La canci¨®n que suena en ¡®Joker¡¯ y es obra de un pederasta resucita un debate inc¨®modo
'Rock and roll part II' suena en la escena de las escaleras y reportar¨¢ a Gary Glitter, que cumple condena por abuso de menores, una fortuna en derechos de autor
Rock and roll part 2 es una de las canciones m¨¢s influyentes y famosas del glam rock. Dividida en dos partes, una con vocales y otra instrumental, ha aparecido en multitud de pel¨ªculas: Muerte s¨²bita, Full Monty, Equipo a la fuerza, Peque?os Guerreros, Los padres de ¨¦l o, la m¨¢s reciente, Joker. En eventos deportivos estadounidenses, la canci¨®n fue durante a?os un c¨¢ntico de uni¨®n y victoria: esa bater¨ªa adictiva y esa letra consistente en celebratorios ¡°?hey!¡± era un himno claro para un ganador. La canci¨®n fue tarareada por los protagonistas de The Office y tambi¨¦n por Homer en uno de los episodios m¨¢s divertidos de Los Simpson (Un pez llamado Selma). La canci¨®n es tan c¨¦lebre que cualquiera que no sepa qui¨¦n es su autor la puede tararear con facilidad. Hasta Homer Simpson.
Una fuente asegur¨® a la web especializada Billboard que 'Rock and roll part 2' generaba 250.000 d¨®lares (227.000 euros) al a?o en derechos de autor
?Pero qui¨¦n es su autor? Detr¨¢s est¨¢ Gary Glitter, nacido con el nombre de Paul Francis Gadd (Londres, 1944). Escribi¨®?Rock and roll part 2 junto a Mike Leander, productor de much¨ªsimos ¨¦xitos de los a?os setenta y ya fallecido, y hoy es su ¨¦xito m¨¢s recordado. Pero no el ¨²nico: a principios de los setenta coloc¨® diez sencillos en el top 10 de Inglaterra, tres de ellos en el n¨²mero uno. Sus ventas de ¨¢lbumes se estiman en 20 millones. Gary Glitter fue una de las presencias m¨¢s vibrantes sobre el escenario, una influencia para artistas tan dispares como Freddie Mercury, David Bowie, Elton John o Alaska y Dinarama, que le dedicaron uno de sus mayores ¨¦xitos, El rey del glam. Su apellido art¨ªstico lleg¨® a dar nombre a un subg¨¦nero, el glitter rock. Hoy poco queda de aquella gloria: Paul Francis Gadd lleva desde 2015 cumpliendo condena en la prisi¨®n de Wandsworth, en Londres, por abusar sexualmente de tres ni?as.
Esta condena supuso el fin absoluto de su carrera. A sus 75 a?os (los cumpli¨® el pasado mayo) y todav¨ªa con 13 a?os que cumplir en prisi¨®n (fue condenado a 16 en 2015), ser¨¢ un anciano cuando abandone la c¨¢rcel, si lo hace con vida: la pedofilia es un delito tan vilipendiado dentro de las paredes de prisi¨®n como fuera. En los estadios tampoco se escuchaba ya Rock and roll part 2: la NFL (siglas de la Liga Nacional de F¨²tbol estadounidense) pidi¨® a los equipos en competici¨®n que dejasen de cantar la canci¨®n en 2006, cuando empezaron a salir a la luz graves acusaciones contra Glitter.
Gary Glitter interpreta 'Rock and roll part 2', su canci¨®n que m¨¢s ha sobrevivido en el imaginario colectivo.
Sin embargo, este fin de semana la canci¨®n cobr¨® vida de nuevo. Ojo a este experimento: uno acude a YouTube y si busca?Rock and roll part 2 encontrar¨¢ varios v¨ªdeos que reproducen la canci¨®n. El que tiene m¨¢s visitas atesora ya cuatro millones de visionados. Hasta hace una semana, los comentarios iban desde las cr¨ªticas (¡°este payaso fue una broma desde el minuto uno, tiene lo que se merece¡±; ¡°Un pedazo de mierda¡±; ¡°Sucio y gordo ped¨®filo, espero que se muera lenta y dolorosamente¡±; o ¡°?Psic¨®pata!¡±) a los chistes de dudoso gusto (¡°?Cu¨¢l es el acorde favorito de Gary Glitter? ?El acorde menor!¡±), pasando por unos pocos que a¨²n defend¨ªan su m¨²sica y la separaban de sus terrible vida personal (¡°por mucho que no me guste este tipo, hay que admitir que esta es una canci¨®n fant¨¢stica¡±).
Hay artistas que crearon canciones eternas o t¨¦cnicas de producci¨®n que cambiaron la m¨²sica para siempre y que cometieron actos horribles: Joe Meek, Phil Spector, Ike Turner¡
Pero desde que se estren¨® Joker el pasado viernes y rompi¨® varios r¨¦cords de taquilla (lleva recaudados casi 250 millones de d¨®lares en apenas cuatro d¨ªas), todos los comentarios tienen que ver con la pel¨ªcula: ¡°?Estoy aqu¨ª por la escena de las escaleras!¡±, con m¨²ltiples variantes, es el tono habitual de m¨¢s de 130 comentarios inspirados por el filme protagonizado por Joaquin Phoenix. Y eso, solo en este v¨ªdeo: el mismo panorama se repite en otra docena que reproducen la canci¨®n en YouTube. La propia escena ya se puede ver en YouTube y acumula m¨¢s de medio mill¨®n de visualizaciones.
