Luc¨ªa, mi Pediatra: ¡°La vacuna frente al meningococo B deber¨ªa estar financiada¡±
Autora de los libros ¡®El viaje de tu vida¡¯ y ¡®Cuentos de Luc¨ªa, mi pediatra¡¯, defiende que la vacunaci¨®n es la ¨²nica forma de prevenir enfermedades graves
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) lanz¨® recientemente una alerta sobre el aumento sin precedentes en la incidencia del sarampi¨®n en Europa: solo en los dos primeros meses de 2019 se contabilizaron 34.000 nuevos casos. Y aunque Espa?a tiene una alta cobertura vacunal, existe una relaci¨®n directa entre los recientes brotes detectados en Barcelona, Guadalajara y Madrid y los viajes internacionales a pa¨ªses end¨¦micos, seg¨²n un reciente an¨¢lisis del Comit¨¦ Asesor de Vacunas de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa. ¡°De todos los casos europeos, m¨¢s del 75% ocurrieron en seis pa¨ªses con cobertura vacunal por debajo del 88%. ?Por tanto, deber¨ªamos vacunarnos si viajamos a estos pa¨ªses? La respuesta es s¨ª¡±. La pediatra y escritora Luc¨ªa Gal¨¢n Bertrand, autora del blog Luc¨ªa Mi Pediatra y de los libros El viaje de tu vida y Cuentos de Luc¨ªa, mi pediatra, entre otros, defiende que la vacunaci¨®n es la ¨²nica forma de prevenir enfermedades graves, ciertos tipos de c¨¢ncer y muertes infantiles.
Pregunta. Muchos adultos desconocemos nuestra cobertura vacunal. Dependiendo de la edad ?puede que no estemos cubiertos frente a alguna enfermedad?
Respuesta. Siempre conviene saber cu¨¢l es nuestro estado vacunal, sobre todo en estos tiempos en los que viajamos a pa¨ªses con coberturas vacunales m¨¢s bajas que las nuestras. Ante la duda, siempre recomendamos vacunar. No ocurrir¨ªa nada en caso de ya haber sido vacunado y no recordarlo. Respecto al sarampi¨®n, por ejemplo, deber¨ªan vacunarse los adultos nacidos entre 1966 y 1978, sobre todo si se viaja a pa¨ªses con alta incidencia de la enfermedad. Salud P¨²blica estima que los nacidos antes del 66 ya han pasado la enfermedad y por tanto ya son inmunes. Los nacidos despu¨¦s de 1978 ya estar¨¢n vacunados correctamente frente al sarampi¨®n, y por lo tanto nos quedar¨ªa esa franja entre el a?o 66 y el 78.
P. En Espa?a tenemos una alta cobertura frente el sarampi¨®n, pero ?qu¨¦ debemos hacer si viajamos con ni?os a pa¨ªses extranjeros?
R. La situaci¨®n del sarampi¨®n en Europa es preocupante: seg¨²n el ¨²ltimo informe de la OMS, el a?o pasado se triplicaron los casos de sarampi¨®n, con 82.596 diagn¨®sticos, 15 veces m¨¢s que en 2016, de los cuales, el 61% necesit¨® hospitalizaci¨®n. De todos los casos, m¨¢s del 75% ocurrieron en seis pa¨ªses con cobertura vacunal por debajo del 88% para la segunda dosis de la vacuna triple v¨ªrica (Ucrania, Francia, Italia, Grecia, Ruman¨ªa y Reino Unido). ?Por tanto, deber¨ªamos vacunarnos si viajamos a estos pa¨ªses? La respuesta es s¨ª. El Comit¨¦ Asesor de Vacunas de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa hace menci¨®n especial a los lactantes entre 6 y 11 meses de edad, que a¨²n no han recibido ninguna dosis: ¡°Si tienen necesidad de viajar con estancias prolongadas en los pa¨ªses citados de mayor riesgo, antes debe valorarse la necesidad de recibir una dosis extra de vacuna triple v¨ªrica (sarampi¨®n, rubeola y parotiditis), preferiblemente al menos 3-4 semanas antes del viaje¡±.
