Hacia un Pacto Mundial por el Medio Ambiente
La iniciativa impulsa el reconocimiento, por primera vez en un tratado internacional, del derecho fundamental a un entorno adecuado o sano
Hace m¨¢s de 70 a?os que se tomaron las primeras fotograf¨ªas de la Tierra desde el espacio y m¨¢s de 50 desde la luna. Estos hechos cambiaron nuestra forma de ver el planeta. A pesar de los a?os transcurridos, las generaciones del presente nos enfrentamos a retos medioambientales sin precedentes: cambio clim¨¢tico, p¨¦rdida de biodiversidad, contaminaci¨®n de mares y oc¨¦anos y de cursos de agua dulce, entre otros.
Para hacer frente a la degradaci¨®n que sufre el estado de nuestro planeta, desde mediados del siglo XX se fueron adoptando una serie de convenios internacionales, as¨ª como declaraciones que se han ido incorporando en los ordenamientos jur¨ªdicos nacionales y de organizaciones supranacionales, tales como la Uni¨®n Europea. A pesar de ello, la degradaci¨®n contin¨²a porque a¨²n existen lagunas y porque, adem¨¢s, hay un d¨¦ficit en la implementaci¨®n de esas normas. Para facilitar la aplicaci¨®n de los acuerdos multilaterales, conocidos como Amumas, un grupo de acad¨¦micos y el Club de Juristes, propusieron en 2017 el denominado Pacto Mundial por el Medio Ambiente.
Esta propuesta impulsa que se adopte un tratado internacional vinculante para recoger los principios fundamentales del derecho internacional del medio ambiente tales como los de precauci¨®n y prevenci¨®n; desarrollo sostenible y de acceso a la informaci¨®n, participaci¨®n p¨²blica y a la justicia en materia ambiental. Asimismo, impulsa el reconocimiento, por primera vez en un tratado internacional, del derecho fundamental a un medio ambiente adecuado o sano.
Dicha iniciativa fue apoyada por el presidente franc¨¦s, Macron. Y como resultado, en mayo de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableci¨® en su resoluci¨®n 72/277 el proceso Hacia un Pacto Mundial por el Medio Ambiente para identificar, considerar y debatir posibles lagunas en el derecho internacional. En el texto se ped¨ªa al secretario general de las Naciones Unidas que elaborara un informe sobre dichas lagunas que se present¨® en noviembre de 2018. Asimismo, se estableci¨® un grupo de trabajo especial para examinarla y considerar opciones para abordar las posibles lagunas y si lo estimara necesario; el alcance, los par¨¢metros y la viabilidad de un texto internacional, para formular recomendaciones a la Asamblea General sobre la conveniencia de aprobarlo. Este grupo de trabajo especial se ha reunido en dos ocasiones y este lunes inicia en Nairobi su tercera reuni¨®n.
El texto propone principios como los de precauci¨®n y prevenci¨®n; desarrollo sostenible y de acceso a la informaci¨®n, participaci¨®n p¨²blica y a la justicia en materia ambiental
De los dos ¨²ltimos encuentros parece emerger cierto consenso sobre la necesidad de hacer m¨¢s por la protecci¨®n del medio ambiente, con la excepci¨®n de algunos pa¨ªses como Brasil, Estados Unidos y Rusia, entre otros. A la vista del texto sobre 1,5 grados del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico, los resultados del sexto Informe de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO 6) realizado por el PNUMA y presentado en marzo de 2019 y el reciente informe de la Plataforma Intergubernamental Cient¨ªfico-normativa sobre Diversidad Biol¨®gica y Servicios de los Ecosistemas es evidente que estamos ante una situaci¨®n de emergencia de escala planetaria. Es algo que ya han declarado diversos parlamentos en relaci¨®n con el cambio clim¨¢tico, y que ya tenemos todo el conocimiento necesario, por lo que toca actuar sin dilaci¨®n.
Por ello, la adopci¨®n de un Pacto Mundial por el Medio Ambiente que se propone ofrecer garant¨ªas y fuerza suficiente para poder reclamar ante los tribunales nacionales la aplicaci¨®n de los m¨¢s de 500 acuerdos multilaterales medioambientales existentes en la actualidad, crear condiciones iguales y de certeza y seguridad jur¨ªdica para el sector privado y servir de apoyo al trabajo de la judicatura en defensa del medio ambiente es fundamental.
Hay que destacar que la inclusi¨®n del derecho fundamental a un medio ambiente adecuado es un gran paso. No obstante, habr¨¢ que asegurarse de que, si las negociaciones terminan con ¨¦xito, un futuro Pacto Mundial por el Medio Ambiente se base en el mejor conocimiento cient¨ªfico disponible sobre el funcionamiento del sistema terrestre, es decir, de los conocidos como l¨ªmites del planeta. Recordemos que estos identifican nueve procesos esenciales para describirlos: el cambio clim¨¢tico, los cambios en la integridad de la biosfera, la reducci¨®n de la capa de ozono, la acidificaci¨®n de los oc¨¦anos, los flujos bioqu¨ªmicos de los ciclos del f¨®sforo y nitr¨®geno, el cambio de uso del suelo, el uso del agua dulce, la carga de aerosoles en la atm¨®sfera y la introducci¨®n de nuevos entes. Si los l¨ªmites son sobrepasados, el riesgo de que dicho sistema sea expulsado del campo de la estabilidad que caracteriza el Holoceno aumenta de forma dram¨¢tica.
En consecuencia, la identificaci¨®n y evaluaci¨®n de las posibles lagunas del derecho internacional tienen que realizarse considerando el contexto presente de cambio global que se est¨¢ produciendo en el Antropoceno. Por ello, la iniciativa de consolidar los principios de derecho internacional del medio ambiente ya existentes, convirti¨¦ndolos en vinculantes jur¨ªdicamente, si bien es positiva y necesaria, tambi¨¦n debe impulsar el cambio de paradigma para revertir la senda actual de destrucci¨®n del sistema terrestre. Por ello, el Pacto Mundial por el Medio Ambiente representa una gran oportunidad para que el derecho ofrezca soluciones para custodiarlo.
Ana Barreira es directora y abogada del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA). LL.M en Estudios Jur¨ªdicos Internacionales (New York University) y en Derecho Ambiental (London University).
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