Pedro Mairal o c¨®mo convertir el sexo en algo rid¨ªculo

Malas noticias. Tras el ¨¦xito de La uruguaya, Pedro Mairal se ha alejado de la novela. Lo cuenta en Maniobras de evasi¨®n (Libros del Asteroide), un conjunto de relatos y reportajes para el que, a la hora de darle forma, ha contado con la ayuda de la periodista Leila Guerriero. ¡°Sin Leila hubiera podido escribirlo pero no ordenarlo. Adem¨¢s, me hizo escribir sobre temas que yo estaba evadiendo y que son centrales en el libro¡±, explica el escritor (Buenos Aires, 1970) al comienzo de una charla que, poco a poco, va cogiendo carrerilla. A ver c¨®mo la organizamos aqu¨ª sin ayuda. Leila nunca est¨¢ cuando se la necesita.

"El sexo comercial son polvos buenos. A m¨ª me gusta m¨¢s hablar sobre polvos malos. Los polvos malos son lo que nos sali¨®, la distancia entre el deseo y la 'performance"

Maniobras de evasi¨®n es en parte una carta de amor al lenguaje. Me gusta mucho esa idea de la carta de amor al lenguaje, me parece que hay entrega por completo a la palabra. Hay una apuesta ah¨ª, ?no? Una apuesta de¡­ considerar real al lenguaje. El lenguaje no es un fantasma, lo que queda en un libro no es un fantasma o un holograma, es la cosa en s¨ª. En el mejor de los casos va a ser m¨¢s real que la realidad, porque la realidad [chasquea los dedos] ya se fue, no existe m¨¢s. Pero ah¨ª qued¨® retratado esto en palabras y yo considero eso real. Esa es la apuesta, ?no?

Algunos de los cap¨ªtulos, como uno dedicado al culo de una arquitecta, pueden chocar hoy. ?No ha tenido dudas a la hora de incluirlos? Esos textos corresponden a un paradigma anterior. Hoy no los hubiera escrito, pero espero que de alg¨²n modo los rediman el humor y la poes¨ªa. Yo, con este nuevo paradigma, estoy escuchando, sobre todo, aprendiendo, aprendiendo a visualizar cosas que eran invisibles para m¨ª, como privilegios y un mont¨®n de cosas que les suceden a los hombres, que no se dan cuenta, que van por la vida pensando que todo debe ser as¨ª. Me parece que es el momento de callarse un poco la boca y escuchar lo que tienen que decir las mujeres al respecto.

El sexo es una constante en sus libros. ?Es una estrategia comercial? El sexo comercial son polvos buenos. A m¨ª me gusta m¨¢s hablar sobre polvos malos. Los polvos malos son lo que nos sali¨®, la distancia entre el deseo y la performance. Eso siempre funciona literariamente. Y hay momentos muy rid¨ªculos en la aproximaci¨®n al sexo. En ese sentido, me interesa mostrar la ridiculez en la que se meten los hombres por deseo.

"Todos estamos construyendo nuestra identidad a trav¨¦s de las redes sociales y creo que hay que escribir lo que no sale ah¨ª, lo que no te animas a mostrar en Instagram o en Facebook"

?Es mi interpretaci¨®n o hay algo de complejo del impostor en el libro? Me interesa mucho la impostura de los roles que cada uno desarrolla, ponerme en duda todo el tiempo. Eso provoca mucha identificaci¨®n, mucha empat¨ªa. Digamos que a todos se nos transparenta un poco la m¨¢scara. Y esta m¨¢scara del escritor me causa gracia. Me gusta deconstruir un poco eso, desarmarlo, ponerlo un poco en duda. Creo que es una manera de mirar mejor, con rayos X, desnudar un poco la pose. Todos estamos construyendo nuestra identidad a trav¨¦s de las redes sociales y creo que hay que escribir lo que no sale ah¨ª, lo que no te animas a mostrar en Instagram o en Facebook. Eso es la literatura. Si puedes ir ah¨ª, eso es algo que le va a interesar al lector porque es justamente el costado vulnerable, el culo de Facebook ser¨ªa.

Tambi¨¦n se despacha a gusto sobre la versi¨®n cinematogr¨¢fica de su primer libro, Una noche con Sabrina Love. De alg¨²n modo ser un autor no conforme con la versi¨®n cinematogr¨¢fica de su libro me parece un privilegio. Al final del d¨ªa uno puede sentirse un poco herido en el amor propio del que invent¨® una historia y se la tergiversaron, pero est¨¢ bien que sea as¨ª. El cine tiene que tergiversar tu historia, es inevitable, porque hay un paso de un lenguaje verbal a un lenguaje visual.

Ya que estamos con cr¨ªticas, ?c¨®mo se lleva usted con la cr¨ªtica? Yo no s¨¦ c¨®mo hablar sobre un libro m¨ªo hasta no leer algunas cr¨ªticas porque trabajo de un modo un poquito son¨¢mbulo. Escribo esa historia y despu¨¦s la gente me explica qu¨¦ es lo que hice simb¨®licamente, metaf¨®ricamente, a veces c¨®mo se entronca eso con una coyuntura social, de ¨¦poca, pol¨ªtica. Trabajo de un modo menos consciente, por eso me interesa, sobre todo al principio, leer qu¨¦ dicen, c¨®mo lo lee la gente.