¡°Seguimos transmitiendo a los j¨®venes una idea muy pobre y genital del sexo¡±
Arola Poch, psic¨®loga y sex¨®loga, defiende una educaci¨®n sexual integral, que empiece en casa y contin¨²e en las escuelas
Colaboradora habitual en Verne, la psic¨®loga y sex¨®loga Arola Poch lleva a?os divulgando sobre sexo en medios de comunicaci¨®n, redes sociales, talleres y conferencias. Ahora publica Las cosas claras (Plataforma Editorial), un libro dirigido directamente a adolescentes y j¨®venes en el que ofrece informaci¨®n fiable y expuesta sin tapujos para afrontar un tema que asociamos al placer, pero que tambi¨¦n causa no pocos desvelos, miedos y prejuicios debido a la ignorancia y a la escasez de formaci¨®n sexual. Por eso Arola defiende una educaci¨®n sexual integral, que empiece en casa y contin¨²e en las escuelas de manos de profesionales, para que los adolescentes y j¨®venes de hoy puedan vivir su sexualidad de forma ¡°sana, libre, responsable y seg¨²n sus propios deseos¡±.
Pregunta. Voy a empezar por el final del libro, porque el porno explica muchas de las conductas sexuales que se ven hoy en d¨ªa en los adolescentes. T¨² hablas de la importancia de ¡°saber ver porno¡±. ?Qu¨¦ diferencia hay entre ver porno y saber ver porno?
Respuesta. Con la idea de ¡°saber ver porno¡± me refiero a que cuando chicos y chicas vean este tipo de contenidos sepan que es ficci¨®n, una guionizaci¨®n de fantas¨ªas desde un punto de vista y con una finalidad muy concretos y que sepan entender qu¨¦ est¨¢n viendo. Ese es uno de los problemas actualmente, que los j¨®venes ¡°se tragan¡± este tipo de contenidos sin entenderlos realmente, pensando que es sexo real y que as¨ª son los encuentros er¨®ticos.
P. Muchos adolescentes ver¨¢n porno con la intenci¨®n de ¡°aprender¡± algo. Pero, como dices en el libro, no es el lugar m¨¢s adecuado para aprender de sexo. Tampoco s¨¦ si lo es internet¡ ?Qu¨¦ cosas hay que tener en cuenta para descubrir buen contenido informativo sobre sexualidad en la red?
R. Tenemos que fomentar el esp¨ªritu cr¨ªtico y de an¨¢lisis en los j¨®venes. Si a eso le unimos una educaci¨®n sexual integral estaremos d¨¢ndoles herramientas para poder filtrar qu¨¦ contenidos son m¨¢s o menos fiables. En Las cosas claras animo a los chicos y las chicas a que sean cr¨ªticos con lo que leen, a que apliquen el sentido com¨²n, a que no se lo crean todo¡ Y eso sirve para la sexualidad y para cualquier tema, por supuesto.
P. Que los j¨®venes ven porno se ve reflejado en las redes sociales, con v¨ªdeos propios que circulan por WhatsApp, multitud de im¨¢genes er¨®ticas o directamente sexuales subidas por adolescentes a redes como Instagram¡ ?Qu¨¦ aconsejar¨ªas a los j¨®venes que se ven tentados por estas pr¨¢cticas tan de moda como de riesgo?
R. Que piensen qu¨¦ quieren hacer ellos realmente, que no se dejen llevar por modas, que valoren su intimidad, que piensen para qu¨¦ hacen las cosas, que valoren las consecuencias¡ Si te fijas, no les digo directamente que no lo hagan porque prohibir sirve de poco. M¨¢s bien lo que pretendo con el libro es darles informaci¨®n sobre c¨®mo vivir la sexualidad de forma sana, libre y responsable y, sobre todo, que se planteen c¨®mo quieren vivirla seg¨²n sus propios deseos y no por modas.
P. Supongo que todos estos potenciales ¡°peligros¡± (internet, redes sociales, pornograf¨ªa, modas a las que haces referencia) se pueden matizar/controlar con una buena educaci¨®n sexual desde casa. ?Por d¨®nde pasar¨ªa esa buena educaci¨®n?
R. Creo que la educaci¨®n sexual es un aspecto a abordar desde diversos frentes. Por supuesto, las familias tienen un papel muy importante. Desde peque?os hay que ir respondiendo a las dudas, planteando las cosas que necesitan saber a cada edad y tratando el tema de la sexualidad como uno m¨¢s. Por otro lado, desde la escuela se debe abordar la educaci¨®n sexual por parte de profesionales que puedan transmitir informaci¨®n cient¨ªfica y veraz que aclare los mitos y prejuicios que a¨²n siguen existiendo en este tema.
