Las mujeres asediadas de Am¨¦rica central
La emprendedoras que buscan escapar de la pobreza han de lidiar con el machismo, la protecci¨®n d¨¦bil del Estado, y son vulnerables a pandillas y milicias armadas
En Honduras, El Salvador y Guatemala, las mujeres que buscan escapar de la pobreza abriendo peque?os negocios suelen descubrir que el ¨¦xito trae consigo m¨¢s sufrimiento ¡ªno solo para ellas, sino tambi¨¦n para sus hijos¡ª. M¨¢s all¨¢ de tener que lidiar con una cultura de machismo, una protecci¨®n d¨¦bil por parte del Estado hace que las emprendedoras exitosas sean vulnerables a pandillas y milicias armadas. La due?a de una peque?a compa?¨ªa de cosm¨¦ticos lo dijo con estas palabras: ¡°Creo que es mejor que mi negocio no progrese porque, si crece, ser¨¦ v¨ªctima de extorsi¨®n¡±.
Una investigaci¨®n reciente confirma esos temores. Women and Girls Empowered (WAGE), una iniciativa con sede en Estados Unidos cuya misi¨®n es la de reducir las barreras legales, econ¨®micas y normativas para la actividad comercial femenina en los pa¨ªses pobres, recientemente realiz¨® 27 grupos de sondeo en Honduras y El Salvador. Muchas de las barreras para el empoderamiento econ¨®mico de las mujeres que se identificaron ¡ªcomo el acceso limitado al cr¨¦dito, la falta de educaci¨®n empresaria y financiera, los derechos de propiedad desiguales y la falta de conexi¨®n con las redes sociales y los mercados¡ª est¨¢n presentes en el ¨¢mbito global.
Pero las mujeres en Am¨¦rica central enfrentan amenazas adicionales originadas en la violencia de las pandillas y la actividad criminal organizada. Las tasas de feminicidio ¡ªel asesinato de una mujer o de una joven por cuestiones vinculadas al g¨¦nero¡ª han alcanzado niveles epid¨¦micos. En Honduras, hubo 5,8 feminicidios por cada 100.000 mujeres en 2016. En El Salvador, la cifra es apabullante: 10,2 cada 100.000. Las pandillas tambi¨¦n obligan a los ni?os a integrarse en ellas y someter a las ni?as a abusos sexuales.
Para las emprendedoras, la amenaza de un da?o f¨ªsico se ve agravada por las exigencias de sobornos o ¡°impuestos¡± por parte de las pandillas. Para evitar llamar la atenci¨®n de estos grupos, las mujeres prescinden de vidrieras o carteles y operan sigilosamente desde sus casas, ofreciendo productos directamente a los clientes. Viajan a ciudades alejadas ¡ªmuchas veces a altas horas de la noche¡ª para vender sus mercanc¨ªas, lo que aumenta el riesgo comercial y los costes de transporte. Todo esto limita el potencial de crecimiento de sus negocios.
Ahora bien, simplemente renunciar al negocio propio tampoco es una buena opci¨®n. Las peque?as empresas siguen siendo una de las pocas v¨ªas disponibles para salir de la pobreza en Am¨¦rica central, especialmente para las mujeres, que enfrentan tasas de desempleo un 50% m¨¢s altas que las de los hombres, debido en parte a normas culturales que impiden trabajar fuera de la casa. Como le dijo una mujer salvadore?a a WAGE: ¡°A mi marido no le gusta que yo trabaje. Si no le obedezco, corro el riesgo de que abuse de m¨ª¡±.
Cuanto tu ¨²nica opci¨®n para escapar de la pobreza implica ponerte un blanco en la espalda y en la de tu familia, el futuro se ve l¨²gubre. Naturalmente, numerosas mujeres centroamericanas desesperadas han huido de su casa ¡ªmuchas veces descalzas y con los hijos a cuestas¡ª en busca de seguridad y oportunidades en Estados Unidos. Pero por cada mujer que se va, muchas m¨¢s quedan atr¨¢s, ya sea en su ciudad natal como en otras nuevas en el interior de su pa¨ªs, donde no les queda m¨¢s que esperar que su flamante anonimato les ofrezca cierta seguridad.
