El hombre que fue absuelto de la violaci¨®n de su hija y otras pistas gen¨¦ticas falsas

El 22 de noviembre de 2016, un hombre de nacionalidad espa?ola se sent¨® en el banquillo de un juzgado madrile?o, acusado de un delito de abuso y agresi¨®n sexual contra su propia hija, de 7 a?os. Su expareja y madre de la ni?a le hab¨ªa denunciado y presentaba fotos de los genitales infantiles enrojecidos y una carta en la que la peque?a escrib¨ªa: ¡°Pap¨¢ me tocaba el chochete¡±.

El juicio pintaba muy mal para Raimundo (nombre ficticio). Un informe del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses hab¨ªa detectado ¡°una cantidad escasa de semen con fracci¨®n esperm¨¢tica coincidente con el perfil de ADN del acusado¡± en la entrepierna y la zona trasera de las bragas de la ni?a. Los abogados de la madre ped¨ªan 10 a?os de prisi¨®n y una indemnizaci¨®n de 60.000 euros. Sin embargo, un d¨ªa despu¨¦s de la vista oral, la Audiencia Provincial de Madrid dict¨® la absoluci¨®n del sospechoso.

El caso de Raimundo es uno de los ejemplos de la gu¨ªa Interpretando la gen¨¦tica forense, elaborada por especialistas europeos para concienciar a jueces y abogados de las limitaciones de los an¨¢lisis de ADN. En la sentencia absolutoria, el tribunal subray¨® que los informes m¨¦dicos apuntaban a los ¡°h¨¢bitos higi¨¦nicos insuficientes¡± como la causa de una vulvovaginitis que provocaba el enrojecimiento observado. La ni?a no hizo ning¨²n comentario compatible con un abuso sexual, sin embargo, la madre fotografiaba constantemente los genitales de la criatura antes y despu¨¦s de las visitas a su padre y a menudo acud¨ªa con ella a una pediatra, que nunca detect¨® nada anormal. Para los jueces, esto ¡°permite meditar sobre si estaba obsesionada con el tema y por tanto dudar de la fiabilidad de su testimonio¡±. Un perito testific¨® que la madre hac¨ªa preguntas ¡°capciosas y contaminantes¡± a la ni?a.

El ADN del semen y de las secreciones vaginales se transfiere entre las diferentes prendas de ropa dentro de la lavadora

Respecto a la presencia de restos ¨ªnfimos de semen del padre en las bragas de la ni?a, la sentencia asegur¨® que ¡°esos resultados, aun siendo significativos, son compatibles no solo con unos abusos sexuales, sino tambi¨¦n con otros muchos supuestos, como la contaminaci¨®n de las prendas al ser colocadas en un cesto de la ropa sucia com¨²n de la familia o con que la ni?a utilizara ocasionalmente la misma cama que su padre¡±. Nunca se detectaron restos de semen en el pubis de la peque?a. Y el Tribunal Supremo confirm¨® la absoluci¨®n, seg¨²n explica el abogado Luis Cruz Valdajos, que defendi¨® a Raimundo.

¡°Podemos saber de qui¨¦n es una muestra de ADN, pero en general no podemos determinar ni c¨®mo ni cu¨¢ndo se deposit¨®¡±, advierte el bi¨®logo Antonio Alonso, investigador del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses y coautor de la gu¨ªa. ¡°Puede haber un elemento celular m¨ªo llevado por otra persona a la escena del delito. Cuando nos damos la mano entre dos personas, recibimos parte del ADN de la otra persona¡±, explic¨® Alonso hace unos d¨ªas, en la presentaci¨®n de la publicaci¨®n en Madrid.

