Elizabeth Warren: la senadora combativa tiene planes

La gran dama de la izquierda norteamericana tiene m¨¢s de un plan. Por ahora, casi 20. Elizabeth Warren (Oklahoma, 1949), senadora por Massachu?setts y aspirante a la nominaci¨®n de los dem¨®cratas para las presidenciales de 2020, se diferencia de la pl¨¦tora de candidatos de su mismo partido por la campa?a de gran envergadura que est¨¢ llevando a cabo: con propuestas que redefinen la econom¨ªa; con un plan para luchar contra la epidemia de opi¨¢ceos; un plan para imponer una tasa a los que ella denomina ¡°ultramillonarios¡±; un plan para acabar con la deuda de Puerto Rico; un plan para reducir la influencia de las grandes corporaciones sobre el Pent¨¢gono; un plan que garantice el acceso de todas las mujeres al aborto; un plan para acabar con las deudas que ahogan a los universitarios; un plan para promover manufacturas ecol¨®gicas; un plan que garantice que cualquier presidente de EE UU en ejercicio puede ser imputado¡­ Sus propuestas son tantas que se han convertido en un eslogan de las camisetas que se venden en su web: ¡°Warren tiene un plan para eso¡±.

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La senadora no tiene sue?os. Tiene proyectos que provienen de no haber recorrido en una perfecta l¨ªnea recta el camino que le ha llevado desde su Oklahoma natal hasta el esca?o en el Senado. Warren no supo de la palabra desahucio, de la fragilidad de las clases medias o del endeudamiento a trav¨¦s de un libro te¨®rico de econom¨ªa en Harvard, aunque acabase siendo catedr¨¢tica en esas aulas. La senadora, de 69 a?os, comenz¨® a forjar su conciencia pol¨ªtica tras la muerte de su padre cuando ten¨ªa 12, con lo que aquella p¨¦rdida supuso de aprendizaje vital. De la noche a la ma?ana, la familia Herring ¡ªel apellido Warren es el de su primer marido, del que lleva d¨¦cadas divorciada¡ª vio c¨®mo el banco les despojaba de algunas preciadas posesiones y c¨®mo su madre ten¨ªa que abandonar su papel de ama de casa para comenzar a trabajar en los conocidos almacenes Sears. A los 13 a?os, Warren serv¨ªa mesas para ayudar a la econom¨ªa familiar y a los 19 abandonaba los estudios para casarse. Mucho antes de ocupar en 2012 el esca?o que fue de Ted Kennedy durante cuatro d¨¦cadas, la senadora hab¨ªa regresado a la universidad ya siendo madre, para especializarse en Harvard en una tediosa materia que m¨¢s tarde ha constituido la espina dorsal de su mensaje.

Hace 10 a?os, durante una crisis financiera como no se hab¨ªa conocido otra desde la d¨¦cada de los treinta, Warren salt¨® a la fama por sus fulminantes interrogatorios a los banqueros facinerosos que hab¨ªan llevado al pa¨ªs al abismo de la Gran Recesi¨®n. La jurista de Harvard con ret¨®rica combativa y un progresismo de vieja escuela se convert¨ªa en la gran dama de la izquierda de EE UU. Pero Warren opt¨® por no competir con Hillary Clinton y dej¨® v¨ªa libre a su compa?era de partido en 2016 para que fuera la primera mujer en optar a la Casa Blanca. Tras la brutal derrota de la antigua primera dama, Warren anunci¨®, cuando lleg¨® la ocasi¨®n, que s¨ª aspirar¨ªa a ser candidata en 2020.

A los 13 a?os, serv¨ªa mesas para ayudar a la econom¨ªa familiar y a los 19 abandonaba los estudios para casarse

En lo que parece ser una fr¨ªvola campa?a dedicada a ver qu¨¦ candidato dem¨®crata detesta m¨¢s a Donald Trump, la senadora ha elevado el tono del discurso aportando ideas que desglosa en profundidad, aunque sean ambiciosas y en ocasiones poco convencionales. Hace a?os que Elizabeth Warren est¨¢ en la escena pol¨ªtica y de alguna manera, en t¨¦rminos ideol¨®gicos, era la figura m¨¢s influyente en un partido que todav¨ªa est¨¢ digiriendo el final de la era de Obama y el desastre de la derrota de Clinton.

A la ¨²nica candidata mujer a la Casa Blanca que ha tenido Estados Unidos, Warren la conoci¨® a finales de los noventa cuando lleg¨® a Washington para luchar contra una ley de bancarrota que ella consideraba que penalizaba a las familias. Mientras la entonces primera dama se com¨ªa una hamburguesa, Warren le expuso a Clinton por qu¨¦ esa ley no deb¨ªa aprobarse. Para cuando Hillary hab¨ªa acabado su comida, la primera dama estaba convencida y vendi¨® el argumento de Warren a su marido, que retir¨® el apoyo al proyecto legislativo. La ley mor¨ªa y Warren se apuntaba la que ser¨ªa su primera victoria pol¨ªtica.

Durante una crisis financiera salt¨® a la fama por sus fulminantes interrogatorios a los banqueros facinerosos

Hoy, con un discurso con el que podr¨ªan identificarse estadounidenses moderados de izquierda y derecha ¡ªTucker Carlson, de Fox News, le ha dedicado elogios¡ª, tanto Joe Biden como Bernie Sanders la adelantan en todas las encuestas. Respecto a los medios de comunicaci¨®n, hubieron de pasar meses de campa?a y numerosos anuncios de pol¨ªticas econ¨®micas y sociales por parte de Warren para que Time le dedicara su famosa portada. Antes, y con mucho menos en sus alforjas, fueron reyes de la estratosfera medi¨¢tica candidatos como Beto O¡¯Rourke o Pete Buttigieg.

Nada de eso parece importar a una mujer que esta ¨²ltima semana ha gozado, seg¨²n los medios de comunicaci¨®n, de su ¡°momento¡±. Warren sigue su camino presentando cada d¨ªa un nuevo plan. Uno de ellos consiste en una inteligente estrategia para publicitar su campa?a de forma gratuita. La candidata se hace selfis de forma infatigable con aquellos que acuden a sus m¨ªtines. La campa?a anima a los seguidores a subirlos a las redes sociales para crear as¨ª una onda expansiva en la Red de rostros sonrientes al lado de Warren. En mayo se alcanzaron los 20.000. Un ¨¦xito indudable resultado de un plan.