La dama del ajedrez es espa?ola
En la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en el siglo XV surgi¨® una pieza clave que revolucion¨® el tablero. Hoy, se trata de impulsar y reivindicar el v¨ªnculo del pa¨ªs con el pasado y el presente del rey de los juegos
El ajedrez fue reinventado en Espa?a a finales del siglo XV. Fue entonces cuando se introdujo la dama, que supuso toda una revoluci¨®n. La incorporaci¨®n de esa pieza marc¨® las diferencias con el shatranj, la versi¨®n primigenia que los ¨¢rabes trajeron a Al Andalus en el siglo VIII, y que no conten¨ªa ninguna figura femenina. As¨ª, con la dama, es como, impulsado por los espa?oles, este juego se fue extendiendo, a lo largo del siglo XVI, por Am¨¦rica y parte de Europa.
La enorme potencia de la nueva pieza inyect¨® gran dinamismo al juego. La dama, que se mueve en todas las direcciones (cualquier n¨²mero de casillas), irrumpi¨® en el tablero ocupando el lugar del antiguo alferza, que solo se mov¨ªa en diagonal (y solo lo hac¨ªa una casilla). En la Edad Media, de hecho, las partidas de ajedrez (ar¨¢bigo) eran muy lentas. Constitu¨ªan una de las mejores excusas para que un hombre de clase alta entrase en los aposentos de una mujer. Al transcurrir tan despacio, mucho m¨¢s que ahora, otorgaban tiempo abundante para que el juego en el tablero se combinase con otros menos confesables en la ¨¦poca.
El organismo p¨²blico Acci¨®n Cultural Espa?ola est¨¢ estudiando en estos d¨ªas c¨®mo reivindicar las ra¨ªces espa?olas del ajedrez, un juego ¨ªntimamente ligado a la cultura del pa¨ªs. Los elementos que sustentan este v¨ªnculo son m¨²ltiples. De hecho, los historiadores Govert Westerveld (holand¨¦s) y Marilyn Yalom (estadounidense) sostienen incluso que la creaci¨®n de la nueva pieza fue un homenaje a Isabel la Cat¨®lica, reina de Castilla desde 1474. Pero no existen pruebas contundentes para afirmarlo.
Algunos expertos sostienen que la pieza de la reina fue un homenaje a Isabel la Cat¨®lica
El primer libro sobre ajedrez que reproduce partidas en las que se usa la dama fue impreso, probablemente, en 1495. Lo dice Eduardo Scala, comisario de AjedreZ. Arte de silencio. Ocho siglos de cultura, gran exposici¨®n que la Biblioteca Nacional dedic¨® el a?o pasado al juego de los reyes y las damas y que se clausur¨® el pasado mes de enero. Se trata del incunable Llibre dels jochs partits dels schacs en nombre de 100 (Libro de los juegos y partidas del ajedrez en n¨²mero de 100), del valenciano Francesc Vicent, una obra de cuya existencia hay indicios s¨®lidos. El ¨²ltimo ejemplar del que se tiene noticia se hallaba, presuntamente, en el monasterio de Montserrat en 1811, durante la guerra de la Independencia espa?ola. ¡°El Ministerio de Cultura deber¨ªa organizar una campa?a de b¨²squeda del libro de Vicent¡±, lamenta Scala, experto que ha dedicado gran parte de su vida a reivindicar el ajedrez como tesoro cultural.
Lo que no se ha perdido es un poema manuscrito del siglo XV en el que se cita a la dama como la pieza m¨¢s poderosa. Es ?Scachs d¡¯amor (Ajedrez de amor), de Cas?tellv¨ª, Fenollar y Vinyoles, escrito hacia 1475, seg¨²n lo han apuntado tres historiadores especializados en el tema: Ricardo Calvo (1943-2002); Jos¨¦ Antonio Garz¨®n (autor de una investigaci¨®n plasmada en el libro En pos del incunable perdido, 2001) y el ruso Yuri ?verbaj, de 96 a?os.
Hay sobrados argumentos hist¨®ricos para explicar la conexi¨®n de Espa?a con el ajedrez. Muchos quedaron n¨ªtidamente expuestos en la muestra de la Biblioteca Nacional. Por ejemplo, las piezas de ajedrez m¨¢s antiguas de Europa son las moz¨¢rabes de San Genadio, del siglo IX, que prueban que los musulmanes trajeron el ajedrez a Al Andalus en el siglo VIII. Se hallan custodiadas en una iglesia de la comarca de El Bierzo (Le¨®n), pero sus responsables no las exhiben por miedo al robo. Tambi¨¦n tienen gran relevancia hist¨®rica las piezas de San Rosendo (siglo X), en cristal de roca, que pueden admirarse en la catedral de Ourense. El arque¨®logo Fernando Vald¨¦s cree que se hicieron en un taller artesano de Medina Azahara (C¨®rdoba).
