?Caballero o controlador? Cuando el candado de amor encierra posesi¨®n y maltrato
C¨®mo se detectan los gestos que parecen de cari?o pero que no nacen del respeto, para evitar que acaben en violencia de g¨¦nero
Una joven se enamora de un chico algo mayor que ella. En un primer momento, todo es emoci¨®n y pasi¨®n. Ella est¨¢ ecantada porque ¨¦l la recoge con su cochazo en la puerta del instituto, donde todos sus amigos pueden verla. Y como este, muchos otros gestos dignos de una relaci¨®n adolescente. Un d¨ªa, ¨¦l la lleva de compras y entonces sucede: un gesto marca la diferencia entre una pareja basada en el respeto y una en la que una de las dos personas quiere controlar a la otra, la base de la violencia de g¨¦nero. Cuando ella elige una camiseta que le gusta, ¨¦l la recrimina y le advierte: "Si te voy a regalar la ropa, soy yo quien tiene que elegirla". Ella vuelve a deja la prenda.
Esta historia puede representar el inicio de un grave problema que sufren muchas mujeres: el maltrato, cuyos primeros s¨ªntomas son dif¨ªciles de percibir y que va en aumento en las relaciones de pareja de los j¨®venes (las denuncias por malos tratos, abusos y agresiones sexuales han aumentado un 25%, seg¨²n inform¨® EL PA?S). Para concienciar sobre el problema, tambi¨¦n es la historia que usa en los talleres que realiza con adolescentes Laura Vi?uela, consultora de g¨¦nero, experta en igualdad, educaci¨®n feminista y prevenci¨®n de la violencia de g¨¦nero en la adolescencia.
Una simple mirada o un breve comentario pueden hacer que se pase de un gesto de cari?o como puede ser sorprender una pareja a una actitud de control. Es la delgada l¨ªnea que separa lo que conocemos como un "caballero" de un controlador. El primero cuida y es detallista con su pareja, siguiendo unas normas establecidas por ambos miembros de la pareja, mientras el segundo lo hace con unas normas que solo establece ¨¦l. El l¨ªmite est¨¢ en respetar la libertad que la otra persona tiene para tener una vida independiente.
As¨ª, retomando la idea inicial, la soci¨®loga Carmen Ruiz Repullo explica que "la violencia de g¨¦nero no es solo pegar. Suele empezar con otro tipo de actitudes que ¡ªa priori y sobre todo ante los ojos de los j¨®venes¡ª parecen menos graves, como el control a la vestimenta, de las amistades o las redes sociales y va escalando hasta llegar a la agresi¨®n f¨ªsica".?
Caballero, un concepto que ha cambiado con el tiempo
La historia que cuenta la consultora de g¨¦nero recuerda a una de las escenas m¨¢s famosas del cine rom¨¢ntico, aquella de Pretty Woman en la que una prostituta se abastec¨ªa de ropa a cuenta de la American Express de su millonario cliente. S¨ª, aunque parezca mentira, hace veinte a?os ver a Julia Roberts eligiendo la ropa que a Richard Gere le gustaba se consideraba rom¨¢ntico, pero aquella galanter¨ªa es algo que hoy en d¨ªa resultar¨ªa inconcebible entender como algo realmente desinteresado y generoso.
?Por qu¨¦ despu¨¦s de dos d¨¦cadas hemos cambiado de opini¨®n respecto de esta pel¨ªcula y lo que antes nos ablandaba el coraz¨®n ahora nos chirr¨ªa? Laura Vi?uela aclara que "es porque todos tenemos en la cabeza una idea del amor rom¨¢ntico que, m¨¢s que una realidad, se corresponde con una convenci¨®n, una forma de vivir las relaciones que damos por sentada. Pero en realidad es algo que viene determinado por la historia, por un discurso que surge en determinada ¨¦poca y lugar, y que se ha ido apuntalando a trav¨¦s de la literatura, el arte, la filosof¨ªa o ya en este siglo por la cultura audiovisual, como el ejemplo de Pretty Woman".
Por eso es tan importante poner este ideal que tenemos del amor dentro de una perspectiva hist¨®rica y geogr¨¢fica, y entender c¨®mo lo que hemos interiorizado y aprendido nos va a afectar en la manera que tenemos de entender nuestras relaciones. "Una vez que lo visualizamos tenemos que entender c¨®mo nos influye y nos condiciona esa idea que tenemos del amor y las relaciones. Son mitos e ideales que interiorizamos y que van configurando una plantilla en nuestro cerebro de lo que debe ser lo normal, una plantilla que nos dice c¨®mo deber¨ªa de ser la relaci¨®n rom¨¢ntica perfecta, incluso antes de haberla tenido", dice Vi?uela.
