Mas¨¢is en Kenia: desahuciados por la crisis clim¨¢tica y las renovables
Una de las mayores comunidades pastoralistas de ?frica oriental se ve forzada a migrar y adaptarse a los factores meteorol¨®gicos y pol¨ªticos que dinamitan su estilo de vida tradicional
¡°Hace unos 40 a?os que el clima empez¨® a cambiar¡±, dice Noolaisanka Leposo mientras ahuyenta las numerosas moscas que descansan en su cabeza rapada. Sentada en su peque?a casa de barro en el pueblo de Oleleshwa, en el condado de Narok (sur de Kenia), a Leposo le cuesta calcular los a?os porque se gu¨ªa por los episodios de El Ni?o, un ciclo climatol¨®gico en el oc¨¦ano Pac¨ªfico que tiene un impacto global y que ocurre en per¨ªodos de tres a siete a?os.
El cambio, dice, ha estado marcado por una reducci¨®n progresiva de las lluvias que ha ido degradando la tierra y ha llevado a los pastores a una situaci¨®n cr¨ªtica. El ganado muere de sed y de hambre, las migraciones son cada vez m¨¢s largas y la deforestaci¨®n, m¨¢s severa. El cultivo se ha vuelto, en algunas ¨¦pocas, misi¨®n imposible. El acceso al agua es un aut¨¦ntico desaf¨ªo para muchos mas¨¢i, que est¨¢n enfermando por beber de ¡°estanques muy sucios en peque?as presas donde el agua se mezcla con la orina de animales salvajes y vacas¡±, apunta Leposo.
A esta contienda se le suma el desahucio de miles de pastores de esta etnia para la instalaci¨®n de plantas de energ¨ªa geot¨¦rmica en el valle del Rift. Kenia lidera la producci¨®n de energ¨ªa renovable en el continente y tiene previsto que se convierta en la ¨²nica fuente de electricidad en los pr¨®ximos tres a?os (actualmente cubre el 70%).
El Gobierno concede la explotaci¨®n de tierras de pastoreo a empresas multinacionales sin contemplar el impacto que puede causar en la vida de sus habitantes y sin facilitar terrenos alternativos ni compensaciones econ¨®micas. Esto es posible porque la mayor¨ªa de los pastores no disponen de un t¨ªtulo de propiedad de la tierra aunque hayan vivido all¨ª durante generaciones.
Selina Nkoile, hija de Leposo y activista en contra de la mutilaci¨®n genital femenina, es una de ellos: vive en su pueblo natal, Mosiro, en el condado de Kajiado, y al contrario que su madre, no es propietaria de la tierra donde vive porque se trata de una zona comunal. ¡°Se supone que es nuestra tierra, la de nuestros ancestros, pero no tenemos nada que lo demuestre porque fue arrebatada hace mucho tiempo¡±, explica la joven, refiri¨¦ndose a la ¨¦poca colonial.
En los a?os 2013 y 2014 la comunidad mas¨¢i sali¨® a la calle para detener la construcci¨®n de nuevos proyectos geot¨¦rmicos en su tierra y fueron a juicio alegando que la Administraci¨®n estaba violando sus derechos, pero la explotaci¨®n continua.
La tierra pelada y agrietada se est¨¢ convirtiendo en el paisaje habitual de muchos rincones de Kenia, donde m¨¢s de un 80% del total est¨¢ constituido por tierras ¨¢ridas y semi¨¢ridas, mayormente habitadas por pastores, y un 46% no puede sostener ning¨²n cultivo. Los mas¨¢i viven principalmente del ganado ¡ªse estima que un 75% de los ingresos del hogar provienen de este¡ª, son semin¨®madas y habitan en el sur de Kenia y el norte de Tanzania.
Para Leposo y su comunidad, la sequ¨ªa no es un fen¨®meno nuevo, pero s¨ª lo es la imprevisibilidad de las lluvias. ¡°Cambia de los meses en los que sol¨ªa llover a otros meses y a veces se pasa un a?o sin que caiga una gota de agua, como por ejemplo este, que no ha llovido a¨²n. Hemos plantado cultivos pero se han secado¡± se lamenta.
Unicef denunci¨® en un informe sobre la infancia y el cambio clim¨¢tico en el pa¨ªs que la temperatura de Kenia aument¨® 1 grado entre 1960 y 2003, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) estima que en el pr¨®ximo siglo el aumento puede ser de hasta cinco grados. El 2016 fue el m¨¢s caluroso jam¨¢s registrado en el mundo y, seg¨²n los 134 a?os de observaci¨®n de la NASA, 18 de los 19 a?os m¨¢s calurosos han sucedido a partir del 2001 (a excepci¨®n de 1980).
Falta de comida, tala de ¨¢rboles y migraciones
Frente a la inseguridad alimentaria, algunos grupos recurren a la tala de ¨¢rboles para producir le?a y carb¨®n, las principales fuentes de energ¨ªa para cocinar en este pa¨ªs africano. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) informa de que entre 1990 y 2015 los bosques de Kenia se redujeron en un 25%, lo que supone 824.115 hect¨¢reas.
Muchos mas¨¢i encuentran la soluci¨®n en la inmigraci¨®n, ya que es en los grandes n¨²cleos urbanos donde se concentran las infraestructuras y las ofertas laborales. No obstante, los datos de desplazamiento de los pastores son escasos, ya que su movimiento es considerado como un patr¨®n intr¨ªnseco a su estilo de vida.
