¡°Quiero que los varones entiendan por qu¨¦ estamos tan enojadas cuando salimos a la calle¡±

Mariana Carbajal (Buenos Aires, 1969) empez¨® a escribir sobre violencia machista y criminalizaci¨®n del aborto cuando estos problemas apenas aparec¨ªan en los medios argentinos. "Tengo una nota en papel de 1998 muy similar a una reciente sobre una ni?a de 11 a?os que fue violada", asegura. "Quiero que me saquen lo que el viejo me puso adentro", repite la periodista y escritora las palabras de la peque?a a quien su agresor hab¨ªa dejado embarazada.

Carbajal fue una de las periodistas que fund¨® el movimiento #NiUnaMenos en Argentina para denunciar los feminicidios?¡ªen aquel pa¨ªs sucede uno cada 27 horas, seg¨²n las ¨²ltimas cifras extraoficiales que recopilan organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres¡ª y pedir pol¨ªticas p¨²blicas para frenarlos.

El detonante, rememora la reportera, fue una sucesi¨®n de asesinatos machistas que tuvieron gran repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n, sobre todo, el de Chiara P¨¢ez, una adolescente de 14 a?os que apareci¨® enterrada en la casa de los abuelos de su novio. "Prendi¨® la llama". Un grupo de comunicadoras feministas, en el que se encontraba Carbajal, organiz¨® un marat¨®n de lecturas con v¨ªctimas de violencia machista invitadas. "Fue cuando usamos por primera vez el lema #NiUnaMenos", relata. "Fue un grito colectivo".

Despu¨¦s, pensaron que hab¨ªa que ir m¨¢s all¨¢ y llamar a la sociedad a las calles para protestar. "Invitamos a famosos a que se hicieran una foto con el hashtag para impulsar la convocatoria. Y la respuesta fue espectacular". Carbajal todav¨ªa se muestra sorprendida del apoyo que recibieron: numerosos deportistas, actores, artistas... se unieron a su causa.

Mientras todo eso suced¨ªa, al hijo de Carbajal le diagnosticaron leucemia. La manifestaci¨®n que hab¨ªan convocado coincid¨ªa con su primera sesi¨®n de quimioterapia. Ante la elecci¨®n dif¨ªcil de asistir a la protesta o acompa?ar a su primog¨¦nito, ¨¦l le dio la respuesta. "?C¨®mo no vas a ir si has luchado por esto toda tu vida?", le dijo. "Me fui un rato a la marcha con esa carga", reconoce ella. De la movilizaci¨®n de aquel 3 de junio de 2015, Carbajal todav¨ªa recuerda lo emocionante que fue. "Por la cantidad de gente. Hab¨ªa ni?as con sus mam¨¢s, con carteles hechos a mano. Fue impactante e inesperado".

En Argentina hay un feminicidio cada 27 horas, seg¨²n las ¨²ltimas cifras extraoficiales que recopilan organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres

Algunos de los reclamos que se hicieron en aquella multitudinaria movilizaci¨®n y las que la sucedieron se han materializado en pol¨ªticas p¨²blicas. "Hasta entonces, se contaban solo los casos de feminicidios publicados en los medios. Ahora ya hay un registro a partir de las causas judiciales", comenta Carbajal. "Aunque todav¨ªa hay que hacer ajustes, porque no se contabilizan los asesinatos cuando el perpetrador se suicida, porque se extingue la responsabilidad penal". Otras muchas demandas est¨¢n todav¨ªa por abordar.

A falta de leyes y pol¨ªticas p¨²blicas para frenar la sangr¨ªa de feminicidios, Carbajal celebra que la sociedad argentina ha tomado conciencia sobre este problema. "Y se empezaron a visibilizar otras violencias machistas como el acoso, las agresiones sexuales...", subraya. El #NiUnaMenos dej¨® entonces de pertenecer a un grupo de personas y se convirti¨® en un movimiento de muchos colectivos por todo el pa¨ªs. "Fue un empuje para la organizaci¨®n de las mujeres en los distintos territorios y ¨¢mbitos".

Pese a que Argentina cuenta con una larga tradici¨®n de movimientos feministas ¡ªdesde hace 34 a?os organizan encuentros nacionales de mujeres ¡ª, el #NiUnaMenos supuso una revitalizaci¨®n, en opini¨®n de Carbajal. Y otras causas en favor de los derechos de las mujeres han enraizado en el pa¨ªs latinoamericano despu¨¦s. La que m¨¢s impulso ha tomado en los ¨²ltimos a?os ha sido la defensa por el aborto legal, seguro y gratuito. El pa?uelo verde que simboliza esta lucha ha trascendido su significado. "Las adolescentes, las hijas del #NiUnaMenos, lo llevan como un grito de libertad", afirma la periodista, que particip¨® en un encuentro de organizaciones de la sociedad civil en La Antigua Guatemala para contar, precisamente, el impacto de las protestas en la ciudadan¨ªa y la pol¨ªtica.

Nunca pens¨¦ que hubiera una contradicci¨®n entre mi profesi¨®n period¨ªstica y mi activismo feminista

Carbajal no ve incompatibilidad entre su activismo y la profesi¨®n period¨ªstica. "Nunca pens¨¦ que hubiera una contradicci¨®n. Mi activismo feminista es a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, para ampliar las voces de los movimientos, de las v¨ªctimas", expone. Nunca, remarca, ha tergiversado la realidad. "Solo le he puesto una lupa gigante a estos temas para que se vieran".?

Tambi¨¦n lo hace con sus libros. "El primero que publiqu¨¦, en 1999, fue La seducci¨®n permanente: verdades y mentiras de la cirug¨ªa est¨¦tica", recuerda. Diez a?os despu¨¦s, lanz¨® su segundo t¨ªtulo, sobre el aborto. "Una d¨¦cada antes del debate que se dio en Argentina", anota. Y su Maltratadas, escrito en 2013 y publicado en 2014, tambi¨¦n fue un adelanto de lo que estaba por venir con el #NiUnaMenos en el invierno argentino de 2015.

Este 2019, Carbajal ha publicado Yo te creo, hermana (Aguilar), sobre las violencias de g¨¦nero. "Todo lo que nos pasa por ser mujeres. Lo que nos hace el machismo", resume el contenido. Los relatos recogidos por la autora, en primera persona, tratan desde los abusos sexuales en la infancia hasta los llamados micromachismos, tambi¨¦n en la profesi¨®n period¨ªstica. Con esta obra siente una responsabilidad especial porque es la primera que han le¨ªdo sus hijos, el chico de 18 y la ni?a de 13.? "Quiero que sea un espejo en el que las mujeres se saquen la culpa. Y que los varones tambi¨¦n entiendan por qu¨¦ estamos tan enojadas cuando salimos a la calle", zanja.

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