El hombre que logra que Andaluc¨ªa y Senegal se encuentren y bailen

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¡°Nac¨ª ¡®griot¡¯ y as¨ª morir¨¦. Cada uno tiene su misi¨®n¡±

Su ¨²ltima ocurrencia ha sido tomar las riendas de un festival de m¨²sica veterano pero desinflado en los ¨²ltimos a?os que conf¨ªa en sacar a flote para que beneficie tanto a la ciudad como a sus negocios. A fin de cuentas, una cosa va unida a la otra. ?l es Jay Hern¨¢ndez Blanco (Ceuta, 1961), y de ¨¦l podr¨ªa decirse que es empresario, pero la presentaci¨®n quedar¨ªa corta. Hombre de negocios de la m¨²sica, de los bares, restaurantes y caf¨¦s; de la recuperaci¨®n arquitect¨®nica; dj ocasional y, en la ¨²ltima d¨¦cada, en el sector tur¨ªstico. Se define como un "martillo pil¨®n" porque nunca para de trabajar. "Yo soy una persona que cuando voy a un sitio, me implico", asegura con locuacidad. No le falta raz¨®n. En Saint Louis, ciudad senegalesa en la que desembarc¨® hace 15 a?os, todo el que le conoce ¡ªa estas alturas no debe quedar nadie que ignore qui¨¦n es¡ª sabe que Jay es un hombre dif¨ªcil de pillar, con una agenda m¨¢s apretada que la de un ministro.?

Ese festival que ahora tiene entre manos es el llamado M¨¦tissons, un evento de varios d¨ªas en el que m¨²sicos de las dos orillas del Mediterr¨¢neo toman los escenarios. Naci¨® hace 10 a?os con una primera edici¨®n de la que Hern¨¢ndez no era promotor principal, pero s¨ª se implic¨®. "Lo hice por amor a la m¨²sica, luego me desconect¨¦ un poco", recuerda.

M¨¦tissons significa mestizaje y de eso va la aventura: de mezclar la m¨²sica africana con la europea, la americana... Comenz¨® con buen pie, recuerda Hern¨¢ndez, pero en las ¨²ltimas ediciones hab¨ªa perdido fuelle. "No ve¨ªa claro el formato, los conciertos se repart¨ªan en seis bares en los que tocaban bandas locales los mismos d¨ªas y a las mismas horas. Se desperdigaba", opina Hern¨¢ndez.? "Yo este a?o he dicho: hay que hacer un festival m¨¢s potente y con un solo escenario grande. La gente va a ver cosas buenas, diferentes: flamenco, una bailaora negra [por Yinka Esi Graves, que act¨²a uno de los d¨ªas], cantaores¡­ A ver c¨®mo funciona".

Dicho y hecho. El pr¨®ximo 31 de octubre arranca un ciclo de tres d¨ªas con cabida para exposiciones de fotograf¨ªa, cine, debates, baile y, por supuesto, m¨²sica. Para la ocasi¨®n, el propio Hern¨¢ndez se ha sacado otro as de la manga: una banda de estrellas que ha juntado expresamente para esta ocasi¨®n tras unas cuantas visitas a Sevilla. Son la Spanish Fusion Band y est¨¢ formada por Pepe Bao, bajista de O'Funkillo y "dicen que el mejor de Espa?a", apunta Hern¨¢ndez; el cantante Tomasito; el guitarrista Andr¨¦s Herrera El P¨¢jaro; el senegal¨¦s Cheikh Lo a la bater¨ªa, y el saxofonista Gautama del Campo. Ya est¨¢n en Senegal, ensayando, y debutan el mismo 31 de octubre en el Gran Teatro Nacional de Dakar en el marco de las celebraciones del D¨ªa de la Hispanidad en el pa¨ªs africano. Luego viajar¨¢n a Saint Louis, donde ser¨¢n el plato fuerte del festival junto a la legendaria Orquesta Baobab, que cuenta con una carrera de cuatro d¨¦cadas inventando ritmos afrocubanos. "El s¨¢bado abre la orquesta, luego los Spanish Fusion Band, y al final del concierto se juntar¨¢n las dos bandas para tocar", adelanta el promotor.

Pero tambi¨¦n habr¨¢ presencia local porque el M¨¦tissons no va a perder su esp¨ªritu. "Vienen todo tipo de m¨²sicos y fusionaremos sonidos de todas partes, pero con mucha presencia senegalesa", explica. "Y vamos a dar la oportunidad a grupos de por aqu¨ª que est¨¢n empezando". Por ejemplo, el viernes 31 se inaugura el festival con un doble concierto gratuito en el Instituto Franc¨¦s de Obree Daman con sus sonidos R&B, jazz y reggae, y el veterano cantante Souleymane Faye.

