Recetas para comerse el Museo del Prado
El restaurante del Palace crea un men¨² inspirado en seis grandes obras de la pinacoteca, desde el Bosco a Sorolla, con el que se suma a la celebraci¨®n de su bicentenario
"Es como comerse un trocito de la Malvarrosa". El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, hace este comentario ante el Carpaccio de gamba blanca con algas que recrea el ¨®leo Chicos en la playa (1909), de Joaqu¨ªn Sorolla, con la autoridad que le confiere haber nacido en Valencia. El plato es una de las seis creaciones que el chef Jos¨¦ Luque, del restaurante La Rotonda en el hotel Palace, present¨® este jueves para rendir su particular homenaje al Prado en el bicentenario de creaci¨®n. "Es un regalo de cumplea?os para nuestros vecinos", asegura el cocinero.
Este peculiar regalo recorre cinco siglos a trav¨¦s de algunas de las grandes obras maestras del museo: desde el Tr¨ªptico del jard¨ªn de las delicias (1490-1500), una de las tablas m¨¢s conocidas de El Bosco cuya parte central aparece convertida en postre, El jard¨ªn del chef, hasta el citado lienzo de Sorolla. "Curiosamente, Chicos en la playa es una de las pinturas que m¨¢s prestamos para exposiciones temporales. Actualmente est¨¢ en Londres [hasta el 7 de julio en una monogr¨¢fica que la National Gallery le dedica al pintor valenciano]; mientras que El jard¨ªn de las delicias no ha salido nunca ni lo har¨¢", aclara Falomir.
El postre de Luque es una composici¨®n bastante literal ya que los ar¨¢ndanos, frambuesas y moras que tientan a los personajes del Bosco aparecen aqu¨ª mezclados con p¨¦talos sobre un lecho de cacao como una colorista tentaci¨®n, al igual que los present¨® el pintor. "Me parece bell¨ªsimo, es lo m¨¢s parecido al festival de Woodstock pero sin alucin¨®genos", bromea Falomir haciendo referencia a la m¨ªtica cita musical estadounidense.
El Palace, que en 2012 cumpli¨® un siglo, se ha sumado a la celebraci¨®n de sus vecinos con el men¨² Cocinando el Prado que permanecer¨¢ en la carta de La Rotonda hasta, al menos, el 9 de junio, tanto para almuerzos como cenas por 48 euros (bebidas no incluidas) y cuenta con la opci¨®n de maridarlo con vinos de la Bodega Gonz¨¢lez Byass. "El recorrido comienza con uno de los grandes iconos del Prado: El triunfo de Baco (1628-1629), de Vel¨¢zquez, una alegor¨ªa al vino que Jos¨¦ Luque convierte en una refrescante sangr¨ªa de vino tinto con su fruta en gelatina", comenta Elena Sope?a, la historiadora del arte encargada de asesorar al chef sobre la conexi¨®n entre las obras y los platos.
Despu¨¦s del sugerente carpacho de gamba blanca, el chef propone Lubina desnuda al pilpil sobre cama de patata, tub¨¦rculo con el que evoca el canap¨¦ sobre el que se recuesta La maja desnuda (1795-1800), de Goya. La blancura lechosa de la desnudez de la modelo tiene su eco en el lomo del pescado rematado con una cabellera roja. "Sin duda las dos majas, la vestida y la desnuda, son nuestras grandes estrellas y reciben muchas peticiones para muestras en todo el mundo. Salen, pero como los reyes, siempre viajan por separado", apunta el responsable del Prado.
El men¨², de seis platos, incluye tambi¨¦n una musaka inspirada en la gorguera del retrato El caballero de la mano en el pecho (1578-1580), de El Greco. "Es un gui?o al lugar del nacimiento de El Greco y por ello Luque ha creado un hojaldre ligero, pintado de blanco como en el retrato, en el que presenta una musaka elaborada con ouzo, el licor griego", comenta Elisa Sope?a.
Y antes de llegar al Jard¨ªn de las delicias, el prepostre est¨¢ dedicado a las texturas que recrea Zurbar¨¢n en Agnus Dei (1635-1640), el lienzo que m¨¢s veces ha prestado el Prado se convierte en el plato en un algod¨®n de az¨²car espolvoreado con cacao. Seguro que al sobrio maestro de Fuente de Cantos le gustar¨ªa la idea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.