A Mario Bunge, en su centenario
Trabajador infatigable y diligente, la carrera profesional y personal de tan prol¨ªfico intelectual no ha sido f¨¢cil
Mario Bunge, profesor em¨¦rito en la prestigiosa universidad McGill de Montreal, en Canad¨¢, cumple 100 a?os este s¨¢bado. Motivos para celebrarlo son su tan extensa como excelente obra profesional y cient¨ªfica y tambi¨¦n, y no es menos, su elocuente y humanitaria personalidad.
Mario Bunge es autor de m¨¢s de un centenar de libros y medio millar de publicaciones sobre f¨ªsica te¨®rica, matem¨¢tica aplicada, teor¨ªa de sistemas, fundamentos de f¨ªsica, de sociolog¨ªa y de psicolog¨ªa, filosof¨ªa de la ciencia, filosof¨ªa de la tecnolog¨ªa, sem¨¢ntica, epistemolog¨ªa, ontolog¨ªa, teor¨ªa del valor y ¨¦tica, adem¨¢s de un sin n¨²mero de ensayos diversos y art¨ªculos period¨ªsticos sobre temas de la actualidad.
Entre sus muchas grandes obras figuran los ocho vol¨²menes de su Tratado de filosof¨ªa b¨¢sica, publicados originalmente en Reidel entre los a?os 1974 y 1989, los dos vol¨²menes de La investigaci¨®n cient¨ªfica, publicados por Springer en 1967 y, de especial importancia para quien esto escribe, El problema mente-cuerpo, publicado por Pergamon Press en 1980. Todas esas obras fueron publicadas originalmente en ingl¨¦s y traducidas despu¨¦s a otras lenguas.
Trabajador infatigable y diligente, en su retiro canadiense Mario Bunge sigue ocup¨¢ndose actualmente de temas de ciencia, filosof¨ªa pol¨ªtica y filosof¨ªa y sociedad. Pero, hasta llegar a este centenario, la carrera profesional y personal de tan prol¨ªfico intelectual no ha sido f¨¢cil. Mario Bunge naci¨® en Buenos Aires, en 1919, el mismo a?o que Eva Per¨®n (Evita). Su padre, el m¨¦dico y diputado socialista Augusto Bunge, se doctor¨® con una tesis sobre la tuberculosis como enfermedad de pobres, un esp¨ªritu de higienista social que, sin duda, influy¨® decisivamente en la mentalidad y el talante de su hijo Mario.
Se doctor¨® en ciencias f¨ªsico-matem¨¢ticas en la Universidad Nacional de la Plata, en 1952, bajo la tutela del f¨ªsico nuclear Guido Beck. Fue catedr¨¢tico de F¨ªsica Te¨®rica y de Filosof¨ªa en las universidades de Buenos Aires y la Plata, pero, m¨¢s tarde, insatisfecho con el clima pol¨ªtico derivado del peronismo y la imposibilidad de realizar un trabajo intelectual riguroso, se vio obligado a abandonar su pa¨ªs.
A diferencia del prol¨ªfico y famoso novelista argentino Abel Posse, relator de la supuesta faz noble del peronismo en La pasi¨®n seg¨²n Eva (1994), Mario Bunge nunca crey¨® que el peronismo sintiese pasi¨®n por la justicia social. En su opini¨®n, lo que el peronismo hizo fue utilizar la caridad, que no la justicia, de manera pol¨ªticamente interesada. A Mario, como a otros muchos, lo echaron de la universidad por sus ideas progresistas cuando se neg¨® a afiliarse al partido y solicitaba mensualmente por escrito que no le descontasen la contribuci¨®n ¡°obligatoriamente voluntaria¡± a la fundaci¨®n de Eva Per¨®n. Profesores mediocres y servidores del r¨¦gimen sustituyeron a tales rebeldes con causa. Los opositores al r¨¦gimen, como ¨¦l, eran marginados, humillados y amenazados diariamente, al tiempo que el pueblo argentino era enga?ado y esquilmado.
