George Clooney: el milagro de pasar de padre sexi a abuelo guay de un d¨ªa para otro

La barba que abandera George Clooney (EE. UU., 1961) estos d¨ªas, blanca y poblada, es la ¨²ltima frontera que le faltaba por cruzar al renacer de la barba en estos ¨²ltimos a?os. En sus or¨ªgenes la barba se conceb¨ªa como una cosa muy estilizada. As¨ª fue hasta que lleg¨® la barba hipster, casi siempre asociada a hombre joven y a un tono casta?o o rubio. Luego lleg¨® la barba con canas, pero siempre asociada a que ten¨ªa que estar cuidada. Hasta ahora, que es el turno de una barba sin complejos digna del abuelo de Heidi o de Robert Redford en Las aventuras de Jeremiah Johnson. Y si alguien es capaz de hablar de barbas y de la idea de que algo que envejezca pueda ser un elogio es George Clooney. Un personaje que con los a?os ha ido ganando en atractivo, gracias sobre todo, a dos ideas que desprende: sabe que es atractivo y parece no esforzarse en absoluto para serlo.

El actor hace gala de esta madurez luciendo una barba con estilo: acompa?ada de un pelo corto muy sencillo y apostando por vestir con tonos oscuros que hacen que destaque y brille m¨¢s sobre la ropa. "En una persona m¨¢s joven quedar¨ªa m¨¢s ostentoso, pero en una persona madura deja ver un gusto por la moda que rejuvenece la imagen. Es dif¨ªcil imaginar a otro actor llevando una barba as¨ª. Sin duda, Clooney es uno de los hombres que est¨¢n definiendo lo que es una madurez envidiable", explica Carlos Primo, redactor jefe de moda de ICON.

Pero esta vez hay algo distinto en ¨¦l. Elegantemente vestido con un look monocrom¨¢tico, y tras haberse te?ido, Clooney sigue siendo el padre m¨¢s atractivo del planeta. Pero ya tiene 58 a?os, y cuando sale de casa con algo de prisa, sin tinte y ataviado con unos tejanos y un polo, cambia la imagen que proyecta y se convierte en el abuelo m¨¢s atractivo del planeta.

No debe intentar parecer joven, porque no necesita para nada eso. La idea final es que George nunca falla y, sobre todo, que est¨¢ m¨¢s que preparado para pasar de madurez a la prevejez ganando m¨¢s que perdiendo, algo que, hasta hoy hemos visto en muy poca gente. Tal vez solo en Robert Redford, el tipo que, exacto, populariz¨® en 1972 esa barba que hoy luce Clooney.