En Juegos diversos de axedrez, dados y tablas (1283), libro de Alfonso X el Sabio conservado en la Real Biblioteca de El Escorial (Madrid), el rey desliza una idea que sigue vigente 736 a?os despu¨¦s: el ajedrez es una magn¨ªfica herramienta para la buena convivencia entre musulmanes, jud¨ªos y cristianos. Esta gran joya bibliogr¨¢fica demuestra que el juego ya era un fen¨®meno intercultural y popular a finales del XIII. Hoy, la Federaci¨®n Internacional (FIDE) engloba a un total de 190 pa¨ªses. Solo las de f¨²tbol, atletismo y baloncesto tienen m¨¢s.
No se ha encontrado ning¨²n ejemplar del primer libro que reproduce partidas con la dama
El primer campe¨®n oficioso del mundo de ajedrez fue el cl¨¦rigo extreme?o Ruy L¨®pez de Segura. Destacado humanista y gram¨¢tico, nacido en Zafra (Badajoz) en 1540, probablemente muri¨® en Per¨², seg¨²n las investigaciones del historiador Joaqu¨ªn P¨¦rez de Arriaga en el Archivo de Indias. Como viv¨ªa en Alcal¨¢ de Henares (Madrid), varios autores dicen que tuvo relaci¨®n con Felipe II, en cuya corte se jugaba mucho al ajedrez. Incluso se adjudica al rey el patrocinio de torneos, con los mejores jugadores espa?oles e italianos.
Personajes muy ilustres de la cultura espa?ola han escrito sobre ajedrez: santa Teresa de Jes¨²s, Cervantes, Ram¨®n y Cajal, Unamuno. A los que se podr¨ªan a?adir los m¨¢s recientes Arrabal y P¨¦rez-Reverte, entre muchos otros. Pero hay un dato clave: Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s torneos internacionales celebra, m¨¢s de un centenar cada a?o, desde 1988. En 2018 organiz¨® 445; la suma de participantes super¨® los 27.000.
Adem¨¢s, Espa?a se coloc¨® a la vanguardia mundial en la aplicaci¨®n pedag¨®gica, social y terap¨¦utica del ajedrez, desde que el Congreso decidi¨®, por unanimidad, apoyarlo como herramienta educativa, en 2015. La percepci¨®n de su gran utilidad, ahora que ya est¨¢ introducido en horario lectivo o como actividad extraescolar en miles de escuelas espa?olas, va aumentando poco a poco. Es, sin duda, uno de los puentes con la cultura ¨¢rabe. Y el ajedrez sigue siendo sin¨®nimo de juego inteligente, en el que hay que pensar y no influye la suerte. No resulta una sorpresa, por tanto, que Acci¨®n Cultural Espa?ola est¨¦ impulsando y reivindicando el v¨ªnculo del pa¨ªs con el pasado y el presente del ajedrez.
El origen: ?Valencia o Salamanca?
Amador Gonz¨¢lez de la Nava y Paula, autor de El camino del ajedrez, y Joaqu¨ªn P¨¦rez de Arriaga sostienen que la cuna del ajedrez moderno no fue Valencia sino Salamanca. Utilizan dos argumentos principales: no existe una seguridad absoluta de que Llibre dels jochs partits dels schacs en nombre de 100 (Libro de los juegos y partidas de ajedrez en n¨²mero de 100), de Vicent, existiera; y tampoco de que el poema Scachs d'amor fuera escrito en 1475. Seg¨²n el minucioso investigador P¨¦rez de Arriaga, la referencia principal ser¨ªa Repetici¨®n de amores y arte de axedrez (impreso en Salamanca en 1497), de Luis Ram¨ªrez de Lucena. Las consultas realizadas por EL PA?S el a?o pasado con varios expertos salmantinos no produjeron argumentos contundentes en favor de esta tesis. Tengan raz¨®n unos u otros, no hay duda de que el ajedrez, tal como se juega ahora, surgi¨® en lo que hoy es Espa?a a finales del siglo XV.
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