Tiempos dif¨ªciles, de hambre y de protesta social que el profesor Bunge gusta expresar parafraseando ese atrevido argot porte?o, el lunfardo, que populariz¨® Enrique Santos Disc¨¦polo en aquel tango inmortal:
Cuando raj¨¦s los tamangos buscando ese mango que te haga morfar... la indiferencia del mundo -que es sordo y es mudo- reci¨¦n sentir¨¢s.
Ver¨¢s que todo es mentira, ver¨¢s que nada es amor, que al mundo nada le importa... ?Yira!... ?Yira!...
Y cuando se oye la queja del bandone¨®n, dentro del pecho el coraz¨®n pide soltar rienda. Dolido, pero insensible al des¨¢nimo y con fortaleza e ilusi¨®n, Mario dej¨® su querida Argentina y ¡°yir¨®¡± tambi¨¦n ense?ando y trabajando en diferentes universidades americanas y europeas: Texas, Delaware, Temple, Pensilvania, la UNAM de M¨¦xico, Montevideo, Ginebra, Z¨²rich, Friburgo y otras muchas. Desde 1966 ocupa la c¨¢tedra Frothingham de L¨®gica y Metaf¨ªsica en la Universidad McGill de Montreal, una de las m¨¢s prestigiosas del mundo.
En su retiro canadiense Mario Bunge sigue ocup¨¢ndose actualmente de temas de ciencia, filosof¨ªa pol¨ªtica y filosof¨ªa y sociedad
No podemos describir con detalle en esta breve presentaci¨®n el extenso curr¨ªculo del profesor Bunge, que incluye fundaciones editoriales, estancias, conferencias, nombramientos honoris causa y otros premios acad¨¦micos y cient¨ªficos, pero d¨¦jenme decirles que en 1938, con menos de 20 a?os, fue fundador y dirigente de la Universidad Obrera Argentina, que lleg¨® a tener m¨¢s de 3.000 estudiantes antes de ser clausurada por el peronismo en 1943, y que, entre otras muchas distinciones, en 1982 recibi¨®, en Espa?a, el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Humanidades y Comunicaci¨®n.
Tampoco podemos reunir aqu¨ª todos los contenidos de la obra intelectual de Mario Bunge, pero s¨ª destacar un principio que, al igual que en los fil¨®sofos cl¨¢sicos, como Plat¨®n o Arist¨®teles, gu¨ªa su pensamiento. Es su convicci¨®n de que la ¨²nica manera de tratar en profundidad un tema es ubic¨¢ndolo en alg¨²n sistema en lugar de tratarlo aisladamente, entre otras cosas porque los sistemas tienen propiedades emergentes de las que carecen sus constituyentes. Un ejemplo sublime es la mente humana, resultado de las 1014 interconexiones entre las neuronas del cerebro, aunque ninguna de ellas, por s¨ª sola, es capaz de pensar. Otro ejemplo son las sociedades, compuestas, asimismo, de m¨²ltiples e interrelacionados elementos.
Hay que se?alar tambi¨¦n que, aunque la gran capacidad de observaci¨®n, agudeza intelectual y dominio de lenguas de Mario Bunge (espa?ol, alem¨¢n, ingl¨¦s, franc¨¦s¡) le han permitido enfrentarse con dureza a corrientes filos¨®ficas o ideol¨®gicas como el existencialismo, el posmodernismo o el psicoan¨¢lisis, a la vez que cr¨ªtico y contundente, ha sido tambi¨¦n admirador y generoso respecto a sus colegas y compa?eros. Un ejemplo lo tenemos en su relaci¨®n con Karl Popper, a quien conoci¨® en Venecia a finales del verano de 1958 y con quien mantuvo una nutrida correspondencia y amistad durante al menos un cuarto de siglo. Bunge admira la excepcional inteligencia del fil¨®sofo vien¨¦s, pero critic¨®, entre otras cosas, su formaci¨®n en metodolog¨ªa cient¨ªfica y sus incursiones en la metaf¨ªsica, particularmente la separaci¨®n que Popper hizo entre el mundo f¨ªsico y el mental.
