54 artistas de 54 pa¨ªses llenos de luz
La exposici¨®n ¡®Lumi¨¨res d¡¯?friques¡¯ es una inmersi¨®n en el arte contempor¨¢neo africano a trav¨¦s de medio centenar de obras creadas en torno a un tema com¨²n: la energ¨ªa el¨¦ctrica
Un total de 54 artistas contempor¨¢neos de 54 pa¨ªses africanos conciben cada uno su obra a partir de una fuente de inspiraci¨®n com¨²n: la luz. Son, m¨¢s bien, las luces de ?frica. O de los continentes, en plural, como las acepciones de la luz: la instalaci¨®n Lumi¨¨res d¡¯Afriques los convoc¨® para pensar en las alegr¨ªas continentales, as¨ª como en la luz personal que ilumina el camino de la creaci¨®n, aunque tambi¨¦n evoca la energ¨ªa el¨¦ctrica, una de las asignaturas pendientes en el ?frica rural.
Dar luz a un siglo XXI del continente fue la propuesta del Fondo African Artists for Developement (Artistas Africanos por el Desarrollo, AAD), con direcci¨®n art¨ªstica de Jean-Michel Champault, para llevar a cabo una gran exposici¨®n colectiva que culminase en la elaboraci¨®n de un v¨ªdeo, de 54 minutos de duraci¨®n, con la trastienda de cada idea. Todo ello puede verse en el Museo Mohammed VI de Arte Moderno y Contempor¨¢neo, en Rabat, Marruecos, hasta finales del verano.
Las interpretaciones de las luces y las sombras del continente van desde la l¨ªmpida imagen de la promesa de equidad en el acceso al agua y la electricidad a los dilemas del blanco ¡°progreso¡± colonial y la reivindicaci¨®n de la negritud: lo oscuro como valor irrenunciable.
La muestra es verdaderamente amplia, e incluye pintura, objetos y fotograf¨ªas, que retratan la actividad de consagrados como el maliense Abdoulaye Konat¨¦, con sus telas en movimiento, o Nu Barreto (de Guinea Bissau), as¨ª como la obra de artistas j¨®venes que no reh¨²yen polemizar sobre la paradoja del supuesto progreso y la luz de la oscuridad. As¨ª, Nolan Oswald Denis, nacido en 1988, en Zambia, la nombra ¡°como promesa¡± y como ¡°un estado de paz¡± que se asoma en medio de la luz ¡°que ha sido glorificada¡±.
De los permanentes cortes de suministro el¨¦ctrico en su continente da cuenta el fot¨®grafo de Chad, Abdoulaye Barry, en su serie de retratos de claroscuros
Para dar testimonio del ?frica ya electrificada y conectada hasta la saciedad de este mundo tecnol¨®gico, hay sugerentes fotograf¨ªas, como la de los ni?os absortos frente a los videojuegos y con las manos en sus mandos, de Nyaba Leon Ouedraogo, nacido en Burkina Faso, en 1978. En ella deja constancia de la vida de esta nueva generaci¨®n de la eterna conexi¨®n. A este asunto se refiere tambi¨¦n el collage de Steve Bandoma, nacido en 1981, en Kinshasa (Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo), que presenta al Digi-Nsiki, un personaje de su serie de la ¡°tribu perdida¡± que, en lugar de grilletes en los tobillos, tiene cables que lo atan a un rat¨®n de ordenador.
El excelente pintor expresionista Ermias Ekube retrata a seis ni?os de Eritrea, tal como posar¨ªan en una foto escolar, y que permiten vislumbrar un futuro esperanzador. Aida Muluneh, por su parte, se inspira en un poema del et¨ªope Debebe Seifu, que honra a la educaci¨®n como la fuente m¨¢s importante de luz para salir de la oscuridad. Muluneh ¨Cque naci¨® en Addis Abeba en 1974 y que ha vivido entre Yemen e Inglaterra¨C captura la mirada del espectador con una imagen potente, casi teatral, de una mujer que lee, con m¨¢scara, bajo una bombilla el¨¦ctrica.
Mucha fuerza tiene tambi¨¦n la obra de la artista pl¨¢stica libia Naziha Arebi, que exhibe la profundidad de las heridas de su pa¨ªs en su instalaci¨®n de velas, arenas y foto semivelada de gente sin rostro. Con la imagen en negativo juega, asimismo, el artista de Malawi, Samson Kambalu, aunque en este caso, en un homenaje espectral a su sociedad de origen y al cine mudo.
De los permanentes cortes de suministro el¨¦ctrico en su continente da cuenta el fot¨®grafo de Chad, Abdoulaye Barry, en su serie de retratos de claroscuros muy contrastados que muestran c¨®mo la electricidad, y su intempestiva falta, marcan el ritmo en muchas sociedades africanas. El sudan¨¦s Hassan Musa pone sobre la mesa otro tema espinoso, como es la mercantilizaci¨®n de la salud y la educaci¨®n, a trav¨¦s de una pintura que se inspira en Lamentaci¨®n por el Cristo Muerto de Andrea Mantegna. Una gran sorpresa, en este sentido, es el escultor de Suazilandia, Noah Mduli, que ha tallado un grifo en piedra, para denunciar los problemas de acceso a servicios b¨¢sicos que sufre la poblaci¨®n cotidianamente. Tet¨¦ Camille Azankpo (Togo), tambi¨¦n ilumina las zonas de sombra que existen en ?frica, a trav¨¦s de una obra hecha en lat¨®n perforado y cosido con gruesos y simb¨®licos alambres.
A cada artista se le pidi¨® que se grabara en su taller, para dar cuenta del proceso creativo que lo llev¨® a dar a luz a la obra que se presenta en esta exposici¨®n itinerante, que se ha presentado ya en Par¨ªs, Abidjan y Dakar, y que, seguramente, seguir¨¢ su recorrido por el continente, a partir de septiembre.
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