Un declive sin precedentes

La vida en la Tierra se est¨¢ deteriorando r¨¢pidamente; cualquier indicador del estado global de la naturaleza est¨¢ decreciendo; ello se debe casi exclusivamente a la acci¨®n del hombre. He aqu¨ª las principales conclusiones del Informe sobre la biodiversidad, encargado por la ONU, hecho p¨²blico la pasada semana. Tal estudio completa el ciclo de trabajos sobre el cambio clim¨¢tico que desde finales de los a?os ochenta viene elaborando el grupo de expertos sobre el clima, que denuncian sistem¨¢ticamente los da?os sobre la naturaleza que producen los gases de efecto invernadero elevados a la atm¨®sfera. Los informes sobre la biodiversidad y cambio clim¨¢tico son primos hermanos y reflejan la degradaci¨®n y la crisis ecol¨®gica que vive el planeta, las mayores desde que se hacen mediciones.

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El silbido del perro

No hay excepcionalidad

Demuestra el Informe sobre la biodiversidad que hay una sobreexplotaci¨®n de los recursos naturales y una contaminaci¨®n irresistible que desbordan los da?os meramente ambientales y afectan a la evoluci¨®n de la econom¨ªa y a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que son la idea fuerza de la que se dotaron casi 200 pa¨ªses reunidos en la sede de la ONU en septiembre de 2015 para transformar el modelo de crecimiento cuantitativo acumulativo y sustituirlo por lo que se denomina desarrollo sostenible o inclusivo. Esa idea fuerza se denomin¨® Agenda 2030, una especie de nuevo contrato social global de valores ciudadanos que desbordaba al producto interior bruto (PIB) como la f¨®rmula de medici¨®n m¨¢s id¨®nea del bienestar de los individuos y los pa¨ªses. La Agenda 2030 ha sido definida como una visi¨®n compartida del desarrollo; un desarrollo que no puede basarse s¨®lo en el crecimiento econ¨®mico, sino que ha de sustentarse en una econom¨ªa ¨¦tica (no ser¨ªa un ox¨ªmoron) que favorezca sociedades inclusivas y que respete el medio ambiente: el desarrollo ser¨¢ sostenible o no ser¨¢, dicen los promotores de la agenda.

Los 17 objetivos de la Agenda 2030 afectan a la persona (fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educaci¨®n de calidad, trabajo decente, reducci¨®n de las desigualdades econ¨®micas, sociales y de g¨¦nero, etc¨¦tera) y al conjunto de los pa¨ªses, tanto desarrollados como subdesarrollados, puesto que en estos aspectos no hay fronteras (agua limpia y saneamientos, energ¨ªa asequible y no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, lucha contra el cambio clim¨¢tico, vida en los ecosistemas terrestres, en los mares y oc¨¦anos¡­). E incorpora un aspecto central que no estuvo en los precedentes Objetivos del Milenio y que cada vez es m¨¢s determinante: no hay desarrollo si no se tienen instituciones s¨®lidas que funcionen en un contexto de paz y seguridad jur¨ªdica.

Los mandatarios pol¨ªticos que firmaron la Agenda 2030 dijeron que estaban ¡°resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aqu¨ª [2015] a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los pa¨ªses y entre ellos, a construir sociedades pac¨ªficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los g¨¦neros y el empoderamiento de las mujeres y los ni?os, y a garantizar una protecci¨®n duradera del planeta y sus recursos naturales¡±. No es poco. Cuando se sign¨® la agenda, hab¨ªa a¨²n 870 millones de ciudadanos que viv¨ªan con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa, y muchos de ellos carec¨ªan de acceso a alimentos, agua potable y saneamientos, seg¨²n datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Espa?a, que tambi¨¦n se adhiri¨® a la Agenda 2030, ten¨ªa un 21,6% de su poblaci¨®n, en torno a los 10 millones de personas, en riesgo de pobreza, entre otros indicadores de extrema fragilidad. Como el resto de los pa¨ªses, se ha comprometido a que sus Presupuestos del Estado no sean incoherentes con los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Quienes insistentemente los acusan de ut¨®picos y de buenistas no han sido capaces de poner encima de la mesa una idea fuerza alternativa para la transformaci¨®n de sus sistemas econ¨®micos, que impida los excesos que denuncian los informes citados. Esos sistemas que tantas veces dan sensaci¨®n de estar en el l¨ªmite o al borde del colapso.