Pocos saben, no obstante, que Bunge fue un importante catalizador de la fama universal de? Popper. Cuando a principios de los a?os sesenta este era pr¨¢cticamente un desconocido fuera de Gran Breta?a, Bunge, compasivo y temiendo que la aparente mala salud de Popper no le permitiera llegar a ser reconocido, promovi¨® un volumen, The Critical Approach, de homenaje para su 65? aniversario, en el que participaron destacados intelectuales de diversas especialidades y pa¨ªses. Fue publicado en Nueva York en 1964 y a partir de entonces la fama de Popper creci¨® exponencialmente.
La humanidad del profesor Bunge se refleja no s¨®lo en su ideolog¨ªa social, en la dimensi¨®n moral de su pensamiento y en sus reivindicaciones de la justicia, la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, la democracia econ¨®mica y la racionalidad, sino tambi¨¦n en situaciones especiales de su vida acad¨¦mica, como cuando se culpabiliz¨® a s¨ª mismo, p¨²blicamente, por creer que hab¨ªa sido poco solidario con la doctora Justine Sergent, una competente, laboriosa, bien parecida y posiblemente envidiada, neuropsic¨®loga del famoso Instituto Neurol¨®gico de Montreal, que acab¨® suicid¨¢ndose a los 42 a?os, al igual que su marido, al no ser capaz de resistir la humillaci¨®n y la presi¨®n social que tuvo que afrontar tras ser acusada de haber violado el c¨®digo deontol¨®gico de su profesi¨®n.
Pero quiz¨¢ el mejor exponente de la condici¨®n humana de Mario Bunge es su gran e internacional familia. Est¨¢ casado con la matem¨¢tica italiana Marta Cavallo y tiene 4 hijos, todos ellos profesores universitarios, 10 nietos y otros tantos biznietos. El profesor Bunge ha sentido siempre un gran cari?o por nuestro pa¨ªs, por Espa?a, y Catalu?a ha sido su lugar de vacaciones y el de su familia en m¨¢s de una ocasi¨®n.
Penetrando en casi todos los campos del conocimiento, Mario Bunge nos ha ense?ado a razonar y establecer criterios sobre la naturaleza de las cosas, incluida nuestra propia mente y nuestro comportamiento, a aproximarnos al conocimiento objetivo y f¨¦rtil, huyendo de las pseudociencias y otras visiones est¨¦riles. De ¨¦l hemos aprendido que la adopci¨®n universal de una actitud cient¨ªfica puede hacernos m¨¢s sabios y m¨¢s cautos en la recepci¨®n de informaci¨®n, en la admisi¨®n de creencias y en la formulaci¨®n de previsiones; m¨¢s exigentes en la contrastaci¨®n de nuestras opiniones y m¨¢s tolerantes con las de los otros; m¨¢s dispuestos a inquirir libremente acerca de nuestras posibilidades y a eliminar mitos consagrados que solo son mitos.
El sabio profesor nos dice que la adopci¨®n de una actitud cient¨ªfica robustecer¨ªa nuestra confianza en la experiencia guiada por la raz¨®n y nuestra confianza en la raz¨®n contrastada por la experiencia; nos estimular¨ªa a planear y controlar mejor la acci¨®n, a seleccionar nuestros fines y a buscar normas de conducta coherentes con esos fines y con el conocimiento disponible, en vez de dominadas por el h¨¢bito y la autoridad; la actitud cient¨ªfica, afirma Bunge, dar¨ªa m¨¢s vida al amor a la verdad, a la disposici¨®n a reconocer el propio error, a buscar la perfecci¨®n y a comprender la imperfecci¨®n inevitable; nos dar¨ªa una visi¨®n del mundo eternamente joven, basada en teor¨ªas contrastadas, en vez de estarlo en la tradici¨®n, que reh¨²ye tenazmente todo contraste con los hechos. La filosof¨ªa de Mario Bunge nos anima a sostener una visi¨®n realista de la vida humana, una visi¨®n equilibrada, ni optimista ni pesimista.
?Feliz centenario, querido profesor!
Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencias y la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona
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