¡°La solidaridad es la mejor protecci¨®n de los defensores de los derechos humanos¡±
Michel Forst, relator de la ONU sobre la situaci¨®n de quienes luchan por la justicia, la libertad y la protecci¨®n del medio ambiente, cree que los Objetivos de Desarrollo Sostenible no se lograr¨¢n si la sociedad civil es reprimida
En diciembre de 2018, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la situaci¨®n de los defensores de los derechos humanos, Michel Forst, public¨® un informe global acerca de los riesgos, presiones y amenazas que los activistas enfrentan en sus pa¨ªses. El documento no est¨¢ disponible en la p¨¢gina de la ONU, avisa. "Porque era bastante cr¨ªtico, por lo que la ONU decidi¨® no aprobarlo", aclara el mandatario. Lo que describe el texto de 494 hojas, que s¨ª est¨¢ disponible en la web de Forst, es que quienes luchan por la preservaci¨®n del medio ambiente, la igualdad de g¨¦nero y las personas LGTBI, quienes denuncian torturas y leyes represivas contra la sociedad civil, la libertad de expresi¨®n y la asociaci¨®n est¨¢n serio peligro en un gran n¨²mero de pa¨ªses. "Incluso en Europa", apunta el relator en un encuentro con periodistas en la Semana Internacional de la Sociedad Civil que la organizaci¨®n Civicus celebra en Belgrado, Serbia.
"No tenemos el n¨²mero exacto de asesinatos, pero es impresionante la gran cantidad de ellos que hay", lamenta Forst. Pero no solo es importante conocer la cantidad, sino qui¨¦nes eran y por qu¨¦ luchaban. Por eso, destaca el relator, Frontline Defenders ha creado junto con otras organizaciones una base de datos con las historias de vida de aquellos a quienes les ha sido arrebatada por defender los derechos humanos. Un memorial. "Am¨¦rica Latina es la regi¨®n m¨¢s peligrosa. Tambi¨¦n Filipinas", indica. Aunque durante la conversaci¨®n mencionar¨¢ tambi¨¦n a Estados Unidos, Europa, ?frica, Oriente Medio, Asia. No hay pr¨¢cticamente un lugar 100% seguro para los activistas. "Solo el 4% de la poblaci¨®n mundial vive en pa¨ªses donde los Gobiernos respetan debidamente las libertades de asociaci¨®n, reuni¨®n pac¨ªfica y expresi¨®n", se?ala el informe de Civicus de 2018 al respecto.
El mandatario, que se re¨²ne con jefes de Estado, ministros y pol¨ªticos por todo el mundo ¡ªaunque cada vez m¨¢s los hay que se niegan a recibirle o lo hacen y deciden no seguir sus recomendaciones, como Hungr¨ªa¡ª, est¨¢ muy preocupado por las campa?as de difamaci¨®n y las leyes que los propios Gobiernos lanzan contra los defensores de derechos humanos para desacreditarles. "Se les llama enemigos del Estado, se les acusa de promover valores occidentales, de estar en contra del progreso, en el caso de los ind¨ªgenas, e incluso se les vincula con el terrorismo", enumera. Y sigue. Tambi¨¦n periodistas y activistas ven coartada su libertad de movimiento con algo tan sencillo como denegarles una visa para salir de su pa¨ªs. Asimismo, se endurecen los requisitos para el registro oficial de las organizaciones, lo que dificulta sus posibilidades de financiaci¨®n. En muchos pa¨ªses, tambi¨¦n son llevados ante los tribunales sin posibilidad de un juicio justo.
Ahora, adem¨¢s de los Gobiernos, empresas transnacionales y medios de comunicaci¨®n en manos de criminales son enemigos de los defensores de los derechos humanos y de la libertad de expresi¨®n, explica Forst. "Quiz¨¢ no son responsables directos de los asesinatos, pero s¨ª indirectos", opina sobre el papel de grandes corporaciones en las muertes de activistas. "Tomemos el caso de Berta C¨¢ceres, sabemos que los sicarios han sido detenidos y llevados ante la justicia, pero tambi¨¦n sabemos que los autores intelectuales se han quedado sin sanciones hasta el momento". La impunidad, dice, es otro motivo m¨¢s de desvelos en su larga lista de preocupaciones. De esto, tambi¨¦n escribir¨¢ un informe. Uno m¨¢s.
Pregunta. Tenemos el diagn¨®stico. ?Cu¨¢l es la estrategia para mejorar la situaci¨®n?