En las ciudades, los mas¨¢i suelen trabajar como guardias de seguridad en complejos de apartamentos o como vendedores de artesan¨ªa, mientras que hay otros que se marchan con el ganado y viven en bosques a las afueras de la ciudad. El activista Michael Santeto, de la organizaci¨®n Red de Desarrollo de los Pastores de Kenia, asegura que es incompatible con cualquier forma de ganader¨ªa tradicional.
Los mas¨¢is enferman por beber de estanques sucios donde el agua se mezcla con la orina de animales
Todos aquellos que deciden quedarse en su tierra tienen que reinventarse para sobrevivir a las frecuentes y severas sequ¨ªas. Algunos grupos han desarrollado t¨¦cnicas como el cultivo de grandes cantidades de hierba para el ganado que despu¨¦s venden a otras personas de la comunidad. Otros se han decidido a impulsar la divisi¨®n de la manada para asegurar un mejor uso de los recursos escasos y as¨ª evitar la degradaci¨®n de la tierra. El cruce de especies es otra pr¨¢ctica. ¡°Mezclamos la vaca ceb¨², que puede caminar durante mucho tiempo sin agua y es m¨¢s resistente a las enfermedades, con la vaca borana, que es buena para leche y carne, y la sahiwol, que es excelente pastando¡±, dice Santeto. ¡°Y obtenemos un gran resultado¡±.
Por otro lado, la tecnolog¨ªa ha emergido como una gran herramienta para monitorear el ganado y para alertar de sequ¨ªas o de lluvias. Los tel¨¦fonos m¨®viles facilitan la comunicaci¨®n entre los mas¨¢i que trabajan en la ciudad y los que cuidan de su ganado en el campo: pueden saber en todo momento c¨®mo est¨¢n, pueden ver fotos y seguir su ubicaci¨®n. Tambi¨¦n se comunican con los mas¨¢i de Tanzania para saber cu¨¢ndo es el mejor momento para migrar al pa¨ªs vecino.
Los pastores se sienten marginados por el Gobierno
Existen numerosas pol¨ªticas centradas en el desarrollo de las tierras ¨¢ridas y semi¨¢ridas, pero los pastores no perciben sus impactos y se siguen sintiendo marginados. ¡°No est¨¢n funcionando como deber¨ªan¡±, cuenta Santeto, ¡°?por qu¨¦ seguimos experimentando estos desastres por la sequ¨ªa si tenemos pol¨ªticas dise?adas?¡±
Los que gestionan las estrategias suelen ser ajenas a las necesidades de esta parte de la poblaci¨®n. ¡°Puedes crear sistemas bonitos pero la persona que pones a la cabeza tiene que tener conocimiento y normalmente no es algo que puedas aprender en la escuela, lo aprendes viviendo all¨ª¡±, sentencia el activista.
En 2008, el antiguo presidente de Kenia, Mwai Kibaki, cre¨® el Ministerio para el desarrollo del norte de Kenia y otras tierras ¨¢ridas (MNKOAL) centrado ¨²nicamente en crear pol¨ªticas para el desarrollo de los territorios de los pastores. En 2013 se cre¨® la Pol¨ªtica nacional para el desarrollo sostenible del norte de Kenia y otras tierras ¨¢ridas como parte del programa Kenya Vision 2030, con el que el expresidente quer¨ªa transformar Kenia en un pa¨ªs industrializado y de clase media para el a?o 2030. En esta pol¨ªtica se crearon varias estructuras como la Gesti¨®n del riesgo de sequ¨ªa y el Fondo de contingencia por desastre de sequ¨ªa.
En 2017 el actual presidente Uhuru Kenyatta cre¨® el Big 4 Action Plan, centrado en seguridad alimentaria, vivienda asequible, sector manufacturero y sanidad accesible; y desarroll¨® la estrategia Ending Drought Emergencies (EDE) dentro del MNKOAL. Este plan usa dos pol¨ªticas para reducir el impacto de la sequ¨ªa: una se basa en fortalecer la seguridad, las infraestructuras y el capital humano ¡ªfactores b¨¢sicos para el desarrollo¡ª, y la otra se basa en reforzar el marco institucional y financiero para la gesti¨®n de la sequ¨ªa.
Fredrick Njehu, asesor pol¨ªtico en Greenpeace Kenia, valora los esfuerzos del Gobierno. "Pero estas pol¨ªticas empezaron hace seis a?os, as¨ª que se necesitaran otros 100 para que empiecen a ser ¨²tiles", reconoce. Greenpeace, junto con otras organizaciones no gubernamentales, como el International Center for Tropical Agriculture o el Institute of Culture and Ecology, trabajan para introducir t¨¦cnicas de resiliencia clim¨¢tica en los condados m¨¢s afectados por fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos. Se han empezado a introducir semillas m¨¢s resistentes, fertilizantes org¨¢nicos y nuevas t¨¦cnicas de cultivo que requieren menos agua.
Por ahora, los cambios se suceden a peque?a escala y, aunque sobre el papel hay suficientes recursos para mitigar las consecuencias de la crisis clim¨¢tica en la poblaci¨®n de pastores, es temprano para valorar sus efectos. Noolaisanka Leposo no conf¨ªa en verlos. ¡°Nos hemos acostumbrado a esta pobreza, solo dependemos de nosotros mismos¡±, dice frente a un p¨®ster de los actuales presidentes del ?frica del Este colgado en la pared de su casa.
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