Pacto por la Amazonia: que no salga el tiro por la culata
La autora asegura que generaciones presentes y futuras lo lamentar¨¢n si los jefes de Estado reunidos en Colombia no llegan a un acuerdo con garant¨ªas para proteger la mayor selva del mundo
El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, anunci¨® su voluntad de liderar un Pacto por la Amazonia entre los pa¨ªses de la regi¨®n para atender la emergencia en la que se encuentra el ecosistema amaz¨®nico. Con Bolsonaro sentado a la mesa, y la presi¨®n por mostrar resultados, el pacto corre grave peligro de resultar lo contrario de lo que pretende: en vez de crear un espacio que permita enfrentar la crisis y proteger el ecosistema, puede convertirse en la plataforma perfecta para legitimar las intenciones extractivistas de desarrollo agroindustrial que el gobierno brasile?o ha venido impulsando.
La crisis de magnitudes apocal¨ªpticas que vive la Amazonia ha movilizado a millones de ciudadanos por todo el mundo en torno al cataclismo y la necesidad de actuar de manera inmediata para detener los incendios y la deforestaci¨®n acelerada, que amenaza con llevar al bosque tropical m¨¢s grande e importante del planeta a un punto de no retorno. La respuesta pol¨ªtica ¡ªy pr¨¢ctica¡ª es una necesidad inmediata.
Por eso, el impulso del Gobierno colombiano tiene cierto sentido y, si el panorama geopol¨ªtico fuera otro, tendr¨ªa potencial de generar impactos positivos ante la emergencia. La realidad es que Colombia junto con Per¨², Ecuador, y otros pa¨ªses que participar¨¢n en la cumbre de jefes de Estado convocada para este viernes en Leticia, se enfrentan a una negociaci¨®n dif¨ªcil, en que la delegaci¨®n de Itamaraty impulsa una agenda que usa argumentos de soberan¨ªa nacional para cooptar la oportunidad y avanzar con su agenda extractivista que desconoce el valor incalculable del ecosistema amaz¨®nico para el equilibrio planetario.
La misma agenda que ha avivado la deforestaci¨®n y el incremento acelerado de incendios que, como resultado de la acci¨®n humana deliberada, se han llevado 2,5 millones de hect¨¢reas solo en el mes de agosto. La misma que habla del aprovechamiento de los recursos naturales de la regi¨®n sin consideraci¨®n alguna por los pueblos ind¨ªgenas que all¨ª habitan o sus derechos. La misma que ignora que la urgencia m¨¢s apremiante es la conservaci¨®n de este ecosistema ¨²nico y esencial para la civilizaci¨®n humana en todo el mundo.
La cooperaci¨®n suele tener mejores resultados que la confrontaci¨®n, y debe primar como mecanismo para perseguir intereses comunes en pol¨ªtica exterior. Para Colombia y sus vecinos la protecci¨®n de su m¨¢s importante activo ¡ªla biodiversidad y el bioma amaz¨®nico¡ª es una prioridad indiscutible de pol¨ªtica p¨²blica y de econom¨ªa nacional. Sin embargo, legitimar las pretensiones del mandatario brasile?o a trav¨¦s de un acuerdo poco concreto y sin mecanismos que obliguen a su cumplimiento, o lo que ser¨ªa mucho peor, proveerle una plataforma perfecta para cementar su pol¨ªtica arrolladora y destructiva, ser¨ªa un craso error. Lo lamentaremos las generaciones presentes y futuras en el mundo entero, y lo cobraremos como electores. Los improbables r¨¦ditos pol¨ªticos internacionales ser¨ªan pobres y olvidados r¨¢pidamente. Las p¨¦rdidas, incalculables. Ser¨ªa el tiro por la culata m¨¢s caro de nuestra historia.
Isabel Cavelier es directora de Visi¨®n de Transforma y asesora senior en Mission2020.
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