P. ?Cree que la obligatoriedad de las vacunas para acceder a guarder¨ªas o escuelas es una soluci¨®n?
R. La mayor¨ªa de los pediatras opinamos que siempre es mejor convencer que obligar, es decir, que los padres entiendan que vacunar a sus hijos es la mejor manera de protegerles frente a terribles enfermedades que pueden tener consecuencias devastadoras. La experiencia previa en otros pa¨ªses, como Inglaterra o Estados Unidos, donde durante ¨¦pocas se instaur¨® la obligatoriedad de las vacunas, gener¨® un movimiento de rechazo hacia las vacunas aun mayor que el que exist¨ªa, teniendo que dar marcha atr¨¢s con dicha medida. Pero es verdad que todo padre y toda madre desea llevar a su hijo a la escuela infantil o al colegio con la tranquilidad de saber que est¨¢ protegido y sus compa?eros tambi¨¦n, por lo que la posibilidad de enfermar ser¨ªa much¨ªsimo menor. Este es un debate muy interesante. Recordemos tambi¨¦n que no todos los ni?os pueden ser vacunados: tenemos a ni?os en tratamientos con inmunosupresores, enfermedades oncol¨®gicas, que merecen estar seguros tambi¨¦n en sus escuelas. No olvidemos tampoco que, si escolarizamos a un ni?o con a?o y medio, este tendr¨¢ la primera dosis del sarampi¨®n, pero a¨²n no tendr¨¢ la segunda que es a los 2-3 a?os por lo que, si el sarampi¨®n entra antes en la escuela infantil, podr¨ªa contagiarse. Por ello es muy importante concienciar a todos los padres de seguir siempre el calendario de vacunaci¨®n.
Creemos que la vacuna frente al meningococo B deber¨ªa estar financiada desde los dos o tres meses en todas las comunidades aut¨®nomas
P. Algunos padres dudan de la efectividad de vacunas recientes, como la tetravalente contra el papilomavirus, que no protege frente al 100% de los genotipos del virus: ?por qu¨¦ la recomendamos, entonces?
R. Porque el c¨¢ncer de c¨¦rvix es el segundo c¨¢ncer m¨¢s frecuente en las mujeres, es responsable de 850 muertes al a?o en Espa?a y pr¨¢cticamente todos los casos de c¨¢ncer de c¨¦rvix son debidos al Virus del Papiloma Humano. Adem¨¢s, el papilomavirus es responsable de c¨¢ncer de ano, del 70% de c¨¢nceres de vagina y vulva y del 60% de c¨¢nceres de pene seg¨²n datos de Centro para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades (CDC). Tambi¨¦n provoca las verrugas genitales que, aunque son benignas, afectan de forma importante a la calidad de vida de hombres y mujeres que las padecen. En la actualidad hay tres vacunas en el mercado, Gardasil, Cervarix y Gardasil 9; todas protegen contra los dos tipos de papilomavirus que con mayor frecuencia (70-80%) son causantes del c¨¢ncer, aunque con Gardasil 9, la protecci¨®n es mayor al incluir nuevos tipos virales, llegando, al menos, a un 90¡¤% de cobertura. Con m¨¢s de 280 millones de dosis administradas en el mundo, podemos decir que es una vacuna ¡°extraordinariamente segura¡±, como se?ala la OMS en su ¨²ltima revisi¨®n.
