La Europa bipolar
En materia de migraciones, la pol¨ªtica de la Uni¨®n Europa busca una cosa y la contraria.
Hace un par de semanas planteamos la conexi¨®n de la crisis migratoria declarada por la Uni¨®n Europea (UE) en 2015 con la crisis de identidad del propio proyecto de integraci¨®n. Entre los varios ejemplos que dan idea de este v¨ªnculo, se apuntaba uno referido a la pol¨ªtica exterior comunitaria. Es decir, el papel que la UE se siente llamada a desempe?ar en un contexto global como el actual. Merece la pena profundizar en el doble impacto que ha supuesto.
En primer lugar, un impacto que tiene que ver con la voz ¨²nica a la que ha aspirado la pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n en los debates internacionales. El Pacto Global sobre Migraci¨®n visibiliz¨® un desencuentro desde el momento mismo de las negociaciones. Siendo un acuerdo internacional no vinculante que deb¨ªan firmar los Estados individualmente, las instituciones de la UE trataron de forjar una posici¨®n com¨²n a la que se adhirieran posteriormente sus Estados miembros. Fue Hungr¨ªa el primero en desmarcarse en mayo de 2018 (la posici¨®n com¨²n de la UE la firmaban 27 y no 28 Estados). Siguieron en los meses siguientes Austria, la Rep¨²blica Checa, Polonia, Bulgaria, Eslovaquia, Letonia y, finalmente, Italia. En pa¨ªses como Croacia, Estonia, Holanda y B¨¦lgica, la firma del pacto dio lugar a debates internos de una intensidad que, en este ¨²ltimo caso, deriv¨® incluso en la ca¨ªda del gobierno.
La crisis migratoria tuvo un segundo impacto notable para la presencia global europea. Cataliz¨® una serie de medidas que han hecho de la lucha contra la inmigraci¨®n irregular una de las claves para su relaci¨®n con el resto del mundo. Se habla de ello como una de las tendencias que desde hace a?os viene marcando la evoluci¨®n de las pol¨ªticas de control migratorio de la UE: su externalizaci¨®n en terceros Estados. Esto se se?ala en trabajos como el llevado a cabo por Oxfam y la Fundaci¨®n porCausa, y tiene menos que ver con el peso objetivo de la inmigraci¨®n irregular que con el sesgo de la narrativa antinmigraci¨®n, cada vez m¨¢s influyente en la pol¨ªtica europea.
La consecuencia de todo ello es que una prioridad de las relaciones de la UE con terceros Estados y organizaciones internacionales o regionales es hacer frente a las causas subyacentes de la inmigraci¨®n irregular. As¨ª queda reflejado en la Estrategia Global de Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, el Marco de Asociaci¨®n con Terceros Pa¨ªses en el contexto de la Agenda Europea de Migraci¨®n, o el nuevo Consenso Europeo en materia de desarrollo. La lucha contra la inmigraci¨®n irregular adquiere una triple naturaleza: primero, una amenaza que habilita intervenciones militares en terceros Estados o aguas internacionales; segundo, una moneda de cambio para las relaciones bilaterales (a¨²n a expensas de las grav¨ªsimas violaciones de derechos humanos de las personas migrantes en estos pa¨ªses socios); finalmente, una prioridad de su pol¨ªtica de cooperaci¨®n al desarrollo.
Esta ¨²ltima es una de las se?as de identidad m¨¢s reconocible de la UE en un mundo global. Europa ¨Clas instituciones comunitarias y sus Estados miembros¨C contin¨²a siendo el mayor donante mundial de Ayuda Oficial al Desarrollo. M¨¢s de 74.000 millones de euros en 2018, que suponen casi el 57% del total mundial. De ah¨ª que importe, y mucho, los objetivos de esta pol¨ªtica. El consenso con el que Europa articula su contribuci¨®n a la Agenda 2030 reconoce, en la misma l¨ªnea que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la contribuci¨®n claramente positiva de la migraci¨®n y de la movilidad al crecimiento integrador y al desarrollo sostenible. Sin embargo, esta visi¨®n choca frontalmente con el empe?o de la acci¨®n exterior europea para lograr su objetivo de frenar la migraci¨®n en origen.
A esta contradicci¨®n deber¨¢n enfrentarse dos procesos de negociaci¨®n que actualmente se est¨¢n desarrollado en segundo plano, pero que definir¨¢n el futuro de las relaciones exteriores de la UE. Por un lado, el debate presupuestario del nuevo marco financiero plurianual de la UE para el periodo 2021-2027, en el que profundizaremos en las pr¨®ximas semanas. Por otro, en 2020 expira el Acuerdo de Coton¨², fase actual de los acuerdos de asociaci¨®n con los pa¨ªses de ?frica, Caribe y Pac¨ªfico. En ellos se definen desde 1975 las relaciones de la UE con m¨¢s de 79 pa¨ªses para la cooperaci¨®n en diferentes ¨¢mbitos pol¨ªticos, incluida la migraci¨®n y movilidad.
Ambas negociaciones concluir¨¢n con la composici¨®n del Parlamento Europeo y la pr¨®xima Comisi¨®n Europea que decidir¨¢n las elecciones del pr¨®ximo 26 de mayo. En ellas, por tanto, tambi¨¦n est¨¢ en juego el papel de Europa en el mundo y su posici¨®n ante los desaf¨ªos globales.
EUROPA DECIDE: UN PROYECTO PARA ANALIZAR LAS ELECCIONES EUROPEAS
Esta entrada es la cuarta de una serie de publicaciones que la Fundaci¨®n porCausa ir¨¢ realizando a lo largo de las pr¨®ximas semanas, con motivo de las elecciones al Parlamento Europeo. El proyecto, que incluye tambi¨¦n entrevistas y encuentros, ofrecer¨¢ al lector interesado informaci¨®n relevante, datos y an¨¢lisis sobre el futuro de Europa y el debate migratorio.
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