P. El problema es que el sexo sigue siendo un tema tab¨² en muchas casas y en muchas escuelas. ?Estamos los padres de hoy preparados para abordarlo teniendo en cuenta lo que ya hemos comentado (la sobreexposici¨®n, la facilidad de acceso a contenidos¡)?
R. Sin duda, s¨ª. Porque el papel de padres y madres no es el de transmitir informaci¨®n sino el de ayudarles a afrontar su sexualidad y a interpretar toda esa informaci¨®n que van a recibir. No hay que pretender conocerlo todo o estar a la ¨²ltima de todas las ¡°pr¨¢cticas, modas o tendencias¡± que aparecen. Pero s¨ª es importante transmitirles a hijos e hijas una buena actitud, confianza y disponibilidad para tratar el tema y aclarar juntos las dudas. Y si hablar de sexo nos pone nerviosos, por ejemplo, pues se dice con naturalidad y no pasa nada. Lo importante es hablar con ellos, que no perciban que el sexo es un tema tab¨² en casa.
P. Las cosas claras est¨¢ escrito directamente para los j¨®venes. ?Se puede competir desde tu ¨¢mbito, la psicolog¨ªa y la sexolog¨ªa, con toda la desinformaci¨®n que reciben los j¨®venes a diario en sus smartphones?
R. Hombre, yo conf¨ªo en que s¨ª. Es cierto que Internet es una fuente de est¨ªmulos muy potente pero tambi¨¦n creo que chicos y chicas se merecen que confiemos en sus ganas de saber y les demos herramientas para ello. Las cosas claras pretende ser una de esas herramientas, pero no puede ser la ¨²nica, evidentemente. Una apuesta por la educaci¨®n sexual debe incluir varias acciones, empezando por una educaci¨®n afectivo-sexual en las escuelas.
P. Te preguntaba lo anterior porque en un mundo en el que tenemos m¨¢s informaci¨®n que nunca a nuestro alcance, parece que cada vez las adolescentes est¨¢n m¨¢s sexualizadas, rebrotan las pr¨¢cticas machistas a nivel sexual¡ ?Por qu¨¦ ocurre esto?
R. Por la falta de una educaci¨®n sexual integral. La educaci¨®n sexual no es hablar solo de pr¨¢cticas er¨®ticas, sino que se trata de dar una perspectiva global para conocerse como hombres y mujeres, saber cuidarse, saber expresarse, saber relacionarse y, finalmente, disfrutar. Es hablar de afectividad y relaciones desde la igualdad de los sexos. Si quitamos eso y, por otro lado, bombardeamos con informaci¨®n sexualizada podemos tener ese efecto de relaciones machistas y pr¨¢cticas de riesgo en adolescentes. Por eso creo que Las cosas claras es un libro muy necesario, porque es educaci¨®n sexual desde la realidad y sin falsas moralinas. El contenido sexual, el porno¡ est¨¢n ah¨ª y no podemos cerrar los ojos, pero s¨ª ayudarles a enfrentarse a todo eso.
P. ?Y por qu¨¦ crees que los j¨®venes de hoy han perdido el miedo a determinados riesgos y se cuidan menos?
R. El miedo se pierde, b¨¢sicamente, por ese mito de ¡°a m¨ª no me va a pasar¡±, unido al avance m¨¦dico de los tratamientos. Tambi¨¦n por algunas ideas rom¨¢nticas que se siguen teniendo ante las relaciones er¨®ticas. La educaci¨®n sexual se ha centrado en riesgos, infecciones, prevenci¨®n¡ y parece que este modelo no est¨¢ funcionando, as¨ª que debemos apostar por contenidos m¨¢s amplios que traten sobre los riesgos y vaya m¨¢s all¨¢. Es decir, si informaci¨®n no falta, ?por qu¨¦ los j¨®venes no se protegen? Ese es uno de los puntos que trato en el libro, transmitir la importancia de la prevenci¨®n y darles estrategias para enfrentarse a esas excusas para no protegerse.
P. Supongo que muchos de los contenidos del libro nacen de tu experiencia como sex¨®loga en consulta y en los talleres y conferencias que impartes, ?hay algo que te haya sorprendido especialmente? ?Algunos miedos recurrentes? ?Algunas pr¨¢cticas de riesgo que has visto aumentar en los ¨²ltimos a?os entre los adolescentes?
R. Seguimos transmitiendo una idea muy pobre de la sexualidad a los j¨®venes. Siguen vigentes mitos y prejuicios y una visi¨®n muy genital del sexo. Si bien se ha avanzado en temas como la diversidad de orientaciones e identidades sexuales, en lo que refiere a las pr¨¢cticas, el coito sigue siendo lo central y casi lo ¨²nico, cuando desde la sexolog¨ªa abogamos por un disfrute m¨¢s completo y desgenitalizado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.