No le pilla de nuevas a Jay Hern¨¢ndez lo del negocio musical y la direcci¨®n de espect¨¢culos. Desarroll¨® sus primeros negocios en Sevilla y? C¨¢diz, en Sevilla y C¨¢diz, donde lleg¨® a tener 14 locales entre bares de copas, discotecas, restaurantes y cafeter¨ªas, como el recordado Caf¨¦ La Prensa de la capital gaditana. Form¨® parte de la organizaci¨®n de la Expo '92 y estuvo implicado en aquel m¨ªtico Leyendas de la guitarra de octubre de 1991 que reuni¨® en el auditorio de La Cartuja a 27 m¨²sicos de la talla de Brian May, BB King, Keith Richards, Les Paul, Steve Vai o Joe Satriani, adem¨¢s de cantantes como Bob Dylan y Joe Cocker.

Al cabo de un tiempo en el mundo de la noche andaluza, Hern¨¢ndez decidi¨® cambiar de aires y recal¨® en Marruecos, en la medina de Asilah en concreto. "Ah¨ª me llamaban el alcalde", recuerda. Rehabilit¨® casas para personalidades del cine y la m¨²sica de Espa?a. En 2005 conoce Saint Louis y empieza a ir durante las vacaciones primero, y con mayor frecuencia seg¨²n pasaba el tiempo. En 2007 vuelve a dar un golpe de tim¨®n y se muda a la ciudad senegalesa, compra un edificio decr¨¦pito, lo restaura y entra en el competitivo mundo del turismo. Hoy todo el que viaja a Saint Louis conoce el elegante y sofisticado hotel Siki. Tambi¨¦n adquiere un campamento ruinoso en la zona costera de la Langue de la Barbarie, pero este negocio le sale peor por culpa de los efectos del cambio clim¨¢tico, que en estas latitudes se notan m¨¢s. "En 2013 lo perd¨ª: se lo llev¨® el mar y me arruin¨¦", lamenta.

Hern¨¢ndez casi lo tira todo por la borda. "Pas¨¦ momentos muy malos porque perd¨ª un dineral: cuatro hect¨¢reas de terreno, barcos¡­ Y tiempo e ilusi¨®n tambi¨¦n". Pero se reinvent¨®. Salv¨® lo que pudo y decidi¨® asociarse con Jean Jacques, otra v¨ªctima de la subida del nivel del mar. "?l hab¨ªa perdido otro negocio parecido al m¨ªo as¨ª que en vez de hacerlos nuevos por nuestra cuenta, nos juntamos y abrimos el Ocean & Savane", cuenta el empresario. Hoy, este negocio sigue funcionando, algo m¨¢s apartado de los embates del Atl¨¢ntico.

Al M¨¦tissons acudir¨¢n todo tipo de m¨²sicos y fusionar¨¢n sonidos de todas partes, pero con mucha presencia senegalesa

Los negocios marchan. A una etapa floja por culpa de la mala prensa de la epidemia de ?bola y de los nuevos requisitos de obtenci¨®n de visados que impuso Senegal, luego sigui¨® otra de recuperaci¨®n. "En los ¨²ltimos dos a?os se mueve mucho el hotel. El turismo ha mejorado, las tasas de alojamiento tambi¨¦n porque vienen muchas empresas, ONG y sociedades¡­ Por eso he decidido quedarme y comprar otra casa". Hern¨¢ndez se refiere al Siki R¨ªo, un imponente alojamiento que ha levantado de cero dentro de otro edificio colonial de esos preciosos, pero destrozados, que abundan en el casco hist¨®rico de Saint Louis.

Durante los d¨ªas previos al M¨¦tissons, la actividad de Jay Hern¨¢ndez es a¨²n m¨¢s febril que de costumbre. Por un lado no pierde de vista el festival, por el otro da los ¨²ltimos retoques a su nuevo hotel, que abrir¨¢ la semana que viene. No tiene tiempo ni para dormir, pero no le importa.? "No s¨¦ estar en un sitio sin trabajar, va conmigo, es innato... Y claro que, si tengo un negocio, intento mejorar las cosas de la ciudad donde estoy", dice. A falta de unos d¨ªas, la imposibilidad de reservar una habitaci¨®n en Saint Louis indica que sus planes van viento en popa. "Te aseguro que est¨¢ todo lleno... ?Hasta he tenido que poner una cama extra en mi casa!".

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