Respuesta. No hay una soluci¨®n global. Pero vemos que los defensores se est¨¢n volviendo cada vez m¨¢s eficientes. Crean redes cada vez m¨¢s fuertes. Y grandes organizaciones como Civicus o Amnist¨ªa Internacional les apoyan, lo cual les proporciona algo de seguridad. Pero hay una batalla en la que seg¨²n los defensores se hacen m¨¢s fuertes, tambi¨¦n los ataques contra ellos se recrudecen.? Si bien hay se?ales de esperanza. Debemos observar las situaciones a nivel nacional, porque a veces grandes pa¨ªses como Brasil, Colombia o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo est¨¢n buscando soluciones a nivel local para respaldar y proteger a los defensores. Una de mis estrategias clave para probar y desarrollar con los Estados es la prevenci¨®n, lo cual es para m¨ª mejor que la protecci¨®n, pues se trata de evitar que ocurran los ataques. Esto es lo que propongo en mis informes: soluciones innovadoras.
P. ?Puede mencionar alguna en concreto?
R. Desde la elaboraci¨®n de gu¨ªas sobre c¨®mo proteger a los defensores de derechos humanos, hasta soluciones dom¨¦sticas como mecanismos nacionales de protecci¨®n. Lo que veo es que la solidaridad es la mejor protecci¨®n para los defensores. En ?frica o Am¨¦rica Latina, si uno de ellos est¨¢ en riesgo, llama a los otros. La ayuda local es m¨¢s eficaz, antes de llamar a instituciones internacionales para que tomen medidas. A mi gabinete le lleva un tiempo recolectar informaci¨®n para hacer una doble confirmaci¨®n, as¨ª como conseguir los consentimientos de las v¨ªctimas antes de llevar a cabo acciones. Y mientras tanto, est¨¢n en peligro y necesitan soluciones r¨¢pidas. A veces Twitter es una herramienta ¨²til para esto.
P. Pero usted mismo dice que cada vez m¨¢s pa¨ªses dicen que no van a cooperar con la ONU, que incluso se niegan a recibirle y no aprueban sus informes. ?Solo podemos tener parches como soluci¨®n?
Esto es una batalla en la que seg¨²n los defensores de los derechos humanos se hacen m¨¢s fuertes, los ataques contra ellos se recrudecen
R. S¨ª, hay pa¨ªses con los que es muy dif¨ªcil funcionar. Tanto para la ONU en general como para m¨ª. En algunos, nadie tiene acceso, como Corea del Norte, Eritrea o Burundi. La buena noticia es que hay otros en los que en el pasado ¨¦ramos bloqueados y ahora optan por reunirse con nosotros. Hay Estados como Filipinas, en los que hay asesinatos y campa?as de difamaci¨®n al m¨¢s alto nivel, que no reconocen que tengan un problema con los defensores y no hacen nada. Mientras tanto, otros en Am¨¦rica Latina como M¨¦xico, Colombia u Honduras, y Brasil puede que lo hagan, reconocen que deben buscar soluciones porque tienen un gran n¨²mero de asesinatos. Algunos ya lo han hecho y disponen de mecanismos nacionales para proteger a los defensores, aunque no digo que eso resuelva todo.
P. Desde que asumi¨® su mandato en 2014, ?ha cambiado la definici¨®n de lo que es un defensor de los derechos humanos?
R. En la Declaraci¨®n de la ONU sobre defensores de los derechos humanos, hace 20 a?os, se aprob¨® una definici¨®n muy amplia que dice que lo es cualquiera, individuo, grupo u organizaci¨®n de la sociedad civil, que defienda sus derechos o los de otra gente. Recibimos muchas quejas de ONG como Civicus o Amnist¨ªa Internacional, pero tambi¨¦n diplom¨¢ticos, funcionarios, particulares y otros que reciben amenazas y son v¨ªctimas de ataques porque han decidido promover los derechos humanos. Este es el caso, en Europa, de las personas ayudan a los inmigrantes. Cada vez m¨¢s familias les rescatan, les dan apoyo, alojamiento, comida, les cargan sus tel¨¦fonos m¨®viles... y por ello, son defensores de los derechos humanos y enfrentan amenazas. Al mismo tiempo, hay pa¨ªses que tratan de anular o estrechar esta definici¨®n. Rusia est¨¢ liderando una campa?a para convencer a otros para tratar de acotar este concepto. En la ONU hay un ataque constante por parte de varios Estados en este sentido, para controlar m¨¢s a los defensores.
Necesitamos llamarles defensores de los derechos humanos, aunque sean activistas pol¨ªticos, l¨ªderes comunitarios o sociales, porque si no les llamamos as¨ª no est¨¢n bajo la protecci¨®n de la ONU. Por ejemplo, quienes protegen el medio ambiente se defin¨ªan como ecologistas o conservacionistas, pero no como defensores de los derechos humanos, pero son parte de esta familia. Tambi¨¦n las mujeres que se han sumado al #MeToo.
P. ?Es posible lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible si se reduce el espacio de la sociedad civil?
R. Se pueden lograr los Objetivos, pero no sin la participaci¨®n de la sociedad civil que necesita un entorno seguro. Eso es lo que estoy tratando de hacer.
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