Es posible cambiar lo aprendido
El primer paso para entender que esa plantilla existe y que nos condiciona es "ser capaces de comprender que cuando a lo largo de la vida nos encontramos con situaciones que nos descolocan (por ejemplo, hemos dejado de querer a una persona, y a¨²n siendo infelices, somos incapaces de dejar la relaci¨®n), tenemos que darnos cuenta de que nuestros verdaderos sentimientos est¨¢n chocando con la idea prestablecida de lo que debe ser", contin¨²a Vi?uela.
El hecho de que se trate de algo aprendido, no quiere decir que no podamos cambiarlo y, para ello, "la negociaci¨®n es la clave. Entender que en todo romance hay que negociar con quien vas a entablar esa relaci¨®n: en qu¨¦ t¨¦rminos va funciona mejor, las expectativas, lo que queremos hacer, lo que podemos o no compartir, etc¨¦tera. Y no dejar de hacerlo a medida que pasa el tiempo, porque el amor va cambiando y no siempre funcionan las mismas cosas que lo hac¨ªan al principio de conocernos", explica esta experta. Y si llega el d¨ªa en el que deja de funcionar, "no pasa nada, la vida es larga y conoceremos a mucha gente. No tenemos que convertir el amor en una c¨¢rcel".
Los peque?os detalles que deben chirriar
Precisamente un s¨ªmbolo bastante popular, pero equivocado de lo que es el amor, es el del candado. "Es una imagen dura, de bloqueo. De asegurar y encerrar el amor. Y todav¨ªa m¨¢s cuando se tira la llave al r¨ªo con nuestros nombres. ?Por qu¨¦ utilizamos estos imaginarios que tienen que ver con mitos como renuncia, posesi¨®n? A final es lo que aprendemos cuando somos j¨®venes, lo que vemos en la cultura popular o lo que hemos heredado de su familia. Son mitos muy poderosos, porque si no se cumplen, las personas asumimos que esa persona o relaci¨®n ha sido la que ha fallado, no el mito", detalla la Vi?uela.
Otra gran diferencia que tenemos que hacer es el "te llamo para saber si est¨¢s bien o te llamo para saber donde est¨¢s". Darse cuenta no siempre es sencillo, pero siempre hay un l¨ªmite que no hay que sobrepasar: hay que respetar la libertad que la otra persona tiene para tener una vida independiente, algo que en la adolescencia es dif¨ªcil por el miedo a que se vaya con otro. "Es cierto que hay parejas en que las comunicaciones constantes son necesarias y no pasa nada porque as¨ª lo establecen los dos, y otras, por el contrario, no necesitan hablar en todo el d¨ªa, y tambi¨¦n est¨¢ bien. Yo siempre les digo a los j¨®venes que escuchen a su cuerpo, y si notan que les est¨¢n agobiando, ansiedad, rechazo o cualquier otro tipo de somatizaci¨®n, decirlo. Explicar al otro que necesitas salir con tus amigos, que quieres estar a tu aire. Si la otra persona no lo acepta, ah¨ª hay un problema", aclara Vi?uela.
Una prueba infalible es el NO TEST, una idea a la que lleg¨® el psic¨®logo australiano experto en violencia de g¨¦nero Rob Andrew cuando hablaba con una amiga que consideraba tener siempre mala suerte con los hombres y se preguntaba por qu¨¦ tardaba tanto en ver la verdadera personalidad de sus controladoras parejas, comentaban como el ¨²ltimo novio hab¨ªa enfurecido cuando ella cancel¨® una cita a ¨²ltima hora por sentirse mal. Rob le pregunt¨®: ?era la primera vez que le dec¨ªas que no? Ella palideci¨®. S¨ª, nunca le hab¨ªa llevado la contraria, nunca le hab¨ªa dado un "no" por respuesta. Aquella fue la primera vez. Esta prueba sirve para ver cu¨¢l es la reacci¨®n de la otra persona cuando se le niega algo por primera vez. Su respuesta dar¨¢ las claves de hasta qu¨¦ punto basar¨¢ la relaci¨®n en el respeto.
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