P. Adem¨¢s de la seguridad, ?qu¨¦ datos tenemos sobre la eficacia de esta vacuna?
R. Creemos que Australia podr¨ªa ser el primer pa¨ªs en el mundo en erradicar el c¨¢ncer de c¨¦rvix gracias a la vacuna frente al virus del papiloma humano. As¨ª lo anunci¨® la Sociedad Internacional de Papiloma virus, a la vista de los resultados tras m¨¢s de 10 a?os de vacunaci¨®n en Australia. En el a?o 2007, la vacuna se incluy¨® en el calendario vacunal financiado del pa¨ªs en las ni?as de 12 y 13 a?os. En el a?o 2013 se incluyeron a los ni?os, porque tambi¨¦n trasmiten el virus y tambi¨¦n padecen c¨¢ncer de ano, pene y orofaringe. Es decir, desde hace cinco a?os, ni?os y ni?as son vacunados de forma gratuita en este pa¨ªs. En 2016, el 78.6% de las ni?as de 15 a?os y el 72.9% de los ni?os de la misma edad estaban vacunados. Como resultado, las tasas de VPH en mujeres de 18-24 a?os descendieron de 22,7% a un 1,1% entre 2005 y 2015. Esto es muy esperanzador.
P. En los a?os 90 hubo una epidemia de difteria en Rusia y Ucrania, con 5.000 muertos, porque hab¨ªa bajado la cobertura inmunol¨®gica. ?Correr¨ªamos ese riesgo en Espa?a si no vacunamos?
R. Sin duda. El problema es que la mayor¨ªa de las personas reacias a vacunar no recuerdan este tipo de enfermedades o de secuelas, han perdido el miedo, y esto es muy peligroso. El verdadero ¨¦xito de las vacunas es dejar de ver a ni?os morir por tosferina, difteria o polio. Quienes no vacunan se acogen al ¡°nunca pasa nada¡±. Bueno, nunca pasa, hasta que pasa y entonces ya es demasiado tarde. Como, por ejemplo, el desgraciado caso del ni?o no vacunado de Olot hace tres a?os, fallecido por una difteria, enfermedad que no ve¨ªamos en nuestro pa¨ªs desde hac¨ªa 30 a?os.
La mayor¨ªa de los pediatras opinamos que siempre es mejor convencer que obligar
P. Este a?o se ha incorporado la vacuna tetravalente ACWY al calendario vacunal para poblaci¨®n adolescente. ?Por qu¨¦ se han a?adido ahora esos serogrupos y cu¨¢l es la incidencia de la enfermedad meningoc¨®cica en Espa?a?
R. Hasta la fecha ten¨ªamos la vacuna frente al meningococo C, del que llevamos vacunando casi 20 a?os. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os han aparecido otros serogrupos; m¨¢s concretamente el W y el Y, sobre todo en adolescentes. La vacuna tetravalente ACWY protege frente a cuatro tipos de meningococos (el A que es propio de ?frica subsahariana, el C, el W y el Y) y se ha incluido ahora porque los ¨²ltimos tres o cuatro a?os hemos visto un incremento importante de su incidencia en nuestro pa¨ªs, siguiendo la misma evoluci¨®n que en pa¨ªses como, Estados Unidos, Reino Unido y Holanda. La enfermedad meningoc¨®cica invasiva es una enfermedad infrecuente, grave y potencialmente mortal. Su incidencia fue baja en la temporada 2017-2018, pero se confirmaron 346 casos (tasa de 0,74 por 100.000 habitantes), aunque si vamos a los menores de un a?o, la cifra asciende a 8,65 de cada 100.000 y en ni?os entre uno y cuatro a?os, a 3,19 por cada 100.000 habitantes, sobre todo causados por el serogrupo B.
P. Precisamente, la tetravalente no cubre la meningitis B, que depende de que las familias puedan pagar el alto precio de la vacuna, o vivan en Canarias o Castilla y Le¨®n. ?Esto no provoca discriminaci¨®n?
