ¡°Al final hay algo que nos une que es esa compasi¨®n, evitar sufrimiento, preservar la tierra¡ que lo principal son los animales, evidentemente, pero luego hay mucho m¨¢s: la contaminaci¨®n o la justicia para los otros humanos que no tienen nada que comer¡±, dice Estela. ¡°No me puedo imaginar cuando ella tenga mi edad c¨®mo ser¨¢ el mundo. Voy a intentar criar una ni?a lo m¨¢s activista y emp¨¢tica posible¡± concluye Leticia.
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