El bi¨®logo recuerda el caso del doble crimen de Almonte (Huelva), cometido el 27 de abril del 2013, en el que fueron asesinados una ni?a de ocho a?os y su padre. Recibieron 151 pu?aladas. El ¨²nico acusado, expareja de la madre de la ni?a asesinada, fue absuelto hace poco m¨¢s de tres meses por el Tribunal Supremo, pese a que su ADN estaba en las toallas de la casa en la que ocurrieron los asesinatos. En 2016, subraya Alonso, el equipo de la forense canadiense Sarah No?l demostr¨® que el ADN del semen y de las secreciones vaginales se transfiere entre las diferentes prendas incluso dentro de la lavadora.

¡°Existe el peligro de que un jurado conceda demasiada importancia a las pruebas gen¨¦ticas¡±, advierte la gu¨ªa, ideada por cient¨ªficos de la Red Europea de Excelencia de Gen¨¦tica Forense y editada por la organizaci¨®n brit¨¢nica Sense about Science. La publicaci¨®n recuerda tambi¨¦n el caso de Rafael Ricardi, un gaditano nacido en 1960 que fue detenido en agosto de 1995, acusado de violar a una chica de 18 a?os en El Puerto de Santa Mar¨ªa. La v¨ªctima declar¨® que uno de sus atacantes "ten¨ªa un ojo a la virul¨¦" y la Polic¨ªa fue a por Ricardi, una conocida persona sin hogar y con problemas con las drogas. Era estr¨¢bico y su ADN era compatible con el de uno de los violadores.

¡°Existe el peligro de que un jurado conceda demasiada importancia a las pruebas gen¨¦ticas¡±, advierte una nueva publicaci¨®n

Sin embargo, en 2008, Ricardi sali¨® de prisi¨®n. Nuevos an¨¢lisis de ADN, m¨¢s sofisticados, demostraron su inocencia e incriminaron a otro hombre, Fernando P. G., un alba?il de 53 a?os. Ricardi pas¨® 13 a?os en la c¨¢rcel sin haber hecho nada. Hoy, aquel error ser¨ªa casi imposible. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, la probabilidad de que dos perfiles de ADN coincidan por casualidad es de 1 entre 100.000 billones.

La gu¨ªa tambi¨¦n describe casos en los que la gen¨¦tica forense ha cambiado el curso de una investigaci¨®n. La base de datos nacional de ADN de Espa?a se puso en marcha en 2007. Alberga casi 360.000 perfiles gen¨¦ticos de sospechosos, detenidos e imputados por delitos graves, adem¨¢s de unos 100.000 perfiles sin identificar hallados en lugares donde se ha cometido un crimen. Se han detectado m¨¢s de 14.000 coincidencias entre vestigios biol¨®gicos y personas sospechosas, seg¨²n detalla la gu¨ªa, en la que tambi¨¦n han participado ?ngel Carracedo y Lourdes Prieto, ambos del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela, y la f¨ªsica Leonor Sierra.

Una de estas 14.000 coincidencias permiti¨® resolver el asesinato en 1999 de la joven de 19 a?os Roc¨ªo Wanninkhof, por el que ya hab¨ªa sido condenada injustamente Dolores V¨¢zquez tras un juicio paralelo en las televisiones. En agosto de 2003, apareci¨® el cad¨¢ver de otra chica, Sonia Carabantes, y en la escena del crimen se detect¨® un perfil gen¨¦tico de un hombre que coincid¨ªa con otro rastro en una colilla hallada en 1999 junto al cuerpo de Wanninkhof. La Guardia Civil detuvo a Tony Alexander King, un ciudadano brit¨¢nico con antecedentes penales que fue condenado a 36 a?os de c¨¢rcel por los dos asesinatos.

Como explica Alonso en la nueva gu¨ªa, este caso ¡°muestra la importancia de las bases de datos de ADN en la prevenci¨®n de delitos con un alto grado de reincidencia ya que, si se hubiera cotejado el perfil de ADN de Tony King que pose¨ªa Scotland Yard con los restos gen¨¦ticos encontrados en 1999 en el lugar en el que apareci¨® Roc¨ªo Wanninkhof, se podr¨ªa haber evitado el asesinato de Sonia Carabantes en el a?o 2003¡±.