Ganar un salario decente y vivir de manera segura? es vital para el bienestar propio, para el desarrollo econ¨®mico y la estabilidad pol¨ªtica
La capacidad de ganar un salario decente y vivir de manera segura dentro de su propia comunidad es vital no solo para el bienestar propio, sino tambi¨¦n para el desarrollo econ¨®mico y la estabilidad pol¨ªtica. Por eso, las iniciativas que buscan promover el crecimiento econ¨®mico en Am¨¦rica central ¡ªo, para el caso, en cualquier otra parte¡ª deben abordar claramente las necesidades de las mujeres emprendedoras.
Si bien no hay soluciones simples, se pueden tomar medidas alentadoras. En el centro de cualquier estrategia destinada a mejorar las condiciones de las mujeres emprendedoras en Am¨¦rica central deber¨ªan estar las instituciones de microcr¨¦dito locales.
Las mujeres dependen de las Instituciones de Microfinanzas (IMFs) para mucho m¨¢s que financiamiento de empresas nuevas. Seg¨²n una investigaci¨®n de WAGE, tambi¨¦n buscan educaci¨®n financiera y ayuda con la planificaci¨®n de emergencia, para facilitar una huida r¨¢pida si fuera necesario ¡ªtodo de manera discreta¡ª.
Las IMFs deber¨ªan prestar atenci¨®n a las necesidades de las emprendedoras y adaptar sus servicios seg¨²n corresponda. Por ejemplo, deber¨ªan ofrecer productos financieros que permitan a las mujeres ahorrar en secreto, lejos de la mirada entrometida de sus maridos, los socios de sus parejas o los miembros de pandillas. Tambi¨¦n ayudar¨ªan los productos de cr¨¦dito que ofrezcan tasas de inter¨¦s m¨¢s bajas o fomenten objetivos espec¨ªficos, como ahorros para emergencias de salud, incluidos ataques f¨ªsicos.
Los consumidores globales tambi¨¦n tienen un papel que desempe?ar a la hora de mejorar las perspectivas econ¨®micas de las mujeres en Am¨¦rica central. Unas 300 compa?¨ªas internacionales operan solamente en Honduras, en sectores que van de los textiles a la electr¨®nica. Los compradores de sus productos, en Estados Unidos y otros lugares, deber¨ªan utilizar la fuerza de sus billeteras para persuadir a esas empresas de impulsar un cambio en las comunidades donde operan.
Estados Unidos deber¨ªa estar motivado para fortalecer sus esfuerzos para ayudar a reducir la pobreza y la violencia en Am¨¦rica central
Presionadas o no por sus clientes, las empresas internacionales que operan en Am¨¦rica central deber¨ªan usar su influencia para exigir que los Gobiernos locales y nacionales eliminen la corrupci¨®n que permite la impunidad y sancionen leyes que protejan a las mujeres y a los ni?os. Al mismo tiempo, deber¨ªan crear alianzas con IMC y organizaciones de la sociedad civil para desarrollar e implementar iniciativas de responsabilidad social empresaria que respalden directamente a las comunidades locales, especialmente a las mujeres.
Los Gobiernos extranjeros, empezando por Estados Unidos, deber¨ªan respaldar el progreso en la regi¨®n, inclusive a trav¨¦s de un suministro continuo de ayuda. Los investigadores han demostrado que, en medio de sacudidas econ¨®micas severas, la ayuda extranjera puede contribuir significativamente a la prevenci¨®n del conflicto. Dado el efecto poderoso que esto tendr¨ªa en los flujos de inmigrantes, Estados Unidos deber¨ªa estar motivado para fortalecer sus esfuerzos para ayudar a reducir la pobreza y la violencia en Am¨¦rica central.
Como est¨¢n dadas las cosas hoy, las mujeres en la regi¨®n se enfrentan a una elecci¨®n imposible entre escapar de la pobreza y mantenerse a salvo; en muchos casos, no alcanzan ninguna de las dos cosas. Tienen el impulso para fundar peque?as empresas, mejorar el bienestar de sus familias, alimentar el crecimiento econ¨®mico local y fortalecer la estabilidad regional. Pero necesitan apoyo. Y nosotros debemos d¨¢rselo.
Lauren Hendricks es vice presidenta ejecutiva de la Fundaci¨®n Grameen Foundation, miembro del WAGE Consortium. Copyright: Project Syndicate, 2019.
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