El uso de una canci¨®n de Gary Glitter en una pel¨ªcula destinada a las masas ha despertado de nuevo ese debate que aparece cada pocos meses cada vez que un artista de renombre es acusado de actos inaceptables: ?podemos disfrutar del talento de un monstruo? Algunos tabloides brit¨¢nicos como The Sun y el Daily Mirror, incluso otros medios m¨¢s serios como la cadena estadounidense NBC, ya han puesto el grito en el cielo y denuncian que ¡°un ped¨®filo convicto ganar¨¢ una fortuna gracias a los derechos de autor¡±.
El caso recuerda irremediablemente a Michael Jackson, pero no es en absoluto lo mismo. Jackson es una de las personas m¨¢s famosas del mundo, su juicio en 2005 (en el que fue declarado no culpable por falta de pruebas concluyentes) atrajo cobertura medi¨¢tica mundial y el documental Leaving Neverland, en el que diez a?os despu¨¦s de su muerte hablaron dos supuestas v¨ªctimas de sus abusos, provoc¨® un terremoto informativo y el veto de sus canciones en emisoras de Canad¨¢ o Nueva Zelanda.
A nadie se le pasar¨ªa por la cabeza que en una pel¨ªcula llamada a conquistar a las masas sonase una canci¨®n de Michael Jackson en un momento tan delicado. ?Por qu¨¦ entonces nadie puso el grito en el cielo por incluir una de Gary Glitter? Porque, ene este caso, la canci¨®n est¨¢ muy por encima del artista en el imaginario colectivo.
El juicio de Glitter fue seguido en los medios brit¨¢nicos, pero no tuvo tanto eco fuera. Esta canci¨®n tiene casi 50 a?os. Ha seguido siendo banda sonora de series y pel¨ªculas incluso despu¨¦s de que comenzasen las acusaciones contra el cantante, porque la causa que lo ha llevado a prisi¨®n se extiende durante d¨¦cadas: ya hab¨ªa sido arrestado por posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil en 1997 y 1999, deportado de Camboya y Vietnam por abuso de menores en 2002 y declarado culpable de ese mismo delito en Vietnam en 2006, donde cumpli¨® dos a?os de prisi¨®n antes de volver a Inglaterra. Durante esos a?os sigui¨® publicando nuevos discos.
El debate que este fin de semana ha resucitado en Inglaterra por el uso de?Rock and roll part 2 en Joker ya fue analizado por la web especializada Billboard en 2014, que se preguntaba: "?Por qu¨¦ se sigue pinchando la canci¨®n de un ped¨®filo condenado?". En aquel art¨ªculo, una fuente asegur¨® que Rock and roll part 2 generaba 250.000 d¨®lares (227.000 euros) al a?o en derechos de autor antes de ser prohibida por la NFL en 2012 (la original ya lo hab¨ªa sido en 2006, pero se acord¨® que se siguiese cantando una versi¨®n hasta ese a?o). El uso de la canci¨®n en la que promete ser la pel¨ªcula m¨¢s taquillera del a?o puede dar, efectivamente, mucho dinero a Gary Glitter. Un dinero que habr¨¢ sido negociado, estando ¨¦l en prisi¨®n, a trav¨¦s de su editorial y su discogr¨¢fica (Bell Records, ya desaparecida y cuyo cat¨¢logo posee hoy Sony Music).
Son muchos los que hoy saludan este tema como ¡°?es la canci¨®n de Joker!¡± y muchos menos los que siguen se?alando ¡°?es la canci¨®n de un pederasta!¡±. La m¨²sica se ha sobrepuesto a la controversia. El caso de Gary Glitter vuelve a demostrar que la censura p¨²blica de una obra que pertenece a un artista que ha cometido actos abominables funciona como el proverbio del ¨¢rbol en el bosque: solo hace alg¨²n ruido si alguien est¨¢ all¨ª para escucharlo.
La lista de artistas que crearon canciones eternas o t¨¦cnicas de producci¨®n que cambiaron la m¨²sica para siempre est¨¢ llena de personas que cometieron actos horribles: Joe Meek, Phil Spector, Ike Turner¡ Pero siguen recibiendo reverencias. A la pregunta: ?puede alguien disfrutar todav¨ªa de su obra?, la respuesta deber¨ªa ser que las grandes canciones dejan de ser, en cierto sentido, propiedad de sus autores para pasar a serlo del oyente, que las asocia a momentos especiales de su vida.
Rock and roll part 2?ha sonado en tantas fiestas, tantas celebraciones, tantos partidos, tantas pel¨ªculas y tantas series que est¨¢ muy por encima de Gary Glitter y de sus cr¨ªmenes. El arte sobrevive al artista. Pero esto es tan personal como el gusto musical: si a usted le incomoda, no la escuche. Esa opci¨®n tambi¨¦n es completamente respetable.
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