R. Sin duda. Opino lo mismo que mis compa?eros del Comit¨¦ Asesor de Vacunas de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, que ya manifest¨® su desacuerdo con esta decisi¨®n. Creemos que la vacuna frente al meningococo B deber¨ªa estar financiada desde los dos o tres meses en todas las comunidades aut¨®nomas. En Reino Unido, despu¨¦s de tres a?os de vacunaci¨®n de lactantes en el calendario oficial y m¨¢s de tres millones de dosis administradas, esta vacunaci¨®n ha demostrado ser efectiva y segura. ?Qu¨¦ sentido tiene que en unas comunidades s¨ª est¨¦ financiada y en otras no? ?Es justo que dependiendo del lugar donde hayan nacido nuestros hijos tengan m¨¢s o menos riesgo de sufrir una sepsis o una meningitis? Ojal¨¢ mis padres hubiesen tenido la posibilidad de vacunarme cuando, a los cinco a?os, sufr¨ª yo misma una sepsis meningoc¨®cica, ojal¨¢. ?Sabes el sufrimiento que se hubiesen ahorrado mis padres? ?Sabes el sufrimiento que yo misma me hubiese ahorrado?
P. ?Se podr¨ªa decir que es una superviviente de una sepsis por meningococo? ?Recuerda los s¨ªntomas y c¨®mo fue el diagn¨®stico?
R. Soy una superviviente, s¨ª. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa vacuna disponible, la mortalidad era alta, las secuelas graves y yo recuerdo cada uno de los d¨ªas que all¨ª pas¨¦ con cada una de sus noches. Aquella tarde ya me encontraba regular, febril. Mi madre me llev¨® a mi pediatra, el doctor Jos¨¦ Guti¨¦rrez Larramberere, a quien le debo la vida, que no estaba seguro de qu¨¦ podr¨ªa ser, pero le indic¨® que me llevaran de nuevo al d¨ªa siguiente. Amanec¨ª con fiebre elevada y con el cuerpo lleno de unas manchitas hemorr¨¢gicas que se multiplicaban por momentos. Mis padres alarmados llamaron por tel¨¦fono a mi pediatra, que les pidi¨® que intentaran flexionar mi cuello hacia adelante y al comprobar el grito que di, les dijo que me llevaran inmediatamente al hospital central de Asturias. El diagn¨®stico fue sepsis meningoc¨®cica: me desnudaron, me apartaron de mis padres, me hicieron una punci¨®n lumbar que recuerdo como si fuera ayer y me ingresaron. Estaba sola en la habitaci¨®n, aislada, atada a ambos lados de la cama para que no me quitara las v¨ªas. Una hora de visitas al d¨ªa, solo una, solo mis padres. Las 23 horas restantes estaba completamente sola. Ning¨²n ni?o deber¨ªa verse separado de sus padres en una situaci¨®n as¨ª, jam¨¢s. Yo lo aprend¨ª con cinco a?os.
P. Al sufrimiento f¨ªsico se suma el psicol¨®gico, pero sobrevivi¨®...
R. De aquella experiencia horrible lo recuerdo todo. Mi hermano Jos¨¦ no pod¨ªa entrar a verme y a sus ocho a?os tampoco entend¨ªa porque pap¨¢ y mam¨¢ lloraban al llegar a casa. Las enfermeras me dec¨ªan todos los d¨ªas que al d¨ªa siguiente me ir¨ªa a casa. Con cinco a?os aprend¨ª que no se debe mentir nunca a un paciente, aunque sea un ni?o. Estaba desnuda sobre la cama y me pintaban con un rotulador las manchitas que iban saliendo. Despu¨¦s de diez d¨ªas sal¨ª del hospital con cierta inestabilidad en la marcha, que fui recuperando con el paso de las semanas. Cuando atraves¨¦ la puerta del hospital, agarrada fuerte a la mano de mis padres, les dije con la serenidad de una mujer adulta y no de una ni?a de cinco a?os: "Yo de mayor quiero ser m¨¦dico de ni?os, para que a ning¨²n ni?o le pase esto otra vez". Y lo consegu¨ª.
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